Pero queda una última frontera, su idoneidad como padres.

 

Con la tecnología de células madre en constante avance, el sueño de gametos artificiales (o sintéticos) está cada vez más cerca. En septiembre, la Universidad de Maastricht, en Holanda, organizó una conferencia sobre «Los gametos artificiales: Ciencia y Ética» (sin papeles disponibles en este momento).

 

pareja homosexual que inscribio a su hijo en argentina

 

La creación de gametos artificiales representaría el triunfo de la tecnología sobre las limitaciones de la reproducción natural. Ahora que parece factible hacer que células adultas se vuelvan a un estado pluripotente, por lo que las mujeres podrían hacer espermatozoides y los hombres podían hacer huevos. Eventualmente podría ser posible hacer gametos a medida de cualquier muestra de tejido.

En los animales, los gametos proceden de la llamada línea germinal, diferenciada en etapas tempranas del desarrollo, y se llaman óvulo al femenino y espermatozoide al masculino. Una vez fusionados producen una célula denominada cigoto o huevo fecundado.

SOLUCIÓN PARA GAYS Y LESBIANAS

La última contribución a este debate a fuego lento es un documento en el Journal of Medical Ethics de Timothy F Murphy, de la Facultad de Medicina de Chicago en la Universidad de Illinois. Argumenta que los gametos artificiales son ideales para parejas de gays y lesbianas. Si existieran, uno de los principales argumentos en contra de padres homosexuales desaparece: que los niños no están relacionados con al menos uno de sus padres. 

«Los gametos sintéticos hacen plantear cuestiones de ética en lo que se refiere a la paternidad para los hombres gay y mujres lesbianas», escribe, «pero estas son en gran medida las cuestiones de acceso y equidad, y no cuestiones de la idoneidad de los padres y / o el bienestar del niño».

Por supuesto, no es «natural» reproducir de esta manera, pero el doctor Murphy cita la autoridad de un artículo de 2004 en la revista Science del especialista en bioética utilitaria, el británico John Harris y el científico de células madre italiano Giuseppe Testa que sostienen que

«no hay una razón a priori para preferir lo natural, lo natural per se es moralmente neutral. Toda la práctica de la medicina es una iniciativa de gran alcance para frustrar el curso de la naturaleza«.

UNA ÚLTIMA FRONTERA DE LA BIOÉTICA

El razonamiento del Dr. Murphy hace que este futuro parezca prácticamente inevitable.

Si las compañías de seguros en los EE.UU. cubren los tratamientos de infertilidad en las parejas heterosexuales, ¿hay alguna razón moralmente convincente de que no se deban extender los mismos beneficios a las parejas de distinto sexo, algunas de los cuales están en matrimonios legítimos?

Después que la novedad de los gametos sintéticos se desvanezca, queda el campo de la bioética, y quizá aún haya una última frontera para persuadir de que hombres y mujeres homosexuales no son iguales que todos los demás en lo que respecta a idoneidad como padres.

Fuentes: Bioedge, Signos de estos Tiempos

 

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