Los ex gays se organizan.
Es constante el flujo de personas que se describen a si mismas como ex gays. Algunos se convierten en heterosexuales, persistiendo o no su atracción por el mismo sexo, mientras que otros practican la abstinencia. Y en general describen episodios de su juventud que los llevaron hacia la homosexualidad y una experiencia de vida desenfrenada en la comunidad gay, con la ausencia de vínculos afectivos luego que se retiran de la comunidad, llegando a la persecución. Sin embargo este no es un caso más, porque Trace McNutt, ex autodenominado «Drag Queen satánica», recibirá un premio a la valentía en la primera Celebración Ex-Gay, en Washington, DC.
Un ex autoproclamado «drag queen satánico», que ha aceptado a Jesús y encontró el amor en la iglesia, va a recibir un premio por su valor en la primera cena y recepción de la Jornada Ex-Gay que se celebrará a finales de este mes en Washington, DC.
Drag Queen (a veces se le llama travesti) es un término para describir una identidad transgénero de un hombre que se viste y actúa como una mujer de rasgos exagerados.
El 30 de septiembre la organización Voz de los Sin Voz (Voice of the Voiceless), una institución sin fines de lucro que tiene como objetivo defender los derechos de los ex homosexuales y personas con indeseada atracción hacia el mismo sexo y sus familias, presentará a Trace McNutt con su premio al valor por primera vez para los ex homosexuales.
LA EXPERIENCIA HOMOSEXUAL DE MC NUTT
Hablando con franqueza, McNutt se describe como golpeado por ladrillos cuando niño. En un altercado particular, dijo que los niños habían orinado en la ropa que llevaba puesta. La intimidación, agravada por la desaprobación de sus padres, lo llevó a recluirse.
«Estaba obsesionado con grupos como KISS y Marilyn Manson», recordó.
Finalmente, McNutt descubrió que tenía atracción por el mismo sexo y entró en la comunidad gay. Pero la crueldad no se detuvo allí, dijo.
«Si usted no es perfecto, si usted no tiene un 8 por ciento de grasa corporal y se parecen a Justin Timberlake, es totalmente rechazado en la comunidad gay».
«La realeza y las estrellas del rock en la comunidad gay son las drag queens«.
Así que para ser aceptado, McNutt decidió alistarse en sus filas, creando su alter ego, llamado Coma.
Se vistió como una mujer, se puso el lápiz labial y delineador de ojos. Pero también llevaba lentes de contacto blancos para hacerle parecer más demoníaco.
«Yo sólo quería ser el mal», explicó.
«Decidí que iba a ser una drag queen oscura, aterradora, tener relaciones sexuales con caballos en el escenario, arrancar las cabezas de bebés, burlarme del nombre de Jesucristo», añadió.
COMPRENDE QUE ESTA SOLO
En este punto de su vida, McNutt dijo que se sentía como si hubiera alcanzado repentinamente un éxito espectacular, porque él estaba actuando con las celebridades de todo el país. Pero incluso como una «estrella de rock en la comunidad gay», de forma inesperada, estaba solo.
«Nadie estaba interesado en mí como Trace, e incluso como Coma, nadie estaba realmente interesado en mí», dijo.
En su soledad, se hizo adicto a la cocaína, tuvo sexo «con un máximo de 20 personas en un solo día», y había intentado suicidarse siete veces.
McNutt se había convertido en un adicto al sexo, un adicto a la cocaína e infectado con SIDA.
Tras el último intento de suicidio de la drag queen, un médico descubrió que era VIH positivo, tenía SIDA y estaba casi a punto de morir de una rara forma de cáncer. Después de un tratamiento particularmente difícil, McNutt dijo que fue sanado y liberado.
«Todos mis amigos gays de la comunidad gay que me amaban como Coma, cuando yo estaba pasando por los tiempos difíciles, no estuvieronn allí – no les importó», recordó.
Durante su recuperación, vivió en un hogar de grupo con hombres VIH positivo y recibió beneficios del gobierno por incapacidad.
RECIBIENDO LA SANACIÓN POR MEDIO DE JESUCRISTO
Sintiendó «el empujón de Jesús», McNutt entró en Calvary Chapel de San Petersburgo en Pinellas Park, Florida, entrando en un servicio de domingo por la mañana «con brillo de labios de color rosa». La iglesia le dio la bienvenida con los brazos abiertos, y finalmente comenzó a formar relaciones sanas con hombres que no le llevaron a ninguna tensión sexual.
También le dijo que, junto con la curación espiritual que recibió, fue sanado físicamente y ya no tiene el VIH o el SIDA.
«Ni siquiera pueden encontrar el virus, incluso en mi sangre», explicó. «Yo creo que es la gracia de Dios que me mantiene sano, y la medicina moderna también está jugando un papel.»
REACCIÓN DE LA COMUNIDAD GAY
Después de haber encontrado una nueva vida, McNutt dijo que se consideraba a sí mismo hecho para la comunidad gay, pero la comunidad gay no estaba hecha para él.
«He recibido amenazas de muerte«, recordó. «Uno de ellos me dijo que iba a poner una bala en mi cerebro, porque yo era un traidor a mi gente.»
COMPRENDE SU MISIÓN
El ex travesti dijo que a pesar de todo el mal que ha experimentado, él todavía cree en la soberanía de Dios.
Él afirmó su convicción de que el Señor no causó que todas estas cosas sucedieran en él, sino que las permitió, para que pudiera compartir,
«un testimonio para dar esperanza a las personas que están luchando con la sexualidad.»
Según McNutt, los cristianos necesitan mejorar y avanzar en su acercamiento a los homosexuales, y hacer un esfuerzo concertados para compartir el Evangelio con la comunidad gay.
«La iglesia no ha hecho un buen trabajo de llegar a la comunidad gay en absoluto», acusó, instando a las iglesias a comenzar ministerios orientados a amar a la gente gay.
Y a pesar de que sigue luchando con atracción hacia el mismo sexo, McNutt dijo que se niega intentar cualquier forma de terapia reparadora o de conversión gay.
«Creo que lo opuesto a la homosexualidad no es la heterosexualidad, sino la santidad«, explicó.
«Ya no me identifico como un hombre gay. Soy un hijo de Dios.»
Fuentes: Christian Post, Signos de estos Tiempos
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