El perfil de los Obispos de Francisco.
El 21 de junio, el Papa recibió a los 150 nuncios, en el marco de las reuniones para el Año de la fe. Y se explayó en consejos relacionados con una de las tareas más delicadas y cruciales de los nuncios apostólicos, encargados de llevar a cabo averiguaciones sobre los candidatos al episcopado para presentar a la Santa Sede las famosas “ternas”, y detalló el perfil ideal de los Obispos.
Francisco invitó también a los nuncios, tanto en la relación con las Iglesias locales como en la relación con las autoridades gubernamentales de los diferentes países, a “ser verdaderos pastores”, que “tienen la mirada fija en Jesús”.
En su discurso, el Papa insistió, con palabras fuertes referidas al estudio para los nombramientos episcopales:
“Ustedes conocen la célebre expresión -dijo el Papa a los nuncios apostólicos- que indica un criterio fundamental en la elección de los que deben gobernar: “si sanctus est oret pro nobis, si doctus est doceat nos, si prudens est regat nos” (si es santo, que rece por nosotros, si es docto, que nos enseñe, si es prudente, que nos gobierne). En la delicada tarea de llevar a cabo investigaciones para los nombramientos episcopales –añadió-, deben estar muy atentos para que los candidatos sean pastores cercanos a la gente, padres y hermanos, que sean mansos, pacientes y misericordiosos”.
El Papa dijo siempre existe el peligro,
“incluso para los hombres de Iglesia”, de ceder a la “mundanidad espiritual”, al “espíritu del mundo, que conduce a actuar para la propia realización y no para la gloria de Dios, a esa especie de “burguesía del espíritu y de la vida” que empuja a “reclinarse”, a buscar una vida cómoda y tranquila”.
Ceder a este espíritu,
“expone, sobre todo a nosotros los pastores, al ridículo; podremos recibir, tal vez, algunos aplausos, pero los mismos que parecen aprobarnos después nos criticarán a nuestras espaldas”.
Abundando sobre el perfil de los Obispos, Francisco dijo:
“Que amen la pobreza, tanto la interior como libertad para el Señor como la exterior que es sencillez y austeridad de vida, que no tengan una psicología de «príncipes». Estad atentos a que no sean ambiciosos, a que no busquen el episcopado – volentes nolumus- y a que sean esposos de una Iglesia, sin estar constantemente buscando otra. Que sean capaces de «cuidar» el rebaño que les ha sido confiado, de tener cuidado de todo lo que les mantenga unidos; de «vigilarlo», de prestar atención a los peligros que amenazan. Pero por encima de todo que sean capaces de «velar» el rebaño, de cuidar la esperanza, de que haya sol y luz en los corazones, de apoyar con amor y con paciencia los planes que Dios tiene para su pueblo»
El modelo del obispo, para Francisco, es San José,
“que vela por María y Jesús, que cuida a la familia que Dios le ha encomendado y que tiene la mirada atenta con la que guía evitando los peligros. Por este motivo ls pastores siempre deben saber estar ante el rebaño para indicarle la vía, en medio del rebaño para mantenerlo unido, detrás del rebaño para evitar que alguien se quede atrás y para que el mismo rebaño adquiera, por así decirlo, el instinto para encontrar la vía”.
Fuentes: Vatican Insider, Catholic News Services, Signos de estos Tiempos