Qatar es fuerte inversor y soporte de los movimientos jihadistas.
Qatar y los otros emiratos del golfo tienen estructuras sociales profundamente arcaicas y anti democráticas, que tratan de exportar al mundo islámico, en parte para que sus cortes faraónicas sigan conservando el poder. Hoy es uno de los grandes inversores de los grupos terroristas jihadistas en el mundo, y de las sociedades europeas, asfixiadas por una crisis económica que no cesa. Y sus inversiones en barrios musulmanes en ciudades europeas suponen el riesgo de que la próxima jihad sea declarada en los suburbios occidentales.

 

Qatari Emir Sheikh Hamad bin Khalifa al-Thani

 

Oficialmente, Qatar es uno de los mejores aliados de los Estados Unidos, donde se mantiene un comando aéreo, y un socio político y económico de los principales países europeos. Al mismo tiempo, sin embargo, el emirato de Qatar es el país más cercano a todos los movimientos islamistas, e incluso a los yihadistas de Al Qaeda, y a grupos que a menudo se consideran oficialmente terroristas como los talibanes afganos, al-Qaeda en el Magreb o los del Movimiento por la unidad de la Yihad en África Occidental (MUJAO), Hamas y el Frente al-Nusrah sirio.

SOFOCANDO LA “PRIMAVERA ÁRABE”

El auge de la política de expansión de los intereses de Qatar, así como de Arabia Saudita y en menor medida los Emiratos Árabes Unidos, coincide con la llamada «primavera árabe» en el que las monarquías árabes del Golfo Pérsico, con base en estructuras sociales arcaicas y antidemocráticas, se han movilizado para sofocar el viento de la libertad que viene de la plaza Tahrir.

Este viento sopló peligrosamente incluso en Bahrein, emirato petrolero que alberga la base de la Quinta Flota de los EE.UU., en el que la monarquía sunita fue amenazada por una rebelión protagonizada por la población chiíta. Una protesta pacífica se ahogó hace dos años por las tropas de Arabia Saudita y de Qatar, sin que nadie pidiera la intervención internacional o la imposición de zona de exclusión aérea en apoyo de los rebeldes.

QATAR ESTÁ A LA VANGUARDIA EN EL PROCESO DE ASFIXIA DE LA DEMOCRACIA ÁRABE

Con sus miles de millones de petrodólares tiene en su mano a la Hermandad Musulmana en Egipto (donde los sauditas apoyan a los salafistas, la segunda fuerza política del país), prestando dinero al presidente Mohamed Morsi, en crisis de consenso, y logrando una participación significativa en empresas públicas, como la empresa que gestiona el Canal de Suez.

En octubre del año pasado al-Thani visitó la Franja de Gaza y compró con U$S 4 mil millones pagados a Hamás para abandonar la alianza histórica con Teherán y Damasco. El líder de Hamas, el terrorista Khaled Meshaa, vive en una villa faraónica en Doha (capital de Qatar) mientras que sus hombres entrenan a los rebeldes sirios y luchan contra sus antiguos aliados.

En la guerra civil de Siria, Qatar ha proporcionado miles de toneladas de armas y cientos de millones de dólares al frente al-Nusrah (adherente a al-Qaeda) y otras milicias salafistas han sido respaldadas por los sauditas también. Gracias a los petrodólares del Golfo estas milicias han tenido éxito en la batalla ganando prestigio a los ojos de la población y de los otros grupos insurgentes.

Después de haber provocado la revuelta contra Gadafi en Bengasi corrompiendo a los soldados libios en Derna y en Cirenaica, abrieron los cuarteles a los militantes islamistas, el patrocinado por Qatar, Abdelhakim Belhadj, de Al Qaeda, que había conocido las cárceles especiales de la CIA, conquistó Trípoli con unos pocos miles de soldados de Qatar disfrazados de «Tuwar,» los guerrilleros libios. Parte de la flota personal del Emir al-Thani, con sede en Italia, también ha participado en las operaciones aéreas de la OTAN contra Gadafi.

Debido a la oposición de muchas tribus, Qatar aún no ha logrado tener en sus manos en Libia, pero muchos creen que detrás de la desestabilización islamista en marcha en el país está la mano de Doha.

La Direction du Renseignement (DRM), la inteligencia militar francesa, no tiene dudas sobre rol logístico, militar y financiero de Qatar a los grupos de al-Qaeda activos en Malí y ahora retirados al sur de Libia después de la ofensiva francesa en el norte del país.

También hay evidencia de que el Movimiento para la Liberación de Azawad (independentistas tuareg), los islamistas de Ansar Eddine y del MUJAO, así como al-Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) han recibido dinero de Qatar y tienen oficinas de representación en Doha.

¿DESINFORMACIÓN DE OCCIDENTE O SOCIO FINANCIERO?

Los militares franceses han estado tratando de «despertar» a Francois Hollande, con pruebas que demuestren que Qatar no es sólo un astuto aliado de Francia y Occidente, sino que es de hecho el mejor patrocinador de terroristas y militantes islámicos. Una ducha fría para Francia, que durante años ha aceptado al emirato en la comunidad de habla francesa (aunque Doha fue protectorado británico hasta 1971), consintiendo los fondos de Qatar que invertió miles de millones de dólares en Francia, así como en Gran Bretaña e Italia.

Observando la dinámica de la iniciativa de Al-Thani y la ceguera de los dirigentes occidentales viene la duda de si Qatar ya no ha «comprado», también, a causa de la crisis, una rebanada de buena parte de Europa y de los europeos.

Y quizás no sea coincidencia que Italia haya decidido votar a favor de la representación palestina en la ONU (estaba previsto que Roma se abstuviera) inmediatamente después de la vuelta del entonces primer ministro Mario Monti, con la promesa de Doha en el bolsillo de inversiones de Qatar ¿de repente por 10 mil millones de dólares?

En París hay embarazo después de la oferta de al-Thani de invertir hasta 100 millones de euros en proyectos de reconstrucción de los suburbios franceses habitados en su mayoría por musulmanes. Las organizaciones islámicas de Qatar ya activas en muchas áreas de África y Oriente Medio es poco probable que construyan piscinas y gimnasios, sino más probable que inviertan en centros culturales islámicos útiles para difundir la palabra de clérigos como Yusuf al-Qaradawi, un egipcio residente en Qatar por un largo tiempo, promulgador experto de «fatwas», cercano de la Hermandad Musulmana y conductor del programa de éxito de al-Jazira«La Sharia y la Vida».

La venta a Europa por un puñado de petrodólares implica el riesgo de que la próxima jihad sea declarada en los suburbios.

Fuentes: La Nuova Bussola Quotidiana, Signos de estos Tiempos

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