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Oración de cada día
Cada día vamos agregando una oración para ese día, y además mantenemos las oraciones de la semana anterior.

el poder de la oración

 

ESPÍRITU DIVINO

Ven, Espíritu divino, manda tu luz desde el cielo.
Padre amoroso del pobre; don, en tus dones espléndido; luz que penetras las almas; fuente del mayor consuelo.

Ven dulce huésped del alma, descanso de nuestro esfuerzo, tregua en el duro trabajo, brisa en las horas de fuego, gozo que enjuga las lágrimas y reconforta en los duelos.

Entra en el fondo del alma, divina luz, y enriquécenos. Mira el vacío del hombre si tú le faltas por dentro; mira el poder del pecado cuando no envías tu aliento.

Riega la tierra en sequía, sana el corazón enfermo, lava las manchas, infunde calor de vida en el hielo, doma el espíritu indómito, guía al que tuerce el sendero.

Reparte tus siete dones según la fe de tus siervos.
Por tu bondad y tu gracia, dale al esfuerzo su mérito; salva al que busca salvarse, y danos tu gozo eterno.

YO TAMBIÉN QUIERO SUBIR CONTIGO, MARÍA

Y ascender, muy alto, al encuentro con el Señor
pero, sin olvidar, que los grandes rascacielos
están primeramente sujetos a la tierra.
Como Tú, María:
Sencilla, no quisiste más grandeza que tu pobreza
Como Tú, María:
limpia, tus ojos sólo brillaron para el Señor
Como Tú, María:
obediente, siempre tus caminos fueron para Dios

YO TAMBIÉN QUIERO SUBIR CONTIGO, MARÍA
Dándome generosamente, como Dios mismo se ofrece
Entregándome sin tregua, como Tú misma te das
Mirando hacia el infinito,
y buscando, en ese aparente vacío, la grandeza del Salvador

YO TAMBIÉN QUIERO SUBIR CONTIGO, MARÍA
Y disfrutar para siempre de la gloria eterna
Y correr, contigo, por las calles del cielo
Y poder abrazar a los que, antes que yo,
marcharon con tu protección desde este duro suelo
Y dejar de llorar, de sufrir y comprender entonces
lo que vale la fe y la perseverancia de mi ser cristiano

YO TAMBIÉN QUIERO SUBIR CONTIGO, MARÍA
Porque, este mundo nuestro, es un primer anuncio
es aperitivo de la gran cena que nos espera
es antesala del gran comedor que nos aguarda
es primer compás de la música celeste
es preámbulo de un umbral feliz y lleno de dicha
¡Felicidades, María!
¡Tu suerte, que sea la nuestra!
¡Ayúdanos a encontrar, esas escaleras,
por las que, Tú, has encontrado el cielo!
Amén

¿ME LO CONCEDES, SEÑOR?

Un deseo para mi vida:
creer sin desfallecer
Un deseo para mi gente:
que te quieran como yo te quiero
Un deseo para mis enemigos:
que podamos darnos la mano
¿ME LO CONCEDES, SEÑOR?

Un deseo para mi cuerpo,
que sea fuerte y con mi voz
y mi garganta, con mi corazón y mis manos
con mis pies y todo mi ser…
te pueda seguir dando gloria.
¿ME LO CONCEDES, SEÑOR?

Un deseo para mi alma,
que el maligno no habite en ella
Un deseo para mis días,
que no busque lo que no me corresponda
Un deseo para mi Iglesia,
que nunca se canse de mirar hacia Ti
Un deseo para mis ojos,
que sepan descubrirte en todo y sobre todo
¿ME LO CONCEDES, SEÑOR?

Un deseo para mi pobre oración,
que sea sincera y no interesada
Un deseo para mi caridad,
que sea grande y no una farsa
Un deseo para mi esperanza,
que espere y nunca te deje de lado
¿ME LO CONCEDES, SEÑOR?

JESÚS, AMIGO Y HERMANO NUESTRO

Jesús, amigo y hermano nuestro:
Tú que eres camino y luz,
guía mis pasos al caminar.
Abre mis ojos a la vida,
para que sienta en todas las cosas que tú me amas.

No es fácil ser persona.
A veces, no sé quién soy ni lo que quiero ser.
Y, sin embargo, desde mi libertad,
anhelo andar por mi pie.

¡Guía, tú, mis pasos al caminar!
Sé que no he nacido para estar triste,
sé que es mucho lo que me falta por andar,
sé que no hay camino,
sé que soy un bello proyecto.

¡Guía, tú, mis pasos para llegar a ser yo mismo!
Dame un corazón como el tuyo,
alegra y generoso.
Dame una voluntad como la tuya,
capaz de quebrar la rutina.
¡Enséñame a vivir!

Gracias por todos los talentos, gracias por la vida,
Gracias por la libertad y el riesgo,
gracias, sobre todo, por tu amistad.
Jesús, amigo y hermano nuestro,
guía, tú, nuestros pasos hacia la vida,
que es la gran puerta por abrir.

QUIERO SUMAR, NO RESTAR

Sumar, nunca restar,
para que otros, tengan algo

Sumar, nunca restar,
para que mis hermanos tengan pan

Sumar, y multiplicarme,
para que los de lejos o los de cerca
tengan agua si tienen sed

Sumar, y nunca restar,
para que niños negros o blancos
de arriba o de abajo
de cualquier continente,
puedan descubrir que, Cristo,
se hace presente en mi compartir

Quiero sumar, no restar
Quiero multiplicar, no dividir
Quiero añadir, no quitar

Para que el pan y el agua
el alimento y el vestido
la justicia y la paz
sean una realidad,
aquí y a la otra orilla del mar

Amén.

¿YO, SEÑOR? ¿CÓMO LO HAGO?

¿YO, SEÑOR? ¿CÓMO?
Quiero multiplicarme,
y siento que mis fuerzas se debilitan
Quiero llegar lejos,
y me quedo agotado al volver la esquina.
Quiero, en tu nombre,
dar mucho de lo que presumo,
y miro, con egoísmo, las migajas
que de mi mesa caen al suelo.

¿YO, SEÑOR? ¿CÓMO LO HAGO?
¿Cómo hago para dar sin recibir nada a cambio?
¿Cómo hago para no volver mi espalda
ante tanto desgarro?
¿Cómo hago, Señor, para compadecerme
sin importarme el que me tomen por un engañado?
¡Díme, Señor! ¡Cómo lo hago!
Porque, Tú bien sabes, Señor,
que yo soy el primer necesitado:
necesitado de tu pan y de tu abrazo
necesitado de tu pan y de tu Palabra
necesitado de tu pan y de tu presencia
necesitado de tu pan y de tu aliento.

SEÑOR; ¿CÓMO LO HAGO?
Cómo multiplicarme sin riesgo
de quedar arruinado por el intento
Cómo llegar, donde los poderosos,
nunca soñaron con llegar hacerlo
Cómo compartir y repartir
lo que, en mí, sobra y no es necesario.

¡YA LO SÉ, MI SEÑOR!
Sólo, mirándote a Ti,
Sólo, siguiéndote a Ti,
Sólo, escuchándote a Ti,
encontraré la respuesta en mi camino:
Donde hay fe
Donde está Dios
Donde vive Cristo
Donde habla el Espíritu…
todo se multiplica por cien…o por mi

(Javier Leoz)

BUENOS DÍAS SEÑOR, A TI EL PRIMERO

Buenos días Señor, a ti el  primero,
encuentra la mirada del corazón,
apenas nace el día:
Tú eres la luz y el sol de mi jornada.

Buenos días, Señor,
contigo quiero andar por la vereda:
tú mi camino, mi verdad, mi vida;
tú la esperanza firme que me queda.

Buenos días, Señor, a ti te busco,
Levanto a ti las manos y el corazón,
al despertar la aurora:
quiero encontrarte
siempre en mis hermanos.

Buenos días, Señor resucitado,
que traes la alegría al corazón
que va por tus caminos,
¡vencedor de tu muerte y de la mía!

 

Oraciones del domingo 3 al sábado 9 de agosto 2014

 

SAN JUAN BOSCO DECÍA

Jesús nos enseña que es necesario extender nuestra bondad hacia todos los hombres, aún hacia nuestros enemigos, porque el fin último de su religión y de su venida a la tierra es la caridad: “Amaos los unos a los otros como yo os he amado.”

TUS OJOS ME MIRAN, SEÑOR

TUS OJOS ME MIRAN, SEÑOR
Y, si me miran, nunca fracasaré
Y, si me siguen, nunca me apartaré de Ti
Y, si me miran, no tendré miedo

TUS OJOS ME MIRAN, SEÑOR
Porque me quieres y me proteges
Porque me guías y me alcanzas
Porque me proteges y me diriges

TUS OJOS ME MIRAN, SEÑOR
Para que no me ahogue
en mis debilidades
Para que no tenga miedo
frente a las dificultades
Para que, mirándote, como Tú me miras
no mire al fondo sino al horizonte.
Amén.

ORACIÓN DE AGRADECIMIENTO POR LA VISITA DEL PAPA FRANCISCO A COREA

Con ocasión de la visita del Papa Francisco a Corea del Sur, del 14 al 18 de agosto de este año, donde participará de la VI Jornada de la Juventud Asiática, se ha compuesto una oración de agradecimiento a Dios.
Durante su visita, el Santo Padre también presidirá la ceremonia de beatificación de 124 mártires coreanos, asesinados por odio a su fe entre 1791 y 1888.
Oración de agradecimiento por la Visita del Papa Francisco a Corea y por la beatificación de los mártires coreanos:

Oh Dios, Padre, Tu que eres amor,
Te agradecemos por haber instituido la Iglesia católica en Corea
sin la ayuda de los misioneros sino solo con tu gracia.
Nuestra Iglesia se honra por la beatificación de los mártires
que será celebrada por el Papa Francisco
en ocasión de su visita a Corea.
Gracias, además, por habernos ofrecido la oportunidad
de una nueva evangelización de Asia
a través de la Jornada Asiática de la Juventud,
a la cual vienen convocados jóvenes
provenientes de diversos países del Continente.
Ayúdanos para que, tomando el ejemplo de nuestros mártires,
podamos renovar nuestra fe y la de nuestra Iglesia
y por medio de eso evangelizar nuestra sociedad.
Ayúdanos a llegar a ser una comunidad que sepa acompañar a los que sufren,
a los emarginados y a los pobres,
que sepa transmitir a todos los hombres la luz de la fe
y promover la cultura del amor, de la paz y de la vida.
Te rogamos para que nuestro pueblo se reconcilie
a través del Evangelio y realice la paz y la unidad en la Península.
Por medio de esto has que proclamemos el Evangelio
a todos los pueblos de Asia y has que tu luz y tu gloria iluminen todo el mundo.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Santa María y San José, patronos de la Iglesia en Corea, Rogad por nosotros.
Santos mártires coreanos, Rogad por nosotros.

AMABLE LUZ, DEL CARDENAL NEWMAN

Guíame, Luz Amable, entre tanta tiniebla espesa,
¡llévame Tú!

Estoy lejos de casa, es noche maciza y densa,
¡llévame Tú!

Guarda mis pasos;
no pido ver confines ni horizontes,
sólo un paso más me basta.

Yo antes no era así, jamás pensé
en que Tú me llevaras.

Decidía, escogía, agitado; pero ahora,
¡llévame Tú!

Yo amaba el lustre fascinante de la vida y, aun temiendo,
sedujo mi alma el amor propio,
no guardes cuentas del pasado.

Si me has librado ahora con tu amor, es que tu Luz
me seguirá guiando
por la pradera y el pantano, por el despeñadero y el torrente,
hasta que la noche huya,
y con el alba, estalle la sonrisa de los ángeles,
la que perdí, la que anhelo desde siempre.

PREPARA MARÍA

PREPARA, MARÍA
Un camino por el que pueda llegar al cielo
Un lugar donde, yo, pueda descansar en el cielo
Un rincón, desde el que yo pueda contemplar a Dios
Un oasis, donde pueda vivir en paz
Un asiento, donde pueda escuchar la voz del Señor

PREPARA, MARÍA
Una goma, para que Dios borre mis pecados
Un traje de fiesta, para que me pueda presentar ante Dios
Un corazón grande, para que Dios pueda habitar en él
Un calzado nuevo, para que no ensucie las calles del cielo

PREPARA, MARÍA
Con tu asunción, la hora en la que yo sea llamado
Con tu asunción, el momento en el que yo sea partícipe de la gloria de Dios
Con tu asunción, una escalera por la que acceda al Paraíso
Con tu asunción, un anuncio de lo que estamos llamados a vivir

PREPARA, MARÍA
Con tus manos, mi alma dispuesta para Dios
Con tus ojos, miradas limpias para ver a Dios
Con tus pies, caminos por los que encuentre al Señor
Con tu humildad, actitudes de acogida y de perdón

PREPARA, MARÍA
Con tu Asunción, el día en el que, pueda presentarme ante Dios
Sin más tesoro que la fe
Sin más inversiones que la caridad
Sin más pretensiones, que la esperanza
Tu Asunción, María, es un destello de luz
Que nos enseña el futuro que nos espera.
Gracias, María.

 

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