¿Un paso hacia la rehabilitación de una teología cuestionada?
El miércoles el papa Francisco dio un paso muy importante hacia la rehabilitación de la Teología de la Liberación, recibió a su fundador, el dominico peruano Gustavo Gutierrez, pero en un escenario totalmente diferente al de la década de los ’70 en América Latina; ni la iglesia católica, ni la teología de las liberación de los ’70 son las mismas; y el escenario ideológico y político mundial y de América Latina han cambiado dramáticamente al que se producía durante la guerra fría.
Ya no hay guerra fría y hoy la Iglesia no está enfrentada a Rusia, por el contrario; se desplomó el socialismo real, la intelectualidad izquierdista y marxista, sufriendo una crisis de identidad, comenzó a basar su estrategia en el aborto, la ideología de género, la homosexualidad; y la apología de la violencia y el análisis marxista fueron perdiendo peso en la teología de la liberación y también en la política de América Latina en general. El fenómeno de los curas revolucionarios que predicaban la lucha armada se fue desvaneciendo y la mayoría de ellos han ido muriendo o están viejos.
Y Gustavo Gutierrez siempre se cuidó de los excesos, como la apología de la lucha armada y el análisis marxista en base al materialismo dialéctico.
UN ENCUENTRO ENTRE FRANCISCO Y GUTIÉRREZ
El papa Francisco recibió el miércoles por primera vez al sacerdote dominico peruano Gustavo Gutiérrez, considerado el padre de la Teología de la Liberación, informó el jueves la oficina de prensa del Vaticano.
Se trata de una audiencia privada que no fue anunciada oficialmente. Este encuentro se considera un paso hacia la rehabilitación total de la Teología de la Liberación, corriente de la Iglesia católica que nació en América Latina en los años 70 y que durante mucho tiempo fue observada de manera sospechosa por el Vaticano, que temía inclinaciones marxistas.
La publicación L’Osservatore Romano le dedicó la semana pasada un amplio espacio, con motivo de la salida en Italia de un libro ya publicado en 2004 en Alemania, «De parte de los pobres, Teología de la Liberación, teología de la Iglesia». Sus autores son el arzobispo alemán Gerhard Ludwig Muller, actual prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, y el dominicano Gutiérrez, de 85 años.
El enfrentamiento entre el Vaticano y la Teología de la Liberación data del pontificado de Juan Pablo II, quien en 1979 declaró que
«una concepción de Cristo como político, revolucionario, como el subversivo de Nazaret no corresponde a la catequesis de la Iglesia».
El prefecto para la Doctrina de la Fe de entonces, Joseph Ratzinger, futuro Benedicto XVI, llamó al orden a varios teólogos, entre ellos al brasileño Leonardo Boff, a quienes reprochó que aprobaran la lucha de clases y la violencia revolucionaria, concepciones que perdieron fuerza tras la caída del comunismo
El papa Francisco, defensor de una Iglesia de los pobres, siempre ha sido crítico con estos teólogos por las mismas razonas que su predecesor.
Sin embargo, según Muller, aunque Ratzinger criticó la Teología de la Liberación en sus documentos doctrinales de 1984 y 1986, también reconoció intuiciones justas, principalmente la preferencia a los pobres..
¿REHABILITACIÓN DE LA TEOLOGÍA DE LA LIBERACIÓN?
El encuentro es un paso más en la posible rehabilitación la corriente teológica, cuya base – despojada del marxismo propio de la época en la que surgió, el período de Guerra Fría y de la justificación de la violencia – tiene cierta familiaridad con la teología de Francisco: la opción preferencial por los pobres, los marginados, los que no tienen nada.
El siguiente paso, según distintas fuentes, sería la inclusión de Gutiérrez – que jamás ha sido condenado por la Iglesia – en el grupo de expertos de la Comisión Teológica Internacional.
«Él me recuerda mucho a Juan XXIII», afirmó en unas declaraciones a Vatican Insider el teólogo peruano, quien señala que «pienso, que tal vez, él esté llevando adelante el Evangelio, no exactamente una teología, al máximo, una teología próxima a la Teología de la Liberación. Hablar de la importancia del pobre, del compromiso, de la solidaridad con los pobres… Eso viene del Evangelio. La teología de la liberación apenas recordó esto, no lo creó: ¡Está en el Evangelio! Y el papa es muy evangélico, su modo de actuar lo manifiesta».
Tal vez, dentro de ese Evangelio que une a todos los seguidores de Jesús, es donde haya que insertar ese abrazo que ayer volvió a reunir al Obispo de Roma y a la Teología de la Liberación. Después de tres décadas de incomprensión y condenas, el paso dado ayer denota una vez más los nuevos aires que se vislumbran en el Vaticano. En unaprimavera que hoy cumple seis meses.
Fuentes: Agencias, Signos de estos Tiempos