¿FALTA ALGO?
Si Dios ha aterrizado en el mundo
es porque quiere elevar al hombre al mismo cielo
¿FALTA ALGO?
Si Dios ha aterrizado en el mundo
es porque quiere elevar al hombre al mismo cielo
Si Dios ha bajado al mundo
es porque quiere compartir con la tierra el regocijo del cielo
Si Dios habla por Jesús
es porque Dios quiere ser, además de escuchado, contemplado
Si Dios se involucra en la fiesta del mundo
es porque sabe que le falta alegría al hombre.
Si Dios pone vino bueno al final de una fiesta
es porque nosotros solemos ofrecer
de aquel otro que pronto se acaba
Si Dios tarda en transformar algunas cosas de la tierra
es porque el hombre se resiste a ofrecer sus manos
Si Jesús no es invitado a muchas fiestas
es difícil que llegue el vino para todos
Si Jesús no es acogido desde la libertad
El no se va a imponer por la fuerza
Si Jesús no es invitado a las bodas de la fiesta del mundo
siempre diremos aquello de: ¡falta algo! ¡falta alguien!
Por ello mismo, porque queremos que todo este a punto,
¡Ven Señor a nuestra fiesta!
¡Cambia el agua de nuestra tristeza en vino de eterna alegría!
¡Transforma la fiesta postiza en alegría auténtica de corazón!
BUENOS DÍAS
Como bien sabes, hermano mío, yo pedí muy pocas cosas en mi vida. Pedí una posada antes de nacer, pensando sobre todo en mi madre.
Pedí a Zaqueo que me recibiera en su casa, y a un buen amigo una habitación para celebrar la cena de Pascua.
Pedí un par de veces agua para beber.
¿Me dejas que hoy sea yo quien te pida? Una vez ya pedí también un sí a una joven, y juntos hicimos grandes cosas. Sólo por esta vez.
Te pido que me prestes tus manos para que con ellas yo pueda seguir curando, bendiciendo y acariciando.
Te pido que me prestes tus pies para que pueda seguir acudiendo a las llamadas de tantos necesitados, y para correr detrás de los que pierden el camino.
Te pido tus labios para besar a tantos niños y a tantos mayores con hambre de amor.
Te pido tu lengua para seguir dando buenas noticias a los pobres y denunciar tanto hipócrita y opresor que andan sueltos.
Te pido tus ojos, para mirar con ternura y cariño a toda la gente.
Te pido tu rostro para sonreír a cada uno; para sonreír siempre y a pesar de todo; para poner una mirada de paz y alegría en todas las cosas… Estáis tan nerviosos y ocupados, que lo llenáis todo de angustia.
Te pido, por último, tu corazón, para que yo pueda seguir amando a mi manera.
ACUÉRDATE DE LO BUENO
Cuando el cielo está gris… Acuérdate cuando lo viste profundamente azul.
Cuando sientas frío… Piensa en un sol radiante que ya te ha calentado.
Cuando sufras una temporal derrota... Acuérdate de tus triunfos y tus logros.
Cuando necesites amor… Revive tus experiencias de afecto y ternura.
Acuérdate de lo que has vivido y de lo que has dado con alegría.
Recuerda los regalos que te han hecho, los besos que te han dado,
los paisajes que has disfrutado y las risas que de ti han emanado.
Si esto has tenido…
Lo podrás volver a tener y lo que has logrado, lo podrás volver a ganar.
Alégrate por lo bueno que tienes y por lo de los demás;
desecha los recuerdos tristes y dolorosos, no te lastimes más.
Piensa en lo bueno, en lo amable, en lo bello y en la verdad.
Recorre tu vida y detente en donde haya bellos recuerdos
y emociones sanas y vívelas otra vez.
Visualiza aquél atardecer que te emocionó.
Revive ésa caricia que se te dio...
Disfruta nuevamente de la paz que ya has conocido, piensa y vive el bien.
Allí en tu mente están guardadas todas las imágenes…
¡Y sólo tú decides cuáles has de volver a mirar!
DÉJAME BUSCARTE, SEÑOR
Y no dejes nunca de llamarme
no en la superficialidad donde no te escucho
y sí, en la profundidad de mi ser
donde el Tú y mi yo se abrazan.
DÉJAME BUSCARTE, SEÑOR
Porque, en el viento de la fe,
se sostiene tu llamada misteriosa
Y cuenta conmigo para algo
aunque, solamente Tú y sin mis débiles fuerzas
pudieras llevar adelante tu encargo.
DÉJAME BUSCARTE, SEÑOR
Para sentir que te sirvo y vivo
trabajando y respondiendo mil veces “si”
para ayudarte a llevar la carga pesada de tu Reino.
DÉJAME BUSCARTE, SEÑOR
Y conocerte para amarte
Y amarte para seguirte
aunque, el mundo, no me reconozca méritos
ni ponga aureolas a mis éxitos invisibles al ojo humano.
DÉJAME BUSCARTE, SEÑOR
Porque, cuando me llamas,
siento el privilegio de ser convocado
Porque, cuando pronuncias mi nombre,
sé que a algo bueno me invitas
Porque, cuando me interrogas: ¿Qué buscas?
Tú sabes que…sólo a Ti te añoro
Tú sabes que…sólo a Ti te quiero.
DÉJAME BUSCARTE, SEÑOR
Dejando todo aquello
que obstaculice el que yo te encuentre
Alejándome de los ruidos
que me impiden escuchar tu voz
Ayúdame a estar siempre inquieto:
en permanente búsqueda
Enséñame a estar contigo:
y conocerte para nunca olvidarte
Envíame para servir amando:
y, contigo, siempre salvando.
Amén.
CONTEMPLA EL CIELO
Contempla el cielo, ¡qué bello es!
Contempla la tierra, ¡Cuánta belleza!
Contempla ambos, a la vez, ¡qué maravilla!
El Señor los ha hecho, Él los rige y los gobierna.
Él está presente en todo su proceso evolutivo
y en sus períodos.
Por eso todas las criaturas lo glorifican,
ya sean animados como los inanimados,
ya sean los seres del cielo como los de la tierra
ya sean los seres en crecimiento como los en envejecimiento.
Cuando gozas de este espectáculo maravilloso
y te sientes inundado por lo Trascendente,
confiesa que Él es el Creador del cielo y la tierra.
Pero, ¡ojo!, no te quedes disfrutando sólo de lo que hizo,
Olvidándote del que lo hizo.
Si amas lo que hizo,
ama mucho más a quien lo hizo.
Si son hermosas las cosas que creó,
Cuánto más hermoso es el que las creó!
San Agustín
¿QUIERES CONOCER A JESÚS?
Reza Un amigo se conquista y se conoce con el diálogo.
Confía La confianza expresa algo muy importante: pensar en alto con otro.
Escucha El evangelio es el habla de Jesús de Nazaret.
Medita Antes de hablar, piensa. Acércate a la Biblia.
Actúa Cuando uno descubre algo importante…lo da a conocer.
Vive Aliméntate de la eucaristía. Sin ella se pierden fuerzas
Comparte Dios te ha dado mucho.
Comprométete Sin ti muchas cosas no podrán llevarse a cabo
Lee La historia de Jesús, no las novelas sobre El, son apasionantes. Elige bien.
Manifiéstate Occidente necesita de nuevos impulsores de la paz y del amor de Dios.
Conviértete Nadie somos perfectos. Pero, Dios, nos ayuda a superarnos.
Perdona No te sientas débil porque, aparentemente, te humillan. Perdona y olvida. Sufrirás menos.
Habla de Dios El megáfono de Dios eres tú. No lo olvides
Ayuda Las manos de Jesús son las tuyas.
Escucha Los oídos de Jesús son los tuyos.
Ama El corazón de Cristo está dentro de ti.
DIOS TE DICE
Yo seré tu luz en los momentos sombríos,
Yo seré tu alegría en los momentos de tristeza,
Yo seré tu liberación en los momentos de lucha,
Yo seré tu fuerza en los momentos de debilidad,
Yo seré tu explicación en los momentos de incertidumbre,
Yo seré fe para ti en los momentos de duda,
Y algo más importante todavía: Soy amor para ti. Te amo y te perdono.
No te desanimes. No te descorazones. No mires atrás.
No sientas remordimiento por errores o pecados cometidos. Lo pasado ya pasó. He cubierto esos errores y pecados.
Lo que era como la grana será emblanquecido como la nieve.
Como está lejos el oriente del occidente hice alejar de ti tus pecados.
Desde el primer momento en que imploras mi perdón, desde el preciso instante en que clamas a Mi, te concedo mi perdón.
Por tanto, ya no hay motivo para que sigas preocupándote, temiendo y llevando la carga tu solo.
Tu Padre que te ama con «amor infinito»… Dios.
NO LLORES SI ME AMAS
Si conocieras el don de Dios
y lo que es el cielo…
Si pudieras oír el cántico de los ángeles
y verme en medio de ellos…
Si por un instante pudieras
contemplar como yo
la belleza ante la cual
las bellezas palidecen…
Creemé.
Cuando llegue el día que Dios
ha fijado y conoce,
y tu alma venga a este cielo
en el que te ha precedido la mía…
ese día volverás a verme.
sentirás que te sigo amando, que te amé,
y encontrarás mi corazón
con todas sus ternuras purificadas.
volverás a verme en transfiguración,
en éxtasis feliz.
Ya no esperando la muerte,
sino avanzando contigo,
que te llevaré de la mano por los senderos
nuevos de luz y de vida.
Enjuga tu llanto y no llores si me amas.
(San Agustín)