Las razones por las que Su hijo preservó a la Virgen María de la vejez.

Una de las cosas que llama la atención es que ni en las apariciones ni en arte, la Virgen María aparece con aspecto de anciana, porque aclaremos que murió a los 72 años según la tradición.

Lo que nos lleva a pensar si efectivamente María había envejecido como todos los seres humanos, antes de su Asunción en cuerpo y alma al Cielo.

Porque María no fue un ser humano común como tú o yo, su concepción fue inmaculada y preservada del pecado.  

Y por lo tanto las leyes biológicas no necesariamente se deberían haber cumplido en Ella como en nosotros.

Aquí hablaremos sobre el aspecto siempre joven que se retrata a María, y las razones por las que no sufrió la corrupción del pecado, que se expresa en el envejecimiento, la enfermedad y la muerte que le sucede a todos los seres humanos.

Cuando Nuestra Señora se aparece en la tierra como la Virgen de Guadalupe, Lourdes, Fátima, etc., se muestra siempre como una mujer muy joven, incluso en algunos casos como adolescente.

Y los evangelios nos presentan a María como una muchacha, joven y virgen, que será la Madre de Jesús.

De los relatos de san Mateo y san Lucas podemos inferir que la Virgen había tenido un desarrollo físico normal; había sido una bebe, una niña y ahora una jovencita.

¿Pero qué pasó después? 

La tradición afirma que Nuestra Señora murió de 72 años, por lo que la lógica nos lleva a suponer que debería haber tenido arrugas, el pelo canoso y los achaques propios de la edad.

Y además hay que considerar que el físico y la salud de una persona del primer siglo, a esa edad, no era como ahora, en que las personas viven más tiempo y con mejor calidad de vida.

O sea que el cuerpo de Nuestra Señora al final de su vida debería haber sido aún más achacoso que el de una persona de nuestro siglo.  

Pero también en el arte nos topamos con que la Virgen casi siempre se ve joven.

¿Entonces cómo es posible si murió de 72 años?

¿Cómo puede ser que no haya envejecido y sea presentada en las apariciones y el arte como una joven?

¿Esta forma de presentarla es por razones estéticas, porque siempre es más atractivo mostrar una persona joven que una persona vieja?

¿O quizás haya razones teológicas que llevan a esto?

¿O simplemente es un reflejo de la realidad misma, de que la Santísima Virgen no envejeció como el resto de los seres humanos, como lo sugiere Casañ? 

Joaquin Casañ en su magnífica obra la Vida de la Virgen María, donde compila enorme cantidad de informaciones, nos habla de la muerte de San José a los sesenta años, agregando que tenía treinta y tres cuando se desposó con la Santísima Virgen.

A la muerte de José, María tenía cuarenta y un años, porque a los catorce fue desposada con San José.

Y dice que a esa edad de 41 años, María tenía la misma perfección natural que a los treinta y tres años, porque ni retrocedió, ni envejeció, ni desfalleció de aquel perfectísimo estado.

Treinta y tres años es la edad en que murió Jesucristo y se considera la edad de la perfección.

Y se ha considerado que es la edad que tendrán nuestros cuerpos gloriosos para la eternidad.

¿Y cómo pudo haber sido esto?

Debemos considerar que el envejecimiento, la enfermedad y la muerte entraron en el mundo por el pecado original.

Todos tenemos esta mancha, por lo que envejecemos, enfermamos y morimos.

Sin embargo la Virgen fue el único ser humano que no estuvo incluido en el pecado original.

Y si María no tuvo pecado, entonces no tuvo la evolución física del resto de personas, ni los aspectos que son consecuencia del pecado original.

Específicamente no podría haber envejecido ni muerto.

Esto lo explica bien el beato Duns Scoto, que afirmó que María había sido preservada del pecado, siendo salvada por Nuestro Señor de una manera preventiva.

Porque hay dos maneras de salvar al hombre: una previniendo y la otra rescatando.

Si Jesús es el mediador perfecto tenía, que lograr redimir al hombre de manera perfecta, también previniendo.

Es lo que explica que las escrituras digan que Ella era la llena de gracia, lo cual debería mostrarse también en su aspecto físico, que debería ser el propio de una joven.

Esto sucedió por Su Inmaculada Concepción. 

Que es un dogma de fe proclamado en 1854, que sostiene que la Virgen María estuvo libre del pecado original desde el primer momento de su concepción, por los méritos de Su hijo Jesucristo.

Cristo la preservó de manera extraordinaria y le concedió una santidad que ella no logró por sí misma. 

Y lo hizo por el bien de su misión, una misión que sólo ella podría llevar adelante, o sea ser la Madre de Dios.

Así lo exigía la santidad de Cristo y el honor de Dios.

¿Y qué hay de la muerte de María?

Porque si el pecado original es el causante de la muerte, al no tenerlo María, entonces no debió haber muerto.

Sin embargo, aunque ella no tenía pecado original, quiso imitar a su Hijo en todo, incluyendo la muerte.

Y quiso imitarlo tanto, que según relatos antiguos, la Virgen muere un viernes 13 de agosto, y su Asunción es el domingo 15, o sea la misma cantidad de días entre la muerte y la resurrección de Jesús.

Sin embargo María no murió de una causa física o enfermedad, sino de amor.

San Juan Damasceno dice que la Madre de Dios no murió de enfermedad, porque ella no tenía que recibir el castigo de la enfermedad por no tener pecado original.  

Tampoco murió de ancianidad, porque no tenía por qué envejecer, ya que a ella no le llegaba el castigo del pecado de los primeros padres: envejecer y acabarse por debilidad. 

Ella murió de amor, era tanto el deseo de irse al cielo donde estaba su Hijo, que este amor la hizo morir.

Era tanta la necesidad de volver a ver a su Hijo, que simplemente se quedó dormida, por eso los cristianos orientales hablan de la dormición de la Virgen María o el tránsito.

Y como el cuerpo de María no se podía corromper si moría, porque eso solo sucede por el pecado original, entonces Jesús se adelantó y fue llevada al Cielo en cuerpo y alma, la Asunción.

Un tiempo antes de su muerte, cuenta un texto oriental atribuido a san Juan Evangelista, el arcángel Gabriel se acercó a María mientras oraba en el Santo Sepulcro. 

Y le dijo que su vida terrenal había llegado a su fin.

Entonces Ella hizo saber a los Apóstoles que ya se aproximaba la fecha de partir de este mundo para la eternidad.

San Juan Damasceno, uno de los últimos padres apostólicos, nos dice que los apóstoles se apresuraron a llegar a Jerusalén, que era el lugar donde la Virgen se encontraba.

El texto oriental de San Juan dice que los apóstoles vieron cómo el rostro de María resplandeció más que la luz, se levantó y bendijo a cada uno de los apóstoles con su propia mano, y todos dieron gloria a Dios.

Y el Señor extendió Sus manos inmaculadas, y recibió su alma santa e inmaculada. 

Los apóstoles pusieron su santo cuerpo sobre un lecho, y lo llevaron al Huerto de Getsemaní, donde lo colocaron en un sepulcro nuevo.

San Juan Damasceno dice que en el momento de su muerte, los coros angélicos dieron un concierto.

Fueron tres días que se oyeron los coros angélicos.

Y al tercero llegó santo Tomás apóstol, que como siempre llegó tarde, y pidió ver a la Virgen.

Abrieron el santo sepulcro de Nuestra Señora y salió un perfume muy agradable.

Y lo único que encontraron fueron las sábanas propias del entierro.

Ellos en ese instante entendieron que la Virgen había sido llevada antes que el resto al Cielo, primero en alma y luego en cuerpo.

Y también se dice que Santo Tomás tuvo la gracia de ver a la Virgen durante su Asunción y le regaló el cinturón que había usado en vida.

El 1 de noviembre de 1950 el Papa Pio XII proclamó el dogma de Asunción de la Virgen María a los Cielos en cuerpo y alma.

Cuyo texto dice que la Inmaculada Madre de Dios, la siempre Virgen María, habiendo cumplido el curso de su vida terrena, fue asunta en cuerpo y alma a la gloria celestial.

Debes notar que decir «habiendo completado el curso de su vida terrenal» es ambiguo y por lo tanto permite la posibilidad de que María no haya muerto antes de su Asunción, porque esto es un tema en discusión. 

La tradición siempre ha indicado que María sí murió, pero de amor y no por envejecimiento, aunque los católicos no están obligados a creerlo dogmáticamente.

Todo esto que hemos contado es la explicación por la que Nuestra Señora no haya envejecido durante su vida terrena ni haya muerto por vejez. 

Bueno, hasta aquí lo que queríamos hablar sobre las razones por las que la Virgen María no envejeció, ya que fue preservada del pecado por su Inmaculada Concepción.

Lo cual es un atributo que seguramente escandalizaría a los protestantes y a los laicistas, y quizás por eso es algo que se discute poco.

Y me gustaría preguntarte si crees que la Virgen María envejeció durante su vida terrena y fue preservada de la vejez, o crees que esto es sólo una teoría que no se puede probar. 

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