Skip to main content

LA BENDICION DE LOS OBJETOS DESTINADOS A EJERCITAR LA PIEDAD Y LA DEVOCION.

Para la bendición de objetos destinados a ejercitar la piedad y devoción existe un rito concreto, dentro del Bendicional. Los objetos a los que nos referimos son: las medallas, las cruces, las imágenes que no han de estar expuestas en lugares sagrados (por ejemplo, una imagen o cuadro que tengamos en casa), los rosarios, los escapularios, las coronas y, en definitiva, objetos similares que se usen para la práctica de ejercicios piadosos.
Estos objetos deben ser bendecidos por el sacerdote o el diácono, por lo que no pueden bendecir estos objetos un laico. Asimismo, este rito debe hacerse fuera de la misa.
¿Y las medallas que los hermanos reciben, una vez bendecidas, cuando juran las reglas de su hermandad? Pues es obvio que también debe ser fuera de la misa, por lo que en un próximo artículo comentaremos la costumbre, no litúrgica, de la ceremonia de recibimiento de nuevos hermanos (jura de nuevos hermanos, popularmente hablando) que muchas hermandades realizan dentro de la celebración eucarística. De entrada, adelantamos que todo no cabe dentro de la misa, solo algunos ritos. Hay bendiciones que sí se pueden hacer dentro de la misa, como por ejemplo la bendición de una familia o de los esposos, de los catequistas, de un cáliz, de una patena, etc.
Principalmente en los santuarios o lugares de peregrinación que se distinguen por la afluencia de fieles, esta bendición de objetos piadosos suele efectuarse en una celebración común y puede incluirse de modo conveniente en las celebraciones que tienen lugar para los peregrinos. Si la bendición se celebra para un solo objeto, el ministro puede emplear un rito breve.
La estructura del rito largo (de esta y de las demás bendiciones) consiste en unos ritos iniciales, una Liturgia de la Palabra, con salmo y oración de los fieles y la oración de bendición, finalizando con una conclusión. El rito breve es, prácticamente, la oración de bendición.

 

ORACION DE BENDICION

(El celebrante la pronuncia con las manos extendidas)
Bendito seas, Señor,
fuente y origen de toda bendición,
que te complaces en la piedad sincera de tus fieles;
te pedimos que atiendas a los deseos de tus servidores
y les concedas que,
llevando consigo estos signos de fe y de piedad, se esfuercen por irse transformando en la imagen de tu Hijo.
Que vive y reina por los siglos de los siglos. Amén.

 

BENDICIÓN DE UNA IMAGEN

Bendición de una imagen

Mt. 5, 1-10 o Mt. 5, 13-16.

Salmo 1.

C. Nuestra ayuda está en el Nombre del Señor.
P. Que hizo el cielo y l.a tierra.
C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.
C. Oremos.

Se hace un momento de oración silenciosa.

Dios todopoderoso y eterno, tú permites esculpir o pintar las imágenes de tus santos, a fin de que, al contempladas con nuestros ojos, meditemos y tratemos de imitar sus obras y sus virtudes. Por eso, te pedimos que bendigas + y santifiques esta imagen, hecha en honor y recuerdo de tu Hijo Unico, nuestro Señor Jesucristo (o de la santísima Virgen María, Madre de nuestro Señor Jesucristo, o del Apóstol san …, o de san …, o santa …).

Te rogamos que a quienes procuren, delante de esta imagen, tributar culto y honrar a tu Hijo Unico (o a la santísima Virgen María, o a este Apóstol, o a este santo o santa), por sus méritos e intercesión, les concedas tu gracia en este mundo y la gloria eterna en la Vida futura.
Por (el mismo) Cristo nuestro Señor.

P. Amén.

El celebrante hace la aspersión con agua bendita.
Se recita el Padre nuestro.

I

C. Dios todopoderoso y eterno, Tu permites esculpir o pintar imágenes de tus Santos, a fin de que, al contemplarlas, meditemos y tratemos de imitar sus obras y sus virtudes. Por eso te pedimos que bendigas + y santifiques esta imagen, hecha en honor y recuerdo de… (Ntro.. Señor Jesucristo, La Sma. Virgen María, San...).

Te rogamos que a quienes procuren, delante de esta imagen, tributar culto y honrar a … , por sus méritos e intersección les concedas tu gracia en este mundo y la gloria eterna en la vida futura. Por Cristo nuestro Señor.
R. Amén.

II

De Jesucristo:

C. Oh Dios, tú habitas en una luz inaccesible y nos has amado tanto que, siendo invisible, te nos has hecho visible en Cristo; mira con bondad a estos hijos tuyos, que han dado forma a esta imagen de tu Hijo, y haz que al venerarla, se vayan transformando en la realidad que esta imagen representa. Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén

III

De la Virgen:

C. Oh Dios, que en la Santísima Virgen has dado a tu Iglesia una imagen de la gloria futura a la que esperan llegar tus fieles, que han elaborado esta imagen de la Santa María, alcen confiadamente sus ojos hacia ella que resplandece como modelo de virtudes para todo el pueblo de tus elegidos. Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.

IV

De los Santos

C. Oh Dios, fuente de toda gracia y santidad, míranos con bondad a nosotros tus servidores, que hemos dispuesto esta imagen de San N. , y haz que experimentemos la intersección de este santo, el cual convertido en amigo y coheredero de Cristo, resplandece como testigo de vida evangélica y como egregio intercesor ante ti. Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.


BENDICIÓN DE OBJETOS DE PIEDAD Y ROSARIOS.

C. El Señor, con su bendición +, se digne aumentar y fortalecer tus sentimientos de piedad y devoción, para que transcurras sin tropiezo tu vida presente y alcances felizmente la eterna. Por Jesucristo nuestro Señor.
R. Amén.

Rosario:

C. En memoria de los misterios de la vida, muerte y resurrección de nuestro Señor, para honra de la Virgen María, Madre de Cristo y de la Iglesia, sea bendecida la persona que ore devotamente con este rosario: en el nombre del Padre + y del Hijo y del Espíritu Santo.
R. Amén.


BENDICIÓN E IMPOSICIÓN DEL ESCAPULARIO.

C. Oremos: Señor nuestro Jesucristo, Salvador del género humano, santifica + este hábito que tu siervo/a ha resuelto llevar por amor a Tí y a tu Santísima Madre, la Virgen María del Monte Carmelo. Que por la intercesión de esta misma Señora sea defendido de los ataques del enemigo y persevere en tu gracia hasta la muerte. Tú que vives y reina por los siglos de los siglos.
R. Amén.

Y asperge el hábito con agua bendita.

Padre nuestro.

Lo impone a cada persona diciendo:

-Recibe este hábito bendito, suplicándole a la Santísima Virgen que, por sus méritos, puedas llevarlo sin mancha, te defienda de toda adversidad y te conduzca a la vida eterna.
R. Amén.

Luego continúa en general:

-Yo con el poder que me ha sido concedido, te hago partícipe de todos los bienes espirituales que, con la cooperación de la misericordia de Jesucristo nuestro Señor, propagan los religiosos del monte Carmelo. En el nombre del Padre +, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
R. Amén.

– Dios todopoderoso, creador del cielo y de la tierra, te bendiga +, ya que se ha dignado agregarte a la confraternidad de la Santísima Virgen del Monte Carmelo. Y a ella le pedimos que, en la hora de tu muerte, aplaste la cabeza de la serpiente infernal, y que logres al fin conseguir la palma y corona de la herencia sempiterna. Por nuestro Señor Jesucristo.
R. Amén.

 

Bendición e imposición del Escapulario de la Virgen del Carmen

El sacerdote con sobrepelliz y estola blanca, o por lo menos con estola, dice;

C. Muéstranos, Señor, tu misericordia.
P. y danos tu salvación.

C. Señor, escucha mi oración.
P. y llegue a ti mi clamor.

C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.

C. Oremos.

Señor nuestro Jesucristo, Salvador del género

humano, + santifica este hábito que tu siervo(a) ha resuelto llevar por amor a ti y a tu santísima Madre, la Virgen María del Monte Carmelo. Que por la intercesión de esta misma Señora sea defendido(a) de los ataques del enemigo y persevere en tu gracia hasta la muerte.
Tú que vives y reinas, por los siglos de los siglos.

P. Amén.

Rocía con agua bendita los escapularios y al imponerlos dice a cada uno:

Recibe este hábito bendito, suplicándole a la santísima Virgen que por sus méritos puedas llevarlo sin mancha, te defienda de toda adyersidad y te conduzca a la Vida eterna.

P. Amén.

Terminada la imposición dice:

Yo, por el poder que me ha sido concedido, te hago partícipe de todos los bienes que, con la cooperación de la misericordia de Jesucristo nuestro Señor, propagan los religiosos del Monte Carmelo. En el nombre del Padre y del Hijo + y del Espíritu Santo.

P. Amén.


BENDICIÓN DE LAS VELAS
(en el día de S. Blas – 3 de febrero)

– El Señor esté con vosotros.
R. Y con tu espíritu.

– Dios que en todas partes manifiesta su poder y su bondad, encomienda a la Iglesia la bendición de determinados elementos, para que todos los que los usen piadosamente se sientan atraídos hacia los bienes invisibles y bendigan a Dios, que es también admirable en sus santos.

– Oremos: Dios todopoderoso, que creaste la diversidad de las cosas del mundo, y quisiste que tu mismo Hijo se encarnara para la Redención. Tú que eres grande e inmenso, digno de toda alabanza, haces cosas admirables. Para confesar su fe en ti el glorioso Obispo y mártir S. Blas, no temiendo los tormentos, consiguió felizmente la palma del martirio. Entre otras gracias tú le diste esta prerrogativa: que por tu poder curara el mal de la garganta.

Te rogamos humildemente que no mires nuestras culpas, y por los ruegos y méritos de S. Blas, bendice + y santifica por tu admirable piedad estas candelas infundiéndoles tu gracia, a fin de que todos aquellos a quienes les fueren aplicadas en la garganta, se vean libres de cualquier mal de la misma, y alegres y sanos te rindan en la Iglesia acciones de gracias y alaben tu glorioso nombre que es bendito por los siglos. Por Jesucristo nuestro Señor.

R. Amén

Y rocía las velas con agua bendita.

Luego las aplica (sin encenderlas) a la garganta de cada uno de los fieles mientras dice:

Por la intercesión de S. Blas, obispo y mártir, te libre de todo mal de la garganta y de cualquier otro mal.
R. Amén.

Conclusión del rito:

– El Señor tenga en cuenta vuestra devoción y os conceda su ayuda en cada momento de la vida.
R. Amén.

– Que con su amor os guíe y proteja aquí en la tierra y os haga llegar felizmente a la gloria celestial.
R. Amén.

-Y la bendición de Dios todopoderoso, Padre, Hijo y Espíritu Santo, descienda sobre vosotros y permanezca para siempre.
R. Amén.

 

Bendición de las velas
(en el día de san Blas, obispo y mártir)

C. Nuestra ayuda nos viene del Señor.
P. Que hizo el cielo y la tierra.

C. El Señor esté con vosotros.
P. y con tu espíritu.

C. Oremos.

Omnipotente y amabilísimo Dios, que creaste la diversidad de todas las cosas del mundo solamente para tu Hijo, y que quisiste que tu mismo Hijo se encarnara para la Redención. Tú, que eres grande e inmenso, digno de toda reverencia y alabanza, que haces cosas admirables; para confesar cuya fe el glorioso mártir y pontífice san Blas, no temiendo la diversidad de los tormentos, consiguió felizmente la palma del martirio: y que al mismo Santo, entre otras gracias, le diste esta prerrogativa: que por tu poder curara cualquier mal de la garganta; rogamos humildemente a tu Majestad, que no mires nuestras culpas, sino aplacado por los ruegos y méritos de san BIas, te dignes bendecir + y santificar por tu admirable piedad estas candelas, infundiéndoles tu gracia; a fin de que todos aquellos a quienes les fueran aplicadas por su buena fe, en su garganta, se vean libres de cualquier mal de la misma por los méritos de su pasión y alegres y sanos te rindan en la Iglesia acciones de gracias y alaben tu glorioso Nombre, que es bendito por los siglos de los siglos.
Por Jesucristo nuestro Señor.

P. Amén.

y se rocían con agua bendita.

Luego las aplica (sin encenderlas) a las gargantas de cada uno de los fieles mientras dice:

Que por la intercesión de san Blas, obispo y mártir, te libre Dios de todo mal de la garganta y de qua1quier otro mal. En el nombre del Padre, y del Hijo + y del Espíritu Santo.

R. Amén.

Entre su email para recibir nuestra Newsletter Semanal en modo seguro, es un servicio gratis: