Cinco razones para alabar a María

By mayo 2, 2009Videos
 
 
En la Santa Biblia se encuentran las razones para que nazca en nosotros el amor y la veneración hacia la Virgen María. Y para que surja la alabanza a la Madre de Dios.

Cuando la llamamos la Bienaventurada, hablamos de las maravillas que hizo en Ella el Todopoderoso. Unimos nuestra voz a la suya, alabando perpetuamente al Señor. Imitemos a María agradecida, a María serena, a María llena de sacrificio, a María alegre, a María confiada, a María llena de Gracia y fortaleza para cumplir así nuestra misión en la tierra.

 
1.- Como católicos tenemos un regalo especial de parte de Jesucristo que quiso dejarnos a su Madre santísima como Madre Nuestra.
El evangelio de Juan nos dice sobre eso lo siguiente:
“Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.
Jn 19,26-27
Si lees atentamente el pasaje anterior notarás que Jesucristo dice a su discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. No es a cualquier persona sino al “discípulo” al que le dijo esas palabras. Es el auténtico discípulo de Cristo quien al igual que el apóstol Juan hoy acepta a María como “Madre”. En ‘Juan’ encontramos el modelo de todo discípulo que acepta este regalo de Jesús. En la Cruz, en esos últimos momentos, cuando Él sabe que va a partir, es cuando Nuestro Señor delante de todos deja como testamento espiritual para todo discípulo cristiano un regalo especial: “Ahí tienes a tu madre”. Bendita seas María, Madre de la Iglesia, Madre mía y Madre nuestra.

Un momento después notamos la actitud del discípulo. Juan, sin vacilar, escribe lo que ese día él mismo había hecho: “El discípulo se la llevó a su casa”. Como no recordarlo y ponerlo dentro de la Buena Nueva que estaba escribiendo en su Evangelio. El mismo lo dijo: “Este es el discípulo que da testimonio de estas cosas y que las ha escrito, y nosotros sabemos que su testimonio es verdadero”. Jn 21,24

Juan era el mas joven de todos los apóstoles y lo escribe porque para él, eso era un motivo de alegría y gozo que no podía callar. Que fácil hubiera sido para el no escribir eso años después. Si él hubiera tenido las ideas de algunos evangélicos actuales seguramente que nunca hubiera escrito eso. Pero no, para Juan el tener a María como madre no era motivo de vergüenza ni de quitar méritos a Jesucristo. Para él eso fue algo tan grande y valioso que no olvido ponerlo en su Evangelio.
Juan había escrito: “Hay además otras muchas cosas que hizo Jesús. Si se escribieran una por una, pienso que ni todo el mundo bastaría para contener los libros que se escribieran”. Jn 21,25

Si al terminar su Evangelio él claramente afirmó que muchas cosas que Jesucristo había hecho no las había escrito, eso quería decir que solamente escribió lo que realmente era importante. No iba a desperdiciar su mensaje con cosas sin importancia. Solamente puso aquello que merecía ser mencionado, aunque tendría que dejar sin escribir muchas cosas que el mismo Jesús había hecho. Pues bien, unas de esas palabras tan valiosas fueron:

“Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo.» Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre.» Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.
Jn 19,26-27

Es por eso que hoy, igual que ese día, el verdadero discípulo de Cristo hace lo mismo que Juan, se “lleva a María a su casa”. Bendita seas madre santa, porque podemos tener la misma alegría de Juan de poder llevarte y tenerte en nuestra casa.

Además, si la Biblia enseña que hay que “honra a tu Padre y a tu Madre” Lc 18,20 Eso es lo que seguramente hizo Juan y nos puso con ello el ejemplo de Honrar a María. Con esa actitud Juan fue un buen católico.

Al parecer muchos hermanos separados ya olvidaron lo que dice el libro de Levítico:
“Moisés y los ancianos de Israel dieron al pueblo esta orden: «Guardad todos los mandamientos que yo os prescribo hoy. Maldito quien desprecie a su padre o a su madre. – Y todo el pueblo dirá: Amén”.
Dt 27, 1.16

Gracias Apóstol Juan por darnos el ejemplo de amor a la Virgen como una madre espiritual del verdadero discípulo de Jesucristo. Esta es la primera razón bíblica por la cual nosotros también lo hacemos así.

2.- El Ángel, enviado por Dios, le dice: “Alégrate, llena de Gracia, el Señor esta contigo. Bendita tu entre las mujeres”.

Al sexto mes fue enviado por Dios el ángel Gabriel a una ciudad de Galilea, llamada Nazareth, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la casa de David; el nombre de la virgen era María. Y entrando, le dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita tu entre las mujeres» Lc 1,26-28.

Que maravillosa es la Palabra de Dios al mostrarnos esto con tanta claridad. La Biblia nos dice que el Ángel es enviado por Dios para reafirmarlo, pues la palabra ‘Ángel’ significa mensajero. Si era enviado por Dios no podía equivocarse de ninguna manera y sus palabras a la Virgen María son tal y como hoy nosotros le llamamos:
“Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita tu entre las mujeres”

En las Biblias de versiones protestantes dice exactamente lo mismo. Bendito seas “Ángel” de Dios que no tuviste ningún problema en decir estas palabras y reconocer la grandeza de Dios en esta santa mujer. Cuando hoy en día hay muchos que dicen ser cristianos y le preguntan al católico que porque alabamos a la Virgen hacen eso porque al parecer no están leyendo atentamente la Biblia o no la quieren aceptar. Bendecir a la Virgen María es algo que nos puso como ejemplo el mensajero de Dios.

Imagine lo siguiente por unos segundos: Si Dios hubiera enviado ese día a una católico a darle el anuncio a la Virgen, esta persona hubiera hecho lo mismo que el Ángel, hubiera saludado a María y la hubiera alabado diciéndole “Bendita tu entre las mujeres”. En cambio si en ese día hubiera enviado a una persona con ideas protestantes ni hubiera hecho lo mismo ni siquiera algo parecido. Hubiera dicho algo así como: “hola mujer como cualquier otra, no te alegres pues tu necesitas ser salvada, eres solamente un objeto, como un vaso que Dios quiere usar; Adiós mujer”. Gracias a Dios que no escogió a una persona con esas ideas, sino que envió a uno de sus mensajeros=angeles y por él conocemos la buena noticia que dio: ““Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo. Bendita tu entre las mujeres”

Esta es la segunda razón bíblica de nuestro amor a la Virgen, simplemente seguimos el ejemplo que nos dio el Ángel enviado por Dios. “Bendita tu entre las mujeres” María santísima.

3.- El niño, quien será Juan el Bautista, salta de gozo y al mismo tiempo, su prima Isabel queda lle
na del Espíritu Santo.

Que detalles tan hermosos y tan fuertes nos dice la Sagrada Escritura al describir la reacción de quien recibe a la Virgen en su casa:
“Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo” Lc 1,41

Digámoslo actualizado. Si hoy en día viniera la Virgen María y se parará en la puerta de la casa de un evangélico ¿Qué es lo que este haría? Si permanece firme en sus creencias diría a sus hijos: “Niños sigan jugando, es una persona cualquiera la que esta allá afuera; Es una mujer que no merece ningún a alabanza ni honor especial, simplemente es la madre de Jesús a la que la Biblia le llama ‘mujer’. El mismo seguiría en sus quehaceres ordinarios y nada mas.

Verdad que es bastante diferente es lo que paso en Isabel e incluso en un bebe que ni conciencia tenía todavía.

Ese bebe, al que pondrían el nombre de Juan, no solo salto de gozo, sino que también quedó lleno del Espíritu Santo. Eso lo había profetizado el Ángel:

“Porque será grande ante el Señor; no beberá vino ni licor; estará lleno de Espíritu Santo ya desde el seno de su madre” Lc 1,15

¿Qué fue lo que paso ese día para que Isabel y el mas grande de los profetas(Lc 7,28;Mt 11,9) quedaran llenos del Espíritu Santo? ¿Cuál fue la razón para tan grande manifestación de Dios? Leamos de nuevo la Biblia:

“Y sucedió que, en cuanto oyó Isabel el saludo de María, saltó de gozo el niño en su seno, e Isabel quedó llena de Espíritu Santo” Lc 1,41

Todo fue por la presencia y el “saludo de María”. Por eso como católicos recibimos con gozo esa misma bendición. María nos lleva hacia una vida mas llena del Espíritu Santo. Lo que pasó fue que “El bebe salta de gozo y su prima Isabel se llenó del Espíritu de Dios”. Que increíble que muchos hermanos separados no alcancen a descubrir esto que está tan claro en todas las Biblias del mundo.

Cierre sus ojos e Imagíneselo unos segundos en su mente. Va entrando María y con su sola presencia provoca, que Isabel se llene del Espíritu Santo. Al mismo tiempo ese gozo es tal en Isabel que no solamente ella se llena de Dios sino que el bebe que lleva en su vientre “Salta de gozo”. Se imagina a Juan lleno de gozo y del Espíritu Santo por la presencia de María en casa de su mama Isabel.

Más expresivo ya no podía ser el evangelista San Lucas al narrarnos que fue lo que ese día sucedió: “Gozo y presencia del Espíritu Santo es lo que provoca la santísima Virgen María”.

Esta es la tercera razón bíblica del porque amamos y veneramos a la Virgen. Simplemente, que como católicos y cristianos verdaderos, aceptamos la Palabra de Dios tal cual es. Por eso al igual que ese bebe, saltamos de gozo y al aceptar a María en nuestras vidas entra Jesucristo y derrama su Espíritu sobre nosotros para llenarnos de su presencia. Sin duda que el bebe Juan e Isabel son como el católico de hoy que se goza ante la presencia de María. Ah, y eso que el bebe todavía no había nacido eh…

4.- Isabel, llena del Espíritu Santo, alaba y bendice a la Virgen María.

“… e Isabel quedó llena de Espíritu Santo; y exclamando con gran voz, dijo Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu seno” Lc 1,42 Ni explicación hace falta pero solamente reforcemos que fue Isabel, llena del Espíritu de Dios, quien fue la primera que uso las palabras con las que los católicos alabamos a la Virgen.

Si hoy alguien dice que estamos mal al bendecir a la Virgen en realidad esta atacando al mismo Espíritu Santo, pues fue Él quien impulsó a Isabel a bendecir a la santísima Madre de Jesús y madre Nuestra. Igualmente si hoy alguien dice: ¿Dónde en la Biblia se habla de alabar a la Virgen? Lo respetamos y le sugerimos que lea un poco mas la Biblia pues eso esta escrito en Lc 1,42 desde hace mas de dos mil años y es increíble que hoy haya personas que dicen ser cristianos y que desconocen este pasaje de la Sagrada Escritura.

Hoy con gozo, con el Espíritu de Dios impulsándonos y con la Biblia en la mano decimos igual que Isabel cuando se llenó del Espíritu Santo: “Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre Jesús”.

Ah… y eso que nosotros no lo hacemos como Isabel lo hizo, pues ella lo hizo gritando: “y exclamando con gran voz” Lc 1,42

Esta es la cuarta razón bíblica por la que nosotros como auténticos cristianos, alabamos a la Virgen siguiendo el ejemplo de esta mujer llena de Dios: Isabel.

5.- Santa María profetizó que todas las generaciones le llamarían “Bienaventurada”.

Eso es lo que dice en todas las Biblias incluyendo las que usan los protestantes: “Por eso desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada”. Lc 1,48

Los católicos al alabarla y llamarle así cumplimos esta profecía bíblica. Hay otros, que no son católicos, que no la cumplen. Los respetamos, pero respetamos y amamos mas a la Palabra de Dios. Si en la Escritura dice: “Desde ahora todas las generaciones me llamarán bienaventurada” Entonces preguntémonos: ¿Qué Iglesia en el transcurso de la historia ha venerado a María? ¿Quién en estos dos mil años ha cumplido esta profecía bíblica? La respuesta es: ¿Los Mormones? ¿Los Testigos de Jehová? ¿Los evangélicos? Ninguno de ellos, pues ni siquiera existían y cuando aparecieron en vez e cumplir esta profecía se pusieron a contradecirla.

La respuesta correcta sobre quien cumple esta profecía bíblica es la Iglesia Católica. Somos nosotros quienes por gracia de Dios siempre la hemos llamado “Bienaventurada” sabiendo que de esta manera glorificamos el nombre de Dios pues es Dios mismo quien llamó a la santísima Virgen María y la llenó de su gracia(Lc 1,28).

Por estas cinco razones bíblicas te amamos, alabamos y bendecimos Santa Madre de Dios María santísima.