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Los vientos que traen tempestades.

 

La presentación de la mujer como objeto de deseo sexual en los medios de comunicación, o sea mostrar los rasgos más pornográficos de la mujer, es una tendencia que ha crecido fuertemente en el último medio siglo. Lo que genera el efecto demostración en las mujeres, que quieren ser como las que “les venden”. Pero esto no es gratis, no es un mero dato, sino que tiene consecuencias negativas.

 

 

Ésto dispara una serie de problemas sociales como violencia sexual, rupturas familiares, rechazos anti mujer, insatisfacción con el cuerpo en muchas mujeres, desordenes alimenticios para mostrar una figura apetecible sexualmente, disminución del apetito sexual y más.

PORNIFICACIÓN Y CONSECUENCIAS NEGATIVAS

Un estudio realizado por los sociólogos de la Universidad de Buffalo en los Estados Unidos de América, ha hallado que ha habido un alza en las imágenes “pornificadas” de las mujeres en los medios de comunicación populares.

Los investigadores están advirtiendo que estos hallazgos constituyen un motivo de preocupación, porque la investigación previa ha hallado que tales imágenes de las mujeres tienen consecuencias negativas tanto para  hombres como para mujeres.

Erin Hatton, uno de los autores comenta los resultados diciendo:

“Yo creo que es hora de que comience una discusión pública, nueva y acalorada, sobre la prevalencia de tales imágenes y de los problemas que causan. Y yo creo que habría un acuerdo a lo ancho de ambos lados del espectro político, de que estas imágenes son problemáticas”.

Sin embargo, hay que considerar que la célebre Marcha de la Putas tuvo como iniciadora a Heather Jarvis, en Canadá como respuesta directa al consejo de un oficial de la policía de Toronto de que las estudiantes mujeres “eviten vestirse como prostitutas”, para evitar problemas y ataques. La conclusión del policía está implícita en este estudio, sólo que algunos no la quieren admitir y lo ven como una agresión.

EL ESTUDIO PARA DETECTAR LA SEXUALIZACIÓN

Erin Hatton y Mary Nell Trautner, profesores auxiliares en el Departamento de Sociología de la Universidad de Buffalo/UB, son los autores del artículo titulado: ‘¿Igualdad de oportunidad en la objetificación? La sexualización de los hombres y las mujeres en la portada (de la revista) Rolling Stone’ (“Equal Opportunity Objectification? The Sexualization of Men and Women on the Cover of Rolling Stone”), publicado en la revista ‘Sexualidad y Cultura’ (Sexuality and Culture)

Hatton y Trautner examinaron más de 1,000 imágenes de hombres y mujeres en la revista de Rolling Stone desde 1967 hasta 2009. Ellas escogieron Rolling Stone porque

“es un medio de la cultura ‘pop’ bien establecido. No se trata explícitamente sobre el sexo o las relaciones humanas….y por tanto, el mismo brinda una ventana útil sobre el modo en que las mujeres y los hombres son generalmente presentados dentro de la cultura popular”.

Los autores midieron la intensidad de las representaciones sexualizadas, mediante el desarrollo de una ‘escala de sexualización’. La escala le dio a la imagen una cantidad de ‘puntos’ por ser sexualizada si los labios del sujeto estaban separados o si se mostraba la lengua, si el sujeto estaba solamente parcialmente vestido o desnudo, o si el texto con que se describía al sujeto utilizaba lenguaje sexual explícito.

LOS HALLAZGOS DEL ESTUDIO

Hatton and Trautner hallaron que en la década de 1960, el 11% de los hombres y el 44% de las mujeres en las portadas de Rolling Stone fueron sexualizadas. En la década de 2000, el porcentaje de los hombres que fueron sexualizados había aumentado en un 55% y el porcentaje de las mujeres en un 89% .  

En la década de 2000, hubo 10 veces más imágenes hipersexualizadas de mujeres que de hombres, y 11 veces más imágenes no sexualizadas de hombres que de mujeres”, dijo Hatton.

“Se ha hallado que las representaciones sexualizadas de las mujeres legitiman o exacerban la violencia contra las mujeres y las jóvenes, al igual que el acoso sexual y las actitudes anti-mujeres entre los hombres y los jóvenes”, dice Hatton. “También se ha visto que tales imágenes aumentan la tasa de insatisfacción con el cuerpo físico y los desórdenes alimenticios entre los hombres, las mujeres y las jóvenes. Incluso se ha visto que disminuye la satisfacción sexual tanto entre hombres como mujeres”.

“Aunque superficialmente estos hallazgos no son sorprendentes, ciertamente yo estaba sorprendida por la intensidad de la sexualización de las mujeres frente a la de los hombres”, le dijo Hatton a Lifesitenews/Notifam (LSN).

“Tales imágenes fueron atacadas en la década de 1970, pero desde entonces, nosotros, como cultura, no pensamos que ello es particularmente problemático”, ella dijo.

“La gente dice, ‘Bueno, ¿y qué es lo que uno puede esperar? ¡El sexo vende!’ O lo siguiente: ‘Nosotros somos una sociedad sexual.’ Pero si ése fuera el caso, nosotros no veríamos una diferencia tan dramática entre hombres y mujeres, Y no veríamos un aumento tan dramático en las imágenes hipersexualizadas de las mujeres, pero no de los hombre, con el paso del tiempo”.

Fuentes: Notifam, Signos de estos Tiempos

 

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