Los ángeles dijeron a los pastores que el nacimiento de Jesús iba a traer gran alegría.
La mayoría de los cristianos creen que el nacimiento de Jesús trajo alegría y gozo al mundo.
¿Pero realmente es así o sólo es parte de lo que algunos dicen es una visión distorsionada por la fe, que tienen los cristianos?, que tienden a sobrevalorar el hecho.
Los enemigos del cristianismo dirán que es falso que el nacimiento de Jesús haya traído alegría y gozo al mundo, y que por el contrario agregó más sufrimiento.
Y hasta algunos llegan a decir que si pudieran retroceder al pasado tratarían de impedir que el nacimiento sucediera.
Aquí hablaremos sobre qué es lo que derramó el nacimiento de Jesús por todo el mundo, por qué algunos no lo ven, por qué los cristianos dicen que trajo alegría y gozo, y los enemigos dicen que fue nefasto.
El cristianismo comienza con una frase sorprendente, un ángel se aparece a los pastores de Belén por la noche y les anuncia, «Mirad, os traigo una gran alegría».
Pero los verificadores de noticias vienen en estos tiempos y de inmediato gritan en voz alta: ¡noticia falsa!
Dirán que después de 2000 años hay dolor en el mundo, las guerras y las enfermedades todavía existen, todavía hay pobreza y el medio ambiente todavía está siendo destruido.
No hay una gran alegría, por lo tanto el mensaje cristiano es falso.
El ángel en realidad debería haber gritado: «Mirad, os traigo un gran fiasco».
Y es en base a esto que se ha puesto en marcha la propuesta actual, celebremos la Navidad sin Jesús, porque nos engañó.
Hagámoslo eso sí como lo hacíamos cuando creíamos en la falsa noticia de Jesús, cuando no habíamos abierto aún los ojos, con muchos regalos, con comida y bebida abundante, y junto a nuestros seres queridos.
Algunos que aún tienen partes del pensamiento cristiano aún vigente, interpretarán el mensaje del ángel a los pastores diciendo, que sí es cierto que no se ha cumplido el gran gozo que prometieron los ángeles con el nacimiento del cristianismo.
Y que la gran alegría que Jesús nos da es una semilla que ahora tenemos que sembrar y regar nosotros mismos, para que crezca y florezca, y entonces un día podremos recoger los frutos
La gran alegría se convierte así en un gran proyecto de futuro en el que Jesús ahora depende de nosotros para la paz en el mundo, la justicia y la conservación de la creación; es el humanismo.
Pero resulta que sí existe una gran alegría en el corazón de los fieles, incluso ahora, aunque la enfermedad, la culpa y la miseria sigan reinando en este mundo.
Ya ahora Jesucristo nos da una gran alegría porque Dios se volvió uno de nosotros, tomó la forma humana.
Y está dando a los que creen en Él una paz que el mundo no puede dar, una paz que tiene sus raíces en la seguridad de que Él se preocupa por sus fieles.
Una reconciliación con nuestros pecados, porque nos perdona nuestros errores, y nos llama a reconciliarnos con nuestros semejantes, para evitar el conflicto.
Un amor inagotable, y una esperanza que va más allá de la muerte.
Todo esto se nos da, ahora mismo, a los que creen, y por lo tanto la gran alegría se justifica.?
La clave está en lo que dijeron los ángeles.
Primero un ángel dijo a los pastores, «Mirad, os traigo una gran alegría», Lucas 2: 10 y11.
Pero luego vino la multitud del ejército celestial que especificó el gozo y la alegría.
Estos ángeles cantaban «Gloria a Dios en las alturas; y en la Tierra paz a los hombres de buena voluntad”, Lucas 2:14.
Por lo tanto prometen una paz pero no a todos los hombres, sino a los de buena voluntad, o sea a aquellos que reciben a Cristo.
De modo que las buenas nuevas de gran gozo y alegría están abiertas a todos, siempre que deseen “recibir a Cristo”.
Jesús estableció la Iglesia para enseñar y guiar a todas las personas a honrar a Dios y salvar sus almas.
Y desde ahí la Iglesia ha tenido la responsabilidad de “enseñar a las naciones” como ordenó Jesús, Mateo 28:19.
Por lo tanto quienes quieran experimentar ya esa promesa que hicieron los ángeles en la Navidad de hace 20 siglos, deben responder a esta enseñanza convirtiéndose en católicos fieles.
Porque esa “buena voluntad” en última instancia significa seguir lo que Cristo enseñó; y seguir lo que enseñó Cristo significa ser un católico fiel.
Y entonces hay una tragedia insondable cuando algunos en la jerarquía de la Iglesia dicen que todas las religiones cristianas son más o menos iguales y conducen al cielo.
Y aún es más trágico cuando meten en la misma bolsa a otras religiones nos cristianas.
Quienes tienen la inestimable bendición de la inmutable fe católica saben que han encontrado la fuente de la paz y la alegría anunciada por los ángeles.
Pero no sólo como un sentimiento que llena el alma o como un simple autoconvencimiento para no caer en la angustia.
Sino también como una promesa que abarca la razón, porque vemos lo que produce en el mundo la aplicación de esa fe. ?
Sin embargo, aún tendremos que lidiar con los verificadores de noticias.
Porque dirán que si no fuera por el cristianismo, nos habríamos ahorrado las Cruzadas, la Inquisición, los juicios y la horca por brujería, los hechos actuales de los abusos de sacerdotes, etc.
Pero no comprenden que estos hechos muestran los pecados de la Iglesia.
Porque algunas cosas que sucedieron en esos casos es que se aplicaron decisiones contrarias a las enseñanzas de Jesús, y además muchas cosas en la historia fueron tergiversadas.
La Iglesia que fundó Jesús es una institución humana y divina.
El Espíritu Santo la guía, pero los hombres la llevan adelante.
Los hombres pueden no hacer caso a la inspiración divina en algún momento, pero la historia nos indica que en el largo plazo prevalece la dirección del Espíritu Santo y se restablece el orden original.
Y esto es lo que explica cómo la Iglesia es la institución que ha perdurado más años y cómo ha superado distintos momentos oscuros en su historia. ?
La gran mayoría de los historiadores importantes han concluido que la civilización humana ha logrado un número incalculable de cosas positivas a medida que el Evangelio se extendió por todo el mundo.
La influencia de Cristo ha sido tan profunda, que la civilización ha dividido el tiempo en Antes de Cristo y Después de Cristo.
Y aunque los cultores de lo políticamente correcto hablen ahora de Antes de la Era Común y Era Común, el nacimiento de Jesús sigue siendo la base para diferenciar ambas épocas.
Antes de la venida de Jesucristo, la vida humana en este planeta tenía poco valor.
Pero en la medida que penetró el Evangelio, se elevó el valor y la dignidad humana.
Al punto que la Declaración de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas es un documento que compendia el mensaje que Jesús vino a traer a la Tierra.
Aunque no los nuevos derechos que se están implementando ahora.
A través de la Iglesia, Jesucristo desató las fuerzas de la caridad en el mundo.
La caridad moderna la inculcó la Iglesia a través de la lógica de la compasión hacia los más pobres.
Decenas de millones de personas en todo el mundo recibirán ayuda a través de alguna rama de la Iglesia y luego esto se extendió a instituciones no católicas.
La iglesia cristiana creó el fenómeno de los hospitales y ha construido miles de nosocomios en todo el mundo.
Y hasta el día de hoy, los hospitales en gran parte de occidente tienen nombres cristianos.
El cristianismo expandió la educación a las masas, lo que antes era un recurso solamente de las élites ahora comenzó a abrirse a cada vez más a personas, primero a la burguesía, luego a las clases medias y posteriormente de las clases bajas.
Las escuelas catedralicias dieron origen a las Universidades, que fue un fenómeno enteramente nuevo en la historia de Europa.
Ni en Grecia, ni en Roma, había existido nada similar a la Institución que hoy conocemos, con sus facultades, programas, exámenes y títulos.
Y la diferencia entre estudios superiores y estudios de grado medio, procede directamente del mundo medieval.
El cristianismo animó a la exploración del mundo físico y el progreso científico, porque los evangelios insisten en la combinación de fe y razón.
La moderna ciencia experimental comenzó a finales de la Edad Media, debido a la creencia cristiana que Dios creó un “orden” en el universo que puede ser conocido gradualmente por los hombres.
Y por eso se explica que tantos científicos de renombre, que hicieron avanzar fuertemente la ciencia, fueran monjes o católicos devotos.
Sin embargo se ha divulgado una historia falsa que muestra al cristianismo como enemigo de la ciencia, con el objeto de descristianizar el mundo.
La escritura, la copia de libros, la agricultura, las tecnologías de producción fueron desarrollados por hombres educados en las catedrales y en las escuelas monásticas, especialmente monjes.
El cristianismo ha inspirado algunas de las mejores obras de arte y música del mundo.
Eso incluye hermosa música navideña, como el Mesías de Handel.
Y también las grandes joyas arquitectónicas de Europa.
En definitiva, la influencia beneficiosa del cristianismo se derramó sobre todo el mundo, pero los frutos más profundos de fe, gozo y alegría están especialmente presentes en quienes siguen más comprometidamente el evangelio que divulga la Iglesia.
Bueno hasta aquí lo que queríamos hablar sobre lo que trajo al mundo el nacimiento de Jesús y por qué los cristianos dicen que trajo alegría y gozo.
Y me gustaría preguntarte qué piensas tú que el nacimiento de Jesús trajo al mundo hace 2000 años.
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Muy buen artículo, tan esclarecedor como políticamente incorrecto en estos tiempos, por lo tanto además de lo dicho muy valiente.
El nacimiento de Jesús estuvo rodeado de una inmensa alegría y todos somos capaces de sentirla con solo pensar en su misterio.