Que sabía el Padre Pío sobre cómo se produciría el triunfo del Inmaculado Corazón de María.
Imagina que Jesús te revela lo que sucederá en el mundo en los próximos años.
¿Qué verías? ¿Un mundo en paz y armonía? ¿O un mundo en guerra y destrucción?
El Padre Pío, el santo con más dones del último siglo, recibió una revelación de Jesús al respecto.
Lo que le dijo Jesús fue tan impactante que el Padre Pío juró guardarlo en secreto.
Pero, ¿qué pasaría si pudiéramos reconstruir lo que Jesús le reveló al Padre Pío?
¿Qué aprenderíamos sobre el futuro del mundo?
Aquí exploraremos lo que le dijo Jesús al Padre Pío sobre el fin de los tiempos.
Por qué el mundo parece que se dirige a la ruina. Dónde está el problema real. Cómo Dios intervendrá y creará un nuevo mundo.
Descubre todo esto aquí contado con seriedad.
Hoy estamos en un período que quizás sea el más complejo y difícil al que se ha enfrentado la humanidad desde el inicio de su historia.
Porque se está consolidando la antigua tentación del hombre, de situarse en el centro del mundo, proclamándose arquitecto de su propio destino y de los destinos de la creación.
Olvidando que la negación de los caminos de Dios sólo puede conducir al desastre.
El Padre Pío de Pietrelcina conocía perfectamente que esto iba a venir.
Fue el mismo Jesús, en 1913, quien le reveló lo que la Virgen diría a los humildes pastores de la Cova da Iria el 13 de mayo de 1917.
El 28 de marzo de 1913, 4 años antes de las apariciones de Fátima, Jesús se apareció al Padre Pío maltratado, desfigurado y llorando.
Desanimado al verlo llorar, el fraile preguntó al Señor por qué lloraba.
Y le dijo, “Hijo mío, no creas que mi agonía duró sólo tres horas. Estaré, a causa de las almas más beneficiadas por Mí, en agonía hasta el fin del mundo.
La ingratitud y el sueño de Mis ministros hacen más pesada Mi agonía. ¡Qué mal corresponden a Mi amor!”.
Le reveló que muchos eclesiásticos lo decepcionaron por la indiferencia, la incredulidad, y hasta el desprecio con que correspondían a Su amor.
Y también que muchos hermanos correspondieron a su amor, con gran ingratitud, lanzándose con los brazos abiertos a las infames sectas de la masonería.
Ciertamente el Padre Pío oró por muchos sacerdotes cuya fe vacilaba, envuelta en dudas, engañada por las tortuosas ideologías del mundo.
Porque aunque vestían vestiduras sagradas, algunos ministros se comportaban de manera diferente a lo que Jesús hubiera querido.
Jesús autorizó al Padre Pío a escribir a sus dos directores espirituales, para informarles de las infidelidades de los consagrados.
Y comunicó esta revelación de Jesús al padre Agostino Daniele y al padre Benedetto Nardella.
Pero los más impresionantes eventos concretos que Jesús reveló al Padre Pío nunca se revelaron íntegros.
Él vio situaciones futuras impactantes.
Y le dijo claramente a su padre espiritual que lo que Jesús le dijo nunca podría revelarlo a ninguna criatura en este mundo.
Pero por todas las cosas reveladas en torno a las apariciones de Jesús, los dos temas principales de estas revelaciones estarían relacionadas con la apostasía o pérdida de fe y por un castigo a la humanidad.
Y ambas cosas estarían asociadas y vinculadas a través de la Iglesia.
Hay un pequeño manuscrito escrito por un hijo espiritual del Padre Pío, Luigi Gaspari, en que se revelan algunas palabras dadas por Jesús al Padre Pío.
Dijo, “Yo no provoco los castigos. No soy yo quien se los envía.
Sois vosotros quienes los provocáis por el mal uso que hacéis de las cosas creadas y de vuestras vidas.
El Amor que ustedes Me niegan les quita el amor a ustedes mismos y a las mismas cosas que Yo creé para ustedes.
La ausencia de Mi amor en ti es la ausencia de amor entre ustedes.
Es el odio lo que te congela, lo que te hace sangrar y luego te hace morir”.
Once días antes de la muerte de Pablo VI, el Padre Pío predijo al pontífice cambios futuros en las estructuras de la Iglesia, a causa de la entrada de ideologías modernistas, que provocarían un alejamiento de su tradición centenaria, generando una gran tibieza.
Y esto confirmaría lo que 6 años antes ya había dicho Pablo VI, en la célebre homilía del 29 de junio de 1972, “tengo la sensación de que, por alguna rendija, el humo de Satanás ha entrado en el Templo de Dios”.
Pablo VI ya veía en acción parte de lo que le fue comunicado al Padre Pío y también a los pastorcitos de Fátima en el 3er Secreto.
Don Dolindo Ruotolo, un alma gemela y amigo del Padre Pío, aseguró en 1944 que una gran tribulación purificará el mundo y la Iglesia.
Y Juan Pablo II sugirió, en una conferencia en Fulda, Alemania, en 1980, que el 3er Secreto de Fátima profetizaba desastres naturales.
Los acontecimientos anunciados por la Virgen en Fátima y los revelados al Padre Pío son los mismos y están contenidos proféticamente en el libro del Apocalipsis.
Y a pesar de que la Biblia los predice con claridad, la mayoría de los sacerdotes, aún hoy, niegan que vayan a suceder.
Si unimos lo que el Padre Pío sugirió y lo que han dicho los que leyeron el 3er secreto de Fátima, podemos reconstruir lo que avisaron desde el Cielo que sucedería en el mundo y en la Iglesia.
La ciencia y la filosofía inducirían engañosamente a los hombres a borrar de la mente humana a Dios, y a la idea de que los hombres son Su criatura.
Por lo que el peligro para la humanidad sería doble.
Por un lado un enfriamiento del amor hacia el Creador.
Y por otro lado la distorsión de los verdaderos dogmas de la Iglesia, que tendría por consecuencia una apostasía sin precedentes de sus pastores.
El Padre Pío decía que el mundo podría existir sin el sol, pero no podría existir sin la Misa.
Esto significa que el mundo no puede vivir rechazando el amor de Dios, porque sería su destrucción.
Y Sor Lucía de Fátima, al escribir el 3er Secreto en 1941, a pedido de Su Obispo, dijo que la apostasía se extendería a casi todo el mundo.
Porque la frase anterior a la parte que nunca se publicó del 3er secreto decía «En Portugal se preservará el dogma de la fe», y ahí termina abruptamente el texto revelado por el Vaticano en el año 2000.
Y no se necesita ser muy sagaz para concluir que la preservación de la verdadera fe y de los verdaderos dogmas de la fe cristiana, no se conservarían en el resto del mundo en el futuro.
Por lo tanto el objeto del 3er Secreto de Fátima y también de las revelaciones al Padre Pío, se refería a las consecuencias del oscurecimiento de la fe y que presenciaríamos una apostasía entre los consagrados.
La iglesia sería progresivamente borrada del mundo, hasta el punto de quedar reducida a un pequeño rebaño fiel a la verdad proclamada por Jesucristo.
Pero lo bueno es que, aún con este pequeño rebaño triunfará el Inmaculado Corazón de María, como la Virgen proclamó en Fátima y dijo también el Padre Pío.
Y así comenzará una nueva humanidad a construir una nueva era de paz y amor.
Bueno, hasta aquí lo que queríamos hablar sobre lo que podemos reconstruir con seguridad de las revelaciones del Cielo al Padre Pío y en Fátima.
Lo que provocará la tribulación es el oscurecimiento de la fe, que llevará a la Iglesia a una apostasía que abarcará casi todo el planeta.
Pero eso no será definitivo, porque Dios intervendrá y triunfará el Inmaculado Corazón de María.
Y me gustaría preguntarte si crees que lo que contamos ya está comenzando a pasar o todavía no.
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