Cómo está Organizados los Ángeles Caídos para hacer el Mal [sus distintas especialidades]

Cómo se estructuran para atacar a los seres humanos.

Los coros angélicos fueron creados por Dios para asistirle en el manejo de toda la creación.

Y están organizados en categorías que tienen misiones específicas por toda la eternidad.

Pero cuando la rebelión de lucifer y su expulsión del cielo, los ángeles caídos de cada coro angélico conservaron la misión que tenía, pero ahora para boicotearla.

Aquí hablaremos sobre las misiones que tiene cada uno de los anti coros angélicos para perturbar la creación de Dios, para que estés prevenido.

Existen tres divisiones en los coros angélicos, unos más cercanos a Dios por su misión, y otros a los hombres.

Cada uno tiene un trabajo específico que realizar.

En la primera categoría están los querubines, serafines, y tronos; en la segunda las dominaciones, las virtudes y potestades, y en la última los principados, arcángeles y ángeles propiamente.

Los querubines defienden la fe, son los guardianes de las cosas de Dios.

Los serafines, están proclamando continuamente la santidad de Dios.

Los tronos están atentos a la razón del obrar divino, están adorando junto al Sagrario y presentan las oraciones de los países y comunidades, entre otros.

Las dominaciones trabajan en proteger las misiones y las enseñanzas divinas.

Las virtudes ayudan a distribuir los milagros.

Las potestades están a servicio de los sacerdotes y de luchar contra las fuerzas adversas.

Los principados reparten bienes espirituales.

Los arcángeles son los asistentes de Dios y encargados de cumplir misiones especiales.

Y los ángeles propiamente dichos, ayudan al hombre en la salvación, al punto que cada ser humano tiene un ángel guardián.

Pero así como existe una jerarquía de ángeles, también lo hay de demonios.

Y estos hacen lo contrario de lo que hacen los ángeles.

Así pues si los principados reparten bienes espirituales, hay demonios que se encargan de que la persona no reciba estos dones.

De suerte que en vez de transmitir esperanza como el coro celestial de las virtudes, la convierten en desesperación.

En vez de ayudar a que el hombre crea y se salve, como hacen los ángeles, ellos le meten la idea de que ya están condenados por sus pecados.

Así que entre todos los demonios hacen que la persona entre en contacto con el miedo, la desesperación y la tristeza.

¿Y por qué el demonio odia tanto al hombre?

Es por la envidia que tiene al Hijo de Dios.

Lo odia más por haberse hecho hombre.

Se rebeló contra Dios, porque oyó al Padre Eterno sobre su plan de enviar Su Hijo al mundo.

En ese momento Dios quería enviar a Jesús para hacernos compañía, para hacernos parte, no para salvarnos porque aún no habíamos pecado.

Pero para Lucifer el que Dios se hiciera hombre era lo peor, por eso se rebela.

Y para tratar de evitar que el Hijo se encarne, trata de destruir los planes de Dios.

Hace que el hombre se revele y peque.

El demonio convence a Eva para que desobedezca y coma del fruto prohibido.

Porque piensa que si el hombre tiene pecado, Dios no podrá encarnarse.

Pero aún así sospecha que Dios hará algo para enviar a su Hijo.

Así que hasta que Jesús no nace, hace todo lo posible para que el mundo entre en caos.

Un caos tan espantoso, que provoca que Dios mande el diluvio, la lluvia de fuego para Sodoma y Gomorra, etc.

Pero Dios no quiere destruir, por eso envía a su Hijo ampliando la misión.

De modo que ahora su plan es contra la humanidad, hace todo lo posible para que los seres humanos no vayan al cielo.

Está muy celoso de no tener el cielo por reino.

Y entonces nos roba la esperanza, nos infunde miedo y desesperación.

Pero Dios tiene todo un ejército intentando salvarnos.

Aunque al final depende de nuestro libre albedrío.

Entonces así como los ángeles trabajan para salvarnos, el demonio lo hace para condenarnos.

Y estos ángeles caídos entonces se han dado la misma organización que tienen los ángeles buenos.

Y la conocemos porque el demonio se lo reveló a un sacerdote mientras realizaba un exorcismo a una monja.

La primera jerarquía son la de los anti serafines, anti querubines y anti tronos.

En esta categoría está Belcebú que era un serafín, inferior a Lucifer.

Este junto a Leviatán, instigados por Lucifer, fueron los primeros en rebelarse.

Belcebú tienta al hombre con el orgullo y así lo hacía con San Francisco de Asís, para tratar de evitar que el santo viviera el abandono a Dios.

Leviatán era un serafín y trabaja ahora en el hombre para infundir herejías.

San Pedro se oponía fuertemente a este demonio y es por esa razón que se dedica a tentar a los Papas.

Baberith era un querubín, trabaja en promover el homicidio, es por ello que detesta al apóstol san Bernabé, por su continua predicación en favor de la vida en Cristo.

Astaroth, Verrine, Grésil, Sonillon eran los primeros en la jerarquía de los tronos en el cielo, ahora lo son en el infierno.

Cada uno de ellos trabaja principalmente en favor de los pecados llamados capitales (gula, pereza, envidia, lujuria, soberbia, etc)

En la segunda jerarquía están las potestades, dominaciones y virtudes.

Carreau era una potestad en el cielo.

Y si allí se dedicaba a ayudar a propagar el mensaje de Dios, ahora como demonio hace lo contrario, endurece los corazones.

Este demonio parece que se espanta con san Vicente Ferrer, ya que sus predicaciones convertían a muchedumbres.

Oeillet era una dominación, su trabajo era ayudar a los religiosos en favor de su santificación

Pero ahora hace lo contrario, busca que amen el dinero y no el voto de pobreza.

Dice que San Martín es quién más le causa horror por ese desprendimiento que tuvo, aunque los demonios en el exorcismo no aclaran si hablaban de san Martín de Tours o de San Martín de Porres.

Belias era el príncipe de las virtudes y ahora se encarga de que haya mucha bulla en misa, de que los niños lloren y se rebelen.

Su deber es sacar a la gente de misa, y es por esto que san Francisco de Paula es uno de los santos que este demonio detesta más.

En la tercera jerarquía están los principados, arcángeles y ángeles.

Olivier era un arcángel, Luvart era un ángel y Verrier era un principado.

Estos nombres son los que están a cargo de cada categoría en el infierno.

En síntesis, según ese exorcismo los demonios pertenecen a la misma categoría que originalmente tenían, únicamente que ahora ya no sirven a Dios sino a sus intereses particulares.

Por lo tanto si hay un ángel que nos cuida, también hay un demonio que está cerca acechando, o sea un anti ángel de la guarda

Pero con la particularidad de que cuando quieren tentar a alguien se aproximan otros 5 demonios.

Así que en la batalla espiritual nos estamos enfrentando a muchos demonios.

Es por ello que Jesús insistía en que había que hacer mucha oración y ayuno, para que el demonio se aleje.

Y según algunos santos, estos demonios fastidian más cuando te has ido debilitando espiritualmente, aunque no aparezca así.

La gota perfora la piedra no por su fuerza sino por su constancia.

Y eso es lo que hacen los demonios una y otra vez, te meten miedo, para que así creas que no hay otra solución que la que ellos mismos te proponen.

Te hacen mención que no vales, o que nadie te quiere, que no puedes alcanzar esto o aquello.

No hacen otra cosa más que hacerte perder tu motivación.

Y al lograr que te sientas triste, es mucho más fácil para ellos llevarte a su lado.

Por esa razón, San Felipe Nery insistía mucho en la alegría, para que los demonios no pudieran ponerte triste.

Santo Tomás de Aquino proponía el relajarse, frente a esas situaciones de tristeza y desesperación.

Pero lo que significa relajarse depende de cada uno, porque tal vez para alguien la mejor opción sea dormir un rato, o para otros hablar, o salir a caminar.

Debemos tener en cuenta que el demonio usará todas sus armas para desesperarte.

Pero no debes olvidar que lo hace porque tú has olvidado algo muy importante, Jesús murió por ti.

De modo que si te sientes triste y solo, piensa que Jesús se sintió así en el huerto de los olivos.

¿Crees que no puedes más, y que tu peso es inaguantable?, piensa que Jesús soportó dolores cargando la cruz, por ti, porque te ama.

La mejor motivación es la confianza en Dios.

El espíritu demoníaco que te intenta robar la paz, poniéndote tentaciones, no puede soportar el nombre de Jesús.

Así que confía en Jesús, cuando te diga que nadie te ama, dile al demonio que Jesús se hizo hombre, murió y resucitó por tí.

Verás que los demonios huyen cuando se les recuerda que han sido derrotados por Jesús, y que no pueden atraerte para infundirte desesperación y miedo.

Frente a estos males, motívate confiando en Jesús, que nunca falla.

Bueno hasta aquí lo que queríamos hablar sobre la actividad de los anti coros angélicos.

Y me gustaría preguntarte si sientes cuándo estás siendo atacado por un demonio o te cuesta tiempo darte cuenta, y qué haces en ese caso.

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