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Santa Elena, la madre del Emperador Constantino, es retratada sosteniendo una cruz.

¿Por qué?

Porque ella fue quien encontró la Vera Cruz de la crucifixión de Jesús en Jerusalén.

El emperador Romano Adriano reinó desde el 117 al 138 después de Cristo, cambiando el nombre de Judea por el de Siria Palestina.

Y a Jerusalén la llamó Aelia Capitolina prohibiendo a los judíos entrar en ella, debido a las revueltas de los judíos.

Para ese momento Jerusalén se había convertido en un montón de escombros.

Primero por la revuelta del año 70, cuando fue arrasado el templo y después cuando Adriano demolió lo que quedaba.

Adriano consideraba al judaísmo y el cristianismo como insurrecciones.

Para erradicar al cristianismo niveló el Monte Calvario y erigió un templo a la diosa Venus.

E hizo lo mismo con la zona de la tumba de Jesús construyendo el templo a Júpiter Capitolino.

Recién en el año 312 la cosa cambiaría con el emperador Constantino.

Visión de la Cruz en el cielo de Constantino

El padre de Constantino era César de la mitad occidental del imperio y se llamaba Constancio.

Constantino su hijo, estaba cautivo del emperador Diocleciano en el este del imperio.

Cabe aclarar que el emperador Diocleciano fue un gran perseguidor de los cristianos.

Una noche Constantino escapó de los emperadores de Oriente y fue hacia York en Gran Bretaña, donde estaba su padre.

Constancio murió en el año 306 y Constantino fue aclamado como Augusto o sea el emperador mayor del Imperio Romano de occidente.

Ahora necesitaba probar su título.

Y en el año 312 se enfrentó a Majencio en una batalla decisiva.

Cuenta la tradición que anteriormente Constantino vio una cruz en el cielo con la palabras “con este signo vencerás”.

Eusebio cuenta que esto sucedió durante el mediodía y que lo vieron todas las tropas.

Y a partir de ahí Constantino hizo colocar la señal de la cruz en los escudos de sus hombres.

El estudioso Peter Weiss dice que el milagro del sol sucedió en el año 310 en la Galia.

Y que 2 años después sucedió el sueño antes de la batalla en el puente Milvio.

Sugiere que ya en el año 310 Constantino comenzó a cambiar al monoteísmo basado en el Sol Invictus.

Y esto lo llevo dos años después a pasarse al monoteísmo cristiano.

Hay algunos que dicen qué Constantino se acercó al cristianismo por razones de peso político de los cristianos.

Sin embargo en el año 312 los cristianos no eran más del 15% de la población del Imperio Romano y estaban conformados por los niveles más bajos de educación, riqueza y poder de la sociedad, de modo que no fue este al caso.

El poder la educación y la riqueza estaban aún en manos de los paganos.

Por esta época del triunfo de Constantino, Santa Elena su madre, se había convertido al cristianismo.

Eusebio dice que Santa Elena tenía 63 años cuando se convirtió.

Mientras que Constantino se convirtió recién oficialmente en su lecho de muerte.

Pero fue muy importante para el cristianismo.

En el año 325 llamó al Concilio Ecuménico de Nicea, que condenó la herejía arriana, que enseñaba que Jesucristo no era hijo de Dios sino un ser creado por el Padre.

Constantino tuvo tres hijos de su segunda esposa Fausta.

Y murió en el Pentecostés del año 337, bautizado unos pocos días antes por el obispo Eusebio de Nicomedia.

Fue con la autoridad de su hijo que Santa Elena peregrinó a la Palestina en busca de los lugares sagrados.

Y allí encontraría la Vera Cruz y construiría 80 Iglesias según la tradición.

Icono bizantino de Elena y Constantino

    

BIOGRAFÍA DE SANTA ELENA

Cómo sabemos, Santa Helena fue la madre de Constantino el Grande, y habría nacido en Drepanum, la moderna Izmit, el extremo oriental del mar de Mármara.

Era de padres humildes y habría sido del personal de servicio en la corte.

El prometedor general romano Constancio Chlorus se enamoró de esta bella mujer, se casaron y tuvieron un hijo en el año 274, llamado Constantino, que nació Naissus, el Nis moderno, en Serbia.

Pero en el año 294 Constancio se divorció de ella, casándose con Theodora, hija del emperador Maximiano, una mujer noble que alimentaría sus ambiciones políticas.

Entre el tiempo de su divorcio y el ascenso de Constantino Elena estuvo viviendo en la oscuridad en la corte de Diocleciano, quien gobernaba el Imperio de oriente desde Nicomedia.

Y cuando Constantino ascendió a emperador puso a su madre en el centro del escenario de nuevo.

Elena se habría convertido al cristianismo alrededor del año 312 según Eusebio.

Y un año después Constantino emitiría el Edicto de Milán, garantizando la tolerancia religiosa para los cristianos.

Se especula que Santa Elena podría haber influido en Constantino para la promulgación del edicto del año 313.

Constantino se convirtió en el único gobernante de todo el Imperio Romano 10 años después y extendió el edicto de Milán a la otra mitad Oriental del imperio.

La persecución a los cristianos había durado 300 años y ahora podían practicar su fe libremente y quizás debido a la conversión de Santa Elena.

Varios Santos como Eusebio de cesárea, San Ambrosio y San Pablo de Nola destacan la piedad, humildad y generosidad de Santa Elena.

Quién era famosa por su caridad hacia los pobres y los presos.

De ella dice Eusebio en La Vida de Constantino,

“Especialmente abundantes eran los dones que otorgaba a los pobres desnudos y desprotegidos.

A algunos les daba dinero, a otros una amplia provisión de ropa, liberaba a algunos del encarcelamiento, o de la amarga servidumbre de las minas.

A otros los libró de la opresión injusta, y otros los restauró del exilio.

Sin embargo, aunque su carácter derivó en brillo por tales actos…, ella estaba lejos de descuidar la piedad personal hacia Dios.

Se la podría ver continuamente frecuentando Su Iglesia, mientras y al mismo tiempo adornaba las casas de oración con espléndidas ofrendas, sin dejar de lado las iglesias de las ciudades más pequeñas.

En resumen, se podía ver a esta admirable mujer, vestida con sencillez y modestia, mezclándose con la multitud de fieles.

Santa Elena hoy es reverenciada como la descubridora de la Vera Cruz en la que Cristo fue crucificado.

Murió al poco tiempo de regresar a Roma desde Jerusalén y sus restos reposan en el Museo Vaticano.

Santa Elena buscando la cruz con el judío Judas

    

EL DESCUBRIMIENTO DE LA VERA CRUZ

El emperador Constantino veneraba la señal de la cruz que lo había llevado a la victoria y quería encontrar la verdadera Cruz donde Cristo fue crucificado.

Por eso envió a su madre a Jerusalén con una carta para San Macario, que era el obispo de esa ciudad.

La tradición cuenta que Santa Elena llegó a Jerusalén en el año 326 y había soñado con la verdadera Cruz, sintiéndose elegida desde el cielo para encontrarla.

Cuando se apersonó al obispo Macario en Jerusalén éste le informó que los lugares sagrados habían sido cubiertos por santuarios paganos.

Y los cristianos no lo visitaban porque de lo contrario estarían adorando ídolos paganos.

También le fue informado que si ella encontrara el sepulcro, encontraría los instrumentos de castigo.

Porque era costumbre en los judíos hacer un agujero cerca de donde estaba enterrado el cuerpo del crucificado y arrojar todas sus pertenencias y los objetos de su ejecución, porque querían borrar todo rastro de un ser detestable.

Por eso los paganos habían acumulado gran cantidad de piedras y basura arriba del lugar de la crucifixión, construyendo un templo a Venus también, que era la Diosa de la lujuria carnal.

En el lugar de la resurrección habían erigido una estatua de Júpiter.

E incluso en la cueva de Belén, dónde nació Cristo, habían puesto un ídolo de Adonis.

Santa Elena hizo demoler estos monumentos paganos en el nombre de su hijo, y preparó los lugares para construir iglesias católicas.

Rufino de Aquilea en el siglo cuarto dijo que Santa Elena,

Comprendió por revelación que la cruz fue enterrada en una cámara subterránea de la Tumba de Nuestro Señor

Dios recompensó a esta santa Emperatriz mucho más de lo que ella se atrevió a esperar: porque, además de la Cruz, ella también descubrió otros instrumentos de la Pasión”.

Elena comenzó preguntando a varios moradores de Jerusalén dónde podría estar exactamente la cruz.

Y al final fue informada por un anciano hebreo que se llamaba Judas, que la cruz estaba enterrada abajo del templo de Venus.

Cuenta la tradición que un olor dulce y un rayo de luz les informaron el lugar donde debían comenzar a cavar.

Así descubrieron una antigua cisterna que tenía tres cruces, el Títulus (o sea la placa que Poncio Pilato puso informando sobre el delito de que era acusado Jesús) y varios clavos de la crucifixión.

Uno de los clavos se conserva en la catedral de Monza, otro está en el Duomo de Milán y otro está en Roma.

Mientras que una parte del Títulus se conserva en Roma en la iglesia de la Santa Croce.

Ahora Santa Elena estaba frente a las tres cruces y le surgió la duda de cuál era la verdadera cruz.

Basílica del Santo Sepulcro en Tierra Santa

La Leyenda Dorada, un best seller medieval, escrito por Jacobo de la Vorágine que fue un fraile dominico obispo de Génova, relata lo siguiente,

“Trayendo un joven muerto para el entierro, Judá puso su mano sobre el féretro y comenzó a colocar la primera y segunda cruz sobre el cuerpo de la juventud muerta, pero nada pasó; luego puso la tercera cruz: inmediatamente los muertos volvieron a la vida”.

Otra versión dice que Macario después de ofrecer oraciones solemnes trajo a una dama de la nobleza que estaba afligida por una grave enfermedad.

Le hicieron tocar y las dos primeras cruces y no tuvieron ningún efecto, pero cuando tocó la tercera fue sanada inmediatamente.

También hay otra versión que dice que quién fue llevado a probar cuál era la Veracruz era un leproso.

A partir de ahí la tradición dice que el judío Judas y otros judíos llegaron a creer en Cristo y se bautizaron.

Y Judas recibió el nombre de Ciriaco y luego fue obispo de Jerusalén.

Una parte de la cruz fue llevada a Constantinopla, mientras que otra parte fue puesta en manos del obispo de Jerusalén.

Y con el paso del tiempo se fueron quitando fragmentos para regalárselos a personajes políticos y religiosos y a iglesias católicas en todo el mundo.

Esto generó una multitud de reclamaciones de Iglesias y particulares que decían tener una reliquia de la Vera Cruz.

Y surgió la imagen de que si se sumaban todos esos fragmentos se podría hasta construir un barco con ellos.

Sin embargo se hizo una investigación al respecto y se descubrió que sumando todos los fragmentos que reclamaban ser de la vera Cruz que había en el mundo no daba ni siquiera para hacer una cruz diminuta. Esto puede leerse aquí.

Santa Elena se dedicó a hacer obras entre los pobres y a liberar de todo rastro de paganismo la zona de Jerusalén, luego del descubrimiento de la Vera Cruz, ordenando que se construyeran Iglesias en cada uno de los lugares.

Es así como se construyeron Iglesias en Belén, en el Monte de los Olivos, en Getsemaní, además de Jerusalén.

Mientras que el emperador Constantino ordenó construir una iglesia majestuosa abarcando los lugares de la crucifixión, tumba y la resurrección de Nuestro Señor.

El período de construcción fue de 10 años, pero Santa Elena vivió hasta que se dedicó el templo, porque murió en el 327 y la iglesia fue consagrada en el año 335.

La consagración fue el 13 de septiembre y se estableció el 14 de septiembre como la celebración de la exaltación de la Santa Cruz.

Sangre del martirio de Jesús en el Gólgota o Calvario se derrama sobre el cráneo de Adán.

   

¿QUE HAY DEBAJO DEL CALVARIO?

Debajo del Calvario hay una capilla dedicada a Adán, ¿Por qué?

Porque la tradición dice que la sangre de Nuestro Señor crucificado penetró en la tierra y llegó al cráneo de Adán, que había sido sepultado ahí por su hijo o por Melquisedec, como puede leerse aquí.

¿Pero hay algo verosímil en esto o es sólo simbolismo teológico?

El lugar donde crucificaron a Jesús se llamaba Gólgota o lugar de la calavera o calvario.

Se piensa que también puede haber sido un lugar de ejecución de los judíos, porque la ley de Moisés ordenaba las lapidaciones fuera de la ciudad.

De modo que se entiende que los romanos utilizaron el lugar de ejecución judío para sus propios fines.

Pero también ese lugar del cráneo puede hacer referencia a un cementerio, porque las excavaciones dentro del Santo Sepulcro mostraron que había tumbas del primer siglo alrededor de la tumba de Cristo.

Pero además, iconos bizantinos muestran la cruz de Cristo sobre una cueva y su sangre cayendo a un cráneo dentro de esa cueva.

Estos iconos representan la creencia que la tumba de Adán estaba bajo el calvario.

Hoy eso se ve en la Iglesia del Santo Sepulcro, porque debajo del altar de crucifixión hay una pequeña capilla llamada Capilla de Adán.

Y hay una grieta en la roca que conecta directamente ambos lugares.

Los guías turísticos dicen que luego del terremoto fue expuesto el cráneo de Adán.

San Jerónimo se refiere a ello en una carta del año 386 dC.

Y hay tradiciones judías que dicen que el cráneo de Adán fue enterrado por su hijo Sem cerca de Jerusalén y fue custodiado por Melquisedec, el sacerdote rey de Jerusalén en momentos de Abraham.

La simbología de esto es muy clara.

La sangre de Cristo llegó hasta el cráneo de Adán, que fue a través de quién el pecado entró en el mundo.

San Ireneo dijo que Adán que fue creado a la imagen de Dios debía haber sido salvado con la redención de Nuestro Señor.

Y por eso se dice que Jesucristo es el nuevo Adán.

Y el Vaticano II dirá,

“El (Cristo) que es la imagen del Dios invisible es el hombre perfecto que ha restaurado en los hijos de Adán esa semejanza con Dios, que había sido desfigurada desde el primer pecado”.

Fuentes:


Sergio Fernández, Editor de los Foros de la Virgen María

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