«La Virgen no es una oficina de Correos para enviar mensajes todos los días»
El Santo Padre ha advertido contra los crédulos que piensan que la Virgen María está hablando constantemente a través de videntes. El Papa ha puesto como ejemplo contrario a Santa Teresita del Niño Jesús, que se alejaba siempre del espíritu de curiosidad.
¿Qué lectura podemos hacer de este enfoque claramente contra los videntes?
En primer lugar hay que tener en cuenta que pululan una serie de videntes apocalípticos por internet, con posiciones cismáticas y que le “tiran piedras a Francisco”. Y es natural que Francisco ponga en guardia a los católicos contra ellos. Algunos de ellos parecen como claras operaciones contra Francisco. Y de otros se ha denunciado que son estrategias de marketing comerciales.
Pero lamentablemente Francisco no puede distinguir entre videntes falsos y verdaderos, porque la Iglesia no va a aprobar ninguna aparición que esté en curso.
Y esto lleva al segundo punto. ¿El Papa cree en los videntes y en las apariciones actuales de María? De la información histórica del Obispo Bergoglio no surge el descreimiento, pero tampoco una credibilidad razonable. Es como que a Francisco le importara poco este tema místico, a diferencia de Juan Pablo II.
Y en tercer lugar, ¿esto tiene algo que ver con la prohibición reciente de las charlas del vidente Iván de Medjugorje en parroquias de EE.UU. por parte de la Doctrina de la Fe? Por lo menos va en el mismo sentido y sigue la misma corriente, por lo que una reacción del Papa contra los videntes poco creíbles y cismáticos estaría afectando la apertura hacia las apariciones de más credibilidad, lo cual no es un dato menor.
Los mensajes poco confiables de videntes, que incluso no se sabe quienes son porque esconden su nombre, y aún así muchos les dan tanta credibilidad como a los videntes de Medjugorje, están afectando la imagen de los videntes.
Es algo para seguir analizando y discerniendo, pero parecería que Francisco va a tener una posición más distante ante las apariciones, aún más que Benedicto XVI.
Y si unimos esto a la Consagración «light» que hizo Francisco del Mundo al Corazón Inmaculado de María, donde no utilizó ninguno de estas palabras, entonces quizás los marianos tengan alguna razón para estar «expectantes» y para redoblar la oración por el Papa.
QUE ES LO QUE DIJO EL PAPA EN LA HOMILÍA
El espíritu de curiosidad genera confusión y nos aleja del Espíritu de la sabiduría que, sin embargo, nos da paz: es lo que ha afirmado la mañana del 14 de noviembre en la Misa celebrada en la Capilla de Casa Santa Marte en el Vaticano.
Comentó la primera lectura, del Libro de la Sabiduría, donde se describe “el estado de ánimo del hombre y de la mujer espiritual” del verdadero cristiano y de la verdadera cristiana que viven “en la sabiduría del Espíritu Santo. Y esta sabiduría los lleva adelante con este espíritu inteligente, santo, único, múltiple, sutil”.
Pero en el Evangelio, destaca el Papa,
“nos encontramos ante otro espíritu, contrario a esta sabiduría de Dios: el espíritu de curiosidad”
“Es cuando nosotros nos adueñamos de los proyectos de Dios, del futuro, de las cosas; conocer todo, tomar todo en la mano… los fariseos preguntaron a Jesús: ‘¿Cuándo vendrá el Reino de Dios?’ ¡Curiosos! Querían conocer la fecha, el día… el espíritu de curiosidad nos aleja del Espíritu de la Sabiduría, porque solo les interesa los detalles, las noticias, las pequeñas noticias de cada día. O ¿cómo se hará esto? Es el ‘cómo’: ¡el espíritu del ‘cómo’! Y el espíritu de la curiosidad no es un buen espíritu: es el espíritu de la dispersión, del alejarse de Dios, el espíritu del hablar demasiado. Jesús viene a decirnos una cosa interesante: este espíritu de curiosidad, que es mundano, nos lleva a la confusión”.
La curiosidad, prosigue el Pontífice, nos empuja a querer escuchar que el Señor está aquí o allí, o nos hace decir:
“pero yo conozco un vidente, una vidente que recibe cartas de la Virgen, mensajes de la Virgen”.
El Papa comenta:
“Mira, ¡la Virgen es Madre! Y nos ama a todos nosotros. Pero no es una oficina de Correos, para enviar mensajes todos los días”.
“Estas novedades -afirma- alejan del Evangelio, alejan del Espíritu Santo, alejan de la paz y de la sabiduría, de la gloria de Dios, de la belleza de Dios”.
Porque
“Jesús dice que el Reino de Dios no llega en un modo que llama la atención: llega en la sabiduría”.
“¡El Reino de Dios está en medio de vosotros!”, dice Jesús, y “esta ación del Espíritu Santo, es la que nos da la sabiduría, nos da la paz. El Reino de Dios no viene en la confusión. Dios no habló al profeta Elías en el viento, en la tormenta” sino que “habló en la suave brisa, la brisa de la sabiduría”.
Ejemplo de Santa Teresita del Niño Jesús
“Así Santa Teresita, Santa Teresa del Niño Jesús, decía que ella se debía detener siempre ante el espíritu de la curiosidad. Cuando hablaba otra monja o contaba una historia, algo de la familia, de la gente, y dejaba el tema a mitad y pasaba a otro y ella quería saber cómo terminaba la primera historia. Pero sentía que esto no era el Espíritu de Dios, porque era un espíritu de dispersión, de curiosidad. El Reino de Dios está en medio de nosotros: no busquéis cosas extrañas, no busquéis novedades con esta curiosidad mundana. Dejemos que el Espíritu nos lleve hacia delante, con esta sabiduría que es una brisa suave. Este es el Espíritu del Reino de Dios, del que nos habla Jesús. Así sea”.
Fuentes: Vaticano, Signos de estos Tiempos