Auspiciosa gestión del CEO del Vaticano.
La Iglesia es una institución que tiene una estructura de mandos como una empresa, un producto que gestiona (o vende), una cadena de distribución (las parroquias), funcionarios, una economía para funcionar, competidores, etc. Y al igual que en las empresas comerciales, tiene su Gerente General o Managing Director (MD) o Chief Executive Officer (CEO), que en el caso del Vaticano se puede asimilar al Papa, que es la máxima figura operativa.
En este sentido se podría analizar la figura del Papa al frente de la Iglesia haciendo el simil de una corporación, y analizar el valor de la gestión de su CEO, ya que es un tema importante en los estudios de la administración de negocios, porque los CEO existosos marcan el auge de las empresas, como en IBM Lou Gerstner, en Fiat Sergio Marchionne, en varias empresas automotrices Lee Iacoca,en Apple Steve Jobs.
Que una publicación como The Economist – una de las revistas más leídas en el ámbito diplomático y de los negocios – dedique un artículo para estudiar en profundidad el caso de Papa Francisco desde la óptica de la empresa, es postivo para el manejo que el Papa está haciendo de la institución Iglesia.
Y si bien la Iglesia no es una empresa solamente humana, la gestión la hace en el ámbito humano, por lo que el análisis del Papa como CEO de una empresa termina teniendo su utilidad.
The Economist ha realizado un análisis del CEO de la Iglesia, Papa Francisco, en un artículo titulado “El efecto Francisco”.
Y hace un diagnóstico de cómo estaba la corporación antes de su llegada a CEO de la Iglesia:
Cuando el Papa Francisco celebró su primera Pascua como CEO, justo después de su nombramiento, la más antigua multinacional del mundo estaba en crisis. Competidores pentecostales estaban robando cuota de mercado en el mundo emergente, en particular en América Latina, donde Francisco dirigió la oficina en Argentina. En sus mercados tradicionales, los escándalos estaban ahuyentando a los clientes y desmoralizando a la fuerza de ventas (sacerdotes). El reclutamiento era difícil, a pesar de la oferta de empleo de por vida en una economía difícil. Las finanzas de la empresa también eran un desastre. Documentos filtrados revelaron al banco del Vaticano como un vórtice de corrupción e incompetencia. El “board” estaba dividio y era débil. El CEO predecesor de Francisco, Benedicto XVI, fue el primer Papa a dimitir por 600 años, en medio de rumores oscuros.
Y luego detalla los logros de Francisco como CEO:
En sólo un año, el negocio ha recuperado gran parte de su confianza en sí mismo. El CEO es muy popular: 85% de los católicos americano lo aprueba. Los puntos de venta globales están creciendo de nuevo. La fuerza de ventas ahora habla de un «efecto Francisco».
¿Cómo ha conseguido un argentino septuagenario la galvanización de uno de los equipos más pesados del mundo? Esencialmente usando tres principios de gestión.
El primer principio es calificado como lección clásica: centrarse en la propia misión. Francisco lo ha hecho poniendo a los pobres otra vez al centro. Este enfoque, según la revista, ha hecho que se gasten menos fuerzas en temas secundarios. Además, esto permite llegar a los “mercados emergentes” – en alusión a los países con economías emergentes – en los que el crecimiento del catolicismo puede ser mayor.
Una de sus primeras decisiones fue abandonar los apartamentos papales a favor de un hotel que comparte con otros 50 sacerdotes y visitantes diversos. Tomó el nombre de un santo que es famoso por el cuidado de los pobres y de los animales. Lavó y besó los pies de 12 reclusos de un centro juvenil de detención. Se deshizo de las capas de terciopelo con adornos de piel que los papas han usado desde el Renacimiento, cambiando los zapatos rojos de Benedicto XVI por los negros lisos e ignorado el Mercedes Benz por un simple Ford de línea.
Como segundo factor habla de un reposicionamiento de la marca. En este punto The Economist reconoce que el Papa
“sigue apoyando la enseñanza tradicional sobre el aborto y el matrimonio gay, pero de una manera menos censuradora”.
El tercer factor es el proceso de reestructuración. En este último campo entrarían las diferentes comisiones creadas por Papa Francisco como el consejo de 8 cardenales, la contratación de McKinsey y KPMG o los organismos para la optimización del así llamado “banco vaticano” (Instituto para las Obras de Religión).
Y luego se pregunta si esto seguirá funcionando.
Algunos podrán decir que se trata sólo de fuegos de artificios y que tarde o temprano esto cambiará si no se enfrenta a hacer cambio más profundo, como por ejemplo un rol mas destacado de las mujeres. Y otros consideran que el talento del CEO puede tener otras respuestas novedosas.
Si a este análisis agregamos algo que se le escapa, como la guía del Espíritu Santo en las respuestas novedosas que puede dar Francisco a los problemas, el negocio podrá seguir reestableciéndose.
Fuentes: The Economist, Actualidad y Análisis, Signos de estos Tiempos