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En estos días, en que se ha perdido la noción de Dios, es fácil encontrar gente que se mezcla con el maligno ingenuamente.

Pero cuando avanzan se dan cuenta que han cometido un error y quieren salirse de ese pacto tácito o por escrito que han hecho.

Y el demonio les trata de convencer que no pueden hacerlo porque le han vendido su alma a él.

¿Pero en realidad se puede vender el alma al diablo?
.
La respuesta es que no, porque el alma no es de la persona sino de Dios.

Pero se puede hacer un pacto para servir al diablo.

Muchos hombres lo han hecho a través de la historia, pero siempre han terminado en un desastre, porque el diablo es un gran mentiroso y no cumple lo prometido.

Entonces la persona que hace el pacto termina atada al diablo y sin obtener lo que buscaba.

El padre Fortea dice que quien hizo el pacto puede arrepentirse cuando quiera, con un acto de voluntad, independientemente de los términos que firmó.

   

NO EXISTE EL ENCADENAMIENTO PERPETUO

Muchos creen que el pacto con el demonio sólo existe en la literatura como el caso de Fausto de Goethe.

El Dr. Fausto hizo un trato con el diablo para recibir poder y placeres sobrenaturales durante 24 años a cambio de su cuerpo y alma.

Durante 24 años disfrutó de los placeres del pecado, pero cuando termina el período Fausto trata de frustrar los planes del diablo, pero tiene una muerte cruel.

También están los casos famosos como el de Niccolo Paganini, que comenzó a tocar el violín a los 7 años y fue reconocido como un prodigio.

Su impresionante capacidad de ejecutar el violín incluso sin leer partituras, su apariencia diabólica y la imagen antigua del violín como un instrumento del diablo que se había desarrollado en Grecia, llevaron a pensar que había vendido su alma al diablo.

Y esto llevó a que los sacerdotes se negaran a enterrar su cuerpo en un cementerio católico cuando murió en 1840, aunque finalmente lo sepultaron en 1876 en Parma.

Otro fenómeno que se dice vendió el alma al diablo fue el guitarrista Robert Johnson, que es considerado uno de los mejores músicos de blues de la historia.

Murió a la edad de 27 años y la causa de su muerte sigue siendo un misterio.

La leyenda es que conoció a una persona en el cruce de las carreteras 49 y 61 en la ciudad de Clarksdale Misisipi.

A quién Johnson le contó su ambición de convertirse en el mejor músico de blues del mundo.

Este personaje sacó una guitarra la afinó, le enseñó algunas melodías a Johnson y le regaló la guitarra y las habilidades.

Hoy algunos  músicos ambiciosos como Johnson van al cruce de estas carreteras para buscar repetir este pacto.

Padre José Antonio Fortea

Otro famoso que se comenta hizo un pacto con el diablo fue Jimmy Page de Led Zeppelin.

Él es considerado uno de los guitarristas más respetados de la historia.

En el caso de Jimmy page hay una vinculación con el demonio, porque era adicto a la brujería y al adoración al diablo.

Al punto que compro la antigua casa del ocultista Alister Crowley, que se comenta que había sido una iglesia incendiada y tenía malas vibraciones

Murió joven como muchos músicos de rock, seguramente fruto de los excesos.

Y en uno de sus últimos reportajes él dijo que no quería continuar con sus creencias en la magia.

El Padre José Antonio Fortea ha dicho que hacer un pacto con el demonio no significa necesariamente riqueza y fama, porque el demonio es un gran mentiroso y no suele cumplir los pactos.

Él considera que los dones que puede entregar el demonio son limitados porque su poder es limitado.

Su poder está limitado por la voluntad de Dios y además Dios ha previsto los medios para defendernos contra sus ataques.

Él demonio puede tentarnos y a partir de ahí tener un dominio sobre nosotros se le dejamos, incidiendo para que vivamos una vida alejada de Dios y asociada a los pecados.

Considera que si una persona hizo un pacto con el demonio lo puede anular simplemente arrepintiéndose y reformando su vida.

Fortea dice que Dios nos ha dado libertad para hacer lo que queramos y esto es irrenunciable.

Por lo tanto si una persona quiere salir de la vida del pecado que supone un pacto con el demonio debe confesarse, pedir perdón, reformarse y volver a Dios.

Aquí veremos tres famosos casos que demuestran que se puede salir de un pacto con el demonio, aún en los casos en que la persona haya firmado un contrato con él.

   

MICHAEL LUDWIG Y EL DEMONIO LIBERADO POR SAN IGNACIO DE LOYOLA

En la iglesia de los jesuitas de Molsheim del siglo XVII se conservan dos pedazos de papel escritos en griego.

La historia fue estudiada por Papa Pablo V y está escrita en las paredes la capilla de San Ignacio de Loyola.

Y se relata en esta publicación.

Michael Ludwig era un joven de una familia noble que sus padres enviaron a la corte de Lorena.

Allí cayó en vicios y conductas disolutas.

Se hizo adicto al juego y perdió todo lo que tenía.

En ese momento juro que se entregaría al demonio si recuperaba algo de lo perdido.

Entonces se le apareció un joven apuesto que él supo que era el demonio.

Le dio un poco de dinero y le pidió reunirse con él en el mismo lugar al día siguiente.

Michael volvió a la mesa de juego y recupero todas sus pérdidas de dinero.

Al otro día se encontró con el demonio quien le exigió pagarle con 4 gotas de sangre.

El demonio le hizo una incisión en el brazo, recolectó la sangre y le ordenó hay Michael escribir con su sangre, en 2 pedazos de papel, lo que le dictó.

Uno de esos papeles lo enrolló y lo metió en la herida de Michael, que luego se cerró dejando una cicatriz.

Y el otro fue guardado por el demonio.

El acuerdo era que el demonio aceptaba hacer todo lo que Michael ordenará y le pidiera por 7 años, al final de lo cual Michael le pertenecería.

A Michael no le gustó el acuerdo pero estaba desesperado y lo aceptó.

El demonio le pidió más adelante que detuviera las devociones religiosas que practicaba, le enseñó nuevos placeres depravados y le reveló secretos terribles.

Durante 6 años Michael fue adentrándose cada vez más en la vida oscura y pecaminosa.

Cuando estaba por cumplirse el séptimo año su padre lo llamó a casa.

Y se sorprendió al ver al joven en un estado personal ruinoso y con el alma depravada.

Faltando pocos meses para terminar el contrato Michael se empezó a volver loco, porque estaba cada vez más instigado por el demonio a mayores depravaciones.

Fue así que trató de envenenar a sus padres y prender fuego el castillo, pero no pudo hacerlo.

Trató de matarse con una pistola y tampoco pudo hacerlo.

Y ante tal desquició su familia le exigió que contara lo que pasaba y él les dijo la historia.

Entonces tomó cartas en el asunto un hermano suyo que era sacerdote.

Y lo llevó a Molsheim para que lo trataran los jesuitas.

Estos empezaron a rezarle a San Ignacio para que liberar al joven.

Pero también el demonio incrementó sus ataques, apareciendo ser en forma de animales salvajes que eran escuchados por todos.

Los sacerdotes estaban haciéndole realizar ejercicios espirituales, preparándolo para una confesión general y luego le harían un exorcismo.

Entre medio de esto se apareció una criatura cubierta de pelos que le ordenó hacer una nueva versión del pacto para engañar a los sacerdotes, pero un sirviente expuso el engaño.

Pasaba sus días con mucho oración, ayuno y rociado con agua bendita permanentemente.

Finalmente el 12 de octubre de 1603 ofrecieron a misa San Ignacio donde Michael profesó su fe, renunció al diablo y recibió la Eucaristía.

En ese momento aparecieron dos cabras paradas en sus patas traseras sosteniendo cada una los juramentos había escrito con el diablo.

Los sacerdotes comenzaron el rito de exorcismo evocando el nombre de San Ignacio y las cabras huyeron.

Pero uno de los papeles cayó al suelo desde su herida abierta y la herida se cerró inmediatamente.

Cuando invocaron nuevamente el nombre de San Ignacio apareció una cigüeña enorme y deformada que dejó caer en segundo papel del pico.

Así se produjo la liberación de Michael Ludwig.

Y el Papa Pablo V, enterado de lo sucedido, ordenó una investigación sobre el incidente, donde se interrogó al obispo Adam Petz de Estrasburgo, quién afirmó la veracidad de los acontecimientos bajo juramento.

Y atribuyó la liberación a San Ignacio.

   

TEÓFILO ES LIBERADO DE UN CONTRATO CON EL DIABLO

Se trata de una historia del siglo VI qué confirman el patriarca de Constantinopla Eutiquiano, San Pedro Damián, San Bernardo y San Buenaventura, entre otros.

Teófilo era un Archidiácono muy bien conceptuado de la Iglesia de Adanas, una ciudad de Cilicia.

Pero unas personas lo calumniaron y fue depuesto por el Obispo.

Cegado por la ira acudió a un mago que le indujo de recurrir a satanás.

Quién le dijo que para tener su ayuda debía renunciar a Jesús y a María en un documento escrito con sus propias manos.

Teófilo hizo eso y al día siguiente el Obispo lo devolvió a su puesto, pidiéndole perdón.

Pero a pesar del logro, Teófilo se sintió con remordimientos.

Y se postró ante el altar de la Santísima Virgen diciendo “Oh madre de Dios tú que eres tan misericordiosa necesito tu ayuda”.

Y repitió esto durante 40 días frente a la imagen de María.

Al día 40 se le apareció la Virgen y le dijo “Oh Teófilo ¿qué has hecho, has renunciado a Mi amistad y la de Mi Hijo por el bien del enemigo tuyo y Mío?

Y Teófilo le respondió “¿está en Tus manos perdonarme y obtener el perdón de Tu Hijo?”

Y la Santísima Virgen le dijo que oraría a por él.

No obstante Teófilo siguió con su penitencia y oraciones al pie del altar.

La Santísima Virgen se apareció de nuevo y le dijo “Teófilo regocíjate, He presentado tus lágrimas y tus oraciones a Dios, Él las ha aceptado y ya te ha perdonado. De ahora en adelante debes ser agradecido y fiel”

Teófilo le respondió que no era suficiente con consolarlo, porque el enemigo todavía poseía el documento por el que había renunciado a Ella y a Su Hijo, y le pide si puede obtenerlo para él.

A los 3 días Teófilo despertó con el papel en su pecho.

Y al otro día Teófilo se arrojó a los pies del Obispo relatando la historia, arrepentido, y le entregó el documento que había firmado.

El obispo lo tomó y pidió que se quemara en presencia de la congregación.

La gente alababa a Dios por su misericordia y Teófilo regreso a la Iglesia.

Y 3 días después murió dando gracias a Jesús y a Su Santísima Madre.

   

TESTIMONIO DE JOHN RAMÍREZ

Se trata de un estadounidense de origen cubano que desde muy niño estuvo vinculado a la brujería en el Bronx de Nueva York.

Y finalmente se desembarazó del pacto satánico y se convirtió en un pastor evangélico, hasta el día de hoy.

Su padre era adorador del diablo y el presenciaba, cuando niño, al padre hablando en lenguas demoníacos, prenderle velas y ponerle flores adorándolo.

Incluso llegó a ver al diablo cuando era niño.

Su padre empezó a entrenarlo como brujo con el auxilio de otras brujas.

Le enseñaron a hablar con los espíritus y con el diablo mismo.

Pero Dios siempre le estuvo rondando, según su testimonio.

Estando en el colegio tuvo algunas experiencias con Jesús a través de pastores, pero él entendió que Jesús no lo amaba por lo que estaba haciendo.

Un día estaba jugando con un amigo y cayó al suelo, de no sabe dónde, un collar vudú, se lo puso y ese fue su primer contrato con el diablo.

A partir de ahí sus padres lo llevaron a leerle las cartas de Tarot.

Y la bruja que leyó las cartas le dijo al padre que el diablo lo quería para la santería.

Eso implica hacer una ceremonia de iniciación que costaba U$S 250, para lo cual su madre vendió su juego de dormitorio.

Él tenía 10 años y le pusieron un collar de 5 cuentas en el cuello que era el símbolo de cinco principados de satanás.

Y le dijeron estos son tus guías espirituales y ángeles guardianes que se ocuparán de tu vida”.

La familia vivía en un edificio abandonado y se había convertido en un templo de adoración satánico.

A partir de los 13 años él podía ya proyectarse hacia otras regiones del espíritu y vincularse con espíritus del alcohol, de las drogas, de la homosexualidad, del asesinato del suicidio.

A la edad de 15 años iba a los hospitales para canalizar los espíritus de muerte e iba a las habitaciones para que hicieran el trabajo con los moribundos.

Su padre murió a los 33 años de un disparo en un club nocturno, cuando estaba con un amante.

A partir de ahí el diablo se convirtió en su padre.

Y comenzó a manifestarse en forma humana hablando con él todas las noches.

Le dio la misión de ir por clubes y salones, por la noche, a reclutar gente para el lado oscuro.

Y le demostraría su poder revelándole cosas ocultas de sus vidas que le dictaba el demonio.

Comenzó a ser muy respetado por su poder, porque tenía la posibilidad de hacer trabajos eficaces y de matar a cualquiera.

Un día una vecina le pagó para matará a una mujer, porque supuestamente el marido la estaba engañando con ella.

Él le hizo un trabajo con una invocación poderosa de la santería, pero pasó el tiempo y la mujer no murió.

Entonces se sintió preocupado por su reputación, porque se iba a pensar que no tenía el poder de hacerlo.

Entonces se conectó al diablo y el diablo le dijo que el Dios al que ella serviría no permitía que le hicieran daño a la mujer, por lo tanto no debía tocarla.

Esa fue una de las primeras veces que experimentó un poder superior al diablo.

Otra vez fue cuando un pastor y su gente fueron a su barrio a predicar y él trato de castigarlos con una brujería.

Pero vio que alrededor de ellos había una pared de fuego y no pudo penetrar con su fuerza demoníaca.

En definitiva tenía dinero, coches, el respeto atemorizado de los vecinos, pero sabía que no estaba trabajando para el mayor poder del mundo.

Aun así, siguió profundizando su carrera satánica. Fue África y a Haití y se hizo sumo sacerdote en Palo Mayombe.

Era tal su descontrol que puso a su propio hermano en la cárcel durante 5 años.

Y hacía ceremonias extravagantes estilo haitiano, donde bebía sangre de animal mezclada con pólvora.

Una vez decidió tomarse un año sabático de la brujería y curiosamente estuvo durante todo ese año ciego, porque el demonio lo castigó por dejar de trabajar.

Luego de lo cual, con 7 operaciones, recuperó la vista, justo cuando comenzó de nuevo con las brujerías.

Un día estaba mirando televisión y de repente oyó una voz que le dice “Hijo qué vas hacer con tu vida”.

Y al poquito tiempo Jesucristo lo llevó al infierno y vio todos los condenados, el calor sofocante, los castigos, y trato de huir de ahí desesperado.

Estaba tan desesperado que pidió auxilio a Dios.

Y el demonio se lo reprochó recordándole todo lo que había hecho por él.

Y mientras eso pasaba apareció delante de él la cruz de Jesús.

Y Jesús le dijo “Tengo un plan para ti. Te amo más de lo que puedas imaginar”.

Fue así que volvió a su casa y destruyó todo lo que tenía sobre la religión satánica.

Pero sus socios de religión intentaron matarlo porque sabía demasiado.

Y los demonios lo torturaron durante 30 días. Mientras él gritaba Jesús, Jesús, Jesús, porque no sabía cómo orar.

Después de eso siguió un tiempo más vinculado a la santería.

Y cuando tenía 25 años conoció a una chica bonita y ella lo invitó a la Iglesia y a su casa, y sus padres le hablaron de Jesús.

A partir de ahí su conversión fue un ir y venir de la santería al cristianismo evangélico.

Al punto que un domingo de mañana el pastor de la iglesia lo llamó al altar, y cuando subió sintió que lo dirigían hacia el pastor; lo tomó por la garganta y lo levantó en el aire y le dijo “Vine por ti”.

Inmediatamente la congregación se puso a orar y pedir a Dios que John se convirtiera totalmente.

Y finalmente John Ramírez se hizo pastor evangélico y hoy predica contra estas sectas demoníacas.

Fuentes:

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