Oraciones Nuestra Señora que Desata los Nudos

Oración para desatar, Oración para dar Gracias a Dios por medio de la Virgen, Por la Familia, Por una mujer que dará a luz, Por el trabajo, De los padres por los hijos, Oración por un enfermo, Oración para un momento de gran angustia, Oración por un difunto, Oración ante la muerte de un ser querido, Encomendando a la protección de la Virgen a nuestros familiares, amigos y conocidos.

 

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA QUE DESATA LOS NUDOS

Santa María desatadora de nudos
Santa María, llena de la presencia de Dios,
durante los días de tu vida aceptaste con
toda humildad la voluntad del Padre,
y el Maligno nunca fue capaz de enredarte con
sus confusiones.
Ya junto a tu Hijo
intercediste por nuestras dificultades y,
con toda sencillez y paciencia,
nos diste ejemplo de cómo desenredar
la madeja de nuestras vidas.
Y al quedarte para siempre como
Madre Nuestra, pones en orden y haces mas
claros los lazos que nos unen al Señor.

Santa María, Madre de Dios y Madre Nuestra,
Tú que con corazón materno desatas los
nudos que entorpecen nuestra vida,
te pedimos que nos recibas en tus manos
y que nos libres de las ataduras y confusiones
con que nos hostiga el que es nuestro enemigo.
Por tu gracia, por tu intercesión, con tu ejemplo,
líbranos de todo mal, Señora Nuestra
y desata los nudos, que impiden nos unamos a Dios,
para que libres de toda confusión y error,
los hallemos en todas las cosas,
tengamos en El puestos nuestros
corazones y podamos servirle
siempre en nuestros hermanos. Amén

 

ORACIONES ANTE EL CUADRO DE NUESTRA SEÑORA LA QUE DESATA LOS NUDOS

ORACIÓN PARA DAR GRACIAS A DIOS POR MEDIO DE LA VIRGEN

Inmaculada Virgen María, Madre de Jesucristo y abogada nuestra, alegría de mi vida: vengo a tus pies con el amor filial, porque escuchaste mi súplica y tu poderosa intercesión me consiguió de Dios el favor que te pedí. Quiero hoy dar gracias a Dios con tus mismas palabras:

Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras
grandes por mí:
Su nombre es Santo
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
El hace proezas con su brazo
dispersa a los soberbios de corazón.
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes y a los ricos despide vacíos. Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de su misericordia
-como lo había prometido a nuestros padres- en favor de Abrahám y su descendencia por siempre.

Del Evangelio de Jesús escrito por San Lucas.

Mientras se dirigía a Jerusalén, Jesús pasaba a través de Samaria y Galilea. Al entrar en un poblado, le salieron al encuentro diez leprosos que se detuvieron a distancia y empezaron a gritarle: “Jesús, maestro, ten compasión de nosotros”. Al verlos, Jesús les dijo: “Vayan a presentarse a los sacerdotes”. Y en el camino quedaron purificados.
Uno de ellos, al comprobar que estaba curado, volvió atrás alabando a Dios en voz alta y se arrojó a los pies de Jesús con el rostro en tierra, dándole gracias. Era un samaritano. Jesús le dijo entonces: “¿Cómo, no quedaron curados los diez? Los otros nueves ¿dónde están? ¿Ninguno volvió a dar gracias a Dios, sino este extranjero?”. Y agregó: “Levántate y vete, tu fe te ha salvado”.

Palabra del Señor.
Te alabamos Señor.

  • Gracias Madre por desatar el nudo que me oprimía; al mismo tiempo que pongo en tus manos la acción de gracias por los beneficios recibidos, prometo también vivir en amistad con Dios, cumpliendo sus mandamientos y frecuentando los sacramentos de la Iglesia de Jesús para que pueda un día contemplarte en la gloria eterna. Amén.

Dios te salve María…

V. Virgen María, que desatas los nudos, causa de nuestra alegría.

R. Ruega por nosotros.

 

POR LA FAMILIA

Virgen María, Señora nuestra que desatas los nudos, a vos que con Jesús, Hijo de Dios altísimo y San José, tu esposo, formaste en este mundo la Sagrada Familia de Nazaret, te vengo a pedir por mi familia y por todas las familias del mundo.

Salve, columna de sacra pureza;
Salve, umbral de la vida perfecta;
Salve, tú inicias la nueva familia;
Salve, dispensas las bondades divinas;
Salve, morada del Verbo Divino;
Salve, tú eres de veras el trono del Rey;
Salve, tú llevas en ti al que todo sostiene;
Salve, por ti el Creador nace Niño.
Salve, ¡oh, Virgen y Esposa!

Del Evangelio de Jesús  escrito por San Lucas.

Después de cumplir todo lo que ordenaba la Ley del Señor, María y José con Jesús volvieron a su ciudad de Nazaret, en Galilea. El niño iba creciendo y se fortalecía, lleno de sabiduría, y la gracia de Dios estaba con él.

Palabra del Señor.
Te alabamos Señor.

  • Santa María, Madre de Dios, tú que desatas los nudos que no nos dejan vivir la plenitud del amor familiar, presenta al Padre nuestra alabanza y nuestra súplica:
    que en la alegría siempre demos gracias;
    que en la tristeza busquemos a Dios;
    que en el trabajo encontremos el
    gozo de su ayuda;
    y en la necesidad sintamos cercano
    su consuelo;
    que en todo momento demos
    testimonio de Cristo,
    y después de una feliz ancianidad lleguemos
    al hogar del cielo. Amén.

Rezar tres Avemarías.

V. Jesús, José y María, protejan a las familias.

R. Nuestra Señora que desatas los nudos, ruega por nosotros y bendice a nuestras familias.

 

POR UNA MUJER QUE DARA A LUZ

Virgen María, Nuestra Señora, la que desatas los nudos de la vida, esperanza nuestra, por el amor que te une a Jesús a quien, durante nueve meses llevaste en tu seno, bendice a… que espera ser madre.

Madre del Redentor, Virgen fecunda,
puerta del cielo siempre abierta,
estrella del mar
ven a librar al pueblo que tropieza
y quiere levantarse.
Ante la admiración del cielo y de la tierra, engendraste a tu santo Creador, y permaneces siempre virgen.
Recibe el saludo del ángel Gabriel,
y ten piedad de nosotros pecadores.

Del Evangelio de Jesús escrito por San Lucas.

En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Jusá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó “Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, ¿Quién soy yo, para que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado de parte del Señor.

Cuando llegó el tiempo en que Isabel debía ser madre, dio a luz un hijo. Al enterarse sus vecinos y parientes de la gran misericordia con que Dios la había tratado, se alegraban con ella.

Palabra del Señor
Te alabamos Señor.

  • María, que por medio del parto virginal nos entregaste al autor de la vida y te constituiste en Madre de tu propio Creador, protege a tu hija, en el momento del parto para que, al ver sano a su hijo, pueda alegrarse con la alegría que tú experimentaste cuando acunabas al Niño Jesús en Belén. Amén.

Rezar tres Avemarías.

V. María, Madre admirable.

R. Ruega por ella

 

POR EL TRABAJO

Señora y Madre mía, tú que desatas los nudos, con especial confianza vengo a suplicarte que intercedas ante el Padre que cuida de los lirios del campo y alimenta a los pájaros del cielo, el mismo que hace salir el sol sobre los campos de los justos y de los pecadores.

Salve, del mar estrella,
Salve, Madre sagrada,
Salve, por siempre Virgen,
Puerta del cielo santa.
Muéstranos que eres Madre,
presenta las plegarias
A quien por darnos vida
Nació de tus entrañas.

Del Evangelio de Jesús escrito por San Lucas.

Jesús dijo: “No se inquieten por la vida, pensando en que van a comer, ni por el cuerpo, pensando con qué se van a vestir. Porque la vida vale mas que la comida, y el cuerpo mas que el vestido. Fíjense en los pájaros: no siembran ni cosechan, no tienen despensa ni granjero, y Dios los alimenta. ¡Cuánto más valen ustedes que los pájaros!.

Palabra del Señor
Te alabamos Señor

Reina y Madre de misericordia, vuelve a nosotros tus ojos y desata los nudos de todos los que están sin trabajo, sostén con tu mano a los que corren el peligro de perderlo y bendice a los que lo tienen seguro. Confiamos en tu oración y protección porque fuiste esposa y madre de carpinteros. Amén.

Rezar tres Avemarías.

V. María, Madre del pueblo trabajador.

R. Ruega por nosotros.

 

DE LOS PADRES POR LOS HIJOS

Virgen, Madre de Jesucristo, tú que sabes lo que significa tener un hijo, escucha la oración que te hago por mis hijos:

Salve. Reina de los cielos
y Señora de los ángeles,
salve raíz, salve puerta,
por la que llegó la luz al mundo.
Alégrate Virgen gloriosa,
entre todas la más bella;
salve, oh hermosa doncella,
ruega a Cristo por nosotros.

Del Evangelio de Jesús escrito por San Mateo

En aquel tiempo la madre de los hijos de Zebedeo se acercó a Jesús, junto con sus hijos, y se postró ante él para pedirle algo. “¿Qué quieres?”, le preguntó Jesús. Ella le dijo: “Manda que mis dos hijos se sienten en tu Reino, uno a tu derecha y el otro a tu izquierda”, “No saben lo que piden”, respondió Jesús. “¿Puedes beber el cáliz que yo beberé?”. “Podemos”, le respondieron. “Está bien, les dijo Jesús, ustedes beberán mi cáliz. En cuanto a sentarse a mi derecha, o a mi izquierda, no me toca a mi concederlo, sino que esos puestos son para quienes se los ha destinado mi Padre”.

Palabra del Señor
Te alabamos Señor

Santa María, Madre de Dios, que desatas los nudos, te pido por mi hogar, que mis hijos siempre tengan un corazón de niño, puro y cristalino como el agua del manantial.

Dales un corazón fuerte que no se deje
vencer por la tristeza;
Un corazón grande para entregarse;
Un corazón fiel y generoso que no olvide ningún bien ni guarde rencor por
ningún mal;
Un corazón manso y humilde que ame
sin exigir correspondencia;
Un corazón grande e invencible que ninguna
ingratitud cierre y ninguna
indiferencia canse;
Un corazón fuerte para que ningún
vicio lo corrompa;
Un corazón apasionado por la gloria
de Jesús que lo lleve a vivir como
verdadero hijo de la Iglesia. Amén.

Rezar tres Avemarías.

V. María, Madre del Señor.

R. Ruega por mis hijos.

 

ORACIÓN POR UN ENFERMO

Santa María, que desatas los nudos de nuestra vida, pedimos hoy tu inter-cesión por… que está enfermo, recibe nuestra oración por él (ella):

Bajo tu amparo nos acogemos
Santa Madre de Dios,
no desprecies las súplicas
que dirigimos en nuestras necesidades
antes bien líbranos de todo peligro
Virgen gloriosa y bendita.
Amén.

Del Evangelio de Jesús escrito por San Mateo

Cuando Jesús bajó de la montaña, lo siguió una gran multitud. Entonces un leproso fue a postrarse ante él y le dijo: “Señor, si quieres, puedes curarme”. Jesús extendió la mano y lo tocó, diciendo: “Lo quiero, queda purificado”. Y al instante quedó purificado de su lepra.

Palabra del Señor
Te alabamos Señor

Tu que eres la salud de los enfermos, bendícelo para que el mal que lo aqueja se aleje de él, si esto es para bien de su alma y gloria de Dios. Amén.

Dios te salve María…

  • Tú que eres Madre de misericordia, pídele al Padre para que la fortaleza no lo abandone y pueda superar este trance; que Jesús lo mire con ternura para que el dolor no lo quiebre y que el Espíritu Santo lo colme con sus dones para que en este momento difícil no pierda la esperanza. Amén.

Dios te salve María…

  • Madre querida, que pronto podamos verlo curado y pueda, sano y salvo, dar gracias a Dios en el seno de la Iglesia. Amén.

Dios te salve María…

V. Virgen María, que desatas los nudos,
salud de los enfermos.

R. Ruega por él (ella).

 

ORACIÓN PARA UN MOMENTO DE GRAN ANGUSTIA

Virgen clemente, Madre de Jesucristo, que con mano piadosa desatas los nudos que provocan nuestra desesperanza, vengo a ti con una gran angustia en mi corazón:

Acuérdate, oh piadosísima Virgen María, que jamás se ha oído decir, que ninguno de los que han acudido a tu protección, implorando tu asistencia y reclamando tu socorro, haya sido abandonado de vos.

Animado con esta confianza, a vos también acudo,Virgen, Madre de las vírgenes y aunque dolido por el peso de mis pecados, me atrevo a comparecer ante tu presencia amorosa.

No desprecies mis súplicas, Madre de Cristo, Antes bien acéptalas y escúchalas.
Amén

Del Evangelio de Jesús escrito por San Mateo

Dijo Jesús: “Vengan a mí todos los que están afligidos y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen sobre ustedes mi yugo y aprendan de mi, porque yo soy paciente y humilde de corazón, y así encontrarán alivio. Porque mi yugo es suave y mi carga liviana.

Palabra del Señor
Te alabamos Señor.

  • Nadie está en el cielo más cerca de Dios que tú, por eso te pido que te apiades de mí y que me sostengas con tus brazos maternales para que el mal que me angustia desaparezca de mi vida. Amén.

Dios te salve María…

  • Haz que, por medio de tus oraciones me vea libre de esta gran preocupación, tú que sufriste con entrega admirable al pie de la cruz de Jesús, te pido que no desprecies mi súplica, mas bien líbrame de todo peligro, Virgen gloriosa y bendita. Amén.

Dios te salve María…

V. María, que desatas los nudos, consuelo
de los afligidos.

R. Ruega por mí.

 

ORACIÓN POR UN DIFUNTO

Santa María, Reina de todos los santos, te pedimos por… que muriendo dejó este mundo para entrar en la eternidad.

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia
vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve.
A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva;
a Ti suspiramos, gimiendo y llorando,
en este valle de lágrimas,
ea, pues, Señora, abogada nuestra,
vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos;
y después de este destierro muéstranos
a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
Oh clementísima, oh piadosa,
oh dulce Virgen María
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Amén.

Del Evangelio de Jesús escrito por San Juan

Jesús dijo: “Yo soy la Resurrección y la Vida. El que cree en mí, aunque muera vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?” Marta respondió: “Sí Señor, creo que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que debía venir al mundo”.

Palabra del Señor
Te alabamos Señor.

  • Desata, Virgen Santa, el último nudo en la vida del hombre y pídele al Corazón Sagrado de Jesús que le abra las puertas del cielo a… y así, olvidadas las faltas que por la humana fragilidad pudo haber cometido pueda vivir eternamente en la morada de la luz y de la paz donde todos un día esperamos encontrarnos, para que junto con vos alabemos al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo por los siglos de los siglos. Amén.

Rezar tres Avemarías.

V. Santa María, puerta del cielo
R. Ruega por él (ella)

 

ORACIÓN ANTE LA MUERTE DE UN SER QUERIDO

Virgen María, consuelo de los afligidos, mírame cargando con la cruz del dolor por la muerte de… a quien amo.
Salve oh Reina, dulce Madre nuestra
toda bondad, toda clemencia, amor,
a ti gimiendo el alma se confía
sola esperanza al humano dolor.
Vuelve a nosotros tus divinos ojos
llenos de amor y serena luz
y muéstranos, después de este destierro
la casta flor de tu seno: Jesús.

Del Evangelio de Jesús escrito por San Juan

En aquel tiempo, María la hermana de Lázaro, llegó a donde estaba Jesús y al verlo, se postró a sus pies y le dijo: “Señor si hubieras estado aquí mi hermano no hubiera muerto”. Jesús al verla llorar a ella y también a los judíos que la acompañaban, conmovido y turbado, preguntó “¿Dónde lo pusieron?” Le respondieron “Ve, Señor, y lo verás” Y Jesús lloró.

Palabra del Señor.
Te alabamos Señor.

  • María, tú que desatas los nudos, sé para mí la estrella de esta noche oscura, noche de lejanía, noche sin compañía. María, consuelo de los afligidos, ruega por mí.
  • Que tu mano desate el nudo de este dolor que oscurece mi vida y brilla Tú como luz amiga, luz fiel, luz inagotable que haga sólida mi fe y mi esperanza en la vida eterna. María, consuelo de los afligidos, ruega por mí.
  • Que tu intercesión me alcance el consuelo de Dios para creer que nuestro peregrinar en esta vida es el preludio del cielo. María, consuelo de los afligidos, ruega por mí.
    Rezar tres Avemarías.

 

 

ENCOMENDANDO A LA PROTECCIÓN DE LA VIRGEN A NUESTROS FAMILIARES, AMIGOS Y CONOCIDOS

Virgen María, Madre mía que desatas los nudos de nuestra vida pongo en tus manos a todos mis familiares, amigos y conocidos y por ellos te digo:
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea
pues todo un Dios se recrea
en tan gloriosa belleza,
a ti celestial princesa;
Virgen sagrada María,
yo te ofrezco en este día alma, vida y corazón,
mírame con compasión,
no me dejes Madre mía.

Evangelio de Jesús escrito por San Juan

Junto a la cruz de Jesús, estaba su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Al ver a la madre y cerca de ella al discípulo a quien él amaba, Jesús le dijo: “Mujer, ahí tienes a tu hijo”. Luego dijo al discípulo: “Ahí tienes a tu madre”. Y desde aquel momento, el discípulo la recibió en su casa.

Palabra del Señor
Te alabamos Señor.

Santa María, Madre de Dios, ruega por ellos.
Madre de Cristo, ruega por ellos.
Madre de la divina gracia, ruega por ellos.
Madre Purísima, ruega por ellos.
Madre de toda la Iglesia, ruega por ellos.

Dios te salve María.

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