Un camino colegiado hacia la unidad de los cristianos.
El Papa Francisco quiere reformar el papado para permitir una mayor unidad con las Iglesias ortodoxas.
Enzo Bianchi, nombrado el 22 de julio como consultor del Consejo Pontificio para la Promoción de la Unidad Cristiana, dijo que el Papa podría permitir un concilio de obispos incluidos obispos ortodoxos para ayudar en el gobierno de la Iglesia.
La Reforma del Sínodo de Obispos y el crecimiento de la sinodalidad en la Iglesia Católica mejorarán en gran medida la posibilidad de unión entre Roma y las Iglesias ortodoxas, al hacer que el papado sea menos «monárquico» y la Iglesia Católica menos centralizada.
Este mismo criterio de apertura se expresó en el perdón que el papa Francisco pidió a los Pentecostales por el daño que el peso de la Iglesia Católica les puede haber hecho. Se que supone de base, que el poder del papado puede ser intimidante para lograr la unidad entre los cristianos.
Bianchi, prior del monasterio de Bose en el noreste de Italia, dijo:
«Creo que el Papa quiere lograr la unidad mediante la reforma del papado».
El Papa Francisco siente que la unión con las Iglesias ortodoxas, en particular, es «un objetivo urgente», ha enfatizado.
«Yo creo que el Papa quiere que la unidad no se haga solamente con la espiritualidad de la unidad, es un mandamiento de Cristo que hay que poner en práctica. Es un compromiso que le parece prioritario».
“Sobre todo con la Ortodoxia, siente que la unidad es una meta urgente. Creo que el Papa quiere alcanzar la unidad incluso reformando el papado. Un papado que ya no atemorice”.
La reforma implicaría un nuevo equilibrio entre la colegialidad y primado, explica Bianchi.
«Los ortodoxos tienen sinodalidad, pero no la primacía. Nosotros, los católicos tenemos primacía, pero falta la sinodalidad».
El consejo de los nueve cardenales que ayudan al Papa en la reforma de la Curia y en el gobierno de la Iglesia universal «fue querido por el Papa».
Pero en el futuro se podría pensar en la hipótesis de un
«organismo episcopal que ayude al Papa en el gobierno de la Iglesia», dijo al diario italiano La Stampa
«Es concebible que pudiéramos tener un cuerpo episcopal que ayude al Papa en el gobierno de la Iglesia sin poner en cuestión su primado«, dijo Bianchi. «Esto ayudaría a crear un nuevo estilo de la primacía papal y el gobierno de los obispos».
La Nota Praevia del Papa Pablo VI, que se adjunta a la Constitución Dogmática sobre la Iglesia, Lumen Gentium, asegura que ninguna de las enseñanzas del documento sobre la colegialidad o el Sínodo de los Obispos, debe tener impacto en los derechos y privilegios de la Papa. El Sínodo de los Obispos, por tanto, sigue siendo un órgano exclusivamente consultivo y se basa en la aprobación papal.
El año pasado el Papa Francis sugirió fortalecer el Sínodo diciendo que era un desarrollo «medio cocido» del Concilio Vaticano II.
Fuentes: La Stampa, Signos de estos Tiempos