¿Jesús abogaba por un sistema de libre empresa?.
Un destacado economista argumenta que el éxito de los grandes imperios del pasado estuvo atado a su apoyo a la libertad religiosa y a los sistemas económicos similares a las enseñanzas de Jesús sobre la caridad y el trabajo duro.
Jesús era partidario de que la gente trabajara y no que viviera de los recursos que le proporciona el estado de bienestar a través de ayudas económicas.
IMPORTANCIA DE LA LIBERTAD RELIGIOSA
«La libertad religiosa es muy importante para el poder y la estabilidad de la sociedad en general«, dice Tim Kane, economista jefe del Instituto Hudson y co-autor del Balance: La economía de las grandes potencias de la Roma antigua a la moderna América.
Él instó a los cristianos a defender sus derechos y defender la herencia de Norteamérica – de Jesucristo a Abraham Lincoln.
«Se ha desarrollado en los Estados Unidos una intolerancia para los cristianos y una burla a la gente de fe», argumentó Kane.
También atacó a la «imagen negativa» en la que muchos profesores y artistas supuestamente ponen la historia y el patrimonio de Estados Unidos.
«Es bueno para los cristianos hacer valer sus derechos y sus libertades», declaró el economista.
«Estar activo en la política es bueno, pero creo que sobre todo en los temas de la educación pública, los valores que se enseñan a nuestros hijos.»
EL CASO DEL IMPERIO OTOMANO
En el tema de la historia, Kane hizo hincapié en el valor de la libertad religiosa para la estabilidad económica y política de «grandes potencias». Uno de los grandes campeones históricos de la tolerancia religiosa fue el Imperio Otomano, argumentó.
Cuando los Fernando e Isabel (los Reyes Católicos) unieron España y enviaron al famoso a Colón en su viaje en 1942, también expulsaron a los judios que huyeron al Imperio Otomano y prosperaron.
En parte debido a la tolerancia religiosa, el economista argumentó, el Imperio Otomano resultó ser el más grande de los imperios de Oriente Medio, que duró siete siglos. Más adelante en la historia, sin embargo, se volvió menos tolerante y Kane señaló este cambio como la clave para la lenta decadencia del imperio.
LA CAÍDA DEL IMPERIO ROMANO
Del mismo modo, el Imperio Romano creció y disminuyó junto con la libertad religiosa.«Roma fue más fuerte cuando más tolerante era con los cristianos», dijo Kane, haciendo hincapié en el emperador Trajano en el siglo segundo.
En el libro, escribió que «el principio del fin de Roma es fácil de identificar», el 9 de agosto de 117 dC – el día que Trajano murió.
Kane no está de acuerdo con el argumento de que el cristianismo hizo caer el imperio de Julio César. «Yo no creo que la historia tenga algún fundamento» él dijo. Más bien, el economista señaló, a «la verdadera sabiduría para volver a las enseñanzas de la Biblia».
JESUS PARTIDARIO DE LA LIBRE EMPRESA
«Mucho de lo que Cristo representaba era el respeto a todo el mundo – el respeto de los pobres, un sentido de la igualdad, lo cual podemos comprender de una manera más sofisticada como la igualdad de oportunidades«, sostuvo Kane.
Se refirió a dos de los principales puntos de Jesús – el cuidado de los pobres y trabajar con diligencia.
Lejos de apoyar el sistema comunista, que algunos leen en Hechos 2 y 4, Kane afirmó que la Biblia – especialmente las palabras de Cristo – argumenta a favor de un sistema más capitalista.
«No creo que Cristo hubiera dicho ‘vamos a pagar a la gente por no trabajar’ en vez habría dicho, ‘vamos a dar a la gente la oportunidad de trabajar’«, explicó el economista.
EL ESTADO DE BIENESTAR ES MAS UN TELARAÑA QUE UNA RED DE SEGURIDAD
Señaló que después de la polarización política y la agitación que sigue a un rechazo absoluto de la libertad religiosa, la causa fundamental del colapso de los imperios es el desequilibrio económico.
Enseñando a la gente a no trabajar, sino a esperar limosna o ayuda económica,
«el estado de bienestar se convierte en una tela de araña más que una red de seguridad», agregó.
«Abraham Lincoln y Jesucristo fueron esencialmente luchadores contra la esclavitud no sólo una esclavitud de un hombre a otro, sino a la esclavitud del estado. Una servidumbre del bienestar, donde el gobierno lleva a los ciudadanos que trabajan para pagar a los que están inactivos. La verdadera caridad, como enseñó Jesús, da a los pobres un trabajo, un propósito«.
Fuentes: Christian Post, Signos de estos Tiempos