Rusia abre centros de apoyo a las mujeres embarazadas en los hospitales para que no aborten

La lucha por la sobrevivencia de Rusia.

 

Rusia tiene un gravísimo problema con su natalidad, que es una de las más bajas del mundo, los nacimientos no permiten reponer a los que mueren y esto pone en grave riesgo su viabilidad como potencia. Ahora está poniendo su empeño en frenar la devastadora tendencia al aborto.

 

Putin y Patriarca Kirill

 

Durante años, la Rusia de Vladimir Putin está tratando de limitar el número de interrupciones del embarazo, con escaso éxito, porque es difícil detener una actitud que tiene décadas.

APOYO A LAS EMBARAZADAS

Aumentar la tasa de natalidad de la población es una de las prioridades de Putin, quien tiene el pleno apoyo de la Iglesia Ortodoxa Rusa, según la cual el aborto es un «motín contra Dios.»

Ahora, la ministra de Salud de Rusia, Elena Baibarina, anunció la Agencia Novosti,

«la apertura de centros de apoyo a las mujeres embarazadas».

Allí  pueden tener

«acceso a asesoramiento profesional de trabajadores sociales. Creemos que esta es la manera mejor y más humana para reducir el número de abortos.»

CIFRAS ALARMANTES  

Entre 1960 y 1980, cuatro millones y medio de abortos al año. En 2012, cayó a 935 000, gracias a las políticas de Putin, pero no lo suficiente: «La sociedad debe reconocer el valor de la vida»

Actualmente, aproximadamente un millón de mujeres recurren al aborto en Rusia cada año y esto, según el gobierno, es una de las causas del estancamiento de la tasa de natalidad que se registra en el país ex comunista.

Moscú fue el primero en legalizar el aborto en 1920, después del establecimiento de la dictadura comunista.

Y desde la disolución de la antigua Unión Soviética hasta la fecha la pérdida de vidas humanas debido a la interrupción del embarazo fue dos veces y media mayor que el número total de rusos que murieron durante la revolución de 1914, la Primera y la Segunda Guerra Mundial juntas.

PUESTOS DE ANTI ABORTO

El gobierno ruso ha propuesto prohibir el aborto en las clínicas públicas, la introducción de una receta médica para comprar la píldora del día después y el consentimiento requerido por la familia a las menores que quieran abortar y de los maridos para las mujeres casadas.

Además de la introducción de «bono bebé», el gobierno ha pedido a aumentar el cupo mensual de dos mil rublos (unos 60 €) para las mujeres embarazadas.

En 2013, Putin también firmó una ley que prohíbe la publicidad del aborto mediante la prevención y también ofrecer medicamentos gratuitos que contienen estupefacientes o psicótico.

Para invertir la curva demográfica, Putin declaró el objetivo, ya hace 14 años, de que las familias tengan al menos tres hijos.

LOS NÚMEROS SIGUEN SIENDO MUY ELEVADOS

Para la ministra Baibarina, sin embargo, el número «sigue siendo muy alto», a pesar que las políticas en favor de la vida redujeron el número de abortos en Rusia pasando de 1,2 millones de abortos en 2008 a 935 000 en 2012.

La decisión no sólo de restringir el aborto, sino de promover una cultura de la vida ha sido recibida positivamente por la Iglesia ortodoxa rusa, que sugirió apertura de sus propios centros de en favor de la vida

«para ayudar a las madres solteras y luchar en todos los hospitales» 

Steven Mosher, presidente del Population Research Institute, en línea con la ministra rusa de Salud, señaló que aunque las cifras han disminuido, el aborto sigue en proporciones epidémicas,

«si los rusos quieren sobrevivir, el aborto debe dejar de ser una práctica cotidiana».

«En la medida que la sociedad no reconozca el valor de la vida, será muy difícil convertir en normal tener tres hijos».

Fuentes: Tempi, Signos de estos Tiempos

 

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