Nuestra Señora del Rosario de Hellín, España ( 7 de octubre)

La leyenda es que en el momento del ataque de los musulmanes a la ciudad, una inexplicable y resplandeciente claridad surgida de las entrañas del monte alertó a los cristianos del peligro, malogrando la tentativa de los infieles.
Los habitantes de la fortaleza buscaron la procedencia de aquella luz sobrenatural, encontrando una hermosa talla de la Virgen junto a las murallas del castillo…

Hellín es un municipio perteneciente a la provincia de Albacete, Comunidad autónoma de Castilla la Mancha (España).

La devoción en Hellín por Ntra. Sra. del Rosario arranca con la Reconquista de la ciudad a manos de las tropas castellanas en 1266. El ejército cristiano llegó acompañado de frailes dominicos, los cuales venían difundiendo el culto a esta advocación mariana por todos los territorios levantinos ganados a los musulmanes.

Pronto fue erigido un templo en su honor y, a finales del siglo XVI, ya consta la existencia de una importante cofradía bajo su patronazgo que aún hoy sigue en activo.

Existe una versión popular sobre del origen de la imagen que empezó a venerarse por aquellos tiempos, leyenda que habla de un acontecimiento milagroso protagonizado por la Virgen en mitad de las luchas por el poder de la ciudad. Según la tradición, estando ya Hellín bajo dominio cristiano, el aún acechante ejército musulmán pretendía asaltar el castillo aprovechando la oscuridad de la noche.

Justo en el momento del ataque, una inexplicable y resplandeciente claridad surgida de las entrañas del monte alertó a los cristianos del peligro, malogrando la tentativa de los infieles. Los habitantes de la fortaleza buscaron la procedencia de aquella luz sobrenatural, encontrando una hermosa talla de la Virgen junto a las murallas del castillo.

Junto con San Rafael, Ntra. Sra. del Rosario ha sido siempre considerada como patrona, pero el título no le fue concedido oficialmente por el Obispado de Cartagena hasta 1907. Este hecho queda ratificado en 1955, cuando se realizó la Coronación Canónica de la imagen ante miles de hellineros.

La talla que actualmente se venera no es la original, puesto que se perdió durante la Guerra Civil, encargándose en 1939 una réplica al escultor Fernández Andes. Se trata de una pieza de madera policromada de gran belleza, conservándose la antigua tradición de revestirla con suntuosos mantos dependiendo de la celebración litúrgica que acontece.

Sus fiestas se celebran la primera semana de octubre enmarcadas en la tradicional Feria del Rosario, de gran renombre en toda la zona. También se realiza una multitudinaria ofrenda floral a la patrona cada 31 de mayo, con motivo del aniversario de su Coronación.

 

EL SANTUARIO

Tras la Reconquista a los musulmanes empieza a construirse el santuario en honor a la Virgen del Rosario. Éste se erigió sobre la antigua mezquita mozárabe emplazada junto al castillo, en la parte más elevada del casco histórico, siendo desde un principio lugar de peregrinación para los habitantes de la comarca.

El templo ha sufrido numerosas reformas en su dilatada historia como consecuencia de terremotos, guerras y sucesivas ampliaciones, ofreciendo en la actualidad una gran variedad de estilos artísticos. La esbelta torre de esta iglesia, visible desde cualquier punto de la ciudad, constituye en nuestros días todo un símbolo para los hellineros.

El Santuario de Nuestra Señora del Rosario se encuentra situado en el cerro del Castillo y dentro del casco urbano de Hellín. El edificio actual es fruto de la reconstrucción efectuada en la primera mitad del siglo XVIII y finales del XIX.

A la época barroca corresponden el camarín, la cripta y parte del templo; al eclecticismo decimonónico corresponden la fachada, el campanario y la organización del plano con su portada y verja.

Actualmente, es un edificio de tres naves, una central, más alta, cubierta con bóveda de cañón y arcos fajones; arcos de medio punto sobre pilastras la comunican con las laterales, que se cubren con bóvedas de aristas y arcos fajones que las separan unas de otras.

En la cabecera se encuentra el bello camarín rococó que se levanta sobre la cripta. Ambos espacios superpuestos constituyen hoy la parte del edificio más antigua, fechada en 1740 y construida en mampostería con aristas, cornisas y ventanal en sillería; el espacio interior se organiza con planta poligonal, a la manera de las cabeceras de los templos góticos, de cuyos ángulos arrancan los arcos que se encuentran en el centro.

Iconograficamente se diferencian tres niveles: El inferior, que se sitúa en los paramentos verticales, desarrolla escenas de la creación, en la relación de María, la Nueva Eva, con Eva la primera mujer; el segundo se localiza en las secciones del friso, con escenas de los patriarcas, también del Génesis, y el tercero, en los sectores de la bóveda, con escenas de la Vida de la Virgen, en su mayoría misterios gozosos y gloriosos.

En las pilastras, ángeles dentro de un fondo nos presentan distintos símbolos de la letanía lauretana. El pavimento conserva azulejos valencianos del XVIII. Destacan las dos puertas de acceso al camarín, con tallas y decoración zoomorfa.

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