Respaldo al “matrimonio” gay utilizando palabras del Papa.
La semana pasada dos legisladores católicos de Illinois usaron la frase del Papa “quien soy yo para juzgar”, referida a los homosexuales, para justificar su voto decisivo a favor del matrimonio homosexual. Y esto es la consecuencia de la política de Francisco de conformar su discurso sobre los temas de menor resistencia y evitar redundar en los de mayor resistencia.
Esta estrategia tiene sus ventajas y sus costos. Las ventajas son reposicionar a la Iglesia y a su mensaje, permitir que éste sea tomado y amplificado por los medios de comunicación del sistema y evitar una escalada de confrontación que lo margine de la escena internacional. Y los costos son relegar los temas más conflictivos para ser comunicados a quienes tengan una relación más permanente con las parroquias y que las opiniones del Papa sobre los temas más conflictivos sean más difusas para los más periféricos a la Iglesia.
LOS SUCESOS DE ILLINOIS
En su informe del miércoles pasado en la discusión en la legislatura de Illinois sobre el «matrimonio»del mismo sexo, el Chicago Tribune citó dos acontecimientos ocurridos desde mayo, que ayudaron a los partidarios del proyecto de ley a recibir los votos finales que necesitaban: fallo de la Corte Suprema sobre DOMA y los comentarios papa de Francisco sobre la homosexualidad.
El documento citó a dos representantes estatales católicos que citaron al Papa Francisco para explicar su decisión de apoyar la medida: la Republicana Linda Chapa La Via y el presidente de la Cámara Michael Madigan. Madigan también se habría asegurado entre 5 y 10 votos adicionales para redefinir el matrimonio.
Los comentarios del Papa en cuestión se produjeron en una entrevista con reporteros en julio cuando el Papa Francisco volaba de regreso de la JMJ de Río de Janeiro dijo «Si una persona es homosexual y busca a Dios y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgar?».
Según el Tribune,
esos comentarios «desataron una ola de introspección por varios legisladores católicos que habían luchado para reconciliar sus creencias religiosas con su deber jurado de representar a sus electores que cada vez más apoyaban los derechos de los homosexuales, incluso cuando el Cardenal Francis George permaneció en contra».
La Republicana Chapa LaVia dijo:
«Como Católica seguidora de Jesús y el Papa, el Papa Francisco, tengo claro que nuestra doctrina religiosa católica tiene en su núcleo el amor, la compasión y la justicia para todas las personas».
El Presidente Madigan no dijo el nombre del Papa, pero hizo una clara referencia a sus comentarios dijo:
«Para aquellos que simplemente resultan ser gay – que vive en una relación productiva armonioso, pero ilegal – ¿quién soy yo para juzgar que debe ser ilegal?».
El proyecto de ley de «matrimonio» del mismo sexo Illinois se aprobó en la Cámara el martes con una votación de 61-54 y ahora se dirige al escritorio del gobernador Pat Quinn. Una vez que él firme la ley, lo que ha prometido hacer, hará de Illinois el estado 15 en consagrar rl «matrimonio» entre personas del mismo sexo.
MALA INTERPRETACIÓN DE LO QUE PIENSA EL PAPA
Los comentarios de los legisladores son los últimos de una campaña para torcer las declaraciones del Papa en entrevistas recientes para apoyar una agenda progresista frente a la doctrina moral católica.
El Papa ha sido claro, sin embargo, que él es un «hijo de la Iglesia» y es compatible con la doctrina católica tradicional; sin embargo no se ha explayado personalmente en que cosas integran la doctrina tradicional.
En su primera encíclica, Lumen Fidei, lanzada en julio, el Papa Francis reiteró las enseñanzas de la Iglesia que el matrimonio es la unión entre un hombre y una mujer.
Como cardenal arzobispo de Buenos Aires en 2009, el futuro Papa llamó al «matrimonio» homosexual una «maquinación del padre de la mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios», y «una pretensión destructiva contra el plan de Dios».
Sin embargo esto no se debe achacar solamente a los legisladores sino también a la timidez con que el Papa ha actuado para expresar sus ideas respecto al tema de los homosexuales.
FRANCISCO NO HA SIDO REDUNDANTE
Cuando un padre le dice a un niño algo y el niño no lo entiende se lo debe repetir tantas veces sea necesario hasta que quede claro que el niño comprendió, y un buen padre no supone que cuando el niño no comprende es culpa del niño, sino que el padre debe hacer el esfuerzo por hacerse entender.
Porque en comunicación, el responsable de hacer llegar el mensaje, de hacerlo entendeible, es el que emite el mensaje y no el que lo recibe.
Hay sobradas evidencias de que el “¿Quién soy yo para juzgar?”, ha sido tomado, por quienes desean una apertura de la iglesia respecto a los homosexuales, como un signo de que Francisco no es del todo contrario al “matrimonio” gay, o como un guiño personal.
Sin embargo, a pesar de esto Francisco no lo ha aclarado, no ha sido redundante para que quedara cristalino su pensamiento, dando lugar a que se utilicen sus palabras una y otra vez como argumento para sostener cosas que él no piensa.
¿Por qué ha sido así?
FRANCISCO TRABAJA SOBRE LAS LÍNEAS DE MENOR RESISTENCIA
Desde el principio de su pontificado Francisco se planteó una táctica populista de comunicación evitando los temas de mayor resistencia, más urticantes, y amplificando los mensajes sobre los temas de menor resistencia, los más aceptados por todos, a efectos de que su imagen no fuera tan discutida como fue la de Benedicto XVI, lograra mejor relación con la prensa y que el mensaje central de la Iglesia pasara más fácilmente.
De sus discursos aparece claro que hay tres temas sobre los que no ha sido redundante, porque son los que confrontan más con el mundo externo, por su orden son: los temas relacionados con la homosexualidad y el feminismo, los temas del aborto y la anticoncepción, y lo los temas relacionados con los musulmanes.
En cambio ha sido redundante sobre temas en los que percibía que había menos resistencia: los pobres, los marginados, los discapacitados, los niños, los enfermos, la riqueza y la especulación.
En los temas internos de la Iglesia algo parecido – aunque se ha tomado mas licencias porque tiene menos presión -, ha redundado algo menos sobre los temas de mayor resistencia: el divorcio y los divorciados vueltos a casar, el celibato sacerdotal, la ordenación de mujeres.
Y en cambio ha redundado más en aquellos donde podría encontrar menos resistencia e incluso una reacción favorable: la reforma de la curia, la limpieza de las finanzas vaticanas, la actitud de los sacerdotes.
Esta es una opción estratatégica del Papa para reposicionar a la Iglesia y a su mensaje, para permitir que su mensaje sea tomado y amplificado por los medios de comunicación del sistema (que son la mayoría) y para evitar una escalada de confrontación que lo margine de la escena internacional.
Pero tiene su costo, y ellos son el debilitamiento de la comunicación sobre los temas más conflictivos, que quedan relegados para ser comunicados a los iniciados, o sea a quienes tengan una relación más permanente con las parroquias, de modo que cuanto más periférica al catolicismo sea una persona, las opiniones del Papa sobre los temas más conflictivos serán más difusos.
Y esto vemos que es lo que sucedió en Illinois, que más allá de la buena o mala fe de estos políticos católicos – que usaron las expresiones del Papa para justificar algo contrario a la doctrina que apoya el Papa -, el tema queda como una discusión sobre como interpretar lo que piensa Francisco, sin que Francisco aparezca para decirlo el mismo directamente.
Fuentes: Life Site News, Signos de estos Tiempos