El mayor ataque del maligno en los últimos siglos [¿cómo protegerte?]

Abarcó a todo el mundo y durante más tiempo que ninguno.

El mundo se está sumiendo en una profunda oscuridad de forma acelerada.

Y esto no es sólo consecuencia de hombres malos que están tratando de imponer una nueva cultura perversa al mundo.

Detrás de ellos están seres inmateriales que los usan para sus proyectos de generar caos sobre el planeta y quitarse de encima o doblegar a tantos seres humanos como sea posible.

El miedo que se ha apoderado de la población mundial durante la crisis de salud, apalancado a través de los medios de comunicación, muestra en forma elocuente quién está detrás.

Porque el miedo es la antítesis de la confianza en Dios.

Y si estamos atrapados por el miedo, es porque no estamos dejando expresar al Espíritu Santo que trae paz a nuestra vida.

Y por lo tanto nos controlan los frutos del enemigo.

Toma conciencia de esto, nunca toda la población del planeta estuvo sometida durante tanto tiempo al miedo.

Aquí hablaremos sobre como está sucediendo el ataque del maligno en estos momentos y de qué formas podemos defendernos cerrando las puertas que tenemos abiertas a su influencia.

Y sobre el final hablaremos específicamente de los demonios que están actuando en esta crisis de salud y las oraciones para combatirlos.

Los exorcistas sostienen que en estos momentos los demonios se manifiestan más y los ataques demoníacos están sucediendo como nunca antes en la historia.

La falta de humildad en la gente, la apostasía, la maldad, los pecados cada vez más graves, están haciendo que los demonios se muevan a sus anchas.

Esto es un proceso que ha llevado tiempo.

Porque la cultura del ocultismo, el satanismo y la nueva moralidad perversa ha sido incentivado por las películas, series de televisión, videojuegos y libros, llevando el mundo espiritual a la oscuridad.

Mucha gente además no está al tanto de la guerra espiritual que se está librando entre el bien y el mal, y otros no creen directamente en la existencia del maligno, incluso dentro de la Iglesia.

El demonio no puede acabar de un plumazo con los seres humanos.

No tiene permiso para eliminar directamente al ser humano, eso se ve en los exorcismos, que podría hacerlo, pero Dios no lo deja.

¿Entonces qué es lo que quiere el demonio de nosotros?

El diablo quiere que nos postremos en la ansiedad y el miedo.

Quiere dominarnos para implantar su plan en toda la humanidad

Intenta establecer su control mediante la intimidación y el miedo.

Y eso lo logra a través de nuestros puntos débiles y puertas que le abrimos a los demonios.

Los puntos débiles más frecuentes en el hombre son siempre los mismos: orgullo, dinero y lujuria.

Y los demonios prosperan especialmente con la ira, la falta de perdón, la arrogancia y la desobediencia.

Mientras estas cosas estén en el corazón de la persona afligida, los demonios no se van a ir de al lado nuestro.

Lo que siempre hemos hablado es que la sexualidad pecaminosa, la pornografía, las adicciones, la adivinación y los recursos de la NewAge como el yoga, el reiki, el tarot son puertas de entrada.

También los tatuajes, especialmente si el tatuaje es una figura malvada o un símbolo oculto.

Y hacer juramentos o promesas a fuentes equivocadas.

Pero los demonios también se alimentan de nuestras heridas, son como un elixir para ellos.

Por ejemplo el autodesprecio y un temor generalizado.

Cuando una persona se odia a sí misma, los demonios lo usan como una puerta para entrar y aumentarlo para agarrarnos.

Y cuando otra persona está llena de temor y se vuelve loca ante el menor cambio o incertidumbre, le está mostrando sus heridas al demonio para que se alimente.

Si alimentas a los demonios, no se irán.

Pero normalmente los cristianos están cercados por Dios para que los demonios no puedan entrar en ellos.

Pero eso es sólo teoría.

O en todo caso depende de que tan bien agarrado a Dios estemos o qué tanta confianza en Él tengamos.

Porque cuando mentimos o incluso tal vez solo ocultemos u omitimos la verdad, estamos desprendiéndonos de los mandamientos de Dios

Y por más pequeño que sea el desliz, estamos permitiendo la entrada a los demonios.

Él es el príncipe del orgullo, y cuando nos demostramos altivos, arrogantes, egoístas, superiores, duramente críticos, llevando chismes, groseros, abrimos puertas a la oscuridad.

¡Incluso cuando nos sentimos orgullosos de no tener orgullo!

Todas estas cosas son exacerbadas por el maligno y nos vamos cada vez más fuera del equilibrio sin darnos cuenta, en una pendiente resbaladiza.

Pero el Espíritu Santo nos permite saber cuando estamos fuera de equilibrio, o sea cuando crece una ruptura en nuestro espíritu, que puede servir como puerta de entrada a los espíritus que buscan ingresar.

A menudo podemos sentir como pesadez. Un repentino oscurecimiento del estado de ánimo. Confusión. Hostilidad. Ansiedad. Insomnio. Depresión. Temores permanentes.

Debemos escuchar su silbato.

Incluso trastornos mentales, que antes se creía que eran a causa de una enfermedad, ahora científicos se están dando cuenta que el origen puede ser espiritual.

Kemal Irmak acaba de publicar un artículo en el Journal of Religion and Health que explora el vínculo entre la esquizofrenia y la posesión demoníaca.

Pero también el ataque puede venir por la infestación de objetos que tenemos.

¿Has hecho una limpieza espiritual de tu casa cuando has sentido algo espiritualmente extraño?

Por ejemplo regalos de personas con las que has terminado la relación, que podrían habertelos dado con una maldición.

U objetos que te vienen de tus padres o abuelos.

Hay que discernir y orar sobre cada objeto, porque las maldiciones generacionales pueden estar actuando allí.

O por ejemplo ropa que a menudo se hace en otro país.

Debes explorar si sientes áreas oscuras en tu hogar.

El padre Chad Ripperger contó que en un caso él estaba buscando expulsar a un demonio de la propiedad de una persona, que se había infestado, pudo lograr que el demonio revelara que solo tiene permiso para meterse con la propiedad, pero no tiene derechos sobre ella.

Y reveló que la persona tiene que declarar claramente su autoridad sobre la propiedad para ayudar a romper el control del demonio.

Por ejemplo «vete de mi propiedad»

Además, el demonio le dijo que consagrar la propiedad a Nuestra Señora la bloquea completamente para que actúen en ella.

De modo que podemos defendernos porque el demonio se mantiene alejado del que alimenta su fe, del que frecuenta los sacramentos y desea vivir con devoción.

¿Por qué? Porque el demonio le tiene terror a todo lo que tenga olor a santidad.

Satanás teme a los hijos de Dios, a aquellos que buscan conformar sus vidas a Jesús.

El diablo es consciente de que es más fuerte e inteligente que nosotros, pero también sabe que no estamos solos en la lucha contra él.

Esa es nuestra defensa aún en momentos de un ataque tan amplio y sostenido durante la crisis de salud.

Por ejemplo, Don Bosco, uno de los mayores santos del siglo XIX, liberó a una niña de la posesión simplemente entrando en la capilla vestido con vestimentas sagradas para celebrar la Misa.

Es que El diablo teme a los santos y su santidad.

Y también a los sacerdotes y las vestiduras sacerdotales: estolas, albas, casullas.

Los demonios son torturados por cualquier cosa sagrada.

Una de las mayores torturas es entrar en una Iglesia Católica. A muchas personas poseídas les resulta casi imposible hacerlo.

Los demonios tratan desesperadamente de impedirles la entrada.

Y buscan impedirles por todos los medios que vayan a misa y especialmente comulgar.

Algunos exorcistas tocan campanillas benditas durante un exorcismo para hacerle recordar al demonio las campanas de la iglesia.

Ellos no soportan el agua bendita, les quema.

Y es doloroso para ellos ver una imagen de la Virgen María y ni siquiera pueden decir su nombre, la nombran como Ella o esa Mujer.

Entonces todo lo que nos acerque a Dios nos protege y nos aleja del maligno.

Los sacramentos, como la confesión, la comunión, las oraciones, los sacramentales, la sal, el aceite y el agua exorcizados son una ayuda eficaz contra los demonios.

Y en la medida que el coronavirus es tanto una crisis médica como espiritual, la oficina de exorcistas de Filipinas identificó los espíritus malignos que están actuando en la pandemia, adheridos a la crisis de salud.

Ellos son los siguientes: espíritu de muerte, de enfermedad, de desesperación, de confusión o caos, de división, ansiedad, avaricia, injusticia, miedo, ira, odio, lujuria, pereza y orgullo.

Y recomendaron recitar diariamente esta oración:

«Les alejamos de nosotros, quienquiera que sean, espíritus inmundos, espíritus de muerte, enfermedad, desesperación, confusión, división, ansiedad, avaricia e injusticia, miedo, ira, odio, lujuria, pereza y orgullo.

A todos los poderes satánicos, a todos los invasores infernales, a todas las legiones, asambleas y sectas malvadas.

En el Nombre y por el poder de Nuestro Señor Jesucristo, que sean arrebatados y expulsados de la Iglesia de Dios y de las almas hechas a imagen y semejanza de Dios y redimidas por la Preciosa Sangre del Divino Cordero»

Y también recomendaron repetir al menos 12 veces por día la orden para que se marchen «vade retro satanás».

Bueno hasta aquí lo que te queríamos contar sobre el accionar del demonio en estos tiempos, alertarte sobre las puertas que pudieras abrirles, y cuales son los instrumentos a tu alcance para defenderte, incluyendo las oraciones contra los espíritus malignos que actúan en la crisis de salud.

Y me gustaría preguntarte si durante la crisis de salud te ha atacado alguno de los espíritus malignos que descubrieron los filipinos y como te has defendido.

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