Comunicaciones después de la muerte.
Hay suficientes relatos y pruebas de que algunos fallecidos obtienen un permiso de Dios, para venir a la tierra a visitar a sus seres queridos y se les manifiestan de diversas formas.
Millones lo han experimentado y se estudia bajo el nombre Comunicaciones Después de la Muerte.
Y en momentos de muertes traumáticas masivas hay un pico de estas visitas.
Eso se ve ahora en la pandemia.
Aquí te queremos hablar de estas Comunicaciones Después de la Muerte, que son más habituales de lo que pareciera y que están sucediendo luego de la pandemia.
Dios da la oportunidad a los que abandonaron la tierra y están en el Cielo o en el purgatorio que otorguen consuelo a sus deudos, porque a veces el dolor de la pérdida es insoportable y necesitan alivio.
Está ocurriendo en esta época con las apariciones de los fallecidos en la pandemia.
Lo hacen en sueños o apariciones visibles, también a través de señales como pájaros, fotografías de deudos que se caen y otras señales más, especialmente los que murieron con el patógeno y no se pudieron despedir de sus familiares.
Se trata de las Comunicaciones Después de la Muerte y es un campo de estudios de médicos, psicólogos y exorcistas.
Un caso de las señales que dan los fallecidos con el patógeno en la pandemia es el que le ocurrió al DJ de una radio de Wichita, Kansas, Ian Horne.
Su esposa Michele murió por complicaciones del patógeno después de 10 años de casados y a Ian le sucedió que una madrugada cuando iba a su trabajo por la autopista, una hilera de faroles tornaron sus luces a color morado.
Resulta que cuando se casaron Ian y Michele, él se puso una corbata morada y cuando su mujer le preguntó por qué ese tono, él le contestó que era su preferido.
Por eso no dudó que con los faroles ella se estaba comunicando desde el más allá.
«Michelle sabía que esa era la ruta al trabajo que tomo todas las mañanas y fue la ruta que ella tomó en su último viaje al hospital», dice Horne.
En Estados Unidos unas 600 mil personas han muerto con el patógeno y muchos familiares han sentido fragancias que usaban sus seres queridos fallecidos, fotografías que se mueven imprevistamente, toques en el hombro, sueños superrealistas y otras señales.
Por ejemplo está lo que le ocurrió a Jamie Jackson, que vive cerca de Gettysburg, Pensilvania, con su «tía Pat» que fue como su verdadera madre.
La tía de Jackson murió de un ataque al corazón luego de complicaciones por el patógeno y no tuvieron oportunidad de despedirse, pero siete meses más tarde la tía se hizo presente.
Jackson preparaba el árbol de Navidad, algo que agradaba a su tía sobremanera, cuando de repente vio una figura translúcida mirando hacia adentro.
Era la figura de una mujer menuda, con el mismo estilo y color de pelo, blusa blanca y pantalón azul que solía llevar su tía.
Entonces Jackson comenzó a llorar mientras la presencia desaparecía.
Algunos encuentros tienen ribetes más dramáticos, como una mujer que afirma que fue tocada por su madre, que murió por complicaciones del patógeno, cuatro meses después de haber sido dada de alta.
Es la historia de Marie Pina y su madre de 79 años, Inez, que regresó del hospital y cuatro meses después murió.
En la mañana de la muerte de su madre, Pina dice que estaba en su habitación cuando sintió una mano fría en su hombro.
Se volvió y vio a su madre sentada a su lado, mirando al frente sin expresión, con una apariencia 20 años más joven.
«Su toque era frío, como si acabara de llegar de afuera», dijo la hija.
Otro día estaba preparando una sopa de espinacas, la preferida de su progenitora muerta, cuando olió una fragancia asociada con su madre, una combinación del perfume White Diamond y la laca para el cabello Chi que ella usaba.
«El olor era abrumador», señaló Pina, «Mi esposo y yo nos quedamos en la cocina asombrados. Ambos pudimos olerlo. Duró aproximadamente cinco minutos antes de evaporarse».
Algunos atribuyen estas experiencias a la imaginación, pero para otros son demasiado reales para negarlas.
Así fue en la epidemia de gripe española de 1918 que provocó una gran cantidad de estos fenómenos porque tuvo 50 millones de muertos en un año, cifra muy lejana de la pandemia actual.
Y luego del ataque a las Torres Gemelas de Nueva York, del 11 de septiembre, numerosas personas informaron haber visto e inclusive haberse comunicado con sus allegados muertos.
Y en un tsunami que se produjo en Japón en 2011 y se llevó las vidas de unas 20 mil personas, muchos habitantes dijeron haber estado con sus muertos, e incluso se escribió un libro y se filmó un documental sobre estos casos.
Scott Janssen un investigador sobre Comunicaciones Después de la Muerte, que además se desempeñó en el área de cuidados paliativos, está acostumbrado a estos relatos de fallecidos que se comunican.
Y dice,
«Tendría sentido que en una pandemia u otro evento que lleve a muertes masivas, haya un aumento de estas experiencias, dado el dolor y el trauma compartidos».
En Estados Unidos se calcula que unos 60 millones han tenido esas experiencias, aunque no son muy difundidas y la mayoría suceden durante la cercanía del sueño o cuando duermen.
Un sueño muy vívido le ocurrió a una periodista de 34 años, en Buenos Aires, Argentina, cuatro meses después de que su madre hubiera muerto súbitamente por una aneurisma cerebral a los 53 años en 1990.
En la visión, la madre vestida de azul con una valijita en la mano tocó la puerta del departamento y le dijo a su hija, que estaba devastada, que le habían permitido venir a visitarla.
Y le explicó
«Estamos en un lugar donde hay niveles y vamos subiendo. Estoy bien»
Su hija tuvo mucha paz luego de la visión y tiempo después comprendió que su madre había venido del purgatorio a consolarla.
Bill Guggenheim, un investigador coautor del libro «Hello from Heaven», o sea «Hola desde el Cielo», cree que todo se reduce a un hecho de carácter espiritual.
Los fallecidos que se comunican, quieren que sepas que todavía están vivos y que te reunirás con ellos cuando sea tu turno de dejar tu vida en la Tierra.
Quieren asegurarte que estarán allí para recibirte y saludarte, y tal vez incluso para ayudarte, mientras realizas tu propio pasaje a la otra vida.
Por eso la andanada de Comunicaciones Después de la Muerte en esta pandemia.
Bill y su esposa Judy investigaron durante siete años estos casos en todo EE.UU. y Canadá, y publicaron el resultado de dos mil entrevistas a personas entre 8 a 92 años y 3300 relatos en el libro «Hola desde el Cielo» y manifiestan que se producen en todos los niveles de la sociedad.
Se pueden sentir inmediatamente después del fallecimiento de los seres queridos o luego de meses y hasta varios años más tarde.
Los investigadores de Comunicaciones Después de la Muerte dicen que los fenómenos que se experimentan son:
Escuchar una voz, sentir un toque, oler una fragancia.
Y pueden suceder experiencias visuales parciales o completas, que van desde una «niebla transparente» a «absolutamente sólidas», con muchas gradaciones intermedias.
En las completas, verás el cuerpo entero del que amas y falleció, de la cabeza a los pies, y esa persona se verá y se sentirá completamente sólida y realista para ti.
Es posible que la imagen que veas sea bidimensional y plana, o tridimensional.
Por lo general estas visiones expresarán amor, bienestar y felicidad con una sonrisa radiante.
Prácticamente siempre parecen sanos y completos, independientemente de su forma de muerte, y también más jóvenes.
Los católicos dicen que se aparecen de unos 33 años, la edad de Jesucristo cuando murió.
También Bill y Judy han encontrado comunicaciones que suceden en el «estado alfa» de conciencia, cuando estás muy relajado, como cuando te estás quedando dormido, entre sueños, meditando o rezando.
Y cuando abres los ojos, es posible que tu amado fallecido esté cerca.
También hay sueños que les llaman de visitación, que son muy comunes, con muchos colores y brillantes, en lugares conocidos o en el Cielo.
Y otras Comunicaciones después de la Muerte pueden ser por teléfono, un llamado del ser querido fallecido que te habla telefónicamente.
Y a veces los mensajes se dejan en computadoras, contestadores automáticos y otros dispositivos electrónicos.
Por otro lado están los fenómenos físicos que suceden.
Aquellos que están en duelo informan haber recibido una amplia variedad de señales físicas de su fallecido, tales como luces o lámparas que parpadean; se activan radios, televisores, estéreos, objetos mecánicos y juguetes; fotografías, imágenes y otros artículos diversos se dan vuelta o se mueven, etc.
También la aparición de mariposas, pájaros y arcoiris, por nombrar algunas señales más comunes.
Bill dice que según su investigación, el propósito de estas visitas y señales de quienes han abandonado su cuerpo físico es ofrecer consuelo, tranquilidad y esperanza a sus deudos.
Bueno hasta aquí lo que te queríamos decir de las Comunicaciones Después de la Muerte, que se han acrecentado en esta pandemia.
Y que los mensajes más frecuentes son «Estoy bien. Todo está bien. No te preocupes por mí. No llores por mí. Te estoy cuidando».
Y me gustaría preguntarte si a ti te ha sucedido alguna comunicación de este tipo o conoces a alguien a quien sí le sucedió.
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