Ver historia de la aparición en: SANTA MARÍA DEL ESPÍRITU SANTO, ARGENTINA ( 7 DE NOVIEMBRE)
MISTERIOS GOZOSOS
Primer Misterio Gozoso
La Anunciación
“Hijitos hoy vamos a meditar los Misterios de Gozo, donde yo recuerdo parte de mi vida.
En el Primer Misterio, meditaremos en el anuncio que Dios me hizo, a través de su Ángel.
El Ángel de Señor me anunció, siendo yo una niña, que Dios me había elegido para ser Madre de su Hijo.
El Ángel me dijo que Su nombre debía ser “Jesús”. Yo no entendía esto, porque… ¿Cómo podía ser, si yo no conocía a ningún varón?, entonces el Ángel me explicó que todo sería obra de Dios. Hijitos, ¡Mi gozo fue tan grande!, aunque no entendía las palabras.
¡Ay hijos! Fui elegida por Dios para ser su Madre, siendo yo también Hija suya.
¡Ay Hijitos!, debéis creer mucho en Dios. Hijos, aunque no entendáis muchas veces lo que El quiere deciros, ¡debéis creer en El!, debéis aceptar su Voluntad, ya que siempre va a ser justa.
Hijos, pedid a Dios, que por mi intercesión, creáis, ¡creáis mas allá de las dudas! Amén, Amén.”
Segundo Misterio Gozoso
La Visita de María a su prima Isabel
“Hijitos, en el Segundo Misterio Gozoso, vamos a meditar la visita que yo le hice a mi prima Isabel.
Pues yo, también, recibí el mensaje del Angel que me dijo que mi prima, la que era considerada estéril, estaba en el sexto mes. Yo, que llevaba en mi Seno al Hijo de Dios, no pensé en Mí, enseguida, salí en ayuda de mi prima porque era ya mayor.
¡Hijos, cuántos abuelitos tenéis abandonados, cuántos hijitos!
¡Dios también a ellos los ama!
Hijitos, orad para que Dios, por mi intercesión, os conceda la Gracia de ser caritativos. Hijitos, ayudad a los mas necesitados. Amén, Amén.”
Tercer Misterio Gozoso
El Nacimiento del Niño Jesús
“Hijos queridos, en el tercer Misterio Gozoso, vamos a meditar el Nacimiento de Jesús.
¡Ay hijos queridos! ¡Que alegría la mía, al ver a mi pequeño Niño!
Fue pobre el lugar, ¡pero mucho el Amor! No teníamos muchas ropas, por eso lo envolví en pañales.
Hijitos, Jesús, siendo el mismo Dios, se hizo pobre entre vosotros.
Hijitos, Jesús, siendo Dios, nació para morir por vosotros.
Hijos queridos, ¡los Ángeles de Dios, cantaban porque había fiesta en el Cielo!
Hijitos, sed pobres, sed humildes, porque ese es el verdadero tesoro y Dios agrada.
Orad para que Dios, por mi intercesión os conceda, ser humildes de corazón. Amén. Amén”
Cuarto Misterio Gozoso
La Presentación del Niño Jesús en el Templo
“Hijitos, en el Cuarto Misterio Gozoso, vamos a meditar cuando Yo, con mi esposo José, presentamos a nuestro Niñito en el Templo.
Según la Ley de Moisés, nosotros tuvimos que presentarlo a nuestro Niño.
Allí un anciano me dijo que una espada iba a atravesar mi Corazón.
Yo no sabía que quería decirme, pero después, ¡sufrí mucho!
Hijitos, ¡cumplid los Mandamientos!
Hijos, difícil es, yo lo sé, pero Conmigo, lo podéis todo.
Pedid a Dios que por mi Intercesión, podáis hacer vida mis mensajes. Amén, Amén.”
Quinto Misterio Gozoso
Jesús es Perdido y Hallado en el Templo
“Hijitos, en el Quinto Misterio Gozoso, vamos a meditar cuando mi Niño a sus doce años, se perdió y lo hallamos luego.
Hijitos, mucha fue mi angustia al no ver a mi Niñito volver conmigo.
¡Buscamos, buscamos con José por tres largos días!
Tres días quizás, para vosotros no es nada, pues en todo momento vivís la vida como si no fuera nada. Pensáis en vuestros trabajos, en vuestras cosas, pero no pensáis en Jesús como Yo.
Hijos, vivid mas despacio, pues no es tan larga la vida, larga es, si vivís para Dios, pues nunca termina.
Cuando hallé a Jesús, quizás si, me enojé un poquito y le dije: ¿por qué hacéis esto, no veis que te buscábamos?. Y El, serio, me respondió: ¿por qué me buscabais? ¿no sabéis acaso que debo ocuparme de las cosas de mi Padre? Hijitos, pedid a Dios, que por mi Intercesión, vosotros también, os ocupéis de las cosas de Dios. Amén, Amén”.
MISTERIOS DOLOROSOS
Primer Misterio Doloroso
Oración de Jesús en el Huerto
“Hijos, hoy vamos a meditar los Misterios de Dolor. En el primer Misterio, vamos a meditar la Oración de Jesús, su angustia al ver el Cáliz que tenía sobre su Alma.
Hijos, Yo, como madre angustiada os diré: ¡Que Jesús sufrió mucho!. Me dirán: ¿Cómo, si Jesús era Dios? ¿Cómo El, iba a angustiarse y a sentir miedo? Pero, hijitos, El también era hombre y tenía sentimientos humanos y al ver todo, todo lo que debía sufrir, El sintió un miedo de muerte, orando en aquel monte, cuando sus amigos se durmieron y lo dejaron orando solo.
Hijitos, orad mucho. Compartid las lágrimas de El y sus gotas de sudor y de sangre, por el terror que sentía.
Hijos, pedid a Dios, que por Mi intercesión, sepáis aceptar su voluntad, por mas dolorosa que sea, siempre va a ser justa. Hijitos, acompañad a vuestro Señor y aceptadlo. Amén. Amén”
Segundo Misterio Doloroso
La Flagelación de Nuestro Señor
“Hijos, en el Segundo Misterio Doloroso, vamos a meditar en la flagelación de Jesús. ¡Hijos, tanto sufrió!¡Tantos fueron los azotes!
Hijos, hijitos, Jesús nunca se quejó y vosotros, apenas os rasguñáis, gritáis. Hijitos, mis pequeños, Jesús siendo Dios, se hizo hombre y ¡Sufrió tanto! Y El sólo amaba a quienes lo estaban golpeando y los amaba mucho, porque por ellos también iba a morir.
Hijos, comenzad a ofrecer vuestros dolores ¡tiene mucho valor! Y mi Corazón se alegra mucho, ¡mucho mis pequeños!
Mis niños, ¡Os amo, Jesús también!, por eso, pedid a Dios que por mi intercesión maternal, vosotros tengáis ganas y fuerzas para ofrecer esos dolores, que tanto bien harán a vuestra alma. Amén. Amén”
Tercer Misterio Doloroso
La Coronación de Espinas
“Hijitos, en el Tercer Misterio Doloroso, vamos a meditar, en la dolorosa Coronación de espinas que le hicieron a Mi Amado Hijo.
Hijitos, ¡Cuánto dolor! Bañado en sangre estaba Mi Hijo, cuando solo para burlarse, triplicaron el dolor.
Esas filosas espinas atravesaron la Bendita Carne del Hijo de Dios.
Hijitos, hicieron sufrir mucho a Mi Hijo, pero ¡El les pagó todo, amándolos hijitos!, con Amor, porque El vino por vosotros.
La reverencia que le hicieron, los golpes que le dieron. ¡Cómo insultaron al Hijo del Hombre! El, bajando la vista, sabía que esto era por los amados hijos del Padre, por vosotros hijitos y a Mi, vuestra Madre, me atravesaban el Corazón.
Hijitos, Yo sufría junto a mi Hijo, como una madre ama a sus hijos, ¡Yo amaba al mío!
Hijitos, vosotros matasteis a mi Hijo, pero Yo os amo tanto mis pequeños, tanto mis hijos!
Hijitos, pedid a Dios que por mi intercesión amorosa, os conceda la gracia de ofrecer todas las humillaciones que recibáis en nombre de Jesús, porque eso nos gusta mucho a Nosotros y al Padre.
Hijitos las humillaciones son algo grande para Dios y para vuestra alma. Así como Jesús las recibió y las soportó ¡vosotros también debéis hacerlo!
Amén. Amén.
Cuarto Misterio Doloroso
Jesús con la Cruz a cuestas
“Pequeños míos, en el Cuarto Misterio, vamos a meditar cuando Jesús, cargando su Cruz, se dirige al lugar de su muerte.
¡Ay hijitos, cuánto sufrí Yo también, al ver a mi Hijo moribundo, cargando su Cruz, como un Cordero!
Entre esas calles, rodeado de gente que gritaba, insultaba, como si fuera el peor.
¡Hijitos, era Dios, Dios caminaba por sus calles! El estaba pisando esta tierra.
Hijitos y vosotros pronto lo arrancaríais de aquí.
Hijitos, cayó porque estaba exhausto.
Hijitos, esa Cruz le perforaba el hombro.
Hijitos, ya había El sido tan golpeado y encima, cargaba con su Cruz.
¡El no dijo nada, nunca se quejó!
Hijos, hijitos, Yo crucé mi mirada con la suya y ¡tanto nos dijimos! Porque Yo era su Madre y El era Mi Hijo y una madre entiende a su hijo, aunque no emita ni una palabra.
¡Hijos, tanto me dijo, era tanto su dolor!
Pronto, en unas pocas horas, El ya no estaría con vosotros aquí.
¡Hijitos, hijitos!, vosotros aún no lo entendéis, muchos no creéis en aquel que dio Su vida por vosotros. Hijitos, ¿por qué creéis que Yo lloro tanto? ¿por qué creéis que Yo tanto os llamo?
Hijitos, ¡volved al Padre, creed en Jesús!
Hijos, pedid a Dios que por mi intercesión os convirtáis de todo corazón y seáis humildes, humildes como Dios quiere que seáis.
Amén. Amén”
Quinto Misterio Doloroso
Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor Jesucristo
“En el Quinto Misterio Doloroso, vamos a meditar ¡Mi dolor mas grande! ¡La Crucifixión y la muerte del Señor!
Hijitos, cuando Jesús llegó a Su último lugar, fue crucificado de la manera ¡Mas terrible!
Hijitos, lo despojaron de todas sus ropas. En aquel tiempo era algo muy feo, era lo peor. ¡De la manera mas violenta, tomaron sus manos y las clavaron!
¡Tomaron sus pies y los clavaron juntos! ¡Estaba terriblemente dolorido!
Levantaron la Cruz y Él, dificultosamente podía sostenerse, no podía respirar, su cuerpo se iba hacia delante y al levantarse tratando de respirar un poco aunque sea, golpeaba su cabeza contra el madero, ¡clavando aún mas las espinas!
Ahí hijitos, con el poco aire que tenía, me dio la gracia de ser vuestra Madre. Yo, era lo último que le quedaba y también Él me dio al mundo, me dio al mundo como vuestra Madre, Santísima Virgen Maria.
¡Hijitos, Jesús también lloró!
¡Hijitos, Jesús sufrió todo lo que vosotros podéis sufrir! No hay dolor que vosotros tengáis, que Él no haya sufrido. Tuvo todos los dolores.
Tuvo todos los sentimientos angustiosos. Tuvo todo hijitos, por vosotros y vosotros ¡le pagáis pecando, blasfemando! ¡Hijitos, volved a Dios, os pido!
Hijitos, no os fijéis tanto en las cosas de la tierra, que en la tierra se van a quedar.
Vosotros tenéis vuestras moradas en el cielo, donde estoy Yo, donde está mi Hijo, donde está Dios, el Espíritu Santo. Hijitos ¿Qué mas podéis querer? ¡Lo tenéis todo y no lo veis!
Hijitos, cuado Jesús gritó y se dio al Padre, ahí vosotros, volvisteis al Padre. Hijitos, cuando el velo se rompió volvisteis al Padre, porque Jesús venció a la muerte hijitos, murió para dar vida por vosotros.
Por Él, llegáis al Padre, por Mi, llegáis a mi Hijo, hijitos.
Hijitos, mis pequeños, mis corazones, pedid a Dios, que por mi intercesión amorosa, os convirtáis hijitos y debéis morir a vosotros, para que Dios sea en vosotros.
¡Entended hijitos, entended! Pedid al Espíritu que os aclare vuestras mentes y vuestros corazones, para que Dios pueda entrar en vosotros y Yo os pueda abrazar.
Hijitos, siempre os abrazo y os lleno de besos, pero vosotros no sentís porque ¡sois tan duros, sois tan duros!
Hijitos, Mi abrazo materna,¡es tan dulce! Mi corazón estuvo tan dolorido y lo está aún hoy. Vosotros me seguís hiriendo, pero Yo os sigo amando y por siempre os amaré igual.
¡Os amo mucho mis pequeños, os amo mucho!
Amén, Amén”.
MISTERIOS GLORIOSOS
Primer Misterio Glorioso
La Resurrección de Jesús
“Hijos, hoy vamos a meditar los Misterios Gloriosos.
En el primer Misterio Glorioso, vamos a meditar en la Gloriosa resurrección de nuestro amado Señor.
Hijos, yo estuve en soledad es por eso el primer sábado.
Hijos, cuando supe que mi Hijo había resucitado, ahí para muchos se habían aclarado las dudas.
¡Tantas cosas Él había dicho y no se entendían!
Hijos, ¡Jesús resucitó, Jesús resucitó!
Hijos, Jesús venció a la muerte y ahora vosotros tenéis vida.
Hijos, hijitos míos, amad a vuestro Señor, amad a Dios sobre todas las cosas. Amad y seréis felices.
¡Oh Hijo Mío, bendito seáis!
Pedid a Dios, que por mi intercesión maternal, vosotros glorifiquéis a vuestro Señor, en su Gloriosa Resurrección.
Amén. Amén”
Segundo Misterio Glorioso
La Ascensión de Jesús
“Hijitos, en el segundo Misterio de Gloria, vamos a meditar, la Ascensión del Señor al Cielo.
Hijitos, Jesús sube al cielo, después de dar muchos signos aunque no todos comprendieron.
Hijitos, Él os ama. Ahora está junto a Dios, junto a su Padre y desde allí Él os ve. Os ama, os acompaña.
Hijos, desde allí Él vendrá a juzgaros.
Hijitos, por eso Yo os llamo y os pido que os convirtáis, pues queda poco tiempo.
Hijitos ¡Yo lloro tanto! Y Jesús ve, ve todo hijitos.
Hijitos, el brazo de mi Hijo se hace cada día mas pesado y llegará un día, llegará el momento en que Yo ya no podré soportarlo.
Hijitos, pedid a Dios que por mi Intercesión Maternal y Amorosa, hagáis vida mis mensajes para que Yo sonría.
Amén. Amén.”
Tercer Misterio Glorioso
La Venida del Espíritu Santo sobre María y los Apóstoles
“Hijos queridos, en el tercer misterio de Gloria, vamos a meditar en la venida del Bendito Espíritu Santo.
Hijos, fue tan hermoso lo sentido en aquel día.
Obró tantas maravillas en los queridos Apóstoles de Mi Hijo.
Hijitos, muchos son los Dones que Él puede traeros a vuestra vida. Debéis pedir los Dones al Espíritu Santo, vuestra vida cambiaría.
Hijos, los Apóstoles de mi Hijo, hablaron lenguas que ellos no conocían. El Espíritu Santo enviado por mi Hijo fue para que ellos se atrevieran a evangelizar, salieron de ellos mismos y dieran a conocer todo lo de mi Hijo. Vosotros, también necesitáis que el espíritu os impulse. Solos no podéis hacer nada.
Hijitos, mis pequeños, pedida Dios que por mi Intercesión, mi Hijo os envíe al Bendito Espíritu Santo, Paráclito del Señor.
Amén, Amén”.
Cuarto Misterio Glorioso
La Asunción de la Virgen María
“Hijos, en el cuarto Misterio de Gloria, vamos a meditar en mi Asunción a los Cielos, al lado de mi Hijo Jesucristo.
Hijitos, Yo, vuestra Madre santísima, fui la primera persona que ha entrado a la casa de Dios, en cuerpo y alma.
Hijos, vuestra amada Madre, la que está sentada al lado del Señor, mi Hijo, es la que hoy os llama a volver al Padre, limpios hijitos, con corazones puros.
Hijitos, debéis ser como niños, así entraréis a la casa de Dios.
Vosotros sois todos hermanos, hijos de un mismo Padre y de una misma Madre que soy Yo.
Hijitos, esta Niña, que ha concebido al Hijo de Dios, es la que hoy os llama con todo el Corazón.
Hijos, Yo estoy en el Cielo, pero también estoy con vosotros. Yo camino con vosotros todo el tiempo, adonde vayáis, también voy Yo, nunca os dejo solos.
Hijitos, pedid a Dios que por mi intercesión, vosotros seáis como niños. Que vosotros concibáis corazones puros como el de mi Hijo y como el mío.
Amén, Amén”.
Quinto Misterio Glorioso
La Coronación de María Santísima
“Pequeños míos, en el quinto Misterio de Gloria vamos a meditar en mi Corazón como Reina y Señora de toda la creación.
Hijitos, Mi Hijo y Dios, junto con el Espíritu Santo, me dan la Gracia de ser Coronada Reina de toda la creación que Ellos hicieron.
Hijitos, vosotros sois míos también y muchos de vuestros hermanos, aún no me reconocen como vuestra Madre.
Eso no significa que Yo no los ame a ellos también. Yo soy vuestra Madre. Yo también estoy al lado de ellos, solo que vosotros sí aceptáis mis besos y mis caricias, otros no.
Hijos, a mi Hijo vuestro Señor, eso lo hiere. Porque lo que a Mi me hace feliz, también a Él y lo que a Él lo hace feliz, a Mi también.
Hijos, acá todo es amor, si vosotros estáis Conmigo amaréis mucho, nunca dejaréis a otro sin vuestra mirada y consuelo.
Hijos, Yo soy la Reina del Cielo y de la tierra.
Hijitos, pedid a Dios que por mi intercesión todos un día se den la mano y me acepten como Madre y a Mi Hijo como Rey de todo el universo.
Hijitos, esta es la última vez que Yo os daré los mensajes de esta manera.
Hijitos, hijos os digo que os amo mucho, mucho.
Hijitos, vosotros se, vosotros me amáis a Mi también.
Amén, Amén”.