La búsqueda de una cara agradable a la muerte de embriones.

 

En Gran Bretaña el poder político y la “intelligentzia” están en una deriva que lleva a dejar pasar la eugenesia, o sea la selección de quien vive o no según sus características personales. Unos, no penalizando a los médicos que practican la eugenesia por sexo y los otros, dando la teoría por la cual la eugenesia es algo moralmente aceptable para mejorar el acervo genético y prevenir enfermedades yu discapacidades.

 

EUGENESIA-Y-EUTANASIA

 

La eugenesia está viva y en buen estado en el mundo académico y en el mundo político británico. 

FISCAL BRITÁNICO SE NIEGA A PRESENTAR CARGOS POR ABORTOS SELECTIVOS POR SEXO

La Fiscalía de la Corona ha decidido de no llevar a juicio a los médicos que aceptaron hacer abortos selectivos, ilegales, por el sexo del bebé. La fiscalía dice que no sería «de interés público», en la medida que los médicos serán investigados por el Consejo Médico General.

Sin embargo, un grupo de 50 parlamentarios de ambos lados del debate sobre el aborto han escrito al Fiscal General afirmando que la decisión pone efectivamente los médicos por encima de la ley. Ellos sostienen que el aborto en función del sexo es «más que una cuestión de falta profesional, sino que es ilegal». 

El año pasado, reporteros encubiertos para el London Telegraph filmaron a tres médicos que accedieron a abortar a un bebé simplemente porque a la madre no le gustaba el sexo. La exclusiva provocó la indignación del periódico. El secretario de Salud de Gran Bretaña Andrew Lansley, dijo en ese momento, «la selección por sexo para la interrupción del embarazo no es sólo moralmente malo también es ilegal.» Se refirió a los alegatos de la policía – quienes en la actualidad mantienen silencio y lo enterraron.

BIOÉTICOS BRITÁNICOS PROMUEVEN UNA ‘SEGUNDA OLA’ DE EUGENESIA

Stephen Wilkinson, de la Universidad de Lancaster, ha publicado recientemente un largo documento de trabajo, «Eugenesia y la ética de la reproducción selectiva«, junto con otra especialista en bioética, Eve Garrard.

Su enfoque es el reto moral que el FIV y que el diagnóstico genético  pre-implantacional (PGD) ofrecen a los padres que desean tener un hijo de un tipo particular. 

Después enmarcan cuidadosamente los argumentos que lo avalan: técnicas de selección de embriones para evitar enfermedades y discapacidades en los niños, la selección de embriones que producen, por ejemplo, un niño con una discapacidad como la sordera, y la selección de sexo.

Todos estos son ejemplos de la eugenesia segunda ola, en la que las decisiones sobre el futuro de un niño se encuentran en manos de los padres y no del Estado.

Pero la parte más interesante de este trabajo es la discusión sobre el uso de la palabra eugenesia. Desde que los nazis implementaron sus políticas brutales de la higiene racial y genética, el uso de la palabra eugenesia ha sido tabú y un santo y seña para reunir a la oposición.

Como activista, dijeron Wilkinson y Garrard,

«La usamos [‘eugenesia’] cada vez que podemos y no vamos a estar distraídos o desviados a usar cualquier otra palabra, sobre todo porque no es una palabra popular. No es una palabra que a la gente le gusta oír, sino que tiene un montón de connotaciones desagradables. Pero no vamos a tratar de encontrar una palabra más aceptable».

Wilkinson y Garrard sienten que satanizar el concepto es un error y hace la discusión racional de las políticas de la segunda ola casi imposible en muchos casos. Para ellos, la eugenesia es simplemente «el intento de mejorar el acervo genético humano». Si no es coercitiva, probablemente será aceptable.

Así que ¿se debe abandonar la palabra para que los científicos, los médicos y los padres puedan seguir adelante con ella? Probablemente no, debido a que es un término útil, a condición de que pueda ser desgrasada y limpia de la mancha nazi.

«Pero incluso cuando la reproducción selectiva es eugenésica (que es a veces) no se sigue automáticamente que está mal (a pesar del hecho de que muchos casos de la eugenesia históricamente han sido moralmente repugnantes). Obteniendo que los medios empleados sean éticamente aceptables, y que la gente de libremente su consentimiento, no es claro que el intento de mejorar la salud de la población (el «acervo genético») sea una mala cosa que nosotros podamos hacer. Por el contrario, parece en principio ser una buena cosa – dado el alto valor que la mayoría de nosotros pone en el buen estado de salud y en la prevención, para contraer enfermedades o discapacidades nosotros mismos y nuestros seres queridos«.  

Fuentes: Bioedge, Signos de estos Tiempos

 

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