Presiones sociales, políticas y económicas.
Difícilmente empresas líderes en un área de la comunicación no sucumban ante la presión del lobby gay y los partidarios del discurso políticamente correcto; ahora le toca a los videojuegos, y Nintendo ha aceptado.
Por otra parte, otro jugador asociado en este escenario es la izquierda progresista, que ha politizado el movimiento del ‘matrimonio’ del mismo sexo y la moda del estilo de vida gay, convirtiéndolos en un movimiento por los derechos civiles.
La semana pasada Tonight with John Oliver en HBO ha dado un impulso a la próxima ola de la política para incorporar la moda de la homosexualidad al movimiento por los derechos civiles, en torno a la «igualdad» de los matrimonios del mismo sexo.
Oliver en la campaña #Miiquality llamó la atención sobre un empuje diseñado para normalizar el estilo de vida gay en los videojuegos dirigidos a los niños, especialmente entre los ocho a trece años.
A principios de este mes, la compañía japonesa Nintendo se negó a introducir el matrimonio del mismo sexo en «La vida Tomodachi», un juego de video dirigido a los niños mayores de ocho años.
Tras el empuje de #Miiquality (Mii es un avatar digital que se utiliza en el juego), Nintendo dijo que
«nunca tuvo la intención de hacer ningún tipo de comentario social con el lanzamiento del juego».
La compañía, sin embargo, más tarde declaró que en futuras versiones del popular juego van a
«esforzarse por diseñar una experiencia de juego desde el principio más inclusiva, y que represente mejor a todos los jugadores.»
La presión para introducir el matrimonio homosexual en el contenido del juego de video es parte de una agenda agresiva para normalizar y forzar la aceptación cultural de un estilo de vida que muchos se oponen por razones religiosas y morales.
La izquierda progresista ha politizado el movimiento de personas del mismo sexo y ha forzado la aceptación de la vida gay mediante un movimiento por los derechos civiles.
Adoctrinar a los niños es clave para el movimiento y por eso el contenido de los videojuegos está dirigido a ellos.
«Los niños, como la cera suave, son muy maleables», declaraba la propaganda soviética en el período estalinista.
«Debemos rescatar a niños de la influencia dañina de la familia… Debemos nacionalizarlos. Desde los primeros días de sus pequeñas vidas, deben encontrarse bajo la influencia benéfica de escuelas comunistas».
De la misma forma la izquierda progresista cree que los niños deben ser nacionalizados y rescatados de la ética judeo-cristiana reaccionaria.
Con el fin de normalizar lo que antes se consideraba un comportamiento aberrante, la izquierda está impulsando la agenda gay en los medios de comunicación de masas, la televisión, el cine y ahora los videojuegos.
Fuentes: Infowars, Signos de estos Tiempos