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No es común que los videntes de apariciones Marianas se conviertan en sacerdotes posteriormente.

Aunque es un poco más frecuente que las videntes, mujeres, se transformen en religiosas, pero no es mayoría.

Quizás los casos más notorios sean el de Bernardita Soubirous, la vidente de la Virgen de Lourdes y Lucía Dos Santos, la vidente de Fátima.

Por eso llama la atención que las apariciones Medjugorje, e incluso las de Garabandal, sean consideradas falsas por algunos arguyendo que los videntes no entraron en la vida religiosa.

Todos somos llamados a la santidad, laicos y ordenados.

Y sostener que es conveniente o necesario que los videntes sean religiosos, no es más que un síntoma del clericalismo que azota a la Iglesia Católica.

En este artículo traemos 2 casos de videntes de apariciones marianas que luego se transformaron en sacerdotes.

Uno es el Vidente de la aparición de Vallensanges, Francia, una manifestación de 20 apariciones en 1888 en Francia, que es prácticamente desconocida.

Y la otra es la aparición de Cuapa, en Nicaragua, que comenzó en 1980 y que fue aprobada por la Conferencia Episcopal nicaragüense; una manifestación bien conocida en el mundo.

Cómo veremos cada una de estas apariciones tiene sus secretos.

 

VIDENTE CONVERTIDO EN SACERDOTE EN APARICIONES DE VALLENSANGES

Las apariciones de la Virgen María en Vallensanges, en el municipio de Lézigneux , departamento de Loire, Francia, se produjeron en 1888.

El vidente es un niño de nombre Jean-Auguste Bernard, de una familia pobre, que luego se convierte en misionero viajando por el mundo, es ordenado sacerdote en Roma en 1917 y fallece en 1932 en Francia.

Tenía 13 años el 19 de julio de 1888, cuando a las 7 de la mañana va a recoger leña en un campo de tréboles.

Y de repente ve una serpiente como a 300 mts. y una dama vestida de blanco, con un manto azul con estrellas y luciendo en su cabeza una corona de oro, haciéndole señas.

La dama le pide que mate a la serpiente, sobre la que Ella tenía su pie.

Entonces él buscó una piedra y la mató, y cuando lo hace sale un olor nauseabundo del animal y se transforma como en una bola de fuego que entra en la tierra.

Entonces la dama le sonríe y desaparece muy lentamente, elevándose.

A partir de ahí, entre el 19 de julio al 29 de septiembre Jean-Auguste tendrá 20 apariciones, que registra en sus cuadernos escolares.

La segunda aparición es el miércoles 25 de julio y Jean-Auguste estaba acompañado por un hermano una hermana y su padres, pero nadie de ellos vio y escuchó lo que la virgen le dijo al joven.

Ya en la tercera aparición el sábado 28 de julio, se hacen presentes numerosos curiosos del pueblo porque la noticia había corrido como reguero de pólvora.

Las primeras apariciones sucedieron en un terreno que no pertenecía a la familia y la familia pide a la aparición que las siguientes sean en terrenos de ellos.

Porque la multitud había pisoteado los cultivos y hecho destrozos, y el padre de Jean-Auguste había sido reprendido por las autoridades y el clero, y multado por daños a los cultivos.

Recién en la aparición décima la Virgen se muestra en terrenos de la familia, cerca de una roca donde el niño instala una pequeña capilla.

Las autoridades civiles y eclesiásticas no se expiden sobre el fenómeno.

Pero un magistrado viaja a interrogar a Jean-Auguste.

Mientras que el párroco y otros sacerdotes tratan de terminar con estas manifestaciones mostrándose avergonzados, lo mismo que había sucedido inicialmente en las apariciones de La Salette y Lourdes.

Pretenden detener a la muchedumbre y evitar el fanatismo.

En ese momento estaba en apogeo una campaña anticlerical en Francia y se producían ataques contra lugares de culto.

La cantidad de personas que asisten a las apariciones va en aumento y su pico será el 29 de septiembre, durante la última aparición, llegando a 8000.

Esta última aparición duró 21 minutos en comparación a las anteriores no duraba más de 2 ó 3 minutos.

Jean-Auguste nunca reveló el contenido concreto de las palabras de la Virgen, sin embargo hubieron varias manifestaciones en el transcurso de las apariciones y aún después.

El pueblo construye una pequeña capilla que aún subsiste, tiene un espacio repleto de exvotos y se exhiben cuadernos con mensajes de agradecimientos y testimonios.

Hoy es uno de los lugares marianos de Francia.

También se registraron 4 curaciones inexplicables.

Sor Anastasia

 

LAS CUATRO CURACIONES

La primera curación se registró a una niña de 13 años, sorda de nacimiento, llamada Antoinette Genebrier.

Luego de recobrar el oído la niña abrazó la carrera religiosa como forma de agradecer, convirtiéndose en la hermana Anastasia, sirviendo en diversos conventos en Loire y Ródano.

Y murió a los 90 años en 1965.

La segunda curación fue a una niña de 11 años llamada Antoinelle Béal, que estaba lisiada de una mano.

Recuperó totalmente la mano y los médicos dicen que la única forma en que esto hubiera podido realizarse es mediante cirugía.

La tercera curación se produjo a Marguerite Ceptier, una mujer de 24 años que tenía dificultades para caminar y usaba muletas.

Luego de la aparición abandonó las muletas y las depositó en la capilla como testimonio de su sanación.

La cuarta curación fue a un hombre de 50 años, llamado Jean Couard, que tenía una pierna absolutamente paralizada desde los 18 años, y no podía caminar salvo con muletas.

Luego de la última aparición abandono las muletas y regresó a su casa caminando sin ellas.

Padre Jean Auguste Bernard

 

JEAN-AUGUSTE BERNARD SE CONVIRTIÓ EN MISIONERO Y LUEGO SACERDOTE

Jean-Auguste tenía dos hermanos y dos hermanas y era de una familia pobre.

Luego que el párroco y la jerarquía eclesiástica le prohíben regresar a la escena de las apariciones, él se quedó en la zona para ayudar a sus padres, y luego a su madre que quedó viuda en 1891.

Era un adolescente sin educación hasta que se vinculó con varios grupos religiosos, y a partir de ahí comenzó sus estudios eclesiásticos.

Esto lo llevaría a través del mundo, viviendo en Mónaco y supervisando la división externa del Colegio de la Visitación.

Se vincularía con los jesuitas en Lyon.

Y marcharía con los jesuitas hacia Egipto donde enseñó en el colegio San Francisco Javier en Alejandría.

Luego pasaría a Túnez, luego a Argelia, a Orán, volviendo al colegio jesuita de Toulouse y yendo luego a Roma.

Sus primeros destinos fueron como predicador y docente y luego como sacerdote, ya que fue ordenado en Roma el 27 de agosto de 1917 a la edad de 42 años.

Su primera misa la celebró en la tumba del apóstol Pedro.

Dos años antes había sido recibido en una audiencia privada por el Papa Benedicto XV.

Luego también fue misionero en Nueva York, Canadá y España, y en 1932 su salud lo obliga regresar a su país para recuperarse, muriendo el 10 de septiembre de 1932 a los 56 años.

Sus restos mortales estuvieron 44 años en Baccarat, la ciudad del hospital en que falleció, pero regresaron en 1976 a su ciudad natal.

Estas apariciones son poco conocidas y se han ido difuminando a través del tiempo.

La Virgen ha dejado a través de ellas dos mensajes: el de las curaciones milagrosas y cuando pisa la cabeza de la serpiente en la primera aparición.

Pero ha habido también otras apariciones en que el vidente se ha convertido en sacerdote y esas apariciones han tenido mucho más relevancia.

padre bernardo martinez

Padre Bernardo Martínez

 

VIDENTE CONVERTIDO EN SACERDOTE EN APARICIONES DE CUAPA

Las apariciones de Cuapa en Nicaragua comenzaron un año antes que las de Medjugorje.

No se trata de ninguna pequeña historia.

Y tiene algunos aspectos que generalmente no se mencionan.

En primer lugar el vidente, un humilde sacristán llamado Bernardo Martínez, recibió el apoyo de Monseñor Pablo Antonio de Juigalpa, el obispo local.

Lo que constituye un evento raro en una época en que la mayoría de las afirmaciones sobrenaturales son rechazadas o ignoradas por los obispos.

Ver aquí el informe completo que publicamos sobre las apariciones de Cuapa.

En segundo lugar, en 1995, Bernardo, a los 64 años de edad, fue ordenado sacerdote en la Catedral de León, Nicaragua, por el obispo Bosco Vivas.

Y murió como un santo sacerdote en el 2000.

Dada su humildad se conservan pocas fotografías de él.

El tercer lugar las revelaciones de Nicaragua contenían una advertencia de que la humanidad experimentaría una guerra terrible (tercera guerra mundial).
.
Y desastres naturales si la gente no volvía a amarse unos a otros y a Dios.

En cuarto lugar, Bernardo enfrentó la persecución cuando se negó a una petición de funcionarios del régimen sandinista para anunciar que la Virgen estaba de su lado en el conflicto político violento que afectó a Nicaragua.

Se le ofreció un rancho con ganado, pero Bernardo se negó, explicando que no podía negar la verdad.

Y entonces revistas oficiales y la televisión sandinista lanzaron un ataque acusándolo de ser loco e histérico.

Una mañana, la policía sandinista allanó su casa y trataron de secuestrarlo.

Pero los devotos que dormían en la casa de Bernardo lo protegieron.

Y pronto fue llevado a un seminario para su custodia, donde se dedicó a la jardinería y deleitaba con sus historias a los seminaristas.

También una mujer trató de seducirlo y los católicos que protegían a Bernardo descubrieron que le acechan fotógrafos.

afiche del padre bernardo martinez

En Cuapa – un pequeño valle en las montañas de Chontales, donde la mayoría de las personas trabajan en pequeñas fincas ganaderas – Martínez vio una estatua de la Virgen María iluminarse:

La luz estaba saliendo de la nada. La luz provenía de ella.

Ese fue un gran misterio para mí, porque con la luz que provenía de ella, se podía caminar sin tropezar”

El recubrimiento de su velo era de un color crema pálido con bordados de oro en el borde. Y los rayos salían de sus manos”

La Virgen dio al futuro padre Martínez una serie de profundas lecciones espirituales.

Por ejemplo, dijo que al Señor no le gustaban oraciones hechas con apuro o que que se recitaran mecánicamente.

Ella recomienda el Rosario con la lectura de citas bíblicas (el Rosario Bíblico) y la devoción de los primeros sábados (confesión y comunión en el primer sábado de cada mes).

También instó a los fieles a leer la Palabra de Dios y ponerla en práctica.

“Oren, oren el Rosario por todo el mundo, mi hijo.

Diles a los creyentes y no creyentes que el mundo está amenazado por peligros graves.
.
Pido al Señor para aplacar su justicia, pero si ustedes no cambian voy a apresurar la llegada de una tercera guerra mundial”.

virgen de cuapa fondo

En una visión como en una película, la Virgen mostró a Martínez un gran grupo de personas vestidas de blanco y bañados en una luminosidad.

“Cantaban pero yo no podía entender las palabras.

Era un festival celeste. Había mucha felicidad y alegría…”

“Estas son las primeras comunidades en que el cristianismo comenzó” la Virgen explicó.

“Son los primeros catecúmenos; muchos de ellos fueron mártires”.

A Martínez también se le muestra que un grupo había recibido el primer Rosario.

Un hombre lleva un gran libro, se lee de él, y luego los demás meditan.

“Después de este período de oración en silencio, rezaron el Padre Nuestro y diez Avemarías”.

Explicó Martínez que la Virgen le dijo que muchas personas rezan por cosas que son

“sin importancia cuando deberían pedir la fe con el fin para tener la fuerza de manera que cada uno pueda llevar su propia cruz”.

“Oren por fe con el fin de tener paciencia”, María le dijo al sacristán.

“Oren, oren, mi hijo, por todo el mundo. Graves peligros amenazan al mundo”.

Bernardo dijo que había también la visita de un ángel que profetizó eventos que se hicieron realidad, incluyendo el asesinato (9 de septiembre de 1980) de un primo que había burlado de la advertencia celestial.

“Todo lo que el ángel me dijo se cumplió exactamente”, dijo Martínez.

virgen de cuapa

 

EL TESTIMONIO DEL MILAGRO DEL SOL

Juan Bosco Cuadra, Ph.D., Catedrático de Filosofía de la Ave Maria University es quien cuenta este suceso.

Lo cuenta en primera persona como sigue:

Este 8 de mayo se cumplieron 33 años de la primera aparición de la Virgen María a Bernardo Martínez en Cuapa, Chontales.

En 1981 tuve la dicha de viajar a ese hermoso pueblo de Chontales y conocer personalmente a Bernardo y su testimonio.

Confieso que me impresionó mucho el mensaje de la Virgen en Cuapa, como la calidad y excelencia de la persona que lo transmitía.

Durante los siguientes veinte años entablé con Bernardo una sincera e interesante amistad, y, con el tiempo, llegó hasta a convertirse en mi padrino de confirmación.

El mensaje que la Virgen María le dio a Bernardo en Cuapa ha sido siempre para mí como una guía personal en mi camino espiritual en este atribulado país.

Recuerdo que al final de la primera entrevista que le hice en el 81, Bernardo nos decía que después de aquellos terribles tiempos de las dos guerras civiles (1981-1990), a Nicaragua le vendría una gran bonanza.

Este bello futuro todavía lo espero con ansias y no espero irme de este mundo hasta verlo con mis propios ojos.

Este encuentro también me ayudó a recuperar una experiencia del Santo Rosario que tuve a los diez años de su rezo y que desde entonces la sostengo hasta el día de hoy.

Son millares las personas que han tenido la hermosa experiencia de estos encuentros en Cuapa.

Muchas de ellas han sido verdaderas conversiones de encuentro personal con el Señor a través de su madre.

O simplemente han sido testigos de fenómenos supra naturales del astro solar, y de esto precisamente es de lo que quiero escribir.

He ido a Cuapa muchísimas veces después de 1981 y jamás vi esos famosos fenómenos del sol que muchos fieles atestiguan haber contemplado.

Mis experiencias han sido más que todo personales y de índole espiritual.

Además de la amistad que logré cultivar con Bernardo, tanto a nivel personal como desde mi cátedra, ya que él fue alumno mío en el Seminario Interdiocesano de Fátima, allá por los años 90.

Ahora bien, lo que a continuación voy a relatar es lo que vieron mis propios ojos el pasado sábado 20 de abril del presente año (20130):

Salimos de la Universidad Ave Maria aproximadamente 70 personas, entre estudiantes, profesores y personas afines a la institución.

En esta ocasión me acompañó mi hija Nassiris de 15 años.

Entrando en Cuapa y después de la misa y del rezo del Santo Rosario, a eso de las 4:00 p.m. algunos estudiantes se pusieron a ver el sol “cara a cara”.

Inmediatamente procedí a llamarles la atención por esta gran imprudencia, pero, tan pronto como yo también comencé a ver, observé lo siguiente:

El sol aparecía sin su habitual esplendor como una luna llena.

El día estaba bastante claro y despejado, con una u otra nube por los alrededores.

De pronto unas nubes muy tenues ocultaron el sol pero no lo hacían desaparecer, al contrario, se miraba a través de ella.

Tan pronto como estas nubes dejaron al descubierto el disco solar, este empezó a temblar sobre sí mismo y a brillar de una forma extraña.

Algo así como una “candela romana” pero menos brillante.

Posteriormente el lugar de las apariciones fue rodeado con una intensa luz amarilla que hacía aparecer todas las cosas blancas de este mismo color.

Me acuerdo que una de esas tonalidades me hizo contemplar el color del rostro de una persona de tono violeta o morado”.

Después de esta manifestación, todos los jóvenes no salían de su asombro.

Habían recibido un regalo que los dejaría marcados para siempre, a como lo hizo conmigo hace 33 años.

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