Cómo Dios permite habitualmente que las Almas del Purgatorio se comuniquen con nosotros.
En un mundo en que se ve atrozmente la acción del maligno, a veces se nos hace difusa la esperanza y la fe de que Dios está cerca de nosotros.
Pero Él está al lado nuestro comunicándose a través de Su Espíritu.
Y una de las formas es a través de nuestros sueños.
Y tenemos que estar atentos.
Aquí hablaremos sobre cómo y para que concretamente Dios se comunica a través de nuestros sueños, como discernirlos, y te contaremos un hecho real de hace unos meses, que muestra claramente cómo Dios usa los sueños para que ayudemos a las almas en el Purgatorio.
Dios se comunica con la humanidad permanentemente y una de las formas es a través de sueños.
En Job 33 se expresa claramente que Dios habla en los sueños,
“En sueños, en visión nocturna, cuando un letargo cae sobre los hombres, mientras están dormidos en su lecho, entonces Él abre el oído de los hombres”.
Por lo tanto, los sueños tienen un significado que podemos comprender.
Y son el resultado del derramamiento del Espíritu Santo.
¿Para qué se comunica Dios con nosotros?
Para revelar Sus planes y propósitos.
Dios nos muestra cosas antes de tiempo, porque quiere darnos una visión más allá de nuestro estado presente.
Para que encontremos una solución pacífica a las áreas problemáticas de nuestra vida.
Nos da anticipaciones del futuro para asegurar que tendremos tiempo para prepararnos y tomar las decisiones correctas.
Y también para que podamos ver y escuchar las respuestas a nuestras oraciones.
¿Y por qué Dios usa los sueños?
Porque no siempre estamos abiertos a escuchar Su voz.
Y durante nuestros sueños, pasa por alto el caparazón que tenemos alrededor de nuestros corazones, que puede hacernos sordos para oír.
Los sueños eluden nuestros mecanismos de autodefensa y nuestras nociones preconcebidas.
Y entonces Dios puede advertirte para que cambies la forma en que escuchas lo que Él te está diciendo.
A veces hay una premonición. Si un sueño ocurre más de tres veces, puede ser una premonición.
A veces, tenemos sueños que nos dan instrucciones especiales o una guía sobre cómo avanzar en una cierta situación.
A veces nos aconsejan sobre una dirección equivocada que hemos tomado.
Y nos muestran el pecado en nuestro corazón, que nuestra mente consciente se niega a reconocer.
¿Y cómo podemos saber que un sueño es de Dios?
Siempre puedes identificar cuando un sueño viene de Dios, porque dejará una tremenda impresión duradera en ti.
Será claro y no difuso, y afectará tu vida.
Y otra señal de confirmación de que el sueño es de Dios puede ser algo tan simple como una redundancia.
Una redundancia que no es natural sino sobrenatural.
A veces podemos reconocer la voz de Dios en un sueño porque es parte de una conversación en curso.
O un sacerdote predica el mismo mensaje que acabas de recibir en un sueño, o te suceden eventos ese día que hacen eco de lo que has visto en la noche.
Tal vez un amigo te llama y repite el mismo mensaje, o estás viendo la escena desarrollarse ante tus ojos en otra personas, ese mismo día.
O como en este relato que hizo recientemente el famoso escritor cristiano Rod Dreher, sobre lo que le pasó a la familia de un amigo católico de nombre Pete.
Donde queda claro que el Espíritu Santo está muy activo.
Y que su mano se puede ver en muchas cosas que pueden parecer casualidades, pero que se entienden bajo una luz muy diferente cuando se ven a través de los ojos de la fe.
Su amigo Pete viene de una gran familia católica de ocho hermanos, aunque algunos se han apartado de la fe.
En agosto de 2022, su hermano Dan tuvo un golpe en la cabeza, tan severo, que le provocó una hemorragia cerebral y murió. Tenía sólo 30 años.
Estaba alejado de la fe.
Dan fue enterrado con una misa fúnebre católica, y Pete y su hermana Julie ofrecieron oraciones y misas por el descanso de su alma.
Y en forma aparentemente inconexa con ese episodio, Pete le preguntó en junio de 2023 a su director espiritual, cómo podía estar más atento y abierto al Espíritu Santo.
Y el padre Jack lo animó a pedirle a Nuestro Señor que le hablara en sus sueños.
Entonces rezó a Dios para que le permitiera estar abierto a Él y hablarle en los sueños.
Y unas semanas después tuvo un sueño sobre su hermano Dan.
Estaba en una habitación con otro de sus otros hermanos, Jim, y Dan les comenzó a hablar desde el más allá.
Sólo Jim podía oírlo, porque en la vida Jim había sido más cercano a Dan.
Y mientras Dan hablaba se encendía y apagaba una luz brillante.
Luego Jim le contó que Dan estaba en el Purgatorio, dijo que no querrían ir allí y que evitaran el Purgatorio a toda costa.
Le dijo «traza una línea alrededor de tu vida».
Este sueño fue diferente a los demás, fue muy vívido y memorable, y no se parecía a ninguno que hubiera experimentado.
Y además le sorprendió, porque había orado mucho por Dan y ofrecido muchas misas por él, pero parecía que todavía estaba sufriendo en el Purgatorio.
Llamó a su hermano Jim inmediatamente y le contó su sueño.
Y Jim quedó impactado, porque le refirió que esa misma noche, su esposa Margaret también tuvo un sueño sobre Dan.
En el sueño los miembros de la familia estaban tratando de convencer a Dan para que no fuera a donde al final tuvo el accidente fatal.
Y un par de días después Pete contó ambos sueños a su hermana Julie.
Y Julie le dijo que su hijo Joseph de 5 años, también había tenido un sueño sobre Dan.
El niño se había despertado llorando y contó un sueño aterrador de Dan rodeado de llamas, que le decía: «¡Sáquenme de aquí!».
Entonces Pete se lo contó a su director espiritual y discernió que parecía que Dan estaba tratando de hablar con ellos.
Los animó a perdonarlo por cualquier cosa que no le hubiesen perdonado y también a pedirle perdón por cualquier cosa que le hubiesen hecho.
Y los animó a seguir orando por él y ofreciendo mortificaciones.
Entonces hicieron eso.
Después de varias semanas, su hermana Julie lo llamó para contarme sobre otro sueño que tuvo su hijo Joseph.
Esta vez no fue un sueño aterrador, dijo que vio a Jesús en su sueño, y Jesús le dijo señalando a Dan, que estaba parado cerca de Él, “¿Te acuerdas de él?”.
Entonces los hermanos discernieron que quizás ya estuviera en el Cielo o en un nivel más alto del Purgatorio.
Y siguieron orando y ofreciendo mortificaciones.
Y unas semanas más adelante Pete y su familia fueron de vacaciones, y mientras estaban visitando una cueva turística, su hijo Ed de 10 meses, no paraba de llorar por más que sus padres hacían.
El segundo nombre del bebé era Dan en honor al fallecido.
Y cuando el llanto se convirtió en gritos, Pete desesperado miró hacia arriba y dijo, «Dan, por favor, ayúdame».
Y al instante Ed dejó de llorar y se quedó dormido suavemente. Fue absolutamente milagroso.
A partir de ahí comenzó a tener la sensación de que Dan intercedía por él, y que tal vez ya estaba en el Cielo.
Y un tiempo después llegó a sus manos el libro de Nicky Eltz, en que reportea a María Simma sobre las Almas del Purgatorio que se le aparecen, y que precisamente se llama “Sáquennos de aquí”.
Bueno, hasta aquí lo que queríamos contar sobre la comunicación de Dios a través de los sueños y con un caso muy sorprendente de una Alma del Purgatorio pidiendo ayuda a través de sueños.
Y me gustaría preguntarte si has tenido algún sueño que pienses que vino de Dios o no.
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