Francisco recibió al presidente Putin, dos aliados naturales que tienen diferencias históricas

Un paso más en el proceso de acercamiento.

 

En un momento donde las agendas del Vaticano y Rusia se acercan más, Francisco recibió al Presidente Putin por unos 35 minutos e intercambiaron regalos con tono cristiano, como forma de expresar esas coincidencias.

 

francisco y putin

 

El acercamiento de ambas agendas se hizo más claro últimamente en la coincidencia de ambos pidiendo una salida negociada a la guerra de Siria, en la defensa de los cristianos perseguidos en el mundo, y en aspectos morales relacionados con el aborto y el lobby homosexual.

LA VISITA

El papa Francisco recibió al Presidente ruso Vladimir Putin el 25 de noviembre.

El presidente ruso, Vladimir Putin, llegó al Vaticano a las 17.35. Se encontró con Papa Francisco en la Sala de la Biblioteca del Palacio apostólico durante una entrevista privada que duró alrededor de 35 minutos, con el apoyo de dos intérpretes.

El mandatario (que fue recibido en 2000 y en 2003 por Juan Pablo II, y por Benedicto XVI en 2007) llegó con a la Santa Sede con una potente escolta, que atravesó en silencio las calles de Roma. Al final del encuentro con Papa Bergoglio, Putin, en compañía de los ministros rusos Sergei Lavrov y Sergei Shoigu, y del viceprimer ministro Arkady Dvorkovich, se reunió con el Secretario de Estado, monseñor Pietro Parolin.

LOS TEMAS TRATADOS

El argumento más importante del encuentro, según refiere una nota de la Santa Sede, fue justamente la situación en Siria. Lombardi indicó que el presidente Putin expresó su agradecimiento por la carta que le había enviado el Santo Padre en ocasión del G20 de San Petersburgo, en la que Bergoglio defendió la vía pacífica y diplomática en contra de la intervención militar occidental en el país devastado por la guerra.

«Ha sido subrayada la urgencia de hacer cesar las violencias y de llevar a la población la asistencia humanitaria necesaria, así como favorecer iniciativas concretas para una solución pacífica del conflicto, que contribuya al camino de la negociación e involucre los diversos componentes étnicos y religiosos, reconociendo su imprescindible papel en las sociedades».

En el encuentro, señala un comunicado de la Santa Sede,

«se ha expresado satisfacción por las buenas relaciones bilaterales y se ha hablado sobre algunas cuestiones de interés común, en manera particular sobre la vida de la comunidad católica en Rusia, resaltando la contribución fundamental del cristianismo a la sociedad».

«En este contexto, se ha mencionado la crítica situación de los cristianos en algunas regiones del mundo, así como la defensa y la promoción de los valores concernientes a la dignidad de la persona, y a la tutela de la vida humana y de la familia».

LOS REGALOS

Después del encuentro privado, el Papa Francisco y Vladimir Putin intercambiaron presentes. El Papa le regaló un mosaico con un paisaje de los Jardines Vaticanos. El presidente ruso, por su parte, le ofreció un ícono de la Virgen de Vladimir, una de las imágenes más veneradas por la Iglesia ortodoxa.

Mientras el Papa se alejaba de la mesita en la que se dejan los regalos, Putin lo detuvo para preguntarle: “¿Le gusta el ícono?”. Bergoglio respondió afirmativamente. Después Putin se persignó a la manera ortodoxa y besó el ícono mariano y el Papa siguió su gesto.

LA DIFERENCIA HISTÓRICA CON LA IGLESIA ORTODOXA RUSA

El presidente Putin llevó a Bergoglio los saludos del Patriarca de Moscú, Kirill, líder de la Iglesia ortodoxa rusa. Pero no hubo, según indicó Lombardi, ninguna invitación por su parte para que visitara el gran país euro-asiático, aunque, puntializó el vocero de la Santa Sede, nadie la esperaba.

El presidente Putin es un aliado muy estrecho el Patriarcado Ortodoxo en cambio, que no parece muy interesado en conocer a corto plazo al Papa de Roma. 

El problema pendiente entre ambas denominaciones está en el tema de la restitución de los bienes de la Iglesia Católica durante el comunismo, que fueron asignados a la Iglesia Ortodoxa.

Por lo tanto los acercamientos se han dado a través de su «ministro de Exteriores» el patriarca Hilarion por intermedio de quien envió regalos al Papa Francisco y se reunió con él más de una vez, la última hace apenas una semana, pero nunca se ha declarado explícitamente que el Patriarcado invitara al Papa a Moscú.

PUTIN ES PARTE DEL MILAGRO DE LA ORACIÓN DE LA IGLESIA CATÓLICA

El 7 de septiembre el Papa Francisco llamó a una vigilia de oración, con ayuno, por la paz den Siria, en momentos en que el presidente Obama estaba a punto de lanzar un ataque contra las fuerzas del presidente Assad.

En esa oportunidad Francisco dijo:

“Quisiera pedir al Señor, esta noche, que nosotros cristianos, los hermanos de las otras religiones, todos los hombres y mujeres de buena voluntad gritasen con fuerza: ¡La violencia y la guerra nunca son camino para la paz!”.

Las palabras de la paz, señaló Francisco, son

“perdón, diálogo, reconciliación, tanto en la amada nación siria, en Oriente Medio, en todo el mundo”.

“Recemos esta tarde por la reconciliación y por la paz, contribuyamos a la reconciliación y a la paz, y convirtámonos todos, en cualquier lugar donde nos encontremos, en hombres y mujeres de reconciliación y de paz. Amén”.

Esta plegaria tuvo amplia repercusión mundial, y apareció inmediatamente después el «milagro» de Putin, quien ofreció una buena estrategia de salida al presidente Obama, que no podía hacer otra cosa que aceptar, y con ella se desactivó el peligro de invasión norteamericana a Siria.

Esto pareció una jugada de tándem entre Francisco y Putin, porque ambos apostaron a lo mismo y salieron fortalecidos con la victoria diplomática.

COINCIDENCIAS EN EL TEMA DEL ABORTO

El aborto es uno de los temas donde el Vaticano y el gobierno ruso tienen más afinidad.

Un hecho significativo fue que el presidente ruso, Putin promulgó la semana pasada una ley que prohíbe la publicidad del aborto en un intento de incrementar la natalidad en un país afectado por el alarmante envejecimiento de su población.

La nueva ley prohíbe la publicidad de todos los servicios médicos destinados a acabar con la vida de los no nacidos, según informa el Kremlin en su página web. La Duma o congreso de diputados de Rusia aprobó el 15 de noviembre esta ley, que recibió el respaldo del Senado el pasado día 20, según las agencias locales.

En su momento, la Duma aprobó una ley que limita el aborto, pero rechazó las propuestas de la Iglesia Ortodoxa Rusa que demandaba, entre otras cosas, el permiso del marido.

Actualmente, los abortos sólo pueden ser practicados durante las primeras doce semanas de embarazo, con la excepción de las mujeres que no pueden mantener al niño, que podrán abortar durante las primeras 22 semanas.

Además, la ley estipula un período de dos a siete días, conocida como la “semana de silencio”, para que la mujer pueda reconsiderar su decisión de matar a su hijo no nacido.

Según el Ministerio de Sanidad, Rusia tiene uno de los índices más altos del mundo con más de un millón de abortos anuales, aunque otras fuentes hablan de varios millones, cifra que multiplica varias veces las de los países occidentales.

De acuerdo con las estadísticas oficiales, las mujeres rusas se someten a una media de dos abortos a lo largo de su vida y un 20 % de las parejas son incapaces de tener hijos debido a abortos mal practicados.

El número de abortos aún era más alto durante la era soviética, ya que, ante la falta de preservativos o el desconocimiento de los métodos anticonceptivos, ésta era el único método de planificación familiar.

Fuentes: Agencias, Signos de estos Tiempos

 

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