La patrona de Mota del Cuervo es Nuestra Señora de la Antigua de Manjavacas.

Cuya fiestas se celebra el primer domingo de agosto.

Con su tradicional «Romería a la Carrera», desde su Ermita a 8 kilómetros de Mota del Cuervo.

ns de manjavacas

Mota del Cuervo, conocida turísticamente como «El Balcón de la Mancha», se encuentra enclavada en el centro de Castilla-La Mancha.
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Con una distancia casi equidistante a todas las capitales de provincia de la región.

Se caracteriza por sus molinos de viento, y al estar a unos 5 kilómetros de la localidad de El Toboso, se cree que éstos pudieran ser los famosos «gigantes» contra los que luchó Don Quijote de la Mancha, en el libro escrito por Miguel de Cervantes.

Son siete actualmente, siendo uno, «el zurdo» , el único que ha estado en funcionamiento.

Manjavacas etimológicamente viene de «majada de vacas».

La tradición nos dice que este lugar de Manjavacas era el paso obligado de Valencia-Toledo.

Aún hay personas mayores, que lo recuerdan, junto a la laguna pastaba gran número de ganado vacuno, bueyes y vacas, que labraban estos parajes, que fueron antes que las mulas y el tractor.

 

LA ADVOCACIÓN

Antes, a la imagen de la Virgen se la invocaba como LA ANTIGUA.

Advocación muy arraigada en toda la Iglesia, así lo vemos en Roma en el siglo VI, en los mismos foros romanos, dedicado a la Santísima Virgen de la Antigua, que posiblemente sería el primero.

Después esta advocación de la Antigua, se halla en la Rioja, concretamente en Nájera, por la Mancha en Ciudad Real, con algunos pueblos de Toledo y finalmente en Belmonte tenemos un pintura bizantina con esta advocación de la Antigua de 1601 en su bien cuidada Colegiata y que fue traída de Sevilla.

Pero mucho antes, en los orígenes del culto en Manjavacas a la Virgen se le invocaba bajo el misterio de la Anunciación.
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Así lo encontramos en las Ordenanzas o Prólogo de las Constituciones de 1663 que dicen: «En el misterio de la Anunciación cuya ermita está sita en el sitio que hoy llaman de Manjavacas…».

Hoy en el retablo de la ermita de Manjavacas en el ático del arco rebajado con relieve nos encontramos el misterio de la Anunciación.

Por tanto, a María Santísima, la Virgen, las generaciones pasadas la invocaron en un principio de la ANUNCIACIÓN.

Después siguió el culto a la Virgen llamándola de la ANTIGUA, en los siglos XVI, XVII y principios del XVIII.

A finales de dicho siglo, se tomó la advocación de MANJAVACAS que ha llegado hasta nosotros.

ns de manjavacas de pie

 

LA IMAGEN

La imagen de Ntra. Sra. es talla de pie, de 165 cm. de altura, con el niño sentado en la mano izquierda, la cabeza a la altura de la boca de la Virgen, brazos entreabiertos y rostro orientado hacia la mano derecha de la madre, que sostiene una rosa.

Policromía verde muy clara en el manto y rosáceo claro en la túnica, ambos con cenefa y estofados de brocados y oro, tonos discretos y bien ejecutados; toca blanca, también estofada que le cae por la espalda.

La tradición nos habla de una Imagen llegada de Valencia. Lo cierto es que en nuestro Archivo Parroquial, en el inventario encontrado con la fecha del 17 de Febrero de 1770, en casa de la Camarera Sofía Manuela López Nieto, se detalla y se da la siguiente relación de vestidos pertenecientes a la Virgen y al Niño:

– 1º Un vestido de espolín antiguo, con floreros de hilo de plata rojo y campo blanco.
– 2º Otro de campo azul de medio tapiz y flores de todos los colores, que es el que tiene puesto de continuo.
– 3º Otros de media permanencia y campo blanco muy ondado.
– 4º Tres capillas de la misma tela de los dichos vestidos para el Niño y tres camisas, dos de bocadillo la otra camisa con encajes finos.
– 5º Tres tocas para Ntra. Sra. una de gasa, otra de muselina borra y otra de reina vieja.

En la Visita Pastoral, que realiza el. Sr. D. Francisco Álvaro del Castillo, Prior de Uclés el día 19 de mayo de 1776 y para mayor pompa, en el día de la festividad, se autorizó se le comprara un vestido de tela de oro, de exquisita fábrica, con las guarniciones correspondientes.

Entonces, la Imagen de nuestra Virgen era vestida, pues así consta por el Inventario y por la Autorización que el Obispo Prior de Uclés.

salida virgen manjavacas

 

EL REGALO DE PAULO V

En lápida conmemorativa que se halla, en el presbiterio de la ermita de Manjavacas, en el panel del lado de la Epístola se lee:

«NTRA. SEÑORA DE LA ANTIGUA QUE SE VENERA EN LA ERMITA DE MANJAVACAS EN MOTA DEL CUERVO (CUENCA) POR PAULO V SE CONCEDIÓ INDULGENCIA PLENARIA A LOS FIELES QUE CONFESADOS Y COMULGADOS LA VISITEN EN SU SANTO TEMPLO. ADEMÁS POR LOS SRES. OBISPOS DE UCLÉS (HOY DE CUENCA) OTROS 200 DÍAS DE INDULGENCIA A TODOS LOS FIELES QUE DEVOTAMENTE REZASEN UNA SALVE 0 AVE MARIA DELANTE DE DICHA SANTA IMAGEN Y OTROS TANTOS POR CADA VEZ QUE REZASEN UN CREDO A SU SANTÍSIMO HIJO: DEDICADA POR LA HERMANDAD EN 1955»

Paulo V Papa concedió la Bula que antecede el nueve de Enero de 1612 dando gracias, privilegios e indulgencias.

Condiciones para ganar las indulgencias plenarias:

– La confesión sacramental.
– La comunión eucarística.
– La oración por las intenciones del Sumo Pontífice.

Días que se puede ganar la indulgencia plenaria según la Bula:
– Día de la entrada en la cofradía de la Virgen.
– Día de la festividad de la Virgen, desde las vísperas del día anterior.
– Día de la Santa Cruz.
– Día de los Santos Pedro y Pablo, 29 de junio.
– Día 1 de Agosto, San Pedro ad Vincula de las cadenas. En una de las capillas encontramos a San Pedro con las llaves.
– Domingo de Pentecostés y lunes siguiente.

Así mismo concede indulgencia parcial de siete años y otras tantas cuarentenas y de sesenta días a todos los que orasen en la ermita y pongan en práctica las obras de misericordia.

Igualmente a través del tiempo, algunos Señores Obispos como han sido los de Uclés, Segorbe, y Cuenca, han concedido Indulgencias parciales a la ermita de Nuestra Señora de Manjavacas.

ermita de manjavacas fondo

 

LA ERMITA

La Ermita vieja se edificaría hacia los años 1265-1300, después de la Reconquista junto a la Laguna, a unos setecientos metros de La actual ermita, en la parte baja, pegando al camino de Alcahozo.

Según ha pasado de boca a oreja en el curso de los años, en una tradición constante y por los vestigios hallados, éste era el lugar donde estaba emplazada la Ermita Vieja.

Sabernos históricamente que este espacio, lo tuvieron que abandonar sus habitantes por razones de salubridad, ya que están inmersos en un sitio pantanoso, Lagunas de Manjavacas, donde las fiebres palúdicas hacían estragos, viniéndose sus habitantes a Mota y trasladando la ermita.

A unos 700 metros de la ermita vieja y a siete kilómetros exactos de Mota, en un pequeño promontorio, junto a una de las encomiendas del Marqués de Aguilar, donde convergen los caminos: senda de Santa María y Carril de los Valencianos, se levantó la nueva ermita, que en un principio sería de dimensiones reducidas, como veremos a través de las diferentes épocas, por las obras realizadas.
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La construcción se debió hacer hacia los años 1300-1340 más o menos.

Edificio típico del neoclásico, planta de cruz latina con cúpula.

Tres altares de Lara, que hizo la decoración y restauración de toda la Iglesia en el año 1942, con filetes dorados, en la moldura de la cornisa, cercos y colgantes pendientes de cabezas aladas en los fustes de las pilastras.

Dos portadas nobles y sencillas, en la parte central de los muros del mediodía y del norte.

El altar mayor de líneas neoclásicas con hornacina central para la imagen de la Virgen, con vidriera a la espalda de la Virgen que se abre por la sacristía, practicable hacia el camarín. Ático de arco rebajado con relieve de la Anunciación.

En ambos brazos del crucero y en otra capilla también del lado norte, retablos de frontón triangular, del lado sur retablos del frontón triangular y en las capillas lienzos.

En el brazo norte San Pedro, al sur Santa Bárbara, en la capilla relieve del Bautismo del Señor, con cierres semicirculares en la parte superior, dados.

Atrio porticado, tanto en el mediodía como en el Norte.

La puerta norte está precedida por pórtico cubierto practicado por tres arcos de piedra.

Las puertas de este atrio norte, las hicieron los carpinteros Tomás Garvi y Leocadio Moreno, fueron pagadas por Urbano Castellano Cano (Coquero) y Ezequiel Peñalver Bascuñana (Cholive) en el año 1880, siendo mayordomos, según consta en la parte superior de las mismas, que dan a la ermita, que se salvaron del incendio de 1936.

En la puerta sur tiene otro pórtico más rudimentario de seis arcos, cinco de frente y uno de acceso.

Al poniente dentro de lo que es la ermita, se halla la casa de los santeros, teniendo por arriba las salas de autoridades y anderos.

La ermita está encalada con gruesas capas de cal de la limpieza anual, deduciendo que sus paredes son de mampostería y de tapia.

Tiene una pequeña espadaña con su campanil.

En el año 1942, siendo Mayordomo D. José Palacios Montoya, se llevó a cabo, la reconstrucción de la ermita, excepto la sala de anderos y la cubierta de los soportales del mediodía.

La obra que duró todo el año, fue sufragada por el mayordomo íntegramente.

El Maestro Albañil que la dirigió fue José Pedroche Morales, el Decorador «Talleres Lara» de Socuéllamos.

La última restauración llevada a cabo en la ermita es del año 1968, se restauró el altar, la pintura y el decorado interior de la ermita, siendo bendecida esta restauración, por el Excmo. Sr. Obispo de la Diócesis, D. Inocencio Rodríguez y Diez, el día 25 de Septiembre, según consta en el libro de Actas de la Hermandad, folio 41.

llevada virgen manjavacas

 

LA TRAÍDA Y LA LLEVADA DE LA VIRGEN

La Romería comienza en la madrugada del primer domingo de agosto con la Traída de la Virgen.
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La gente se va concentrando en la ermita de la Virgen, a unos siete kilómetros del pueblo, y se reparten bollos y chocolate caliente para apaciguar el fresco del alba.
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Desde allí, la Virgen de Manjavacas sale en procesión hasta llegar al Hito, donde le quitan todos sus ornamentos (para que no se pierdan en la carrera), y la cubren con un manto (para que no se manche con el polvo del camino).
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Una vez preparada la imagen, los anderos cogen las andas, cargan la Virgen a hombros y comienzan la carrera hacia el pueblo.

A la Virgen la acompañan en su carrera tanto jóvenes como no tan jóvenes, hombres y mujeres, incluso las personas que no pueden acompañarla en todo su recorrido, la siguen durante unos metros.

Incluso si fallan las fuerzas hay una caravana de tractores y remolques tras el pelotón de anderos que recogen a los rezagados.

A lo largo del camino, la gente que está en los márgenes, animan vociferantes a los corredores y se dan vivas y ensalzos a la Virgen.

A lo largo del camino se van realizando relevos, pero siempre deteniendo la carrera el menor tiempo posible.

Sólo hay una parada un poco más prolongada hacia la mitad del camino, en el Pozo de la Media Legua, para refrescarse el rostro y de nuevo continuar con la carrera que termina en el Pocillo de la Virgen, ya en el pueblo de Mota.

Allí se destapa la imagen, se le ponen de nuevo sus ornamentos, y se lleva en procesión hacia la Parroquia del pueblo.

Con esto termina la «Traída de la Virgen» y comienzan las fiestas patronales.

Quince días después, el tercer domingo de agosto, se realiza la Llevada de la Virgen hasta su ermita.
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Si la traída se hacía con el frescor de la mañana, la llevada se realiza al mediodía, a las dos de la tarde, con el sol en todo lo alto.

De mañana, las Misas que se celebran en la Parroquia son muy concurridas, es el día que se llevan a la Virgen y hay que despedirse de la Madre de Manjavacas.

El procedimiento de la llevada es el inverso al de la traída, pero con el agravante que el calor hace que el cansancio de los corredores sea mayor, y la carrera se dilata unos minutos más.

A la llegada, y una vez alojada la imagen de la Virgen en su ermita, se da a los presentes oportunidad de reponer fuerzas con unas típicas y sabrosas calderetas de cordero.

interior de ermita de manjavacas

 

HIMNO A NUESTRA SEÑORA

¡Oh Madre de Manjavacas!
Reina de nuestro amor
mira el pueblo que te aclama
y entrega su corazón.

Eres de Mota del Cuervo
el más preciado blasón
Virgen Santa de la Antigua
mándanos tu bendición.

Viva la Virgen de Manjavacas
canta tu pueblo con recia voz
y el fuego ardiente de tus plegarias
levanta un trono para tu honor.

Vuelve tus ojos cariñosa Madre
a este pueblo que escoges por morada
y en retorno a tu lluvia de favores
seremos incensarios de alabanzas.

Al mirarte las almas se estremecen
y las plegarias de los pechos brotan
una oración hasta tu trono sube
en busca de tu amor, en busca de tu amor,
Bella Señora.
Viva la Virgen de Manjavacas
de este pueblo real Patrona.

 

Fuentes:

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