La comuna de Andacollo en Chile debe su nombre a una aparición de la Virgen.
Un minero indio percibe una extraña luminosidad en la mina de cobre donde trabajaba.
Y una visión le dice «Existe una gran riqueza a pocos pasos de ti.
Busca entre los peñascos más altos que se encuentran en la planicie que se extiende sobre tu cabeza.
¡Anda Collo!».
Y allí encontró una pequeña estatua de madera de una Virgen de tez morena, que luego a demostrado ser milagrosa…
La advocación tiene 2 fiestas, la Fiesta Grande que es entre el 24 y el 26 de diciembre, y la Fiesta Chica que es el primer fin de semana de octubre.
Andacollo es una comuna de Chile ubicada en la provincia de Elqui, en la IV Región de Coquimbo.
La economía de Andacollo ha dependido históricamente de la actividad minera.
La historia de Andacollo es la de su Virgen y de sus yacimientos de cobre y oro.
Situado en el fondo de una quebrada, a 55 Km. al SE de Coquimbo y con una altura de 1.053 mts. sobre el nivel del mar, su origen es anterior a la llegada de los conquistadores.
A mediados del siglo XV, los incas dominaron el territorio chileno hasta el río Bío-Bío y explotaron, entre otros, los ricos minerales de la zona coquimbana, Andacollo y Marga-Marga.
HISTORIA DEL HALLAZGO
La voz Andacollo deriva del quechua Anta-Coya, que significa «cobre-reina».
En este pueblo se encuentra la milagrosa imagen de la Virgen María que con tanto amor se venera año tras año, a través de los bailes religiosos, llamados «chinos», «turbantes» y danzantes».
Manuel Concha en su libro «Tradiciones Serenenses» escribe sobre el hallazgo:
Cierta noche, un indio viejo dormía, con aquel sueño pesado del que ha trabajado sin descanso durante el día, en una de las catas de su amo.
Cuando notó que la mina se había iluminado súbitamente, y que la luz aumentaba en intensidad.
A poco, un punto más luminoso, que parecía el foco de aquella clara y dulce luz, principió a cambiar de forma, a tomar consistencia material, a delinearse algo que parecía un objeto flotante, una cosa impalpable.
Enseguida, oyó clara y distintamente, una vaga pero comprensible voz que le dijo:
«Existe una gran riqueza a pocos pasos de ti.
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busca entre los peñascos más altos que se encuentran en la planicie que se extiende sobre tu cabeza.
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¡Anda Collo!»
Cesó la voz y la luz se extinguió.
A la noche siguiente, se volvió a renovar la visión, y la misma voz dijo:
«Tuyas serán las riquezas. ¡Anda, anda, Collo!!»
Preocupado en exceso, dio cuenta a su amo de lo que había visto y oído.
El español, en relación al indio, no vio otra cosa que el logro providencial de sus deseos:
«Anda y descubre esa riqueza, pero como te vengas con las manos vacías te he de cortar las orejas!».
El indio Collo partió, en compañía de algunos familiares, y al desgajarse un gran pedazo movedizo apareció, medio oculta, una pequeña estatua de madera toscamente labrada, de tez morena de gracioso rostro.
Este es, pues, según la tradición que no se apoya en documento alguno, el origen de la Virgen de Andacollo.
LA IMAGEN DE LA VIRGEN
La primera imagen de la Virgen que se menciona en los relatos anteriores, no es la que se venera actualmente en Andacollo.
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Desapareció misteriosamente.
Debido a que la capilla se encontraba sin imagen, perdió su advocación a la Virgen del Rosario y pasó a llamarse parroquia de San Miguel.
Para recuperar su título, el párroco Bernardino Alvarez del Tobar inició una colecta entre los indios y vecinos de Andacollo. Reunieron la suma de 24 pesos y encargaron una imagen de bulto a Lima.
La imagen llegó a comienzos de 1676, y después de conseguir con la autoridad eclesiástica que el Arcángel San Miguel abandonara su puesto en honor de la Virgen del Rosario, la imagen fue bendecida el primer domingo de octubre de 1676.
La imagen de la Virgen de Andacollo fue coronada solemnemente el 26 de diciembre de 1901. El decreto estaba firmado por el Papa León XIII.
ESPIRITUALIDAD Y MILAGROS
La espiritualidad del santuario está asociada a los innumerables milagros que se atribuyen a la Virgen de Andacollo.
Ya en el año 1748 y con motivo de la visita que hizo al santuario don Manuel Alday, Obispo de Santiago, escribía un cronista:
«Esta soberana Virgen acredita su augusto patrocinio y la confianza que en Ella tienen, con notables, frecuentes y recientes prodigios que se cuentan como curaciones subitáneas de males envejecidos e incurables y aun de muertos resucitados».
También es importante la labor que durante más de 100 años han realizado los misioneros claretianos en Andacollo, quienes han contribuido tanto en lo espiritual como en lo material.
Así por ejemplo, en 1905 se empieza a editar la revista “la Estrella de Andacollo” y en 1916 fundan la caja de ahorro popular, instalaron gramófono público y biógrafo, entre otras cosas.
Los milagros de la Virgen de Andacollo y del Niño Dios de Sotaquí, son conocidos en todo Chile y en el extranjero.
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Si se hiciera una crónica de de todas las gracias concedidas por la Madre de Dios y de su Divino Hijo, daría tema para un libro.
Ya en el año 1748 y con motivo de la visita que hizo al santuario don Manuel Alday, obispo de Santiago, escribía un cronista: Juan Ramón Ramírez, recoge el famoso milagro de Rosa Galleguillos, ocurrido el 26 de Diciembre de 1860.
La tullida Galleguillos arrojó sus muletas ante numeroso público, acompañó la procesión y volvió a su casa, a pie firme.
En el «Libro de Gracias y favores de la Virgen», Ramírez nos cuenta el caso de una resucitada después de estar dos horas bajo el agua y a las cuatro horas de ser tenida por muerta.
Otro suceso extraordinario que recoge los anales del santuario es el conocido como «La espada del turbante».
El corrector de un baile de turbantes no pudo subir a la fiesta y le prestó su espada a otro corrector, este acompañó al grupo danzante y cuando llegó junto a la Virgen, no pudo desenvainar la espada.
Ni él ni cuatro hombres. A su regreso, devolvió la espada y el corrector enfermo la desenvainó sin dificultad.
En 1871, Andacollo sufrió el azote de la peste viruela que causó en pocos días más de treinta víctimas.
El pueblo pidió al señor cura que la Virgen recorriera en procesión la calle Urmeneta. Así se hizo y la peste cesó.
En las revistas «Estrella de Andacollo», fundada en 1905, y en «Nuestra Señora de Andacollo», fundada en 1928, se da cuenta pormenorizada de muchos favores marianos concedidos a danzantes y devotos.
A continuación algunos de ellos:
«La desahuciaron. Ni un minuto más y vive todavía»
«Extracción de una bala en los riñones»
«Sana de hora muerta»
«Riñón corrompido extraído con felicidad»
«La Virgen concede terreno para edificar casa»
«Parto feliz y mejoría de la membrana»
«Moribundo hora y media. Se salva por milagro»
«Detención de orina»
«Parálisis facial»
«Huye el cáncer»
«Huye la apendicitis»«Sana de fortísimos dolores de cabeza al contacto de la imagen»
«Ciego de nacimiento ha sanado»
«Consiguió ocupación para su hijo»
«Salvados de un derrumbe de mina»
«Catorce cálculos al hígado»
«Grasa de la Virgen salva parálisis del brazo derecho»
«Mejoría de fiebre chabalongo»
«Salvado de alfombrilla y un gran tumor en la corva de una pierna»
«Sana con el aceite de la Virgen en la sopa»
«Trinidad Palma sana de una muy larga disentería»
«Pierna sanada con grasa bendita»
«Una familia sana de unos granos malignos»
«Inundación. Todos se salvan subiéndose a un sauce»
«Doña Pilar M. de Sánchez, de Argentina, sanó de un flujo de sangre»
«Ni cinco minutos tardó la Virgen en concederle la gracia»
«Sana un sordo de nacimiento»
«Sana enferma de la cara con la boca hinchada y torcida»
«Salva un terno de un incendio»
EL TEMPLO
Además de la simple ramada que cobijó a la primera imagen, el culto a la Virgen María ha originado la construcción sucesiva de cuatro templos.
A fines del siglo XVI le erigió una capilla el cura doctrinero Juan Gaytán de Mendoza. En 1676, con motivo de la llegada de la segunda imagen, el párroco Bernardino Alvarez de Tobar le levantó otra Iglesia.
Un tercer templo de hizo por orden de Manuel Alday, obispo de Santiago.
Por último, la gran basílica, asombro de visitantes y devotos, inaugurada el 25 de Diciembre de 1893, fue obra de los obispos José Manuel Orrego y Florencio Fontecilla.
Los planos fueron ejecutados por el célebre arquitecto italiano Eusabio Chelli.
Este último templo demoró 20 años en estar listo.
De estilo bizantino, mide 70 mts. de alto, por 30 mts. de ancho y 40 en el crucero. Tiene 5 naves y una capacidad para 10 mil personas.
El peregrino al entrar ve al fondo el retablo y más destacado el altar, ambos traídos de Francia y en el retablo las imágenes de S. Joaquín y Sta. Ana, los padres de la Virgen.
En las naves laterales están los altares del Sdo. Corazón de Jesús y S. José, del calvario con la imagen del Cristo yacente y al frente el Nacimiento de Jesús.
Dentro del templo se guardan las andas de plata para las fiestas.
El camarín de la Virgen es una capilla amplia a la altura de la imagen donde se puede estar muy cerca de ella.
A sus lados hay dos escalas de mármol y la misma capilla está toda revestida de mármol negro; en el centro tiene un altar igualmente de mármol y cercano a la imagen hay un mecanismo para hacer que la Virgen mire al camarín.
El museo de la Virgen está formado por los recuerdos que los peregrinos han dejado como agradecimiento.
En el pasillo de entrada están las vitrinas que contienen los rosarios entregados por cada familia del pueblo al cumplirse los 100 años de la coronación, 2001.
También se encuentran varias salas dedicadas a los Obispos de La Serena, a los misioneros Claretianos que desde 1900 son responsables del Santuario y a los bailes religiosos.
Al llegar al fondo, a mano derecha está la “Capilla del Indio”, donde se recuerda el encuentro de la Imagen.
A mano izquierda una sala donde se aprecian las vestiduras de fiesta de la Virgen, los regalos de China cuando era imperio y un ornamento para la misa bordado por la reina Isabel II de España en el siglo XIX.
Subiendo la escalera de mármol a la izquierda hay un sala donde se exponen sencillas joyas personales: argollas, gargantillas, cadenitas, relojes… Saliendo de esta sala se pasa al camarín.
Desde el 24 de febrero de 1998 el Templo Grande de Andacollo ostenta el título de Basílica Menor, oficializado solemnemente el 26 de diciembre de 1998.
FIESTAS Y BAILES
El primer día de octubre y los últimos días de diciembre los peregrinos desbordan por los rincones de Andacollo, pues se viven las dos fiestas tradicionales de Nuestra Señora del Rosario de Andacollo.
En Octubre se celebra universalmente la Fiesta del Rosario, conocida a nivel popular como la Fiesta Chica o el Santo de la Chinita.
La Fiesta Grande, durante diciembre, es la conmemoración de la coronación de la Virgen de Andacollo, la primera con este privilegio en Chile.
En diciembre, durante tres días (24-25-26), junto a la peregrinación se presentan «Bailes de Danzas» o «Cofradías”, los que constituyen su mayor atracción.
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Éstos, que se han expandido a todo el norte del país, nacieron a los pies de la Virgen entre 1585 y 1590.
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Hay tres tipos de bailes: chinos, turbantes y danzantes.
El antiguo baile chino de Andacollo es, sin duda, el más exótico e interesante. Está formado por mineros que representan a los primitivos indios que veneraban a la Virgen.
Su extraña y bárbara coreografía no acepta paralelo con ninguna danza folklórica europea. Visten de un solo color: marrón, azulino, violeta o rosado.
Pantalones anchos o cortos, adornados en la parte inferior con encajes y lentejuelas. Calzan zapatos u ojotas. Medias gruesas del mismo color del traje.
En la camisa, llevan bordados un ¡Viva la Virgen!, el nombre del bailarín, pájaros y flores. El cinturón es ancho, de fantasía, con adornos de cuentas azules, verdes y rojas.
Sobre las caderas penden los amplios culeros de cuero de los antiguos apires, adornados con espejitos y piedras de colores brillantes. Cubren sus espaldas con grandes pañuelos de fantasía.
Por lo general, van descubiertos. Algunos se cubren con morriones o boinas tejidas. Los bailarines más antiguos usan casacas y pantalones de terciopelos.
La danza consiste en una serie de saltos atléticos que inician con el cuerpo doblado en cuclillas. Saltan sobre un pie y después sobre el otro. Tan pronto se les ve en el aire como en el suelo. Los más ágiles dan saltos extraordinarios.
Fuentes:
- http://es.wikipedia.org/wiki/Nuestra_Se%C3%B1ora_de_Andacollo
- http://www.santuariodeandacollo.cl/
- http://iglesia.cl/especiales/mesmaria2011/santuarios/santuarios2.php
Equipo de Colaboradores de Foros de la Virgen María
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