¡El Anticristo ya está Aquí! [mira las pruebas que tenemos]

Cómo aterrizar a nuestra época las instrucciones que da Biblia y como reconocer al anticristo.

Una de las cosas más extrañas es la creencia de los protestantes de que hay un sólo anticristo, el del final de la historia.

Y que creen que vendría ahora.

Luego bajaría Cristo y lo derrotaría, y quedaría físicamente en la Tierra reinando por un largo tiempo hasta el juicio final.

Pero las escrituras son claras en señalar que en todas las épocas hubo anticristos, y dan pie para pensar que no necesariamente en cada época el anticristo es una persona, sino que puede ser un grupo de personas.

Y por eso mismo muchas de las cosas que vemos en la sociedad, yendo hacia un lado contrario de las enseñanzas de Cristo, se interpretan solamente como tendencias morales distintas, pero no con la gravedad de que es el anticristo que está operando.

Aquí hablaremos sobre la enseñanza de la escritura de que en cada época hay anticristos y que no se debe esperar que emerja una única persona con las características de anticristo, para discernir que está actuando el espíritu del anticristo en el mundo.

Tanto en los círculos cristianos como en la sociedad occidental, ningún tema bíblico profético ha provocado tantas fantasías como el anticristo.

Lo revisten como una persona, un judío de la tribu de Dan, naciendo de una monja, un gran humanista, etc.

Por tanto, para ellos “el hombre de pecado, el hijo de la perdición, el adversario que se levanta sobre todo lo que se llama Dios o lo que se adora, hasta sentarse en el templo de Dios, proclamándose Dios” no es otro que un anticristo persona, un ser humano.

Pero esto será sólo al final de la historia, cuando regrese Jesucristo por segunda vez, derrote al anticristo final y a satanás definitivamente, resucitarán los muertos, vendrá el juicio final y se terminará la historia.

No estamos en esos tiempos, falta mucho todavía.

Pero al concebir al anticristo sólo como una persona caemos en desinformación, porque sólo comenzaremos a prepararnos para sus acciones, cuando el anticristo-persona aparezca a plena luz del día.

Así que dicen que no hay urgencia, ya que todavía no lo ha hecho. 

Sin embargo el anticristo, o sea el espíritu del anticristo como dice Joseph Ratzinger, está tan presente que incluso se instaló cómodamente dentro de la Iglesia, en “el templo de Dios”,  como ya lo afirmó el Papa Pablo VI en 1972, cuando dijo que el mal había entrado por alguna grieta en el Vaticano.

Y el no tener en cuenta que el anticristo de esta época probablemente no sea una persona sino un grupo de personas o un sistema de gobierno, es la causa principal que constituirá la caída de una parte muy grande de la cristiandad; porque el anticristo será ignorado a pesar de los signos.

Recordemos que Nuestro Señor dijo,

 “Se levantarán muchos falsos profetas y engañarán a mucha gente” 

“¡Son ciegos que guían a otros ciegos!” 

“Vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces».

Es decir que vienen como cristianos, pero en realidad se engañan a sí mismos y nos engañan a nosotros sobre la fe. 

Y esto ya Jesucristo le avisó a la gente de su tiempo, dándoles información crucial para su supervivencia, 

“cuando veáis a Jerusalén invadida por los ejércitos, sabed entonces que su desolación está cerca.

Entonces, los que estén en Judea huyan a los montes, los que estén en medio de Jerusalén salgan, y los que estén en los campos no entren en la ciudad, etc, Lucas 21, 20. 

Es gracias a esta información capital de Cristo, que la Iglesia de Jerusalén en el tiempo de los apóstoles, pudo escapar de esta gran catástrofe del año 70, que podemos visualizar como el anticristo embrionario ya actuando. 

Tan pronto como los discípulos de la Iglesia de Jerusalén vieron comenzar las maniobras del ejército romano en la ciudad, abandonaron Jerusalén antes de que estallara la guerra. 

Se refugiaron en otros lugares. 

Y en Jerusalén y en toda Judea, los que no habían huido fueron atrapados, ya sea porque les faltaba la información, o porque ignoraron esta advertencia.

Esta guerra del 66 al 70 causó más de un millón de judíos muertos y el resto del pueblo fue deportado entre todas las naciones. 

Israel como nación ya no existió de la noche a la mañana y fue al mismo tiempo la ruina total del templo.

Pero la Iglesia de Jerusalén se salvó porque había recibido correctamente la información dada por Cristo y transmitida por los apóstoles. 

El apóstol Juan atestigua que el Anticristo ya estaba presente en su tiempo, como lo expresa en sus dos cartas. 

Por lo tanto, no vendrá en este final de los tiempos como un tirano que subyugará a todos los seres humanos. 

En el tiempo de Juan, el cuerpo del anticristo comenzaba a desarrollarse, lo mismo que el Cuerpo de Cristo que es la Iglesia.

El apóstol Pablo nos muestra al anticristo como el hombre de pecado, el hijo de perdición que está en todas las épocas.

Así como la Iglesia comenzó a crecer en los días de los apóstoles, el misterio de iniquidad también comenzó a crecer con la Iglesia, “porque el misterio de iniquidad ya está obrando…», 2 Tessalonicenses 2.

Juan describe al anticristo en sus inicios, mientras que Pablo lo ve plenamente constituido en todos los tiempos, solo que variará en poder y voracidad en cada tiempo. 

Todos los signos de la presencia del anticristo en medio de nosotros son obviamente claros. 

Porque las profecías relacionadas con el anticristo en toda su dimensión se cumplen hoy.

Inclusive la de la marca de la bestia que está en proceso, y que no necesariamente es para el fin de la historia.

Y no darse cuenta de su presencia finalmente resulta creer en información engañosa.

El anticristo, el Hombre de Pecado, el Hijo de Perdición, el Adversario que se eleva por encima de todo lo que se llama Dios, tiene ya 2000 años.

El que recita el Credo, pero que no lo vive en su vida, es un apóstata y por lo tanto forma parte del cuerpo del anticristo.

Porque dice Jesús, “No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos; sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos, Mateo 7:21. 

Por lo tanto, tomando en cuenta la Palabra de Dios, el anticristo antes del final del mundo parece no ser un individuo particular, sino un cuerpo compuesto por una multitud de individuos que niegan o combaten la Encarnación de la Segunda Persona de la Trinidad, la Divinidad de Jesucristo, etc. 

Por eso encontramos al anticristo obrando en todas las filosofías anticristianas, en las religiones falsas y las herejías cristianas.

Que tienen en común atacar el dogma de la Encarnación y todo lo que viene de ahí para abajo de Cristo y los Apóstoles.

Puede estar en diversos momentos de la historia representado por una figura humana muy notoria, de mucho poder, pero es mucho más, es un sistema, sin el cual esa figura no podría haber emergido.

En resumen, la entidad del anticristo está formada por todos aquellos que son anti o en contra de Cristo y los apóstatas, es decir, los que niegan la fe. 

Y al final de los últimos tiempos, cuando los discípulos de Cristo sean testigos de la apostasía, sabrán con certeza que un gran anticristo ha llegado.

Sor Lucía de Fátima ya había anunciado al Padre Fuentes en 1957 un gran castigo, apenas 12 años después de la Segunda Guerra Mundial, 

“Créame, Padre, Dios va a castigar al mundo y será de una manera terrible. La retribución celestial es inminente…”

¿Cuál es ese castigo? porque el castigo material ya había tenido lugar algunos años antes, como se anuncia en el 2º secreto de Fátima, donde dice,

“La guerra terminará, la Primera Guerra Mundial, pero si se sigue ofendiendo a Dios, bajo el pontificado de Pío XI, comenzará otra peor». 

Y esto fue la Segunda Guerra Mundial.

Ese castigo diferente a la guerra, es la apostasía, como dicen los que leyeron el verdadero tercer secreto de Fátima.

Desde el Concilio Vaticano II, se ha extendido dentro de la cristiandad, pero especialmente en el continente europeo. 

Ya en 1984, Monseñor do Amaral, Obispo de Leiria Fátima, dijo durante una sesión en Viena, Austria:

“La pérdida de la fe de un continente es peor que el aniquilamiento de una nación; y es verdad que la fe decrece continuamente en Europa».

Por haber abandonado la fe verdadera, entonces el castigo no material celestial, que ha caído sobre el mundo entero desde 1960, consiste en la ceguera espiritual.

Dicho sea de paso, ninguna de las apariciones marianas importantes menciona al anticristo, sólo La Salette, pero es claro que lo hace en un contexto del fin del mundo. 

La apostasía que produce ceguera espiritual, es finalmente destructora del plan de Dios para la humanidad.

El despreciar el plan de Dios y hacer uno a gusto de los humanos es lo que genera todos los problemas que vemos ahora, entre ellos el desconocimiento de que el cuerpo humano fue hecho a imagen y semejanza de Dios.

Y esto es el anticristo actuando en el mundo.

Por lo que no debemos esperar que venga una persona que sea el anticristo, sino que ya está actuando y creciendo en poder.  

Bueno, hasta aquí lo que queríamosadvertir sobre que el espíritu del anticristo está actuando y produciendo la descristianización moral del mundo, con graves consecuencias, y no debemos tener la expectativa de que va a venir el anticristo, porque ya está aquí.

Pensar lo contrario produce desinformación y paralización de los cristianos.

Y me gustaría preguntarte cuanto años más crees que el espíritu del anticristo seguirá creciendo hasta que el cielo haga una intervención decisiva.

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