De qué forma Dios y el Demonio actúan cuando Duermes [una guía para descansar bien]

La lucha que se establece en tu alma en el momento de dormir.

En los últimos tiempos parece que hay una desconexión entre los seres humanos y el sueño.

Por un lado, conciliar el sueño se ha transformado en un problema para una creciente cantidad de seres humanos.

Especialmente en el primer mundo.

Por eso los somníferos son un negocio floreciente para la industria de los medicamentos.

El maligno favorece el insomnio, mientras Dios favorece el descanso y el sueño.

Aquí hablaremos sobre cómo se produce la batalla espiritual en el medio del sueño, cuales son las consecuencias para los seres humanos y cómo protegernos.

No dormir bien tiene consecuencias para la salud.

Aumenta el riesgo de diabetes por la reducción de la sensibilidad a la insulina.

Trae problemas cardiovasculares. Aumenta el riesgo de mortalidad precoz.

Genera menor capacidad cognitiva, pérdida de memoria, dificultad para razonar, disminución de la capacidad de reacción y atención.?

En cambio el buen dormir favorece la memoria en el día.

Fortalece el sistema inmunológico

Contribuye a una buena regulación del sistema endócrino.

El sueño no es quedarse en un estado inerte, una actividad pasiva, sino todo lo contrario.

Se activan muchos mecanismos que contribuyen a que el cuerpo logre reponer energías y aislarse del entorno.

En las regiones en las que se detecta un menor promedio de horas de sueño, también se probó que la tasa de población con trastornos del sueño es mayor.

Porque dormir es parte de un ritmo biológico que combina actividad con descanso.?

En el sueño Dios nos purifica y nos consuela mientras dormimos.

Prepara nuestro corazón para el día siguiente.

Y en oportunidades nos habla en los sueños.

Muchas veces las cosas que soñamos son infundidas por Dios, aunque otras son regurgitaciones de nuestra mente; pero aún así, lo cierto es que siempre tienen que ver con nuestra alma.

El sueño es un estado intermedio casi espiritual.

Y somos vulnerables por la noche porque no estamos en control.

Puede haber obsesiones que nos hacen dar vueltas en la cama.

Que son perturbaciones a las que debemos prestar atención y echar fuera.

Y mientras Dios hace que nuestro sueño sea descansado, en cambio satanás nos quiere cansados para alejarnos del plan de salvación.

Los demonios tienen la esperanza de hacerte cansar y agotar, y que te preocupes por la protección de tu alma.

Momento en que incluso puedes llegar hasta negociar la pureza de tu alma por una buena noche de sueño, a través de fantasías impuras que aceptas en tu mente para dormir.

Por otro lado, no querer dormir es querer ser omnipotentes, como Dios.

Y no poder dormir es un alejamiento de Dios, por estar excesivamente con la mente y el corazón anclados en los problemas humanos.

En definitiva vivir con sueño y estresados nos aleja de la santidad que Dios quiere para nosotros.

Satanás quiere que tengamos poca energía para rendir en el día y poca lucidez.

Para que estemos más irascibles y pensemos menos antes de tomar decisiones.

Nos centremos en nosotros mismos, y el estrés y el malhumor se hagan lugar en nosotros.

Los resultados de nuestra obra en el mundo no serán entonces los de un cristiano que construye el Reino de Dios.

Satanás tiene muchas herramientas para trastornarnos con el sueño.

Una de las formas de ataque del maligno es la llamada parálisis del sueño.

Muchas más personas de las que se piensa la padecen.

Y lejos de ser una anomalía simple, es un trastorno realmente tenebroso.

Quienes la padecen la sufren de manera profunda.

Se trata de la incapacidad de mover los músculos del cuerpo apenas una persona despierta, o antes de quedarse dormida.

Dura aproximadamente tres minutos, y la persona se encuentra consciente durante todo el momento, lo que resulta frustrante.

En muchas ocasiones las personas han tenido experiencias de ataques demoníacos en ese momento, por eso se considera que es una forma de asechanza del maligno, un acto de intimidación.

Pero en términos generales la posibilidad de descansar en paz es un don de Dios.

Es un regalo gratuito que Él da a los seres humanos para que estemos mejor preparados para el día, es un descanso de la mente y del cuerpo.

Sin embargo hay excepciones como la de Santa Catalina de Siena, quien por obra y milagro de Dios, no necesitó dormir durante un período muy largo.

Porque Dios otorga a los humanos los dones que necesitan para llevar a cabo la misión.

Y en el caso de esta santa, durante muchos años no necesitó dormir ni ingerir alimentos, como una gracia especial otorgada por Dios, porque la santa necesitaba cumplir con una misión.

En cambio Santa Teresa solía dormirse en su meditación matutina.

Y otros transformaron esta necesidad humana de dormir en una entrega más humilde hacia Dios.

Santos como San Pacomio, San Carlos Borromeo, Santa Paula, San Macario y San Martín de Tours dormían en el suelo, sobre piedras, en sillas, sobre colchones de paja, o con la ropa puesta.

Eran decisiones y entregas que el Señor respondía otorgándoles un sueño profundo y reparador.

De la abstinencia del sueño surgen las vigilias de oración, que son comparables a los ayunos de comida.

El sueño y el hambre son quizás dos de las necesidades que menos soporta el cuerpo.

Cada quien sabe a qué es llamado, y los pedidos de Dios no deben ser ignorados.

Si el Señor solicita una entrega, un ayuno o una vigilia, debe oírse su llamado, con la seguridad de que otorgará la gracia para cumplirlo.

Algo clave a la hora de observar la forma en que los santos viven el sueño y otros aspectos de sus vidas, es considerar la paz interior que poseen.

Sabemos que rezar incansablemente es la mejor manera de mantenernos firmes y puros.

Pero también otro aspecto de vivir en una alianza con Dios muy profunda, que les permite trascender el sufrimiento y la necesidad, es dormir plácidamente.

Esto no significa que no sufran ni padezcan, ni se problematicen, pero con el Señor les resulta más llevadero y le encuentran un sentido pleno.?

Para el cristiano común, el momento de dormir es también un momento de purificación que Dios nos envía.

Por eso es muy importante rezar antes de dormir, para pedir a Dios su misericordia y purificación.

Es primordial que la última palabra, el último pensamiento, el último anhelo o agradecimiento de nuestro día, lo tenga Dios.

Rezar antes de ir a dormir es una práctica que incorpora a Dios como Señor de nuestros días.

Además, rezar antes de caer en el sueño garantiza una mayor paz para el alma, y nos protege del espíritu maligno que nos acecha.

Hay muchas oraciones que pueden hacerse, e incluso es una buena idea recitar algunos salmos o versículos de la Biblia que hablan especialmente acerca de este momento del día.

Algunos hacen del Rosario la última oración antes de dormir.?

Diversos estudios científicos han comprobado que aquellos que creen en un poder máximo que los guía y protege, o sea en Dios, y rezan, tienen menos preocupaciones a la hora de dormir y duermen mejor.

En Mateo 6: 25 Dios nos exhorta a no preocuparnos y poner la mirada en lo verdaderamente importante,

«Por eso les digo: No se inquieten por su vida, pensando qué van a comer, ni por su cuerpo, pensando con qué se van a vestir»

Y el Salmo 3: 5 lo manifiesta explícitamente “Yo me acuesto, y me duermo, y vuelvo a despertar, porque tú vigilas mi sueño”.

Mientras que aquellos que se van a la cama con tensiones y preocupaciones, suelen tener problemas para dejar de pensar y conciliar el sueño.

Y aún cuando lo hacen, éste es de mala calidad y difícilmente logran el descanso apropiado para estar óptimos al día siguiente.?

Pero también hay un hecho significativo, y es que muchos despiertan a las 3 de la madrugada, las 3 am.

Algunos consideran que se trata simplemente de un problema fisiológico, por ejemplo para ir al baño.

Algunos dicen que el alma percibe que algunos seres humanos cruzan el velo, hay muchas muertes naturales en este momento, porque es cuando el cuerpo está más débil.

Otros consideran que es fruto del maligno, porque se dice que las 3 am es la hora del demonio, cuando estadísticamente se producen más crímenes.

Pero muchas veces es el propio Dios que nos despierta para orar, porque a esa hora hay menos oración en tu ciudad y se adelgaza la capa de protección.

Por ejemplo, la mayoría de los integrantes de los conventos y monasterios están durmiendo.

A esta hora la oración es para expiar los pecados de la noche, para mantener a satanás alejado de las personas débiles, y que los culpables puedan reflexionar, arrepentirse y hacer buenos propósitos que se convertirán en hechos al amanecer.

Se recomienda rezar la coronilla de la Divina Misericordia a esa hora. 

Porque las 3 pm o sea las 3 de tarde, en la revelación que Jesucristo hizo a Sor Faustina Kowalska, es la hora de su misericordia para el mundo entero, 

Le dijo el Señor, “en esta hora, no le rehusaré nada al alma que me lo pida por los méritos de Mi Pasión”.

A las 15:00 hs, 3 pm. murió Nuestro Señor. Y es el momento más trascendental desde la creación.

Pero también a las 3 de la madrugada, 3 am, es una hora mística, como si fuera un eco, aunque de menor intensidad, de las 3 de la tarde.

Y también ahí se conceden grandes gracias.

Bueno, hasta aquí lo que queríamos hablar sobre la batalla espiritual poco conocida que sucede durante el sueño.

Y me gustaría preguntarte si te despiertas con frecuencia por la noche y que haces en esos casos.

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