Hay un solo ángel que es mencionado en las sagradas escrituras de las tres religiones monoteístas.

San Miguel Arcángel es mencionado en la Torá del judaísmo, en la Biblia del cristianismo y el Corán del islam.

Para los judíos es el protector de Israel y patrono de las sinagogas y para la Iglesia Católica es el patrón y protector de la Iglesia y el primero de los 7 arcángeles mencionados en la Biblia.

Para el Islam es responsable de las fuerzas de la naturaleza.

En el cristianismo y en el judaísmo se lo considera el líder de la lucha del bien contra el mal, por eso los ortodoxos griegos le llaman “archistrategos”.

En general en el arte judeo-cristiano se lo presenta con una armadura de general romano con una lanza o espada, combatiendo con un demonio o un dragón.

Y a veces con una trompeta, porque será el encargado de tocarla para dar inicio a la resurrección final.

También se lo representa con una balanza pesando las almas, porque sería el encargado de esto en el juicio final.

Y ya más modernamente se lo muestra con una eucaristía en la mano, haciéndose eco de sus apariciones dispensando la comunión, como en Fátima y Garabandal dando la comunión a los videntes.

Pero principalmente para los cristianos es el jefe de los ejércitos celestiales, que se opuso a la rebelión de los ángeles liderados por Lucifer, al grito de “quién como Dios”.

En el Nuevo Testamento están mencionados solamente tres arcángeles por su nombre, los otros dos son Gabriel y Rafael.

  

EN EL ANTIGUO TESTAMENTO

El Arcángel Miguel aparece en el Antiguo Testamento en el libro de Josué en la caída de Jericó (Josué 5).

Allí se dice que Josué levantó la vista y vio un hombre parado frente a él con una espada desenvainada en la mano y le preguntó de qué lado estaba.

Y éste le preguntó que venía como comandante del ejército del Señor.

También aparece en el libro de Daniel en los capítulos 10 y 12, como el gran príncipe que protege a las naciones.

También protegió en el horno ardiente a los tres jóvenes Ananías, Azarías y Misael, que habían sido arrojados allí por la negativa a adorar a un ídolo (Daniel 3)

Y en Daniel 14: 33 aparece Miguel transportando al profeta Habacuc de Judea a Babilonia para alimentar a Daniel en el foso de los leones.

Aparece además en el Éxodo en forma de columna de nube durante el día y columna de fuego durante la noche, acompañando a los israelitas en el desierto.

En Éxodo 23 Yahvé le dice a Moisés

Mi ángel caminará delante de ti y te introducirá en el país de los amorreos, de los hititas, de los perizitas, de los cananeos, de los jivitas, de los jebuseos, y Yo los exterminare”.

Y luego les da la orden de que no se postren ante sus dioses ni imiten su conducta.

Es en los días de Moisés que el Señor asignó a los israelitas al arcángel Miguel para guiarles a través del desierto, protegerles y llevar el triunfo contra las naciones idólatras.

En Judas 1 aparece la mención a la tradición judía de que el cuerpo de Moisés fue disputado por Miguel Arcángel y el diablo.

Y luego de triunfo San Miguel escondió la tumba de Moisés en obediencia a Dios, hasta el día de hoy.

Judas Macabeo pedía ayuda a San Miguel Arcángel antes de iniciar las batallas.

Se manifestó aniquilando 185 mil soldados del emperador asirio Senaquerib (2 Reyes 19).

Y golpeando al líder Heliodoro (2 Macabeos 3)

También fue el que dijo a Abraham que sacrificara a su hijo Isaac y luego que éste tenía todo prepararlo para hacerlo, bajó para decirle que no lo hiciera.

Y le dijo que sería bendecido y que sus descendientes serían tan numerosos como las estrellas en el cielo.

  

EN LA NUEVA ALIANZA

En el Nuevo Testamento San Miguel continúa ayudando y defendiendo al pueblo de Dios contra satanás y los Ángeles rebeldes.

En el Apocalipsis 12 vemos qué dice,

“Entonces se entabló una batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles combatieron con el dragón”.

Y luego describe que los ángeles rebeldes no prevalecieron y no hubo ya lugar en el cielo para ellos y fueron arrojados a la tierra.

Los padres de la Iglesia y los líderes políticos cristianos honraban a San Miguel por los beneficios espirituales y temporales que les concedía.

El emperador Constantino atribuyó a Miguel la victoria sobre los enemigos y le construyó una magnífica iglesia para honrarlo.

La que luego se convirtió en una peregrinación de sanación por intercesión de San Miguel.

Y también se menciona que apareció sobre el mausoleo de Adriano respondiendo a las oraciones del Papa Gregorio para que cesar una plaga sobre Roma.

  

SAN MIGUEL Y LA EUCARISTÍA

San Miguel preside el culto de adoración que se rinde al altísimo y le ofrece a Dios las oraciones de los fieles, que son simbolizadas por el incienso que se eleva ante el altar, según la tradición

La liturgia presenta a San Miguel como portador de las oraciones de la Iglesia ante el trono de Dios en el canon #1 de la Plegaria Eucarística de la misa católica, donde el sacerdote dice

“Te pedimos humildemente, Dios todopoderoso, que esta ofrenda sea llevada a tu presencia, hasta el altar del cielo, por manos tu ángel…”.

En varias apariciones Marianas aparece San Miguel relacionado con la Eucaristía, ya sea ministrando la eucaristía a los videntes o haciendo una catequesis sobre la misma.

En las apariciones previas de Fátima, San Miguel se apareció antes que Nuestra Señora a los tres pastorcitos.

Y allí en 1916 les hace una catequesis sobre la eucaristía.

En la una aparición les dicta la oración,

“Dios mío, yo creo, adoro, espero y te amo. Te pido perdón por los que no creen, no adoran, no esperan y no Te aman”.

Era para que los tres videntes oraran arrodillados con la frente en el suelo.

En otra aparición apareció con un cáliz y la hostia suspendida encima, cayéndole gotas de sangre que se vertían en el cáliz.

Y allí postrado en tierra dijo tres veces esta oración que enseñó a los videntes,

“Santísima Trinidad, Padre , Hijo y Espíritu Santo, te adoro profundamente y te ofrezco el Preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de Nuestro Señor Jesucristo, presente en todos los Sagrarios del mundo, en reparación por los ultrajes, sacrilegios e indiferencias con que El mismo es ofendido.

Y por los méritos infinitos de su Sagrado Corazón y del Corazón Inmaculado de María te pido la conversión de los pobres pecadores”.

Y finalmente le dio a Lucía la comunión con la hostia y a Jacinta y a Francisco el contenido del cáliz diciéndoles,

“Tomad el Cuerpo y bebed la Sangre de Jesucristo, horriblemente ultrajado por los hombres ingratos. Reparad sus crímenes y consolad a vuestro Dios”.

También el Arcángel Miguel le dio la comunión en la boca a la vidente de Garabandal Conchita, de lo cual hay un testimonio fotográfico.

Lo mismo sucedió en las apariciones de Naju a la vidente Julia Kim en Corea.

Y San Miguel le llevó la primera comunión a San Gerardo Mayela (1726 – 1755), quién más tarde declaró que un niño pequeño salió del Tabernáculo y le dio la sagrada comunión.

  

EL ARCÁNGEL MIGUEL ES EL ÁNGEL DE LA PAZ

El Arcángel Miguel como el ángel de la paz tiene una larga tradición en la iglesia occidental.

En la versión de la Liturgia de las Horas recitada antes del Vaticano II y publicada 1482 se dice que,

“Durante siglos San Miguel Arcángel ha sido conocido como el Ángel de la Paz”.

Y así se les presento a los videntes de Fátima como un adolescente en las apariciones de 1915 y 1916

«No tengan miedo. Yo soy el Ángel de la Paz. Oren conmigo».

Y también les dijo que él era el Ángel de Portugal.

Esta denominación de San Miguel Arcángel como el ángel guardián de Portugal se remonta a la batalla de Ourique en 1139, en que las fuerzas de Alfonso Henrique triunfaron sobre los invasores musulmanes.

Fue así que Alfonso Henrique se convirtió en el primer rey de Portugal y luego San Teotonio consagró Portugal al Arcángel Miguel.

Las menciones a San Miguel como el Ángel de la Paz llegan hasta las oraciones de liberación en los exorcismos.

El padre Gabriele Amorth usaba esta oración para liberar a las almas oprimidas por el demonio,

“Oh Señor, Tú que amas al hombre, te rogamos que extiendas Tus poderosas manos y Tus brazos más elevados y poderosos, y envíes al Ángel de la Paz sobre nosotros, para protegernos, en cuerpo y alma.

Que él (el Ángel de la Paz) mantenga a raya y derrote todo poder maligno, cada veneno o malicia invocada contra nosotros por gente corrupta y envidiosa».

Para leer más milagros de San Miguel Arcángel en tierras de occidente leer aquí, aquí, aquí y aquí.

Pero quizás sean en el cristianismo oriental ocupe un lugar aún más alto que en el catolicismo occidental.

  

SAN MIGUEL EN LAS IGLESIAS ORTODOXAS

La presencia de San Miguel Arcángel es aún más importante en las iglesias ortodoxas.

Actualmente se pueden registrar varios casos de iconos de San Miguel Arcángel que se manifiestan derramando óleo en varias partes del mundo.

Es de alguna manera la contrapartida de lo que sucede con las manifestaciones de la Santísima Virgen en occidente.

Y las apariciones y milagros de San Miguel Arcángel son bastante frecuentes.

Veamos uno de ellos.

  

EL MILAGRO DE COLOSAS

Los ortodoxos griegos festejan el 19 de septiembre el Milagro del Arcángel Miguel en esa ciudad.

Esto viene desde cuando los apóstoles Felipe y Bartolomé visitaron Colosas.

Y allí destruyeron los ídolos paganos y convirtieron a los locales al cristianismo.

Profetizaron que ese lugar sería visitado por el comandante de las fuerzas celestiales y que verían grandes milagros.

Poco después de eso apareció un manantial milagroso.

Quiénes se bañaban en sus aguas eran sanados de muchas dolencias.

Y luego los cristianos los bautizaban en el nombre de la Santísima Trinidad.

Después se construyó una iglesia en agradecimiento por la curación de una hija muda de un habitante de la ciudad de Laodicea.

Se le apareció San Miguel Arcángel a este hombre en un sueño y le dijo que su hija comenzaría a hablar luego de beber el agua del manantial de Colosas.

Esto sucedió efectivamente y toda la familia fue bautizada.

Entonces el padre construyó la iglesia en honor a San Miguel Arcángel en el lugar.

Esto revitalizó el lugar de peregrinación. Muchos paganos iban a buscar sanación y luego se convertían a Cristo.

Más tarde un joven de 10 años llamado Arquipo comenzó a vivir en la iglesia ayudando, orando y manifestando hazañas espirituales que atraían también a los peregrinos.

Este Arquipo sirvió durante 60 años como custodio de la iglesia y convirtió a muchos paganos.

Esto no le gustó a un grupo de paganos militantes que urdieron la destrucción de la iglesia y la muerte de Arquipo.

Una vez estos villanos decidieron llenar el manantial con tierra y matar a Arquipo.

Pero sus manos se adormecieron y salió una enorme llama del agua de la fuente que persiguió a los asesinos.

Sin embargo no se dieron por vencidos y decidieron inundar el lugar.

Lo que hicieron fue hacer confluir a los ríos Lykokaperos y Kufos y luego cavar una zanja hasta el iglesia, para dirigir el caudal de agua hacia ella.

El agua lentamente empezó a recorrer la zanja cada vez con más velocidad izan.

Entonces Arquipo oro fervientemente a San Miguel para que detuviera las aguas.

Cuando el agua se acercaba el Arcángel Miguel apareció y levantando su mano derecha hizo la señal de la cruz en la superficie del agua y le dijo “detente aquí”.

Y apareció un muro de piedra que la detuvo.

Luego golpeó una enorme roca cercana a la iglesia con su bastón e hizo la señal de la cruz.

Entonces se abrió la tierra formando un enorme desfiladero y las aguas se embalsaron hacia ahí abajo mientras él decía,

“¡Que todas las fuerzas del adversario sean destruidas aquí, y que todos los que vienen aquí con fe sean librados de todo mal!”.

Luego dio la orden al agua que fluyera nuevamente a tierra y apareció una grieta donde siempre fluye el agua.

Desde entonces el lugar se llama Chonae, que significa hundirse, en referencia al lugar donde los ríos se hundieron en la fisura en el suelo.

Arquipo es mencionado en las cartas de San Pablo (a Filemón y a los Colosenses) y la tradición dice que San Pablo le hizo obispo de Colosas.

En el santoral católico se festeja el 20 de marzo y los ortodoxos creen que también fue mártir.

Los ortodoxos griegos tienen también dos iconos milagrosos en la zona de las 12 islas del Dodecaneso en el Mar Egeo.

  

EL ÍCONO DE PANORMITIS

En la isla de Symi hay un monasterio ortodoxo griego llamado Taxiarchis Mihail Panormitis (San Miguel Arcángel Panormitis).

Este monasterio es uno de los misteriosos templos dedicados a San Miguel Arcángel, que recorren Europa en línea recta desde Irlanda a Israel, ver aquí.

Este edificio de estilo veneciano tiene el campanario barroco más alto del mundo.

Allí se encuentra el icono del Arcángel Miguel Paranormitis, de 3 metros de alto, que es considerado el patrono de la isla y guardián de los navegantes del Dodecaneso.

La iglesia fue construida debido que allí apareció milagrosamente el icono que era llevado a otra iglesia, pero sistemáticamente desaparecía y se volvía a encontrar en ese lugar.

Por lo tanto ahí fue construida la iglesia.

La tradición dice que si le pides un favor al arcángel Miguel le debes prometer dar algo en recompensa.

Y en general las recompensas suelen ser escobas, porque los monjes del monasterio oyen al santo barrer el monasterio en la noche con estas escobas.

Además el arcángel se apareció a muchos de ellos mientras dormían pidiéndoles escobas.

Si no se cumple la promesa dada a San Miguel entonces el demostrará su insatisfacción.

Por eso los capitanes de barcos de pasajeros que salen de la isla preguntan previamente si alguno de ellos recibió un milagro y no cumplió la promesa al arcángel.

Esto es en previsión a lo que ha sucedido muchas veces que los motores de la embarcación no funcionan cuando los barcos tratan de salir del muelle.

  

ARCÁNGEL MIGUEL DE MANTAMADOS

También en el Dodecaneso hay un icono milagroso en la isla de Lesbos.

Al que se atribuyen varios milagros protegiendo a la población de los piratas sarracenos y los turcos otomanos.

Pero el milagro más popular sucedió cuando la creación del icono.

Piratas musulmanes habían ocupado el monasterio y amenazaron a los monjes de muerte si no revelaban el paradero de los aldeanos ocultos.

Y cómo no lo hicieron mataron a todos los monjes.

Un novicio no había sido descubierto, pero cuando subió al techo los musulmanes – que ya se estaban yendo – lo vieron y volvieron para matarlo.

Y ahí aparece el Arcángel Miguel con la espada en la mano y provoca la huida de los sarracenos.

Luego el novicio recogió la sangre de los monjes asesinados y sepultó los cuerpos.

Mezcló la sangre con tierra y creó la escultura del icono del arcángel tal como se ve hoy.

La particularidad es que la cabeza del icono es notoriamente más grande que su cuerpo, porque se quedó sin materia prima.

Muchos peregrinos han visto cambiar la expresión del rostro del icono según el mensaje que el arcángel quiere transmitir.

Y también han obtenido muchos favores.

Fuentes:


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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