Venezuela tiene gran devoción por la Virgen de la Candelaria, en varias zonas de su territorio se celebra la fiesta con características autóctonas, que muchas veces sintetizan viejos ritos precristianos de alabanza a la fertilidad de la tierra, con los propiamente cristianos.
Estos festejos tienen danza, disfraces y luminarias.
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VENEZUELA es un país multicultural, con una pacífica, laboriosa y alegre población que es fruto de raíces indígenas, europeas y africanas.
En la fiesta de “LA CANDELARIA”, Venezuela muestra, como es muy común en la mayoría de sus celebraciones populares, elementos de rituales indígenas y de los descendientes de esclavos africanos que han sido sincretizados con las fiestas Católicas Españolas.
Se caracteriza por estar llena de conjuntos de danzas, disfraces, máscaras y bandas de músicos que conducen a expresiones de desbordante sensibilidad festiva.
Asimismo, la fiesta de “la Candelaria” muestra reminiscencias del paganismo Europeo que fueron transformados con los años en fiestas cristianas.
Los católicos celebran ese día la “Fiesta de la Purificación de la Virgen María” (ya que los judíos creían que la mujer debía pasar por un proceso de purificación luego de dar a luz) y se conmemora la presentación del Niño Jesús al Templo de Jerusalén.
LAS FESTIVIDADES EN DIFERENTES REGIONES DEL PAÍS
El mes de febrero, en Venezuela, es sinónimo de festividad en honor a la “Virgen de La Candelaria”. Esta celebración se realiza en varias regiones del país durante 18 días, con la presentación de más de 200 danzas. Hombres, mujeres, ancianos, jóvenes y niños no cesan de bailar para la Virgen, agradeciéndole los beneficios y milagros concedidos.
En todo el territorio del país, esta fiesta es una de las tradiciones más arraigadas e importantes, sobre todo en la región andina.
Su historia se remonta a la época de la Colonia, por el año 1628, fecha en que Fernando de Saavedra Valdés se dispuso a reunir indígenas y encomenderos para adoctrinarlos por medio de los religiosos franciscanos.
Pero, fue en 1630 cuando se radica en la zona el Presbítero Bartolomé Carrero de Escalante, quien construyó una ermita, es decir, un pequeño santuario, en medio del poblado, donde divulgó el culto a la “Virgen de la Candelaria”, que pasó con el tiempo a ser centro de devoción cristiana de toda la comarca.
La población toma por asalto las calles, para sorpresa de los turistas; personas que llevan en sus manos velas encendidas. Cuatro de esas personas, llevan en un pañuelo o en una cesta preparada, la imagen del Niño Jesús, ya que son los padrinos; van acompañados de un conjunto de violines, se canta y se reza el Santo Rosario. La alegría se completa con la quema de juegos artificiales: morteros, cohetes o voladores.
A las ocho de la mañana, tanto lugareños como visitantes se reúnen en la iglesia para participar en una ceremonia conocida como la “Bendición del Fuego de la Candelaria” a la cual asisten llevando velas y velones encendidos para que sean bendecidos por el cura de la iglesia. Luego de la procesión en las calles, la imagen de la Virgen es llevada hasta las puertas del templo. Allí los “Vasallos” entonan coplas antes de dar comienzo al baile.
Su colorido y esplendor es parte del comienzo del cielo en verano con el fresco clima que deja la lluvia (recordemos que en Venezuela se llama “verano” al periodo de sequía que se extiende desde noviembre hasta mayo).
Se festeja la fertilidad de la tierra, costumbre antigua de los indígenas, pero con la incorporación sincrética de la devoción a la “Virgen de la Candelaria” en ese día. Hay una procesión que lucha con los carros, los hombres se visten con colores estridentes, además de plumas, banderas, sombreros escandalosos con pelos rojos. Es lo más sorprendente de todo el asunto y llevan un palo y una maraca en las manos.
Arrancan con una misa para la “Bendición del Fuego de la Candelaria” con velones prendidos. Durante la Procesión se cumplen promesas, cantan sus coplas a la Virgen y se baila al acompañamiento de un violín, tiple, cuatro y tambora. Los Vasallos continúan en la casa del capitán donde se toman su vainita, chicha o licor, bailando como en trabajos del campo.
ANZOÁTEGUI
En Caracas también las celebraciones se realizan en la “Parroquia de la Candelaria”, así como en el Estado de Anzoátegui y en el Estado de Lara, otras dos de las regiones donde las celebraciones de la “Virgen de la Candelaria” son más arraigadas.
El sentimiento religioso de Cantaura (Anzoátegui) es característico, a tal punto que, a partir del 20 de agosto de 1990, la “Virgen de la Candelaria” es Patrona del Estado Anzoátegui y su imagen venerada por propios y extraños.
Hasta la actualidad la versión más aceptada del por qué “Nuestra Señora de la Candelaria” está en Cantaura, tiene su comienzo en una tradicional leyenda Kariña. La misma afirma que un día, el sol se puso rojo y resecó la hierba, los ríos se paralizaron y la lluvia, como maldición, se alejo de Chamariapa lo cual motivo a los Kariñas a hacer plegarias para que cesara la dura sequía. De pronto, sorpresivamente entre la hierba, hizo su aparición una luz con la imagen de una virgen que dijo llamarse Candelaria. Al poco tiempo, llegó la lluvia y con ella el verdor de los campos, el caudal de los ríos y el ganado que hoy con el gas natural y petróleo son las principales riquezas económicas de esta tierra también conocida como “El Faro Norte de la Mesa de Guanipa.”
En consideración a tal leyenda, tanto el fundador de Chamariapa como los misioneros franciscanos que le sucedieron, se encargaron de inculcar entre Hispanos y Kariñas, la fe por la peculiar imagen de su “Virgen de la Candelaria”, que se distingue de otras, por ser blanca y no morena como comúnmente es representada.
VARGAS
En la “Parroquia La Candelaria” de Caracas, así como en el Estado de Vargas (norte), se realizan concursos de danzas, convocando a grupos de bailes autóctonos, y luego se efectúa una procesión en los alrededores de la parroquia.
MÉRIDA
En la región andina venezolana, especialmente en el estado Mérida, el día de la “Virgen de la Candelaria” es celebrado por la “Cofradía de los Vasallos de La Candelaria”, quienes representan una danza de indudable sentido propiciador de la fertilidad y fecundidad de la tierra.
Por lo general, en estas celebraciones, se aprovecha para promover la unidad comunitaria y familiar, y honrar a María como la intercesora de Dios en el mundo. Es la celebración de los inmigrantes españoles más identificados en Venezuela.
Puede definirse como una ‘fiesta en la casa’ no estrictamente religiosa; se hace todo lo relativo al ambiente festivo, a la alegría. Se reparten en las iglesias unas velas amarillas que se llaman ‘velas del alma’, las cuales, según una antigua tradición llamada ‘la fiesta de las candelas’, representan las luces que alumbran el camino de la gente al nacer y al morir. Hay quienes las guardan en sus altares domésticos para usarlas en tormentas o crisis familiares, que serán puestas en manos de la Virgen.
VALENCIA – VALLE DE SAN DIEGO
Los habitantes de la zona La Candelaria del municipio Valencia y los del Valle de San Diego de Alcalá, celebran el 2 de febrero con una gran fiesta llena de alegría a la regente espiritual de estas dos poblaciones que mantienen viva una tradición que comenzó hace más de 160 años.
En la iglesia de “La Candelaria” del municipio Valencia hay dos imágenes de la Virgen. La más antigua está en una capilla dentro de la iglesia, fabricada en Caracas, en 1873, al estilo colonial, con armadura, por lo que rostro y manos son las únicas partes tridimensionales. Tiene una enorme corona y un vestido blanco y azul, con una hermosa capa. La gran mayoría de los devotos encienden allí sus peticiones y es más admirada que la nueva imagen que ocupa la pared del púlpito central fabricada en 1908 en París, tallada en madera, con estilo neocolonial, elaborada producto de la venta de las joyas donadas por los feligreses.
“La Candelaria” tiene la tez morena, aunque en muchas iglesias no toman en cuenta esta característica porque muchos piensan que la primera figura que apareció estaba quemada.
El ceremonial de la celebración de la “Virgen de La Candelaria”, tanto en Valencia como San Diego, comienza con la bendición de los cirios en la plaza, afuera del templo. Una vez que el manto de las palabras protege al numeroso grupo de personas, tratando de estar lo más cercanas al pastor para recibir las chispas del agua santa, entran al templo cantando y celebrando a la “Virgen de La Candelaria”
La zona, iglesia y Virgen tienen el nombre de “La Candelaria”, en el municipio Valencia, por el grupo de canarios que llegaron a Venezuela trayendo sus costumbres, ideales y añoranzas de su suelo. Fue así como contribuyeron a la construcción del templo católico y todavía hoy en día apoyan iniciativas y las festividades anuales que se realizan.
LA DEVOCION – EL PRIMER TEMPLO
El 27 de Noviembre el presbítero Gabriel de Mendoza fundó la “Iglesia de Nuestra Señora de la Candelaria” en 1618, por orden del Rey Felipe II de España y por Real Cédula, fechada en Madrid, le es ordenado al gobernador y al Capitán General y al Obispo de Venezuela reunir a todos los indígenas dispersos para comenzar a hermanarlos en pueblos, y así los misioneros o religiosos católicos comenzaron a inculcarles la doctrina religiosa.
En el año 1895 el escritor costumbrista Rafael Bolívar, narrando las festividades de la “Virgen de la Candelaria”, dijo entre otras líneas: “No hay Cristo que se oponga a la querida Virgen de la Candelaria en su día”.
De esta apreciación han transcurrido más de 100 años, muchas costumbres han cambiado, algunas hasta han desaparecido. Pero la celebración a la “Virgen de Candelaria”, día a día, se ha fortalecido en un trabajo conjunto entre la parroquia y el equipo de Candelaria, quienes han logrado una participación sin precedentes a la comunidad. Participación que incluye la celebración de la Novena a la “Virgen de la Candelaria”, la Misa de Aurora, la tradicional Misa Solemne, la procesión conjuntamente con las autoridades municipales a través de la Dirección de Educación y la Dirección de Deportes y el majestuoso desfile cívico, sin obviar los actos populares, con la tradicional elección de la reina, las actividades deportivas, los toros coleados y las exposiciones de pinturas, entre otras.