Milagro del Sol, aparición de la Virgen María y cáncer curado.

Uno de los milagros de curación más asombrosos de los últimos tiempos, le sucedió al médico Vinicio Arrieta.

Un egresado de Harvard, que fue director de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia, Venezuela.

Le sucedió en Betania, un lugar de peregrinación que había sido declarado «terreno sagrado», por el obispo Pio Bello Ricardo en 1987. 

Para ese año, de 500 a 1000 personas habían recibido curas milagrosas allí, según las autoridades médicas.

Pero ninguna mejor documentada y con tantos elementos sobrenaturales como la que le sucedió al Dr. Arrieta.

Aquí hablaremos sobre cómo el milagro del sol y la aparición de la Virgen María, obraron para la curación de cáncer de Vinicio Arrieta, y cómo participó la vidente María Esperanza, que aún estaba con vida, en la comunicación de los signos que vería para su curación definitiva. 

Betania fue el lugar de las apariciones de Nuestra Señora Reconciliadora de todos los Pueblos y Naciones a María Esperanza de Bianchini.

Estas apariciones fueron aprobadas por el obispo Pío Bello y María Esperanza, que murió en el 2004, está en proceso de beatificación.

Los acontecimientos de Finca Betania comenzaron el 25 de Marzo de 1976.

Esta finca había sido comprada por su esposo y un grupo de empresarios a instancias de María Esperanza, que había recibido una visión del Señor, que llegaría a sus manos una tierra de mucha importancia espiritual.

María Esperanza fue una de las grandes místicas de la Iglesia del siglo XX.   

Recibió los estigmas de la pasión de Cristo, tuvo visiones del porvenir, el don de curación, materializaciones de la santa Hostia en su boca, despedía aromas de flores y frutos, tuvo dones de levitación y bilocación.

Y quizás uno de los fenómenos más impresionantes, sea el nacimiento de una rosa que brotaba de manera espontánea de su pecho, un fenómeno que se repitió dieciséis veces.

La aparición más importante que tuvo Nuestra Señora en Betania se produjo el 25 de marzo de 1984 donde unas 50 personas que habían sido invitados a misa allí, presenciaron 7 apariciones de la Virgen, que duraron de cinco a diez minutos.

Menos la última, ya al atardecer, que tuvo una duración de aproximadamente media hora.

A partir de ese momento Betania se transformó en un lugar de peregrinaciones muy importante, donde suceden fenómenos sobrenaturales frecuentes, como el milagro del sol, aparecen nubes de formas y colores extraordinarios.

Y se siente un profundo olor a rosas, sonidos celestiales de cantos de corales invisibles, la aparición sorpresiva de una mariposa azul de gran tamaño, profetizada por la Virgen, y cae una llovizna sobre el lugar, totalmente ajena a las condiciones climáticas reinantes.

Para febrero de 1989 le había sido diagnosticado al Dr. Arrieta un cáncer de próstata, con metástasis en la columna.

Después de varios estudios y consultas a varios médicos, no había posibilidad de un diagnóstico erróneo, le quedaban 2 dos años de vida.

Los oncólogos le recomendaron radioterapia en la columna y quimioterapia.

Vinicio Arrieta para entonces era un hombre de Misa y Comunión dominical pero algo escéptico respecto de milagros y apariciones.

Pero después del diagnóstico de la junta médica, comenzó a hablarle a Dios implorando su misericordia, se propuso ir a misa más frecuentemente y comenzar la fervorosa oración del rosario y la lectura diaria de la Palabra de Dios.  

Su prima lo invitó a ir en peregrinación a Betania para el 13 de mayo, fiesta de la Virgen de Fátima.

Partieron a las 6 de la mañana y durante todo el trayecto, Judith la encargada de la peregrinación, llamaba a rezar el rosario comunitario, mientras Vinicio experimentaba náuseas, sudoración y debilidad, porque hacía una semana que le habían realizado la segunda quimioterapia.

Llegaron al atardecer y lo primero fue ir a saludar a la Virgen a la gruta.

Entonces comenzó a caer una fina lluvia, que Judith anunció que era una gracia de la Virgen.

A las 7 de la noche unas 250 personas comenzaron una vigilia hasta las 7 de la mañana.

Su malestar se había acentuado y por eso lo acostaron en una colchoneta en el mismo lugar de la vigilia.

Sudaba y temblaba, oraba y se dormía de a ratos, agotado.

Se despertó a las 5 de la mañana y pudo sentir una presencia espiritual que lo hizo llorar y una plegaria emergió de lo más íntimo, 

«Señor, aquí me tienes como Pablo de Tarso, tumbado del caballo de mi orgullo, de mi vanidad, del ejercicio de la profesión. No he matado ni perseguido cristianos como Pablo, pero sí me he convertido en un tibio».

«Señor, dame más tiempo para dejar a mis hijos menores, estudiando alguna profesión de la que puedan valerse por sí mismos».

A las 6 de la mañana todos los peregrinos de Maracaibo, fueron a la gruta para cantar y orar el rosario a la Virgen. 

Eran unas 5 mil personas.

Y al finalizar, dos niños del grupo decían a viva voz que al frente de ellos, entre los árboles, sobre la gruta, estaba la Virgen.

Él pide verla y la silueta de la Virgen de Fátima apareció entre los árboles, toda de blanco y con luz resplandeciente. 

Y un intenso frío y luego calor recorrió y estremeció el cuerpo de Vinicio. 

Entonces le dijo a su esposa «Mi amor, me voy a curar».

Y quedó lleno de fe en su curación, y de una caluroso bienestar y tranquilidad.

Y a las 8:20 de la mañana comenzó la danza del sol, en la que el sol perdió su luz, la parte central se volvió verde y comenzó a girar en el interior, y luego comenzó a acercarse a los presentes.

Entonces Vinicio sintió un calor dentro de su cuerpo y empezó a gritar, «¡Me están curando! ¡Me estoy curando!».

Sintió que una infusión llegaba a su columna vertebral y a su próstata. 

Y después de esto la Virgen apareció por encima de los árboles como un ser humano real. Su pelo se movía por la brisa.

Se veían sus ojos azules y su hermosa nariz. Y una expresión de franqueza, amor y bondad en su rostro.

En su brazo derecho tenía al Niño Jesús, como para entregarlo y en el otro brazo le colgaba un rosario hasta las rodillas, completamente iluminado.

Vinicio cayó de rodillas llorando de alegría. Sabía que estaba curado.

Y entonces le pidió un signo para ir a los médicos tratantes y decirles que estaba curado. 

Y la respuesta interior fue «Ora, ora y espera».

Desesperado pidió permiso a Judith para irse inmediatamente a Maracaibo y está lo llevó a hablar con María Esperanza quien le dijo,

«Tus células se están renovando. No debes irte, porque nuestra Santa Madre, aún te auxiliará más».

Al mediodía celebró la misa el Obispo Pio Bello Ricardo.

Y luego habló nuevamente con María Esperanza quien le dijo,

«Espera la manifestación de tu curación hasta que te vean los médicos. La Virgen te visitará en tu hogar y habrá muchas flores».

De regreso a Maracaibo la pareja hizo una reunión en su casa con familiares y amigos, para dar testimonio de su curación y del encuentro con la Santísima Virgen María.

Y al siguiente día una amiga le dice inesperadamente, que le enviará la imagen de la Virgen del Perpetuo Socorro; así se cumple la visita anunciada por María Esperanza.

Y durante todo el día fueron recibiendo, sin solicitarlo, flores enviadas por los amigos para la Virgen María, fueron 12 ramos de flores, también profetizado por María Esperanza.

El 18 de mayo fue al médico tratante para solicitar que tomara una muestra de sangre para un nuevo análisis de la enfermedad y su respuesta fue, «No le corresponde porque apenas está iniciando el tratamiento».

Pero le dijo «Fui a Betania, vi a la Virgen María y estoy curado».

El médico lo miró como si hubiese perdido la razón.

Pero cuando llegó el resultado el médico le preguntó: «¿Profesor, qué se hizo? Tiene una cicatrización como de 3 meses de curado».

Luego le hicieron una biopsia y resultó que el cáncer había desaparecido y su oncólogo le dijo que no había explicación científica para lo ocurrido.

Aún así dejó pasar 4 años antes de hacer público su caso, período en el cual repitió los exámenes que confirmaron la gracia de Dios. 

Y escribió el libro «Encuentro con la Virgen María en Betania», que tiene Nihil Obstat del Vicario Central de la Arquidiócesis de Maracaibo.

En resumen, la curación del Dr. Vinicio Arrieta no tiene explicación científica y se produjo por intermedio del milagro del sol que experimentó en Betania y la aparición de la Santísima Virgen.

Y fue consecuencia de una larga cadena de sucesos.

Comenzó con su apertura para pedir a Dios la curación y su compromiso de estar más cerca de Él.

Luego su prima que lo invitó a la peregrinación a Betania, y Judith la encargada de la peregrinación, que le presentó a María Esperanza.   

Y finalmente la colaboración de María Esperanza para indicarle los signos que debía esperar y la participación de amigos para materializar esos signos.

Bueno, hasta aquí lo que queríamos hablar sobre la milagrosa curación del Dr. Vinicio Arrieta.

Y me gustaría preguntarte si conoces a alguna persona que haya sido curada milagrosamente y como fue que sucedió.

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MATERIAL ADICIONAL: ¡UN MILAGRO EUCARÍSTICO! EN BETANIA

El 8 de diciembre de 1991, día de la Inmaculada Concepción, mientras el capellán de Betania, el padre Otty Ossa, estaba celebrando la Santa Misa en la capilla del santuario, en el momento de la consagración la Sagrada Hostia comenzó a sangrar.

 El padre Otty explica lo ocurrido:

«Partí la Hostia en cuatro partes. Cuando miré el platillo, no podía creer lo que veían mis ojos: Vi una mancha roja formándose en la hostia y de ella comenzaba a emanar una sustancia roja, de modo similar a la manera que la sangre sale de una perforación.

Después de la Misa, tomé la hostia y la protegí en el santuario. Al día siguiente, a las seis de la mañana, observé la hostia y encontré que la sangre era fluida y luego empezó a secarse.

Sin embargo, hasta hoy, todavía luce fresca. Asombrosamente, la sangre está solamente por un lado, sin pasar al otro lado a través de la excesivamente delgada hostia».

La Hostia se conserva en la localidad de Los Teques, en el convento de las Religiosas Agustinas Recoletas del Corazón de Jesús, donde es expuesta para la adoración de los fieles y es visitada por numerosas personas, incluso peregrinos que vienen del exterior.

Muchos sucesos han ocurrido con relación a la hostia sangrante.

Uno de ellos fue el caso de un norteamericano que hizo una filmación de la hostia y en ella se ve cómo la misma se convierte en una hoguera que despide llamas de fuego de un color muy intenso y también se ven correr como pequeños ríos de sangre.

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