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Santos Lugares es un lugar donde se expresa la piedad mariana del pueblo argentino.

El Santuario de Lourdes es un lugar de oración y de encuentro con la misericordia de Dios Padre, que acoge y perdona.

Lo que llamamos «el mensaje de Lourdes» puede resumirse en estas cuatro palabras: Oración, conversión, salud, solidaridad.

Todas ellas son parte del mensaje evangélico anunciado por Jesucristo.

El nombre de “Santos Lugares de Jerusalén”, como era conocido en sus orígenes, provenía de mediados del Siglo XVIII por la presencia en el lugar de frailes franciscanos.

Los mismos que actualmente tienen bajo su custodia los lugares santos de Jerusalén, es de allí de donde deriva el nombre de la zona.

Esta zona correspondía a lo que hoy son los Partidos de “San Martín” y “Tres de Febrero”.

Era una gran llanura cubierta de grandes chacras con muy pocos habitantes; muchas de ellas pertenecieron a hombres cuyos nombres han quedado en la historia tales como Juan Manuel de Rosas, Juan Martín de Pueyrredón y José Hernández.

En 1851, al realizarse el trazado catastral de la zona, se denominó “San Martín” al Partido, quedando el nombre de “SANTOS LUGARES” para una de sus Villas.

Posteriormente, el “Partido de San Martín” se subdividió y “Santos Lugares” pasa a integrar el “Partido de Tres de Febrero”.

Toda esta enorme extensión dependía de la única parroquia que, como tal, funcionaba en la zona y que se denominaba “Jesús Amoroso” que es la actual Catedral de San Martín.

Los presbíteros Juan Anzola y Juan Lani, que atendían la Villa antes de la llegada de los Asuncionistas, habían construido una Capilla con el esfuerzo del pueblo.

Ésta se encontraba bajo la advocación de “San Antonio de Padua”.

Era una modestísima capillita de chapas y se encontraba ubicada en lo que hoy es la entrada a nuestro Santuario, donde actualmente está la capilla de bautismos, delante del despacho parroquial.

A su llegada, los Asuncionistas solicitaron al Obispo de La Plata, Monseñor Juan Terrero, autorización para que el padre Román Heitmann se hiciera cargo de Santos Lugares a lo que éste accedió, pero, como este sacerdote trabajaba en la Capital Federal, quedó Santos Lugares a cargo del Padre Godofredo Pierson.

 

QUIÉNES SON LOS PADRES ASUNCIONISTAS

Los “Agustinos de la Asunción”, llamados “Asuncionistas” o también “Religiosos de la Asunción” es una congregación clerical, de derecho pontificio.

La “Congregación de los Agustinos de la Asunción” fue fundada en 1850 por el Padre Manuel d’Alzon (1810-1880), Vicario General de la Diócesis de Nimes, Francia.

El 21 de noviembre de 1991, el Papa Juan Pablo II lo proclamó Venerable.

Hoy día, cuenta con algo menos de un millar de miembros, en 27 países de cuatro continentes: Europa, América, África y Asia, y agrupados en unas 130 comunidades de vida apostólica.

 

LA REGLA DE VIDA

En 1983 la Congregación adoptó una nueva Regla de Vida que, como la primera de 1855, incluye la “Regla de San Agustín” y, las “Constituciones”, actualizadas conforme a las prescripciones del Concilio Vaticano II.

Los Padres Asuncionistas buscan expresar su carisma de servir a la Iglesia, allí donde los hombres más lo necesitan.

En el caso particular del “Santuario de Lourdes de Santos Lugares” de Argentina, lo hacen:

• a través del Apostolado de los Enfermos,
• en las escuelas regenteadas, como la de Lourdes,
• en el trabajo junto a los pobres, por medio de la Obra Social “Cáritas”,
• con la difusión del mensaje de la Virgen a través de la Revista del Santuario, «Auras de Lourdes»,
• en la formación de los Laicos,
• en su trabajo con los jóvenes,
• con la Acción Católica,
• con el Movimiento Familiar Cristiano,
• en la Liga de Madres de Familia,
• con encuentros prematrimoniales, pre-bautismales, etc.

El Fundador de “la Asunción”, que realizaba sus obras apoyándose únicamente en la Fe y la Oración, decía:

«La vida sobrenatural se manifiesta sobre todo en la oración. Pero la oración es el esfuerzo para unirnos a Dios.

Es por eso que en Lourdes decían de nuestra peregrinación, que era una peregrinación de oración. Oración por nosotros; oración por las almas; oración por la Iglesia».

Pero hay otro hecho para nada casual, que es el siguiente: los Padres Agustinos Asuncionistas habían conocido en Lourdes (Francia) al Arzobispo de Santiago de Chile.

El pastor, apremiado por la necesidad de contar con misioneros para su grey (numerosa y necesitada de sacerdotes que le hicieran conocer mejor a Jesucristo), quedó impresionado por la Fe de aquellos religiosos y los invitó insistentemente para que fueran a misionar a su país.

Éstos aceptaron el llamado y en 1890 se establecieron en Chile, donde transformaron en un magnífico Santuario mariano a la modesta Parroquia que recibieron, dedicada a “Nuestra Señora de Lourdes”.

Desde allí, vinieron a la Argentina.

El Padre Román Heitman, A.A. abrió el camino llegando a Buenos Aires el 30 de septiembre de 1910 y, junto con otros religiosos que se le unirían más tarde, fue el origen de las comunidades de los “Agustinos Asuncionistas” surgidas en la República Argentina.

Venían para establecer las obras características del apostolado asuncionista: La extensión del reinado de Dios en estas tierras, vistas como parte del Reino universal de Nuestro Señor; la evangelización, el servicio de los más pobres y la educación popular.

Pero venían también con la preocupación de llevar la presencia de la Iglesia a todos los ambientes, y de formar un laicado católico con verdadero espíritu de servicio, en vistas siempre del amor a la verdad de Jesucristo.

«El P. Antonio Silbermann, A.A. fue el hombre que se necesitaba para la obra. Sin prisas imprudentes, pero también sin demoras innecesarias, construyó la Gruta, que fue bendecida el 14 de mayo de 1916, y empezó la iglesia. Para él, durante años, se contentó con un rancho, escogiendo la pieza más fría en invierno y la más calurosa en verano».

Pero, «desde entonces, las peregrinaciones se sucedieron sin interrupción. Los exvotos aparecieron solos. Las primeras muletas», de un médico curado por la Virgen, «llegaron en noviembre de 1917; las úlceras desaparecían por el solo hecho de comulgar en la Gruta; los enfermos desesperados sanaban después de haber cumplido una promesa.

El asombro por lo que sucedía llegó a oídos del Obispo de La Plata, que quiso explicaciones y las pidió al P. Antonio. Los informes que el Padre pudo brindarle con toda claridad hicieron que Mons. Juan N. Terrero quedara plenamente satisfecho (P. Blanchare, A.A.).

El 31 de julio de 1920, Monseñor creó la “Parroquia de Santos Lugares”, y el 11 de octubre de 1922 se puso la piedra fundamental del templo.

El Padre Antonio Silbermann, A.A. «fue el padre de esas piedras, el que las hacía vivir y hablar; pero fue, por sobre todas las cosas, el hijo amantísimo de Nuestra Señora» (P. Bonney Elizalde).

«Ahora sus restos descansan al lado de la magnífica iglesia que su tierno amor a María Santísima le inspiró levantar. Así, este Padre bueno quedará para siempre en medio de los suyos» (P. Pierson, A.A.).

 

LA IMAGEN DE LA VIRGEN

La hermosa escultura de la Virgen, de la que Bernardita dijo:»Qué hermosa es, pero cuánto le falta para parecerse a Ella…» tiene un halo con letras de oro en el que se leen estas palabras: «YO SOY LA INMACULADA CONCEPCION» en el dialecto en que Ella habló a Bernardita.

Su túnica blanca y muy larga, deja ver sus pies que están desnudos, con una rosa de oro en cada empeine.

Su blanco velo oculta su cabello y sus mangas ajustadas a la muñeca, tienen por único ornato el rosario formado por cuentas blancas, como la nieve, engarzadas en oro.

Sus manos unidas ante el pecho están en la actitud que tomó cuando al fin obsequiando la petición de Bernardita, proclamó su identidad.

Una reproducción de la preciosa imagen, se venera en este Santuario de Argentina.

 

LA DEVOCIÓN

Cuando la Virgen se manifestó a Bernardita en Massabielle, le pidió oración por los pecadores, la niña rezó el rosario y con ella rezaron las personas que la acompañaban.

Pero María misma participó en la oración de todos haciendo la “Señal de la Cruz”, recitando el “Padre Nuestro” y el “Gloria al Padre”, siguiendo con la recitación del “Ave María”.

Por eso, también el “Santuario de Lourdes” de Santos Lugares ha venido a ser lugar de oración, como respuesta al mandato de Cristo: «Pidan y recibirán; oren sin interrupción».

La conversión es percibida por el cristiano como un camino de regreso al Padre, en el orden personal; pero es también la búsqueda de la paz y la justicia por parte de la Humanidad alejada de Dios, pero arrepentida.

«Hay más alegría por un pecador que se convierte, que por noventa y nueve justos que no creen necesitar de conversión», advirtió Jesús.

 

“LOURDES DE SANTOS LUGARES” NACE DE UN MILAGRO

De un milagro… como en Lourdes (Francia). El 4 de Mayo de 1911, un telegrama llega de Chile, informaba que el Padre Rafael Doussans, Superior de la Congregación, se encontraba al borde de la muerte.

Ante esta situación, los Padres Rafael Maubon, delegado superior general y el Padre Román Heitmann, se comprometen ante la Virgen a edificar una gruta en honor de la Madre de Dios si el Padre Rafael se recupera, para lo que redactan y firman un documento.

Al día siguiente, viernes 5 de mayo, un nuevo telegrama les anuncia que el enfermo se había recuperado.

El Padre Rafael Doussans desde hacía algunos días se encontraba en un estado muy delicado debido a que, una vena del cerebro, se había roto y había dejado escapar sangre, perdiendo primeramente la vista y luego quedando inconsciente.

Según los médicos que lo atendían, se esperaba su muerte en un breve plazo, pero ocurrió el milagro, la sangre desapareció a través de sus ojos, llorando sangre; el Padre Doussans se recobró en forma espectacular.

A partir de ese momento se hace colocar una imagen de la Virgen en el Altar de la capilla y el 4 de Junio de 1911, Monseñor Alberti bendice la misma y el 6 de Junio se celebra la primera Misa.

 

EL SANTUARIO

Contó con dos proyectistas: el arquitecto León Gaillard, para la construcción de la gruta, y el arquitecto Etienne Quichet, para la construcción de la Cripta.

Se levantó un pedestal en el patio cercano y allí, ante la “Virgen del Patio”, como fue conocida, se desarrollaban las ceremonias religiosas y procesiones.

Desde 1913, cada 11 de Febrero los vecinos armaban una gruta hecha de papel, esperando lograr la gruta definitiva, pues, la falta de dinero demoraba la construcción.

En Septiembre de 1915, comenzó la construcción de la gruta definitiva, como hoy podemos verla, tomando por modelo la de Francia.

Esto fue lo que primero se construyó.

La edificación se terminó el año siguiente y el 14 de Marzo de 1916, fue bendecida por Monseñor Manuel Terrero, Obispo de La Plata.

Esta inauguración marcó el comienzo de un movimiento de fe y las peregrinaciones se multiplicaron, no solamente los 11 de Febrero. Provenían de la Capital y los pueblos de los alrededores, como también desde lugares muy alejados. Los votos y promesas a la Virgen aparecieron solos…

Las peregrinaciones habían cobrado fama y se convirtieron en una Devoción Nacional.

 

LA BASÍLICA – SU EVOLUCIÓN

Ésta se realizaría perpendicular a la Gruta y estaría rodeada de una galería para las procesiones. La construcción comprendería una Iglesia baja (o cripta) que serviría a la Parroquia y una Iglesia alta que serviría para los peregrinos y, con este bosquejo, el arquitecto realizó los planos.

El 31 de Julio de 1920 la Vicaría era erigida en la Parroquia, desmembrándose formalmente de “San Martín” a la cual pertenecía hasta entonces.

El 15 de septiembre de 1920 el Padre Antonio presentaba la solicitud al Obispo, el que después de analizarla accedió y desde entonces la Parroquia se encuentra bajo la advocación de la Virgen.

El 11 de febrero de 1921, cinco años después de la inauguración de la Gruta, se inicia el movimiento para la construcción del templo. Cumplida esta meta, se presentan los planos de la obra a Monseñor Alberti, sucesor de Monseñor Terrero, para pedir la aprobación de los mismos.

La bendición de la obra y la colocación de la primera piedra, tuvo lugar el 11 de Octubre de 1922.

El espectáculo fue imponente al ver los millares de fieles que llenaban la explanada.

Monseñor Alberti quedó estupefacto y, en ese momento, se dio cuenta de la importancia de este movimiento Mariano.

El 8 de Enero de 1923 dio comienzo la construcción de la Cripta (Iglesia Inferior) y, el 15 de Agosto de 1926, se la habilitó para el culto de la Santísima Virgen.

El 24 de Octubre de 1937, Monseñor Serafini bendice las campanas. Como homenaje a la Virgen al cumplirse los 50 años de la inauguración de la Gruta, comienza la construcción de las torres.

La primera se inaugura el 14 de Mayo 1966 y se la bendice al año siguiente por Monseñor Cárdenas.

El 6 de Abril de 1972 se coloca sobre la torre principal la cruz con la ayuda de un helicóptero que cedió la Fuerza Aérea Argentina.

Se encuentra ubicada a 72 m de altura y tiene en su parte visible 4 m de alto, 2,35 m de brazo, pesando 137 Kg. Es de acero inoxidable de color cobre y para su colocación debieron hacerse distintos intentos varios días, ya que el viento impedía ubicarla en su lugar.

Esta cruz, por la altura en que se encuentra, es visible desde gran distancia, sellando una página de la historia de la Basílica, la cual aún espera ser completada en su proyecto final y sigue creciendo con cada peregrinación que se acerca a la Gruta, con cada enfermo que viene a pedirle a su Madre ayuda y con los milagros que, por medio de la fe no cesan de ocurrir.

La construcción sobresale por su majestuoso tamaño y por sus estilos románticos en la parte inferior y neo-gótico en la parte superior.

 

CARACTERÍSTICAS GENERALES

Dentro del templo inferior se puede ver varias imágenes de santos, vitreaux en todas sus ventanas con escenas religiosas y un magnifico Altar con la imagen de “Nuestra Señora de Lourdes”.

No podemos olvidar la Gruta que se encuentra al aire libre, ya que es un lugar de gran importancia.

En ésta se destaca una piedra de la Gruta original de Nuestra Señora de Lourdes en Francia.

Funciona como Templo del culto Católico Apostólico Romano y en la actualidad se está por poner en funcionamiento un museo.

La capacidad de carga dentro del santuario es de 400 personas. En el exterior, donde se encontrarían la cripta y el parque, podrían estar unas 500 personas.

Como ya hemos comentado en este trabajo, los días que más gente visita el lugar son en los que se celebra la Fiesta de la Virgen, esto es, el día 11 de Febrero, pero también los días 11 de cada mes.

Es, en estos días, que se calcula unas 50.000 personas que están dentro del predio. Dentro del Santuario se estima unas 1300.


Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María

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