El cristianismo, tanto como el transhumanismo, creen en la trascendencia del ser humano.

El cristianismo considera que el hombre trasciende a la Tierra.

Está hecho para la vida eterna en otro mundo junto a su Creador.

Mientras que el transhumanismo cree que el único mundo que existe es éste.
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Y que los esfuerzos deben ponerse en mantenerse vivos el mayor tiempo posible con buena calidad de vida.

Y hay una tercera forma de apostar a la trascendencia humana que es la trascendencia de sus proyectos.

Pero hoy resulta marginal como forma de trascendencia y se ido desvirtuando hacia una doctrina totalmente materialista del aquí y el ahora.

 

   

LAS TRES COSMOVISIONES SOBRE EL FUTURO DEL HOMBRE

Hay tres grandes concepciones respecto al destino último del ser humano.

Las 3 buscan la felicidad eterna del hombre pero de manera diferente.

El cristianismo plantea que el hombre tiene un destino trascendente a su vida en la Tierra.

Y su destino es vivir en la eternidad junto con Dios, su Creador.

Según el Génesis Dios creó la Tierra para el hombre, pero no tuvo la voluntad de que entrara la muerte en su vida.

Pero la caída del hombre en el pecado la introdujo.

Y esto fue tanto un castigo como un alivio, porque impidió que la gente viviera permanentemente en un mundo enfermo.

De modo que para el cristianismo la vida eterna – que incluye la resurrección del cuerpo – se logra a través de la muerte, lo que el mismo Cristo padeció.

Y a partir de allí viene el juicio de Dios y la vida eterna.

Esto no implica que a Dios no le interese cada vida humana, sino por el contrario es la cosmovisión más radical de defensa de la vida.

Incluso la doctrina del infierno está en línea con esto, porque quienes abusan y dañan a otras personas, sin arrepentimiento, merecen la condenación eterna.

Las otras dos cosmovisiones competidoras dedican su esfuerzo para lograr la felicidad y la vida eterna en este mundo, suponiendo que no hay otro.

Y esto no es ajeno a las varias apostasías dentro del cristianismo, que ponen más énfasis en la felicidad en este mundo que en mirar hacia la vida eterna.

Esto sucede por ejemplo con el modernismo en la Iglesia Católica, que pone sus apuestas a la felicidad en este mundo.

Una cosmovisión competidora del cristianismo es el de ciertas ideologías modernas entre las que se incluye especialmente el marxismo, que podemos llamar colectivistas.

La trascendencia del ser humano individual está por el lado de la trascendencia del proyecto social.

El marxismo concibe la historia del hombre en la Tierra como una progresión desde el desorden al orden, o sea desde lo primitivo a lo maduro.

Por lo que la historia es un progreso de la sociedad para lograr la sociedad perfecta.

De modo que cada ser humano es un eslabón y no un fin en sí mismo.

Y quienes disfrutarán del paraíso serán las pocas generaciones que lleguen vivos al estadio final.

Lo cual implica que cada individuo es simplemente un instrumento de los demás.

Y que sus propios padecimientos no tienen ningún significado individual para los eslabones intermedios.

La tercera cosmovisión es la transhumanista, que pone énfasis en la vida individual de cada persona tal cual ahora, incluyendo el cuerpo y lo que vagamente podríamos llamar alma, pero que ellos no la consideran así sino más bien recuerdos y emociones.

En este caso no hay un propósito trascendente a nuestra vida.

Y el esfuerzo está en no permitir la muerte, evitar la enfermedad y mantenerse vivo a lo largo de los siglos.

Esto parte de la base que la única vida que existe es la de cada persona, en este momento y en la Tierra.

Incluso los ecologistas modernos piensan que los nuevos nacimientos pueden conspirar contra el bienestar de los hombres ya existentes, y por ahí entra la legitimación del aborto y la anticoncepción.

Los transhumanistas comprendieron que el hombre moderno quiere vivir para siempre como la persona que es actualmente.

Y por eso el esfuerzo está puesto en alargar la vida cuanto se pueda, buscar hibridaciones con máquinas y otros métodos para acercarse a formas permanentes de inmortalidad.

Esta cosmovisión es la más popular en el mundo hoy por lejos; de alguna manera todos somos transhumanistas, aunque hay diversos grados involucramiento.

   

EL DESTINO QUE MARCA LA DEMOGRAFÍA

Por primera vez en la historia parece haber un movimiento hacia la extinción del ser humano.

Esto está facilitado por el desencanto con la vida humana, que termina en la desacralización de la vida del hombre en la tierra.

Esto genera la posibilidad de legitimación del aborto, el suicidio, la disminución de la tasa de natalidad, etc.

Y complementariamente el desarrollo de un encanto especial por el medio ambiente, plantas, animales.

Donde el medio ambiente es primero y luego los seres humanos.

Y esto lleva a preguntarse a muchos si sería algo malo si la raza humana se extinguiera.

Y hay movimientos que plantean que abstenerse de producir otra persona demuestra un profundo amor por la vida en el planeta.

Esto supone un cinismo hacia la vida humana y un romanticismo hacia la vida animal extrahumana.

De modo que la extinción de la raza humana está siendo presionada por la ideología ecologista.

Y se completó con las teorías catastrofistas de la sobrepoblación humana y su efecto sobre el cambio climático.

La ONU cree que la población mundial alcanzará los 11 mil millones para el año 2100.

Sin embargo cada vez más demógrafos consideran que la población mundial tendrá su pico de 8 o 9 mil millones de personas a mediados de siglo y luego comenzará a disminuir.

Jørgen Randers, un académico noruego que alertó sobre la sobrepoblación ha cambiado de opinión y considera que el pico de población será de 8 mil millones en el año 2040 y luego disminuirá.

Y teorías parecidas manejan el profesor Wolfang Lutz y los técnicos del Deutsche Bank.

Estos demógrafos sostienen que la ONU no está dando cuenta de la disminución acelerada de la fertilidad, como resultado de la urbanización que está sucediendo en el mundo.

En el 2007 por primera vez en la historia la mayoría de los habitantes vivían en ciudades, hoy es el 55% y en tres décadas será el 67%.

Cuando la gente se muda a la ciudad el niño pasa de ser hombre para trabajar en los campos, a otra boca para alimentar

Y las mujeres tienen más acceso a los medios de comunicación y de educación, exigen más autonomía y deciden tener hijos más tarde para educarse mejor.

Y entonces vemos casos que se repiten en todo el mundo como por ejemplo que Brasil bajó su tasa de fertilidad de 6.21 hijos por mujer en 1960 a 1.73 en la actualidad.

Recordemos que para mantener la cantidad de población es necesaria una tasa de fertilidad de 2.1.

Lutz dice que una vez que una mujer se socializa para tener una educación y una carrera, se socializa también para tener una familia más pequeña, y no hay vuelta atrás.

Y esto lo vemos en casi todos los países del mundo, que ya no alcanzan al 2.1 hijos por mujer para mantener la población estable.

Incluso China, el país más grande del mundo, tiene actualmente una tasa de fertilidad de 1.5.

Es cierto que las tasas de fertilidad en algunos países africanos siguen siendo altas.

Pero también en esos países la tendencia a la baja de fertilidad es muy importante.

Por ejemplo en Kenia la fertilidad era de 8 hijos por mujer en 1960 y es actualmente de 3.4.

Sin embargo a pesar de estos datos la ONU sigue presionando por la baja de la natalidad en el mundo, cuándo la información disponible indica que es posible bajar la fertilidad.

Pero una vez que las poblaciones se acostumbran a tener menos hijos no ha sido posible revertir esto en ningún país.

Por lo tanto estamos marchando indefectiblemente hacia un invierno demográfico.

Donde la población global comenzará a decrecer de forma imparable.

Y eso deja la cena servida para las tendencias transhumanistas.

Qué son unas cosmovisiones que creen en la trascendencia del hombre, igual que el cristianismo, pero en la tierra a diferencia del cristianismo.

transhumanismo

   

¿CUÁL ES EL OBJETIVO DE TRANSHUMANISMO?

Nominalmente, es el mejoramiento de la vida humana.
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Aunque un número de sus defensores están muy interesados en poner fin a la vida humana, en el sentido de poner fin a la humanidad.
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Y marcar el comienzo de la posthumanidad, entendido como una «mejora extrema» de la misma.

Dejemos de lado estas acusaciones: no todos en el movimiento transhumanista desean necesariamente conducir al posthumanismo extremo.

Muchos sólo quieren ver las vidas prolongadas, el envejecimiento más lento o detenerlo, y superar ciertas limitaciones físicas, mentales y psicológicas naturales.

Por ejemplo, supongamos que la extensión de vida nos permite vivir para ser «viejos como Matusalén»:

¿Seguiremos dando la bienvenida con abundancia a nuestras futuras generaciones?

¿Si la inmortalidad en esta vida se convierte en la meta, no vamos a olvidar que no somos más que peregrinos en este mundo y que estamos destinados a otro?

¿Si un cuerpo perfecto en esta vida se convierte en una casi realidad, no vamos a olvidar que nuestros cuerpos estaban destinados a morir, para volver al polvo y sólo entonces ser resucitados y glorificados y perfeccionados?

Incluso una vida más larga es todavía una finita. ¿Seguiremos enfrentando la muerte y lo haremos con la esperanza en la otra vida? Fuente.

Estas dos últimas cuestiones, al menos, conducen a uno de los problemas morales fundamentales de transhumanismo.
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Que es que es busca – como tantas filosofías y movimientos siempre han buscado -, sustituir la regla de Dios con la regla del hombre.

microchip para esterilizar bill gates

   

LOS MERCADERES DEL MEJORAMIENTO HUMANO

Julian Savulescu, de la Universidad de Oxford, e Ingmar Persson, de la Universidad de Gotemburgo en Suecia, han escrito una propuesta apasionada por salvar a la raza humana, No aptos para el Futuro: La Urgente Necesidad de Mejoramiento Moral.

Ellos expresan que tenemos una extraordinaria capacidad para el comportamiento auto-destructivo, y nuestra búsqueda egoísta de la ganancia, la pasión y la energía podría desencadenar un apocalipsis global.

Si esto sucede a causa del cambio climático o de un holocausto nuclear, nuestro destino será nuestro propio logro.

Savulescu y Persson tienen un plan. Su ambición es familiar: hacer que la humanidad sea virtuosa.
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Aunque los medios que pregonan no lo son: las drogas, la ingeniería genética y la neurociencia.

“Hemos transformado radicalmente nuestro entorno social y natural por la tecnología, mientras que nuestras disposiciones morales se han mantenido prácticamente sin cambios”, escriben.

“Ahora debemos considerar la aplicación de la tecnología a nuestra propia naturaleza, apoyando nuestros esfuerzos para hacer frente al entorno externo que tenemos creado”.

En otras publicaciones, han propugnado el uso de la tecnología para hacer que la gente sea más altruista y amorosa.

Básicamente lo que estos filósofos están ofreciendo es la esperanza de la salvación de la depravación humana.

Criaturas corruptas como nosotros mismos sólo pueden hacer lo correcto si estamos tratados con drogas.

Si el cristianismo tradicional no es la respuesta, ¿qué hay de la tecnología?

Un multimillonario ruso en la treintena de años de edad, Dmitry Itskov, está desarrollando la tecnología de la inmortalidad – si se puede llamar así.

“Mentes independientes recibirán cuerpos nuevos con capacidades muy por encima de las de la gente común“, afirma.
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“Una nueva era para la humanidad va a llegar”.

Esto es sólo un ejemplo extremo de los vendedores ambulantes de la esperanza.

Todos los días somos bombardeados por la venta en la tribuna de la felicidad; predicadores con un nuevo iPad o cosméticos nuevos, o la política.

hombre en la playa

   

LA TRASCENDENCIA SÓLO DEL PLANO HUMANO PRESCINDIENDO DE DIOS

El objetivo del movimiento transhumanista es finalmente trascender las limitaciones de nuestra naturaleza humana. Esto está implícito en el nombre mismo del movimiento.

Por tanto, el resultado de hacer esto es ir más allá de nuestra naturaleza humana para convertirse en post-humano, pero se hace esto por la tecnología y no la gracia.

Y, como CS Lewis ha advertido en La abolición del hombre, mientras que estos fines pueden parecer el dominio definitivo del hombre sobre la naturaleza, inevitablemente, en última instancia implica el dominio de unos hombres sobre todos los demás hombres, con la naturaleza y la tecnología como los instrumentos de control.

Piensa en los objetivos más básicos de transhumanismo: terminar el sufrimiento, prolongar la vida o incluso terminar con la muerte, la mejora general o habilidades físicas y mentales o remediar nuestras limitaciones.

Cada uno de ellos es o puede ser un noble objetivo en sí mismo.

No hay nada malo con, por ejemplo, en aliviar el dolor, no hay prohibición moral contra la Aspirina o incluso la morfina para limitar nuestras agonías físicas.

Pero por otro lado, el dolor físico es bastante probable que sea el menor de nuestros sufrimientos.

Como Peter Kreeft ha señalado, la nuestra es la cultura con la mayor capacidad de eliminar medicinalmente dolor, y por lo tanto los menos capaces de tolerarlo; y estamos entre las civilizaciones menos felices, medida por la tasa de suicidios.

El sufrimiento no es del todo inútil, podemos aprender la sabiduría con nuestro sufrimiento, y nos puede conducir a la contemplación de la vida en el otro mundo.

Obviamente a nadie le gusta sufrir, y no disfrutamos de propio sufrimiento (ni debemos hacerlo).

Pero el sufrimiento tiene un propósito moral, y no es sólo para castigarnos por los males que hemos hecho.

Tal vez el mayor de todo sufrimiento es el sufrimiento de la pérdida, y tal vez el más difícil de soportar es el sufrimiento relacionado estrechamente de los anhelos insatisfechos.

Ambos tipos tienen un propósito moral fuerte, que es recordarnos que aunque estamos en este mundo no somos del mismo.

Se supone que debemos trascender este mundo, pero no por nuestro propio poder. Estamos destinados a morir en esta vida, de modo que podamos nacer en la siguiente.

La muerte no es un obstáculo que hay que superar o un enemigo a ser conquistado por nosotros, Cristo ya ha hecho esto por nosotros, y mientras no nos regocijamos en la muerte, no debemos temerle.

La muerte es en cambio lo que da firmeza a esta vida, un signo que nos señala nuestro verdadero hogar en el cielo, porque somos invitados o inquilinos aquí, y finalmente lo dejaremos por nuestros propios hogares.

En lugar de conquistar la muerte con la tecnología – una propuesta de la que muchos son bastante escépticos -, deberíamos darnos lugar para vivir la vida así, y prepararnos para una buena muerte.

Veamos algunas estrategias transhumanistas más.

favelas

   

LA FABRICACIÓN DE UN HOMBRE ECOLÓGICO

El Director del Programa de Maestría en Bioética en la Universidad de Nueva York Mateo Liao ha publicado un artículo titulado Humanos Hechos a Mano pueden ser la Clave para Salvar al Mundo”.

Afirmando que, con el fin de luchar contra el cambio climático, causado por el hombre, debemos considerar “crear un pueblo amistoso para la Tierra” por medio de las “ingeniería humana”.

Liao propone una serie de intervenciones científicas:
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Desde intolerancia a la carne inducida farmacéuticamente al “diagnóstico genético preimplantacional” para la creación de niños pequeños con mejoras cognitivas, que pudieran causar que las mujeres dejen de quedar embarazadas.
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Y dice que no son sólo “posibles” en el “futuro cercano”, sino que tendrían “un gran atractivo”.

El documento propone la idea de que los padres den hormonas a sus hijos con el fin de detener su crecimiento.

Junto con la adopción de políticas donde la gente tenga que decidir si quiere o no “un niño grande, dos hijos medianos, o tres hijos pequeños”.

Aunque tales “mejoras” supuestamente serían voluntarias, Liao sugiere vender su idea orando por las personas que viven en una depresión económica mundial, ofreciendo incentivos fiscales y asistencia sanitaria gratuita a cambio de la modificación biomédica propuesta.

La razón por la que los seres humanos deben ser científicamente editados, según Liao, es que la ciencia de la geoingeniería “parece demasiado arriesgada” para el planeta.

Pero los experimentos científicos sobre la gente, sin embargo, él cree al parecer que son 100 por ciento confiables.

   

LA FABRICACIÓN DE UN HOMBRE TRANSBIOLÓGICO

Pero hay otra línea de trabajo que considera, que como el ser humano está ya obsoleto, se plantean crear una nueva humanidad con la transbiología.

Por varios caminos distintos, grupos relacionados con el ocultismo, la new age y la masonería por un lado, y con la biología, la cibernética y la nanotecnología por otro lado, están marchando hacia la creación del transhumanismo.
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Para generar nuevas generaciones de seres humanos hibridados con otros materiales genéticos y de máquinas proyectados para ser “casi inmortales” y con capacidades sin precedentes en la especie.

Una línea de trabajo es la unión de la raza humana con las máquinas.

   

DESARROLLO DE HOMBRE HIBRIDADO CON LAS MÁQUINAS (SINGULARIDAD)

El Congreso Internacional del Futuro global 2045, dirigido por el icónico futurista Ray Kurzweil, presenta una visión cruda del futuro para la neo humanidad.
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Donde la cibernética, la nanotecnología y otras tecnologías emergentes reemplazarán a la humanidad.

Esta una visión transhumanista abierta surgió de los círculos darwinistas dirigidos por personajes de la talla de TH Huxley y sus nietos Julián, quien acuñó el término transhumanismo, y Aldous Huxley, autor de “Un mundo feliz”.

Resistiendo el rápido cambio en la sociedad, la conferencia de 2045 sostiene, nada menos que un retorno a la Edad Media.

Rusia 2045 es un “movimiento estratégico social”, con fines de ‘evolucionar la humanidad’ y extender la vida hacia la eternidad.

El proyecto plantea un pronóstico para el desarrollo en los siguientes estadios:

Ahora se proponen crear nuevos centros para tecnologías cibernéticas para ampliar radicalmente la vida.
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Donde planteaban la “carrera por la inmortalidad” con la creación del avatar (copia robótica humana).
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Así como robots para reemplazar la mano de obra humana en la producción y el servicio.
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Robots de pensamientos controlados para las necesidades de viaje, coches voladores, sistemas de comunicaciones con el pensamiento implantados en los cuerpos.

Para el 2025 el grupo prevé la creación de un sistema autónomo para suministrar apoyo vital para el cerebro para que sea capaz de “interactuar con el medio ambiente”, cerebros trasplantados en cuerpos avatar ampliando enormemente la vida y permitiendo las experiencias sensoriales completas

Entre 2030-2035, la aparición del “Re–Brain”, una ingeniería inversa del cerebro humano que ya está mapeado, donde la ciencia viene a comprender “los principios de la conciencia.”

Para 2035, el primer trasplante con éxito de la personalidad entre recipientes, “comienza la época de la inmortalidad cibernética.”

2040-2050 la llegada de los cuerpos hechos de nano-robots que pueden tomar cualquier forma, como organismos holograma.

2045-2050 traerá cambios drásticos en la estructura social y el desarrollo de la ciencia y la tecnología.

Es en esta época que la promesa original de las Naciones Unidas sobre el fin a la guerra y la violencia se vuelve a predecir, dando lugar a una “auto mejora espiritual” sin precedentes.

Una nueva era de neo-humanidad amanece, de acuerdo con el video.

Las fechas son lo de menos, lo importante aquí son los pasos que están siguiendo.

En el fondo, este transhumanismo representa una búsqueda esotérica de la divinidad.

Entronizados en ciertos círculos de la élite conectada a la masonería, el ocultismo y la ciencia / tecnología, en la que supuestamente la evolución de seres ‘éticamente’ superiores reemplazarán a los seres humanos menores.

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