La Burocracia internacional quiere imponer el derecho al aborto y la homosexualidad.
En la ONU se está librando una batalla épica contra las fuerzas que quieren transformar las sociedades en el sentido de la eliminación de la familia, la indiferenciación de los sexos, y toda la agenda que quedó establecida por el comunismo soviético, que esparció sus errores por el mundo, como advirtió la Santísima Virgen en Fátima. Pero con la caída del régimen soviético estos principios dejaron de ser patrimonio del marxismo leninismo, para integrarse a la ideología de la intelectualidad liberal occidental, ya depurados de conceptos como el de lucha de clases y la dictadura del proletariado.
Esta intelectualidad resignificó además un hallazgo de los regímenes comunistas, que una burocracia se puede eternizar en el poder con la excusa de que son los representantes de la población. Y esto es lo que sucede en la ONU, que ha pasado de ser una entidad coordinadora y mediadora entre los países, a una entidad que promueve un sistema de valores sobre el cual no hay consenso entre los países miembros, aún a sabiendas de que esto es así.
Y no se realiza en forma discreta sino militante. Esta semana por ejemplo, Alejandro Bermúdez, del programa Cara a Cara de EWTN, entrevistó a Christine Vollmer, fundadora de la Academia Pontificia para la Vida, quien se desempeñó varios años en la ONU, y relató algunos pasajes espeluznantes de las maniobras dentro de la ONU para promover la agenda del aborto y la homosexualidad.
Uno de los cuentos fue que en una reunión había aparecido una delegada de Bolivia, pelirroja y con acento australiano, con credenciales de delegada boliviana, que en cada término que se discutía proponía que se incluyera el derecho al aborto. Vollmer investigó y resultó que Bolivia en el momento no tenía delegada para esa reunión, por lo que alguien internamente había fraguado poner una impostora para promover el aborto.
LOS PAÍSES REACCIONAN CONTRA LA IMPOSICIÓN DEL ABORTO Y LA HOMOSEXUALIDAD
Según informa la enviada especial de C-FAM, Wendy Wright, Rusia, Etiopía, Polonia y otros tomaron los micrófonos en una reunión (transmitida en vivo vía Internet desde la sede de la ONU) para dejar claro que el aborto y la homosexualidad no son derechos humanos internacionales.
Los diplomáticos criticaron especialmente a la oficina de derechos humanos de la ONU por su obsesión con los derechos de las personas lesbianas, gais, bisexuales y transgénero (LGBT).
Rusia llamó la atención sobre un folleto elaborado por la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OACDH), epicentro del activismo LGBT en la ONU. La publicación de sesenta páginas «Nacido libres e iguales» pretende ofrecer las «obligaciones jurídicas básicas» referentes a la homosexualidad, como ser la creación de categorías de asilo para las personas LGBT y extender el matrimonio para las parejas del mismo sexo.
Poner en práctica las recomendaciones «inevitablemente conduciría a la violación de los derechos del niño», afirmó Rusia.
La declaración de Rusia señala que las críticas en contra de la ley que protege a los niños de la propaganda homosexual no ha mitigado su determinación. Algunos activistas LGBT han llamado a boicotear los próximos Juegos Olímpicos en Sochi, Rusia.
El tema de la homosexualidad sigue siendo delicado para algunos. El diplomático de Nigeria se refirió a este como «el problema de los derechos de ciertas personas con ciertas tendencias que están en desacuerdo» con las leyes, tradiciones, religiones y costumbres de su país.
SE CRITICÓ DE MANERA PARTICULAR A NAVI PILLAY
La cantidad de atención que la directora de la oficina de derechos humanos de la ONU presta a la orientación sexual es «desproporcionadamente alta», observó Rusia. «Hay asuntos de mayor actualidad en el mundo por atender».
Pillay respondió que la Declaración Universal de Derechos Humanos y diversos tratados protegen a todos, no «a todos excepto los LGBT».
Aparentemente, varios diplomáticos habían previsto esto. En representación de los países africanos, Etiopía resaltó su compromiso de respetar derechos humanos reconocidos universalmente y libertades para todos.
Pero están «preocupados por la tendencia creciente» de «crear nuevos derechos, conceptos y categorías, y normas no reconocidos» en acuerdos internacionales ni por todos los países.
Estas son «cuestiones de preferencia y estilo de vida personal», afirmó. «No deberían tener lugar en el discurso de las Naciones Unidas en lo que concierne a la protección de los derechos humanos».
DEFENSA DE LA SOBERANÍA NACIONAL
El tono cortés contrastó marcadamente con las severas acusaciones de «odio» efectuadas contra quienes no concuerdan con los defensores LGBT. El grupo africano solicitó gentilmente «total respeto por la soberanía nacional y los valores culturales», y por «la capacidad de todos los estados de hacer elecciones de manera democrática a favor de lo que es aceptable para ellos».
Otros países hicieron frente al lenguaje que se utiliza para promover el aborto. Polonia esbozó sus iniciativas para la mejora de áreas de la salud sexual y reproductiva, concepto definido en su legislación en términos de respeto al derecho a la vida de los bebés por nacer. En una sutil referencia a la táctica opresiva de los gobiernos proabortistas, Polonia dijo que no «busca influir en decisiones tomadas por otros gobiernos nacionales» sobre estas cuestiones.
Varios países destacaron que sus posturas se aplican indiscriminadamente a todo el trabajo de la ONU.
Polonia hizo «constar» para esta y toda reunión futura que se opone a las interpretaciones de derechos o servicios de salud sexuales y reproductivos que incluyan el aborto a petición. Estos términos no están definidos en ningún acuerdo internacional, señaló.
Nada en el programa general de desarrollo de la ONU «debería de modo alguno crear una obligación para ninguna parte de considerar el aborto como forma legítima de salud, derechos o artículos reproductivos», sostuvo Malta, miembro de la Unión Europea.
Fuentes: CFAM, EWTN, Signos de estos Tiempos