Un premio póstumo a una devoción.
Muchas veces suceden pequeños milagros que sólo tienen significado para quien los presencia, y a veces sucede esto mismo con algunas comunidades. El Dr. John Farrer mantenía el reloj de la iglesia en Clapham, Yorkshire desde hacía 30 años, subía las escaleras en espiral de la Iglesia de San Jaime todas las semanas, daba cuerda al reloj y lo limpiaba. Y cuando murió el mes pasado el reloj se detuvo a las 8,15 am, en el mismo momento en que eso pasó.
Su hijo, el también Dr. John Farrer, miró el reloj cuando su padre murió, y más tarde se dio cuenta de que el reloj de la iglesia también se detuvo en el mismo momento. El Dr. Farrer murió en su casa a los 92 años de edad rodeado de su familia el día de Año Nuevo.
El Dr. Farrer hijo dijo:
“El reloj se detuvo literalmente a la hora de la muerte de papá. Como médico de familia estoy acostumbrado a mirar el reloj, porque a veces puede ser crítico para el certificado de defunción”.
“Es un hábito lo que hice. Ya que sabíamos que iba a morir. Estaba teniendo un tratamiento paliativo, y cuando me di cuenta de que había dejado de respirar y miré la hora en mi reloj, era como las 8.15am.”
“Sólo más tarde fue cuando hablé con dos personas diferentes en el pueblo nos dimos cuenta que el reloj se había detenido al mismo tiempo”.
La muerte del Dr. Farrer se produjo apenas unas semanas después del 60º aniversario de su llegada a la villa para hacerse cargo de los 10.000 acres de la finca familiar de Ingleborough, que había heredado.
Aunque la iglesia San Jaime no es parte de la finca, fue reconstruida hace unos 150 años, utilizando dinero de la familia Farrer.
“Algo extraño estaba seguro que estaba pasando”dijo el Dr. Farrer. “Mi padre estaba consagrado todo el tiempo al reloj”.
“Él lo había mantenido durante 30 años, pero con el tiempo se convirtió en algo demasiado pesado para él y de mala gana tuvo que entregar la responsabilidad”.
“El reloj es el foco de la villa, porque el pueblo es lo suficientemente pequeño como para oír el carillón del reloj, como un verdadero cuidador del tiempo. Era muy cercano al corazón de mi padre”.
El reloj fue reiniciado tras el funeral del Dr. Farrer, donde se le recuerda por su dedicación para el pueblo, así como por su carrera médica.
Nacido en Sydney, Australia, en 1921, su familia se mudó a Melbourne y fue educado en Geelong Grammar, una de las escuelas públicas más antiguas de Australia. Más tarde fue a la escuela de medicina y se formó como médico.
Mientras estaba en el Hospital Alfred en Melbourne, conoció a Joan, una enfermera de quirófano y se casaron en 1947.
A principios de los años 50, llegó un telegrama diciendo que su tío Roland Farrer había muerto en Inglaterra y el médico se enfrentó a la elección de hacerse cargo de la finca de Yorkshire que había estado en la familia desde 1700.
Él y su familia se instalaron en noviembre de 1953, donde trabajó hasta su jubilación.
El médico se enfermó en noviembre de 2013 y después de un período en el hospital, regresó a su casa de 60 años, cuando se hizo evidente que no iba a recuperarse.
Habrá una celebración por la vida del Dr. Farrer en la Iglesia de San Jaime, Clapham, North Yorks, el 18 de febrero, a las 14:00.
Fuentes: Daily Mail, Signos de estos Tiempos