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Nuestra Señora de los Reyes de Sevilla es una imagen de enorme trascendencia histórica.

Vinculada al rey San Fernando y Alfonso X el Sabio.

Los cuales yacen enterrados en su Real Capilla.

virgen de los reyes chica

Se dice que fue esculpida por ángeles para Fernando III.
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Pasada la ocupación árabe y reconquistada Sevilla por el Rey San Fernando, se consagró como catedral la mezquita mayor, o Aljama.
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En la cual el Obispo Don Remondo entronizó una imagen de Nuestra Señora con el nombre de Santa María de la Sede.
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A la que hizo patrona de la sede episcopal, luego Nuestra Señora de los Reyes.

Al cumplirse el quincuagésimo aniversario del Dogma Concepcionista en 1904, fue la primera imagen de la ciudad coronada canónicamente.

Presidió la magna procesión del Congreso Mariano en 1929.

Salió en procesión extraordinaria al terminar la guerra y le concedieron desde entonces honores militares.

Recibió la primera medalla de oro de la Ciudad en 1958 y tuvo al papa Juan Pablo II arrodillado a sus plantas en 1982.

 

SU HISTORIA

Dicen las Cantigas de Alfonso X el Sabio, que Fernando III había obtenido grandes favores por la intercesión de Santa María, desde su propia curación de una dolencia cuando era niño, hasta la salud de su propia esposa, doña Beatriz.

Con ocasión de una pertinaz sequía, la Virgen con su Hijo se apareció a San Fernando prometiéndole el beneficio de la lluvia.
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Con motivo de un viaje del rey castellano a la vecina localidad de Alcalá de Guadaira, la Virgen ofreció su mediación en la lucha contra los musulmanes.

Una leyenda asegura que, habiendo puesto el Santo Rey cerco a la ciudad de Sevilla, en los días de la reconquista cristiana, manifestó su deseo de poseer una imagen de la Virgen.

Para lo cual convocó a famosos escultores, sin que le satisficieran las obras que éstos le presentaron.

Un día aparecieron en el campamento dos jóvenes que pidieron que se les permitiese realizar una digna imagen.

virgen de los reyes de pie

Se retiraron a una torre cercana, llamada de los Herberos, y allí procedieron a realizar su obra.
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Inquieto, el Rey mandó a interesarse por el curso del trabajo y allí encontraron una bellísima imagen, pero los mancebos habían desaparecido.

Se interesó por ellos el monarca, más no encontró quién le diera noticia de ellos, hasta que le confiaron que se trataba de unos ángeles enviados por el Cielo.

Dice otra leyenda que el Rey San Fernando soñó con la Virgen.
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Y que al día siguiente hizo llamar a los maestros imagineros de la corte para que tallaran una imagen igual a la que se le apareció al monarca en sus sueños.

Los artífices llegaron a labrar hasta cuatro imágenes de la Madre de Dios:

La Virgen de los Reyes que hoy se venera en San Clemente; la Virgen de las Aguas, que recibe culto en la Iglesia Parroquial del Divino Salvador; la Virgen de los Reyes, titular de la Hermandad de los Sastres, establecida en la Iglesia de San Ildefonso y la actual Patrona de Sevilla: la Virgen de los Reyes, cuya imagen recibe culto en la Capilla Real de la Santa Iglesia Catedral.

Según esta leyenda histórica, cuando el Santo Monarca contempla la efigie de la Virgen de los Reyes, la que se nombró Patrona de Sevilla, es el momento en que ve en Ella a la Madre y Señora que se le apareció en aquel sorprendente sueño.

Pues las anteriores imágenes no lograban satisfacer la idea que de la Virgen había tenido el rey.

También se afirma que esta imagen fue donada por Alfonso X el Sabio a la Catedral Hispalense, narrada en la famosa Cantiga 324, para que presidiera un altar principal del templo metropolitano.

Opiniones más eruditas señalan, que la imagen fue realizada en Francia y donada al rey castellano por su primo Luis IX; o que procede de Alemania, enviada por el emperador Federico II.

Un dato histórico es que la Virgen de los Reyes ya acompañaba al Rey San Fernando en sus batallas.
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Y que con Ella entró en Sevilla, en 1248, presidiendo la entrada triunfal en la ciudad.

llevada virgen de los reyes

 

LA IMAGEN

Se desconoce el origen de la advocación bajo la cual se venera esta imagen, aunque se apunta el hecho de que se le atribuyó este nombre por ser considerada dádiva regia y objeto de veneración de los monarcas.

La talla de madera de alerce y de 1,76 metros, es un magnífico ejemplar de la escultura románica de mediados del siglo XIII.

Sus miembros están articulados. La talla del Niño, que mide 64 cms.

Representa a la Virgen María con el Niño en sus rodillas.
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Ésta es una talla algo posterior, pues originalmente la imagen mostraba a su Divino Hijo sosteniéndolo en el brazo izquierdo.

Se muestra sentada en un sillón, con los ropajes y atributos propios del rango monárquico.

El conjunto iconográfico (Reina de reyes, Trono del nuevo Salomón, Virgen Majestad) impone grandemente por su fervoroso candor medieval.

La Virgen porta bastón de mando, medalla de la Ciudad de Sevilla y fajín de Capitán General.

El paso es de litera o tumbilla (palio sostenido sólo por cuatro varales), fue realizado por Juan Talavera en el año 1914.

Según el catedrático José Hernández Díaz, especialista en este tipo de investigaciones, la Virgen de los Reyes es una obra realizada en el segundo cuarto del siglo XIII, siendo la imagen una cumplida representación plástica del concepto medieval de la Realeza de María, tal como la entendían los litúrgicos y teólogos de la época.

En esta obra fueron únicamente modeladas la cabeza, las manos y los pies.

El rostro carece de modelado, la nariz es de poco relieve y pequeña, los labios ligeramente marcados, con sonrisa candorosa, y los ojos pintados.

Las manos de la Virgen son simplísimas, en la forma típica de tenedor o peine, con dedos largos y finos, según la fórmula medieval.

Abundando en el estudio realizado en 1948 por el profesor Hernández Díaz, y en el capítulo de la «arqueología» de la venerada imagen, se dice que tiene «singular cabellera, compuesta con abundantísima madeja de hilos de seda, que conserva áureos, unida al óvalo craneano de modo finísimo, casi imperceptible y que cae en cascada hasta el borde infraescapular.

Hoy está sujeta con cintas envueltas por paño a manera de toca y desde luego debió lucirla exteriormente la venerada icona».

Otro de los puntos históricos del estudio es que la imagen, en la mitad superior del dorso, tiene una ventana que permite apreciar una rueda dentada unida a un eje y liada en él restos, como de una correa sin fin.

«Este dispositivo concreta el profesor-, sirvió sin duda para mover partes de la figura; desde luego movería la cabeza por cuanto se halla sujeta al cuerpo por grapas metálicas que la inmovilizan».

Se dice también en otros estudios históricos, que en Castilla pudo haber en la época fernandina una escuela de imagineros, y que desde allí enviaron la talla de la Virgen de los Reyes a Sevilla.

Pero por otra parte, se concreta en otro estudio que la efigie de la Patrona de la ciudad fue realizada en Sevilla, bajo la mirada y orientación del propio San Fernando.

Su ajuar consta, entre otras cosas con cinco mantos:

El manto verde, bordado en oro y de estilo renacentista, donado por la reina Isabel II (muy devota) y que está considerado como una de las joyas de su ajuar.

El manto blanco, que es más conocido como “el de los castillos y leones”, también fue donación de la reina Isabel II en el año 1853.

El rojo, de terciopelo granate, donado por la Infanta María Luisa Fernanda de Borbón, duquesa de Montpensier.

El que estrenó el día de la Coronación canónica (4 de diciembre de 1904), que es de tisú celeste bordado en plata (restaurado recientemente por Herederos de Esperanza Elena Caro), realizado en los talleres de Olmo y donado por por la Condesa de Casa-Galindo para estrenarlo en el triduo preparatorio de la Coronación (días 1, 2 y 3 de diciembre de 1904).

El que estrenó en la procesión del Congreso Mariano del año 1929, que es de tisú color salmón, bordado en seda y oro por las Hermanas de la Cruz (que son sus camareras y encargadas de alternar sus mantos) con tela regalada por la duquesa viuda de Osuna.

Es patrona de la ciudad y archidiócesis. Fue la primera imagen que fue Coronada canónicamente en Andalucía, el 4 de diciembre de 1904.

En 1939 se le concedieron honores de Capitán General.

El 15 de agosto de 1946 fue proclamada patrona de la ciudad de Sevilla por Pío XII.

Su fiesta principal se celebra el 15 de agosto, día en que sale procesionalmente en un paso llevado por costaleros, a través del perímetro exterior del templo catedralicio.

capilla virgen de los reyes fondo

 

LA FESTIVIDAD DE LA VIRGEN DE LOS REYES

El Papa Alejandro IV «dei conti di Segni, en Agnani a cuatro de abril de 1259», según recoge Ortiz de Zúñiga, concede al Cabildo de la Iglesia de Sevilla cien días de indulgencia para cuantos asisten a la Solemnidad de la Asunción y a los demás días de culto en que se celebraban procesiones.

Esto nos indica que ya por aquella época era renombrada la salida de Nuestra Señora de los Reyes.

La festividad de la Virgen de los Reyes se celebra en Sevilla sacando en procesión a la talla que tiene un lugar destacado en la Catedral de la ciudad.

Los días previos a tal acontecimiento (6 a 14 de agosto) se celebra la novena de preparación a la Fiesta.

Previo a la salida en procesión el se oficia una oración litúrgica (laudes) que es presidida por el Arzobispo.

El recorrido se realiza por todo el perímetro de la Catedral, que ha sido engalanado con mástiles con gallardetes que ondean al viento.

Se inicia a las 8:00 de la mañana saliendo por la Puerta de Palos (de la Catedral de Sevilla) en dirección a la Plaza de la Virgen de los Reyes, en un respetuoso silencio que termina con los aplausos del público y el doblar de las campanas.

A lo largo del recorrido realiza tres giros sobre si misma.

El cortejo lo forman autoridades religiosas, municipales, civiles y militares que acompañan a la imagen durante su recorrido, a lo largo del mismo se realizan cuatro estaciones (paradas) en las que se ofician actos religiosos.

Finalizada la procesión, el paso de la Virgen de los Reyes es colocado ante el Altar del Jubileo, en el que se celebra un solemne pontificial que preside el cardenal.

Después de este acto es trasladado a la capilla Real.

En el año 2004 realizó una procesión extraordinaria para celebrar el Centenario de la Coronación.

En este día fue ataviada con el manto de tisú celeste con bordados en plata (restaurado recientemente) que fue donado por la Condesa de Casa-Galindo para estrenarlo en el triduo preparatorio de la Coronación (días 1, 2 y 3 de diciembre de 1904).

En el año 2006, debido a obras que se realizaban alrededor de la Catedral, hizo su recorrido por las calles del barrio de Santa Cruz.

En esta fecha fue vestida con el manto verde donado por la reina Isabel II.

En esta ocasión el recorrido no incluyó los giros completos que realiza a lo largo del trayecto.

El adorno floral estaba compuesto de alhelíes, sustituyendo los habituales nardos.

Durante la salida en procesión, los fieles que están presentes, nada más ver aparecer el paso, es típico que realicen tres peticiones a la Señora, así como dar su agradecimiento por los favores recibidos y suplicar protección y amparo.

La imagen se expone en besamanos los días 4, 5, 20 y 21 de agosto.

catedral de sevilla

 

LA CAPILLA DE NUESTRA SEÑORA

Conquistada Sevilla, el rey San Fernando mandó construir una Capilla en la nave central de la mezquita mayor de los almohades, que fue consagrada el 22 de diciembre de 1248.
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Allí fue colocada una imagen de la Virgen, titulada de Santa María, que era el nombre por el que era conocida entonces la actual Virgen de los Reyes.

Puede decirse que esta Capilla fue la primera Iglesia Mayor de Sevilla, hasta que por diversas gestiones del Cabildo se llevó a cabo su demolición, para construir una capilla acorde con la actual Catedral.

Mientras se llevó a cabo la realización de la nave real, la Virgen estuvo en una Capilla situada en donde hoy está la Biblioteca Capitular, en el Patio de Naranjos, y posteriormente, en otra zona del citado Patio, en el lugar ocupado por la Hermandad del Sagrario.

Fue en el año 1579 cuando se inaugura la actual Capilla de la Virgen de los Reyes, en el interior de la Catedral, procediéndose al traslado de la imagen y de los restos del rey Fernando III, El Santo, que fue canonizado en el año de 1671.

Hasta este año, la Virgen presidió el centro del altar de la nueva capilla, siendo colocados los féretros del santo monarca, de su mujer y de su hijo en las gradas de la nueva Capilla. Cuando el rey Fernando III fue canonizado, su cuerpo fue separado de sus familiares, para ocupar el centro de la Capilla, como en la época actual, en una urna que fue posteriormente cambiada por la que hoy conserva el cuerpo incorrupto del santo monarca.

La Virgen de los Reyes, que primero fue titulada de Santa María y de Nuestra Señora de Agosto, se halla colocada en la Capilla Real, en un tabernáculo de plata, con fondo de casetones con castillos y leones y un baldaquino de estilo y dibujos góticos, del siglo XVI. Proceden de la antigua Capilla Real.

Su acceso es a través de una monumental reja costeada por Carlos III. Franqueada la verja, hay dos nichos laterales, en los que se han depositado los restos de Alfonso X y los de Beatriz de Suabia.

En el centro de la escalinata de acceso al altar mayor, está la urna con el cuerpo incorrupto de San Fernando. Preside el retablo mayor la Virgen de los Reyes.

En la actualidad, y siguiendo una antiquísima tradición, un Cabildo de Capellanes Reales, que autorizó la fundación de la Asociación de Fieles de Nuestra Señora de los Reyes, cuida la Capilla Real, así como el programa de actos en honor de la Virgen de los Reyes y de Fernando III El Santo.

Fuentes:

 

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