Esto lo puedes ver en las publicaciones del Vaticano.
Y en las noticias de los medios católicos.
Verás que los milagros y signos que Jesús prometió después de su ascensión, como que cesaron.
No se ven, no se mencionan, no se consideran, y se tildan a veces como infantilismos religiosos.
Esto sucede porque no hay apertura a lo místico y sobrenatural.
O como decimos nosotros, no se aplican las categorías cristianas al análisis de los sucesos.
Y se aplican sólo categorías materialistas espiritualizadas.
El único milagro que la mayoría está dispuesto a creer literalmente es la transformación del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Jesús en la consagración en las misas de todo el mundo y a cada momento.
.
¿Pero sólo a este milagro se refería Jesús cuando decía a los apóstoles “ustedes harán cosas todavía mayores de las que yo he hecho” (Juan 14)?
Probablemente esto obedece a un Plan Maestro orquestado por el enemigo para vaciar la fe de los creyentes.
.
Porque en realidad no le molesta que la gente siga al profeta Jesús, sino al hijo de Dios.
Hay un gran número de sistemas que ofrecen una forma moral de la vida, desde el estoicismo al taoísmo.
Sin embargo, ninguno de ellos ofrece la salvación.
Ninguno de ellos ofrece el perdón divino de los pecados.
Ninguno de ellos ofrece la adopción espiritual por Dios.
Si todo lo que quieres de la Cristiandad es un sistema moral para tranquilizar tu bondad básica, estás vendiendo el cristianismo y te quedas corto.
¿O acaso Jesús no dijo esto consciente que hacía milagros para llamar la atención a su palabra para la conversión de la gente?
“Entonces Jesús comenzó a recriminar a aquellas ciudades donde había realizado más milagros, porque no se habían convertido.
¡Ay de ti, Corozaín! ¡Ay de ti, Betsaida!
Porque si los milagros realizados entre ustedes se hubieran hecho en Tiro y en Sidón, hace tiempo que se habrían convertido, poniéndose cilicio y cubriéndose con ceniza” (Mt 11 20-22).
Esto es para discernir.
HAY ALGO QUE NO CIERRA
El cristianismo tiene una base sobrenatural en la medida que creemos en un hombre que esta sobre la naturaleza y que es Dios, y que está en los cielos.
Además la Biblia es compendio de milagros, especialmente el Nuevo testamento.
Es más, la Biblia se abre con el milagro de la creación (Génesis) y se cierra con el milagro de la regeneración de la creación en los cielos nuevos y la tierra nueva (Apocalipsis).
Pero el aspecto sobrenatural de la fe parece como que se ha ido disolviendo y nos estamos quedando con el Cristo profeta, el sabio que vino a enseñarnos como vivir.
¿No resulta un poco extraño que algunas personas crean que en tiempos pasados:
.
-Dios le habló a un hombre llamado Noé,
.
-palos se convirtieran en serpientes por hombres como Aarón y Moisés,
.
-el maná cayó del cielo,
.
-pilares de luz aparecieron día tras día como orientación,
.
-las estrellas se movían, el Mar Rojo se abrió,
.
-Elías mandó fuego del cielo,
.
-los diez mandamientos se encontraron grabados en piedra,
.
-los ángeles se hicieron visibles (en lugares como Sodoma),
.
-un burro habló,
.
-el agua se convirtió en sangre,
.
-la lepra fue sanada instantáneamente, se cumplieron profecías,
.
-los muros de Jericó cayeron a un comando,
.
-un mudo y epiléptico y los que sufrían de hidropesía o ceguera fueron sanados por un hombre llamado Jesús,
.
-el mismo que caminó sobre el agua y convirtió el agua en vino,
.
-echó fuera demonios, profetizó, resucitó a los muertos,
.
-causó que redes se llenaran con pescado, o un pescado le diera una moneda,
.
-multiplicó los panes, y así sucesivamente,
.
y que algunos crean todas estas cosas y más y sin embargo, no consideran que una estatua llora o aparece la Virgen o un demonio es echado fuera en nuestro propio tiempo?
Hay una desconexión. Hay algo que no cierra.
ESTÁ AUMENTANDO EL ESPESOR DEL VELO
Están en lo cierto los escépticos en la medida en que son cautelosos.
La precaución es siempre buena.
Hay una cosa llamada imaginación. Hay tal cosa llamada ilusión. Está el engaño.
Incluso la mayoría bien intencionada puede ser engañada. Todos somos susceptibles.
Pero, ¿cuándo la cautela, cuándo la lógica, cuándo el “racionalismo”, tan cacareado se vuelve en criticidad sin sentido y negativismo?
¿Cuándo hay ceguera espiritual?
Como el escritor cristiano llamado Perry Stone señala:
“Pablo escribió que hay un velo, similar a las costras, en los ojos de nuestro entendimiento.
.
Que nubla la luz de la revelación de Dios para que no entre en nuestra mente y nos ilumine con una visión de cambio de vida.
.
Si vivimos detrás de este velo, entonces nunca sabremos o experimentaremos lo mejor de Dios para nosotros”.
“Este velo, a veces se manifiesta como una falta de interés en las cosas espirituales.
.
Una falta de brillo en nuestro entendimiento.
.
O un espíritu de incredulidad hacia la idea de manifestaciones basadas en la Biblia.
.
Pero debe ser levantado para experimentar lo que no se ve”.
“Hay una cubierta de algún tipo sobre nuestros ojos, que nos impide ver la actividad del mundo de los espíritus.
Sin embargo, cuando dormimos, todavía somos capaces de ver las imágenes a través de sueños o visiones.
En la Escritura, hombres como el Apóstol Juan registró estos sueños y visiones”.
Sin embargo, en nuestra época moderna y racional, lo descartamos.
En cambio, “intelectualizamos”. Cuando nos mofamos.
Cuando nos comportamos un poco como fariseos. Cuando tenemos arrogancia.
¿TODO SE DETUVO?
Basamos nuestra fe en los dunamis (poderes) del Nuevo Testamento y del Antiguo – señales, maravillas.
.
Pero de alguna manera postulamos que todo se detuvo.
.
Que (contrariamente a lo que Jesús prometió) el Espíritu Santo terminó sus maravillas hace dos años mil años.
.
Cuando, en el mayor de los milagros, Cristo resucitado, ascendió a los cielos.
Eso, por supuesto, tiene falta de lógica.
No hay duda: hay una división entre la Iglesia institucional y la mística.
Y volvemos a la pregunta inicial ¿que ha sido de los signos y milagros que Jesús prometió luego que ascendió?
Algunos responden que no hay milagro más poderoso que la trasformación del pan y el vino en el cuerpo y la sangre de Jesús en la consagración en las misas de todo el mundo y a cada momento.
¿Es sólo a este signo y milagro que se refería Jesús cuando prometió a los apóstoles ‘ustedes harán cosas todavía mayores de las que yo he hecho’ (Juan 14).
¿Por qué quedarnos sólo con este milagro si probablemente Jesús sigue haciendo milagros?
LOS MILAGROS BÍBLICOS TODAVÍA SE PRODUCEN
Es extraordinario ver hoy que muchísimos católicos creen o profesan aceptar los milagros de la Biblia.
Pero parece que para ellos, estos milagros se detuvieron hace 2.000 años ¿pero no hay hoy milagros?.
Esto es desconcertante porque en la partida Jesús les dijo a los que le seguían que harían lo que él hizo y que enviaría al Espíritu Santo para empoderar las maravillas.
¿Qué ocurrió, los Apóstoles no vivieron una vida de milagros?
La extraordinaria verdad es que los mismos milagros que se ven en la Biblia han sido reportados, en alguna proporción, en algún nivel, de alguna manera, en nuestro tiempo.
.
Lo que no sólo autentifica la Escritura, sino que trae la verdadera fe viva.
¿Caminar sobre el agua? Dicen que un monje bajo San Benito corrió sobre el agua (para salvar a un hombre que se ahogaba).
Al igual que Santa Paula atravesó un estrecho en 1464.
Santos, como José de Cupertino (1603-1663) se hicieron famosos por elevarse desde el suelo (levitación).
Más recientemente, testigos aseguraron que había momentos en que la mística venezolana María Esperanza se elevó varios centímetros del suelo durante la consagración, o diciendo las Estaciones de la Cruz.
Su cabeza de pronto estuvo por encima de los que la rodeaban, aunque ella era una mujer de baja estatura.
Lo mismo se reporta del Padre Pío.
¿Multiplicación de los panes? Nadie va a repetir lo que Cristo realizó a lo largo de las costas de Galilea.
Nunca vamos a alcanzar su nivel.
Pero en una ciudad fronteriza en Texas hubo una misión católica carismática, con decenas de casos muy bien documentados en que los alimentos que se repartían a los “más pobres de los pobres” parecían multiplicarse.
Y también puede mencionarse la multiplicación del vino de Alcobendas, ver aquí.
Hay curaciones. Jesús fue famoso por eso, y desde su tiempo ha habido muchas curaciones sobrenaturales bien documentadas que desafían la sinopsis, por ejemplo las que operó el padre Emiliano Tardif.
No se trata sólo de Lourdes (aunque se puede empezar por ahí).
No hay una sola enfermedad grave que ha no haya sido curada de manera inexplicable (incluidos tumores inoperables del tamaño de pomelos; nunca perder la esperanza).
Muchas de ellas se han registrado en Medjugorje.
Hay apariciones.
.
Jesús y dos de sus apóstoles se encontraron con Elías y Moisés en el Monte Tabor.
.
Como en nuestro tiempo ha habido quienes se han encontrado con la Virgen María y Jesús o han escuchado su voz en algunos casos.
.
Los Foros de la Virgen María están repletos de informes de apariciones de la Virgen María y otros milagros.
Hubo y hay ángeles. Hubo y hay sueños premonitorios.
Hubo y hay materializaciones (como el maná, y como en el aceite de exudado de una estatua).
Está por ejemplo el Angel de Portugal que le dio la comunión a los pastorcitos de Fátima.
Y en decenas de experiencias cercanas a la muerte, se cuenta la intervención de ángeles guiando a las personas por el cielo, el infierno o el purgatorio, presentes en la revisión de sus vidas, peleando con demonios y más.
¿Humo proveniente de las montañas sagradas? Esto ha sido reportado en sitios de apariciones.
¿La Zarza ardiente? Ha habido incendios con cientos de testigos donde algunas zonas de fe no fueron quemadas.
Estuvo la paloma vista en el bautismo de Jesús; grandes palomas luminosas han sido testificadas en sitios de apariciones (desde El Cairo a Bosnia-Herzegovina).
¿Las llamas de Pentecostés? Estas han sido fotografiadas en misas católicas y durante curaciones carismáticas.
El hablar en lenguas, lo que una vez más es frecuente en nuestro tiempo. ¿No era el don de lenguas?
¡La lista es interminable!
Hubo la posibilidad de ver a distancia (o la clarividencia, y no en el sentido oculto). Una vez más, tenemos informes modernos.
Hubo expulsión de malos espíritus. Este es quizás el más frecuente milagro del Nuevo Testamento. ¿Y qué de los exorcismos de hoy?
Nadie puede hacerlo como lo hizo Jesús. Pero tenemos nuestros ministerios de liberación. Tenemos exorcismos. Esto ha ocurrido durante los últimos veinte siglos.
¿No tenemos santos que, como Jesús, han aparecido aquí y allá, sin transporte normal o sea en bilocación?
Así como Tomás tocó el costado de Jesús, ¿no hay casos (raros, pero existen) en los cuales personas han tocado la Santísima Virgen y sentido como si ella fuera física (o han sido tocados por un ángel)?
La Biblia vive y todavía nos habla (o debería hacerlo, a menudo de una manera diferente cada vez).
Lo que tenemos que hacer es leerla. Lo que tenemos que hacer es penetrar en su interior
¿Y qué hay del milagro espectacular de resucitar a los muertos?.
Ciertamente hay informes de católicos y otros cristianos que han orado por seres queridos en muerte clínica, incluso cuando se pusieron en el rigor mortis,
Uno de ellos fue documentado por un cardiólogo de la Florida llamado Dr. Chauncey Crandall, quien fue noticia hace varios años por “levantar” a un hombre que había sido declarado muerto en Palm Beach Garden Hospital (a través de la oración).
Y escribió un libro acerca de tales acontecimientos asombrosos y otros milagros.
MILES DE MILAGROS VEMOS EN EL TRANSCURSO DE NUESTRA VIDA
«Que muero porque no muero» decía Santa Teresa de Ávila en uno de sus poemas, anhelando la trascendencia que su espíritu reclamaba, aun encerrado en un cuerpo mortal.
Y es que los creyentes nos movemos como aquella leona de dos mundos de la película.
Tenemos nuestra realidad vital aquí en la tierra, pisamos el suelo con nuestros pies, realizamos todas nuestras funciones acá.
Estudiamos, trabajamos, nos alimentamos, nos vestimos, nos divertimos.
Pero una parte de nosotros está y no está.
No es un desdoblamiento de nuestra personalidad.
Es que nosotros tenemos bien claro que hay una parte muy nuestra, que es el alma, cuya función es trascender.
Y esa parte tan importante, necesita también su alimento, necesita oxigenarse, elevarse, está desde siempre llamada a eso.
Y es en este doble papel que cumple nuestra existencia, que nosotros podemos pedir y nos es dado reconocer un milagro.
Grande o pequeño. De todos hubo, hay en el presente y habrá en el futuro.
No puede existir un cristiano que no crea o niegue los milagros.
Son miles de ellos los que acontecen en el período de una vida.
Solo hay que estar con los ojos bien abiertos y el corazón dispuesto.
Y seguramente nos sorprenderemos.
Porque nuestro buen Dios está siempre a nuestro lado.
En las pequeñas circunstancias de nuestra cotidianeidad.
Suceden y suceden continuamente, pero no los reconocemos de inmediato
Muchas veces vuelven a nuestra memoria circunstancias especiales que tomamos como normales.
Un apagón fortuito justo cuando un hijo pequeño está frente a un tomacorriente con algo metálico.
Una demora inesperada llena de zozobra de los padres y una puerta dejada inadvertidamente sin llave al salir, que sirve para que hijos vueltos de la escuela entren en la casa en lugar de vagar por el barrio esperando el regreso de unos padres nerviosos que, imaginando desgracias, bajan corriendo del ómnibus.
O la confesión de una madre pobre muy devota, que durante quince años y más alimentó a su familia, compuesta de cinco personas con una sola porción de comida en cada almuerzo y cena. Muchachos que crecieron grandes y fuertes, deportistas, que nunca reclamaron repetir un plato y siempre quedaban satisfechos.
«Lo tomaba como algo natural…» me contaba la madre años después con lágrimas en los ojos, al darse cuenta que una vez idos sus hijos del hogar, ella y su esposo comían lo que antes ella repartía entre cinco.
«¡El Señor multiplicaba la comida dentro de sus cuerpos!», me repetía entre lágrimas.
Me resultó fácil creerle, porque también yo recibí infinitas ayudas de parte del Señor.
Y es por esa razón que uno debe agradecer y alabar continuamente al Altísimo.
Algún día nos mostrará y nos enfrentaremos a todas las veces que sin que lo notáramos, estuvo a nuestro lado para auxiliarnos.
Y si hemos sido agradecidos, con Su amabilísima Misericordia olvidará nuestras faltas y pecados, y nos recibirá en Sus brazos amorosos de Padre.
María de los Ángeles Pizzorno de Uruguay, Escritora, Catequista, Ex Secretaria retirada
¿Te gustó este artículo? Entra tu email para recibir nuestra Newsletter, es un servicio gratis:
|
Siempre tenemos que remitirnos a las Sagradas Escrituras. Jesús, según vemos en Marcos 1,5-6, no pudo hacer en Nazaret ningún milagro, porque no encontró ninguna fe. Y si recordamos bien cada ocasión de curaciones suyas, siempre Él lo hacía en premio a la fe del que le solicitaba ayuda, a veces incluso maravillándose de una fe grande. En la época actual, la gente sencilla sabe que existen milagros y cree en ellos. Pero , los «profesionales» de la religión, como son ellos los encargados de mantener la pureza de la fe y salvarla de extravíos, se vuelven muchas veces escépticos y descreídos. Gracias a Dios no son todos. Muchos sacerdotes están próximos a la fe sencilla y pura de la primera Iglesia y se maravillan de los prodigios que Nuestro Señor Dios aún hoy sigue haciendo. Ellos y muchos fieles son los brotes de la nueva humanidad, que una vez purificada estará preparada para las bodas del Cordero. Aleluya. Bendiciones