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La Iglesia ha contemplado siempre en los emigrantes y refugiados la imagen de Cristo que dijo: «era forastero, y me cogisteis»  (Evangelio de San Mateo 25,35). Para ella sus tribulaciones son interpelación a la fe y al amor de los creyentes, llamados, de este modo, a sanar los males que surgen de las migraciones. Por eso ha dado gran importancia -a través de los siglos- al cuidado espiritual de los migrantes…
*Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.

ACTO DE CONTRICION

Dios mío, me arrepiento de todo corazón de haberte ofendido porque eres infinitamente bueno, padeciste y moriste por mí clavando en la cruz; te amo con todo mi corazón y propongo no volver a ofenderte más. Amén.

PRIMER MISTERIO: La anunciación del Angel a María y encarnación del Verbo

«He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra» (Lc 1,38).
Señor Jesús, ayúdanos a confiar en tí, como María, para ser la morada donde Tú habites y llevarte a donde sea que caminemos.

Se reza un Padrenuestro y diez Avemarías.

*Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

SEGUNDO MISTERIO: La visita de la Virgen María a su prima Isabel

«En aquellos días María fue con prontitud a un pueblo de la montaña de Judá… María permaneció con Isabel unos tres meses, y se volvió a su casa» (Lc 1,39.56).

Señor Jesús, ayúdanos a encontrar un trabajo digno para poder servir a los demás, según el ejemplo de María.

Se reza un Padrenuestro y diez Avemarías.

*Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

TERCER MISTERIO: El Nacimiento del Hijo de Dios

«…y dio a luz a su hijo primogénito, le envolvió en pañales y le acostó en un pesebre, porque no tenían sitio en el alojamiento» (Lc 2,7).

Señor Jesús, ayúdanos a encontrar un sitio dónde hospedarnos y danos un corazón generoso para recibir con amor a nuestros hermanos migrantes.

Se reza un Padrenuestro y diez Avemarías.

*Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

CUARTO MISTERIO: La Sagrada Familia huye a Egipto

«…El Angel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma al niño y a su Madre y huye a Egipto; y estate allí hasta que yo te diga… José se levantó, tomó al niño y a su Madre y se fue a Egipto» (Mt 2,13-14).

Señor Jesús, danos la fuerza y la valentía necesarias, para que, dondequiera que estemos, sepamos defender los sagrados valores de nuestra familia.

Se reza un Padrenuestro y diez Avemarías.

*Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

QUINTO MISTERIO: María es llevada al cielo y coronada como Reina de toda la creación

En este misterio contemplamos a la Virgen Santísima que llega a la patria definitiva…, al final del camino…, a la meta. Todo después de peregrinar, amar y servir aquí en la tierra.

Señor Jesús, danos la fuerza para seguir peregrinando, amando y sirviendo en esta vida, a ejemplo de María, para que podamos merecer, como ella,
llegar a la patria definitiva que tú nos has prometido.

Se reza un Padrenuestro y diez Avemarías.

*Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén.

ORACIONES FINALES

– Oh soberano Santuario, Sagrario del Verbo eterno.
Libra, Virgen, del infierno a los que rezamos tu Rosario.

– Emperatríz poderosa, del mortal eres consuelo.
Líbranos, Virgen del cielo, con una muerte dichosa.

– Y danos pureza de alma.
Pues eres tan poderosa.

Dios te salve, María santísima, Hija de Dios Padre, Virgen purísima antes del parto, en tus manos encomendamos nuestra fe para que la ilumines, llena eres de gracia, el Señor está contigo, bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María…

Dios te salve, María santísima, Madre de Dios Hijo, Virgen purísima en el parto, en tus manos encomendamos nuestra esperanza para que la alientes, llena eres de gracia… Santa María…

Dios te salve, María santísima, Esposa de Dios Espíritu Santo, Virgen purísima después del parto, en tus manos encomendamos nuestra caridad para que la inflames, llena eres de gracia… Santa María…

Dios te salve, María santísima, templo y santuario de la Santísima Trinidad. Virgen concebida en pecado original.

Dios te salve, Reina y Madre de misericordia. Vida, dulzura y esperanza nuestra, Dios te salve.
A tí clamamos los desterrados hijos de Eva. A tí suspiramos gimiendo y llorando en este valle de lágrimas.
Ea, pues, Señora, abogada nuestra. Vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos.
Y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
Oh clementísima, oh piadosísima Virgen María.
Ruega por nosotros, santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar la promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

*De tus divinos ojos, oh María, penden nuestras felicidades.
Míranos, Señora, y no nos desampares.

LETANIAS

Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, ten piedad de nosotros.
Señor, ten piedad de nosotros.
Cristo, óyenos,
Cristo, escúchanos.
Dios Padre celestial que eres Dios.
Dios Hijo, Redentor del mundo.
Dios Espíritu Santo.
Trinidad Santa que eres un solo Dios,
Santa María.
Santa Madre de Dios.
Señora que acogiste al Espíritu Santo.
Señora de todos los caminos.
Señora de todas las razas.
Señora de todos los idiomas,
Consuelo de todas las familias.
Esperanza de todos los países.
Reina de los continentes.
Virgen servidora y fiel.
Virgen humilde y pobre como nosotros.
Santuario del que es la Vida.
Refugio en la salida y en el regreso.
Señora de los migrantes.
Madre de los caminantes y peregrinos.
Madre de los discriminados.
Madre de los perseguidos.
Madre de los refugiados y deportados.
Madre de los extranjeros.
Madre de los indígenas.
Madre de los indocumentados.
Madre de los niños abandonados.
Madre de los esclavizados.
Madre de los encadenados a los vicios.
Madre de los que no tienen casa.
Madre de los enfermos y dolientes.
Madre de los que viven en soledad.
Madre de los que viven sin esperanza.
Madre de los discapacitados.
Reina de los que trabajan por la paz.
Reina de los que luchan por la justicia.
Reina de los que ayudan a su prójimo.
Reina de los misericordiosos.
Reina de los que defienden la vida.
Reina de los que ayudan a los migrantes.
Reina de los fieles en su matrimonio.
Reina de todos los santos.
Reina del cielo y de la tierra.
Estrella de la Nueva Evangelización.
Aurora de un Mundo Nuevo.
Madre de la unidad en la Iglesia.

Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Oyenos, Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo. Ten piedad y misericordia de nosotros.

*Bajo tu amparo nos refugiamos, Santa Madre de Dios; no desprecies las súplicas que te hacemos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todos los peligros, oh Virgen gloriosa y bendita.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las divinas gracias y promesas de nuestro Señor Jesucristo. Amén.

*Dulce Madre, no te alejes, tu vista de mí no apartes. Ven conmigo a todas partes y solo nunca me dejes. Ya que me protejes tanto como verdadera Madre, haz que me bendiga el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo. AMEN.

Fuente: apostoloteca.org

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