Mensajes de Nuestra Señora y Madre de la Conversión, agosto y septiembre 1995

4 DE AGOSTO DE 1995

Mensaje de la Santísima Virgen – 9 : 42 PM

Soy  vuestra Madre Amorosa

En este día vengo también a vivir con vosotros estos tiempos de sufrimientos y constante ecumenismo “el gran sufrimiento de la iglesia”. La persistente espada mortal contra el Papa, los obispos, sacerdotes y todo el cuerpo místico de mi Hijo Jesús.

Os vendrán en dos años unas duras pruebas. Una verdadera apostasía eclesial.

Se perderá el amor por la eucaristía. Religiosas, sacerdotes y ministros de la santa iglesia, formaran un cenáculo oscuro, vendrá una dura batalla de unificación, el pecado tocara los altares, el pueblo elegido se separara.

La copa de mi hijo os derramará gota a gota la maldad.

Solo os miro con ternura y alegría. Os conduzco por el camino de la reconciliación  entre vosotros. Vuelvo a vos con todo mi amor, permaneced en profunda oración, no salgáis a la calle vendrán días oscuros, recogeos con todos mis pequeños.

Haced una verdadera contrición y  confesión.

Abandonaos en mi Inmaculado Corazón doloroso, estaréis conmigo en el nuevo mundo, seréis mas pequeños que ahora,  purificaré, pero rezad por vuestros hermanos separados, no  juzguéis. El juicio llegara a cada uno independientemente, solo cumplid los mandamientos de mi Hijo, y  renovara el Salvador una Iglesia nueva, será más fuerte mi  amor.

Recurrid a la misericordia de mi hijo con estas señales:

Enseñad al que no sabe orar, a todo el que necesita de vosotros, abridle las puertas de vuestro corazón desprendeos de  toda desconfianza y os aseguro el paso a la vida nueva.

Pronto por medio de vosotros alcanzaré la victoria sobre el maligno, aplastando su cabeza, desterrándolo de toda creación humana, creación de amor.

Vivid con abandono e inocencia como los niños que no distinguen raza, credo y posesión de bienes. Seréis los pequeños de mi Gracia Inmaculada.

 

11 DE AGOSTO DE 1995

Mensaje de Dios Hijo – 1 : 19 AM

Os amo y  os bendigo en el nombre de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo.

Hijos míos os pido que obedezcáis todos los mensajes de mi madre, por que todos esos mensajes os los ha mandado mi Padre Celestial, haced lo que Él os diga por intercesión de Mi Madre Inmaculada.

Hoy os nombro a vuestros testigos como los guardianes de las llaves del cielo, como corazas de Mi Espíritu. Seréis madres, seréis hijos.

Mensaje de María

Soy tu madre, arca de la nueva alianza. Os bendigo, amo mis pequeños.
Os vengo a tus corazones pidiendo tu presencia frecuente  en el sacramento de la eucaristía. Id a misa diariamente, confesaos al menos una vez al mes. Invocad la protección santa del ángel custodio de mi hijo como os voy a indicar:

San Miguel Arcángel defiéndenos en la pelea y sed nuestro amparo contra la maldad y las asechanzas del maligno, reprímale Dios como merecidamente te lo suplicamos, y tu príncipe de las milicias celestiales, armado del poder Divino, precipita al infierno a Satanás y a todos los demás espíritus malignos que para perdición de las almas, andan por el mundo, Amen.

Mi espíritu os acompañara siempre, enseñad mi palabra, incluso a quienes no os confían.

Mi hijo os manda saludar y os pide oren, oren, oren, y os pide no pequen mas, os hieren el corazón de mi hijo, atentan contra su divina misericordia.

Siempre que hagáis algo malo. Pensad en mí, no mintáis, no seáis orgullosos, todo esto viene del demonio no os esclavicéis a la oscuridad.

Quered y amad a mi hijo, aunque no me améis a mí.

Mis pequeños, mis hijos amados, sed prudentes, la prudencia es muy importante, guardad en tu corazón mi amor. Por la prudencia vosotros podéis ganar la gloria de Dios.

No os dejéis que tus corazones puros y santos se manchen del pecado. Rezad el santo rosario, hacedlo con vuestros padres, con vuestros hermanos, con vuestros hijos. Haced un verdadero altar a imagen de belén.

Mis pequeños en vuestras manos está el futuro.

Amen siempre al padre, al hijo, al espíritu consolador.

Mis pequeños os repito :  Mi hijo os ama profundamente, los ángeles están siempre a vuestro lado. Nunca dejéis de rezar  a vuestro ángel de la guarda. Oren, oren constantemente .

Invocadme que yo os acudiré al padre para estar con vosotros. no permitáis que el maligno tome reinado sobre tu razón y tu conciencia .

Adopta un ropaje nuevo para tu época, un ropaje blanco. Tened fe, apóyate en mi amor.

No imitéis mas ídolos, no dejéis arrastrarte de las corrientes del maligno. Os daré gozo, paz, cobijaos en mí. Limpiare tus heridas, pondré fin a tus dolores. No os quedéis callados, orad conmigo yo soy vuestra  madre.

 

21 DE SEPTIEMBRE DE 1995

Mensaje de María santísima – 2 : 04 AM

Soy tu Madre María de la Reconciliación, os vengo a pediros con insistencia la conversión de tu vida, de vuestras almas.

Hoy estoy muy feliz de orar con vosotros, mi hijo esta feliz de que vosotros recéis el santo rosario.

Os bendigo en nombre del padre, del hijo, del espíritu santo.

Obedeced a mi iglesia, ellos son los enviados de Dios, son sus apóstoles.

Mis pequeños, sed obedientes a vuestros padres, pedid perdón, no ofendáis ni sembréis orgullo y cizaña en sus sentimientos, no juzguéis a nadie.

Es la hora de despojaros de todo  cuanto  ata, para que quedéis desatados . Es hora de convertiros a la Misericordia de mi Hijo.

Orad a Dios por las almas del purgatorio. Mis pequeñitos ayudadme a orar con vosotros.

No seáis indiferentes a mi inmaculado corazón que  clama dolorosamente vuestra conversión, os acercan tiempos fuertes. Grandes tragedias terrestres, muchos terremotos, fuertes inundaciones, grandes deslizamientos, la danza del astro iluminara a todas las almas, esa luz  entrará a todos pero no todos mis pequeños  permaneceréis vivos a este llamado.

Alejaos ahora del pecado. No seáis tu uno mas de aquellos que forman parte  de ese hueco oscuro y profundo.

Mis pequeños con la oración vosotros podéis evitar todas estas tragedias, yo os amo. Vengo a pedir muy especialmente orad unos por otros.

Orad por aquellos que no reconocen la presencia del espíritu de Dios y que no le aman.

Implorad, implorad todos los días la misericordia de Dios. Pedid mucho por mis hijos en señal de mis mensajes.

Ellos llevan cargas pesadas que vosotros no entendéis no pongáis vuestras esperanzas en los humanos, ponedlas en Dios padre y confía en el, poned vuestras intenciones  y vuestros deseos en sus manos que el os espera con amor para concederos la gracia por amor.

Repetid mis pequeños: Dios padre os pido perdón por todos los pecados que cometo consciente o inconscientemente todos los días.

Ayudadme a reconocer mis faltas  para volveros convertidos a mi hijo.

No hagáis mal a nadie, porque si mal haces, mal recibes.

Si desamor entregas, desamor recibes.

Si indiferencia das, de ella recibes.

No dejéis pecados en vuestro corazón, confesadlos todos. Comulga todos los días. Rezad el Rosario de la Misericordia de mi hijo pidiendo misericordia por el mundo y por vosotros en reparación de vuestras almas.

Yo os adoro, y bendigo profundamente vuestros rosarios en nombre de Dios Padre, de Dios Hijo, de Dios Espíritu Santo. No dudéis mis pequeños de mis palabras, que más pruebas queréis? Os amo y mi Hijo os manda a decir que os ama a pesar de que pequéis Él os ama, acercaos a Él como águilas para daros la verdadera libertad de espíritu.

 

29 DE SEPTIEMBRE DE 1995

Mensaje de María Santísima – 1 : 17 AM

Vosotros seréis mis testigos, os vigilare las puertas de vuestras casas como Madre de la Paz,  no os aflijáis, mi Señor velará vuestros sueños.

Repetid:

Aleluya. Gloria al Padre.
Aleluya gloria al Hijo.
Aleluya gloria al Espíritu Santo.

Que está en tu ser, en tu corazón, que es la chispa de tu vida, que es la gracia bendita del sacratísimo Corazón del Padre que abre los labios con lenguas de fuego para llegar a imponer  sus manos sobre cada uno de sus hijos amados.

He querido que estés hoy conmigo para continuar mis cenáculos en esta ciudad.

Recogeos, abandonaos en mi en estos momentos finales en los que tu madre reconciliadora se encuentra a las vísperas de su mas grande victoria.

En ti he escogido al hijo mas pequeño e inocente, al que llevo a todas partes para recoger a todos vosotros en mi Corazón Inmaculado.

Gloria al Padre, al Hijo, al Espíritu Santo y a vosotros mis pequeños hoy.

Os amo por vuestra fragilidad.
Os amo por vuestra decisión y amor maternal.
Os conduzco porque os toca a vosotros llevar a cabo una misión de amor en estos momentos de lucha.

Mirad la luz y la misericordia de mi hijo el Papa Juan Pablo II, señal de mi extraordinaria presencia entre vosotros que se ha hecho invisible en medio de vosotros para que os tendáis las manos como hermanos.

No os preocupéis mi pequeño, por los que mis otros pequeños os digan.

Mi hijo os mostrará la gloria a todos, rezad esta semana. Preparad a vuestros hermanos, a vuestros amigos, a vuestros conocidos y a  las personas que mas podáis.

Decidles que se pongan en gracia de Dios, que frecuenten el sacramento de la Eucaristía.

Sed vos mi pequeño piedra firme, seguid la inspirada enseñanza del Papa Juan Pablo II .  Dentro de poco la apostasía se pondrá de manifiesto y solo se salvaran de naufragar en la fe aquellas almas que están con el Papa.

Perseverad conmigo en la oración.

Preparaos a recibir el Espíritu Santo que quiere comunicarse con vosotros cada vez más con fortaleza.

Miradme como Madre Reconciliadora, abandonaos en mí.

Proclama mi grandeza:

Proclama mi alma la grandeza del señor, se alegra mi espíritu en Dios mi salvador porque ha mirado la humildad de su esclava, desde ahora me llamaran bienaventurada todas las generaciones, porque el poderoso ha hecho obras grandes en mi, su nombre es santo y su misericordia llega a sus fieles de generación en generación, el hace proezas con su brazo, dispersa a los soberbios de corazón, a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos los despide vacíos, acordándose de Israel su siervo como lo había prometido a nuestros padres en favor de Abraham y su descendencia por siempre, Amen.

Mirad con ternura a todos mis pequeños, hijos míos, y os conduciré en medio de ellos para formar cenáculos de oración y renovar juntos la misericordia de mi Hijo.

Echeresajare, aesajare a Jesús,
Asiria, asesur isajafer

Tened en cuenta mis pequeños, lo astuto que es el maligno.
No os dejéis engañar por él.
Colocad la Biblia en el salmo 91.
Mandad a bendecir vuestras casas y todo aquello que se encuentra en ellas.

Os bendigo y os  animo a caminar en la confianza filial de mi abandono.

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