Opinión pública y los políticos africanos tienen opiniones distintas a occidente sobre la homosexualidad

La homosexualidad divide a la Iglesia Anglicana.

 

El continente africano no acompaña la deriva occidental de reingeniería de la familia y la sexualidad que lleva a cabo occidente, lo que se refleja en las encuestas de opinión pública, en las leyes y en las expresiones de sus religiosos.

 

homosexuales en africa

 

Una investigación llevada a cabo en 2013 en 39 países por el Pew Research Center reveló que para el 98% de la sociedad nigeriana no se debería aceptar la homosexualidad, dice lo mismo el 96% en Uganda, Ghana y Senegal, el 90% en Kenia e incluso en Sudáfrica están contra la homosexualidad el 61% de los encuestados.

Los matrimonios del mismo sexo son ilegales en todos los países africanos excepto Sudáfrica y 39 países de un total de 54 tienen leyes que castigan la homosexualidad

LA NUEVA LEY DE NIGERIA

El 7 de enero el presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, firmó la ley sobre la homosexualidad que el parlamento había votado por unanimidad el pasado 30 de mayo. Con su entrada en vigor, están prohibidos los matrimonios entre homosexuales.

Se prevee una pena de prisión de hasta 14 años para cualquier persona que contraiga matrimonio homosexual actúe como testigo o de alguna manera participe en la celebración de matrimonios entre personas del mismo sexo.

También se prohibió cualquier manifestación pública de la homosexualidad y es ilegal constituir clubes y organizaciones en defensa de los derechos gay. Las sanciones en este caso son de hasta 10 años de prisión.

Desde el día de la firma presidencial, las autoridades ya han tomado medidas con decenas de arrestos.

NIGERIA NO ES UNA EXCEPCIÓN EN ÁFRICA

Los matrimonios del mismo sexo son ilegales en todos los países africanos excepto Sudáfrica y 39 países de un total de 54 tienen leyes que castigan la homosexualidad, en ciertos estados con pena de muerte.

Algunos gobiernos, incluidos los de Tanzania y Camerún, se están preparando para promulgar nuevas leyes y Uganda, que ya tiene una desde 2010 está dicutiendo penas más duras de hasta cadena perpetua en caso de los «reincidentes».

En diciembre, una versión revisada del texto ha sido aprobada por el parlamento. Sólo falta la ratificación del jefe de Estado, Yoweri Museveni, quien la sigue posponiendo, a pesar de las tensiones internas, al parecer para evitar las represalias de algunos países donantes.

LOS ANGLICANOS EN APRIETOS

En los últimos días, el arzobispo de Canterbury Julius Welby, la más alta autoridad espiritual de la Iglesia Anglicana, y el de York, John Sentamu, originario de Uganda, han pensado que lo mejor era escribir una carta a los presidentes de Nigeria y Uganda, y también entregarla a todos primados de las iglesias nacionales de la Comunión Anglicana.

«La victimización y la humillación de las personas atraídas por el mismo sexo debe ser absolutamente mal vista – escriben los dos religiosos – los homosexuales son hijos de Dios, amados y valorados por él. Ellos merecen nuestro cuidado pastoral y nuestra amistad».

La respuesta del jefe de la Iglesia Anglicana de Uganda, el arzobispo Stanley Ntagali no esperó mucho. En cuanto a la ley, dijo que estaba satisfecho por toda enmienda adoptada en diciembre, recomendada por la Iglesia, que la hace menos grave que la pena de muerte. Mientras asegura que,

«los que están confundidos acerca de su sexualidad o está luchando con su orientación sexual pueden estar seguros de encontrar ayuda y buen tratamiento en la Iglesia», dijo el arzobispo primado.

Sin embargo, recordó a los británicos que

«la práctica homosexual es incompatible con la Escritura«.

Y aprovechó la oportunidad para expresar su desacuerdo con la Iglesia británica esperando que revisen sus posiciones

«a fin de que la Iglesia de Uganda continúe su comunión con la Iglesia Madre.»

La posibilidad de una escisión dentro de la Comunión Anglicana, de hecho, no es nada remota. Algunas iglesias de África, incluida la de Uganda, ya han suspendido las relaciones con los anglicanos en los Estados Unidos y Canadá y no permiten la ordenación de sacerdotes homosexuales y los matrimonios del mismo sexo. A ellos les gustaría también que las Iglesias de América del Norte no fueran invitadas a la Conferencia de Lambeth en 2018, a la reunión cada 10 años en Londres de los obispos anglicanos de todo el mundo.

En Nigeria, por su parte, Ignacio Ayau Kaifama, Arzobispo de Jos, Nigeria y Presidente de la Conferencia Episcopal nigeriana y Vicepresidente de la Conferencia Episcopal de África Occidental dio la bienvenida a la ley sobre la homosexualidad.

El arzobispo escribió una carta al presidente Jonathan, en nombre de todos los obispos y los fieles del país, para darle las gracias por su

decisión «valiente y sabia», que es indicación clara «de la capacidad de nuestro gran país para luchar por la protección de los más altos valores de las culturas nigeriana y africana sobre la institución del matrimonio y de la dignidad de la persona humana, sin ceder a la presión internacional«.

La carta de la Conferencia Episcopal refleja y confirma la preocupación ya expresada durante la última sesión plenaria de los obispos, que se celebró en septiembre pasado, por

«los continuos intentos por parte de organismos extranjeros para introducir valores malsanos a nuestra sociedad con sus campañas por el aborto, la distribución de preservativos y la promoción de las uniones homosexuales«. 

Los obispos reiteran, en el mismo documento, su compromiso con la santidad de la vida desde la concepción hasta la muerte, y rechazan con fuerza cada intento de promover una cultura de la muerte.

Fuentes: La Nuova Bussola Quotidiana, Signos de estos Tiempos

 

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