¡Tú eres la Toda Hermosa, oh María!
En el mediodía del domingo 8 de noviembre, en una Plaza de San Pedro abarrotada de miles de fieles y peregrinos, el Santo Padre rezó la oración mariana recordando la fiesta de la Inmaculada Concepción.
Ésta ha sido la oración del Santo Padre a la «Tota pulchra»:
Virgen Santa e Inmaculada,
a Ti, que eres el honor de nuestro pueblo
y la guardiana atenta que cuida de nuestra ciudad,
nos dirigimos con confianza y amor.
¡Tú eres la Toda Hermosa, oh María !
El pecado no está en Ti.
Suscita en todos nosotros un renovado deseo de santidad:
en nuestra palabra brille el esplendor de la verdad,
en nuestras obras resuene el canto de la caridad,
en nuestro cuerpo y en nuestro corazón habiten la pureza y la castidad,
en nuestra vida se haga presente toda la belleza del Evangelio.
Tú eres la Toda Hermosa, oh María !
La Palabra de Dios se hizo carne en Ti.
Ayúdanos a mantenernos en la escucha atenta de la voz del Señor:
el grito de los pobres nunca nos deje indiferentes,
el sufrimiento de los enfermos y los necesitados no nos encuentre distraídos,
la soledad de los ancianos y la fragilidad de los niños nos conmuevan,
toda vida humana sea siempre amada y venerada por todos nosotros.
Tú eres la Toda Hermosa, ¡Oh María!
En ti está el gozo pleno de la vida bienaventurada con Dios
Haz que no perdamos el sentido de nuestro camino terrenal:
la suave luz de la fe ilumine nuestros días,
la fuerza consoladora de la esperanza dirija nuestros pasos,
el calor contagioso del amor anime nuestro corazón,
los ojos de todos nosotros permanezcan fijos, allí, en Dios, donde está la verdadera alegría.
¡Tú eres la Toda Hermosa, oh María!
Escucha nuestra oración, atiende nuestra súplica:
se Tú en nosotros la belleza del amor misericordioso de Dios en Jesús,
que esta belleza divina nos salve a nosotros, a nuestra ciudad, al mundo entero.
Amén.
Después de la ceremonia, se dedicó durante más de una hora a saludar, con mimo y cariño, a los enfermos. Uno a uno. Consolando, bromeando, bendiciendo. Sin cansarse. Mientras el coro interpreta el «Tus es Petrus».
Tras el homenaje a la Inmaculada, el papa acudió a la Basílica de Santa María la Mayor para rezar ante la Virgen «Salus Populi Romani» (Protectora del Pueblo Romano), un icono bizantino del siglo XIII situado en la capilla Borghese o Paulina, muy venerado por el pueblo de Roma y por la orden de los jesuitas pues su imagen era portada por su fundador, San Ignacio de Loyola y por el evangelizador, San Francisco Javier.
Fuentes: Vaticano, Signos de estos Tiempos