Los ataques espirituales son más frecuentes que nunca y hay formas de ganar la batalla.
Hay situaciones externas que nos vuelven vulnerables a los demonios.
Como por ejemplo todos los cambios e inconvenientes que hemos sufrido durante la crisis de salud.
Y entonces sucede que muchas personas se deprimen, andan permanentemente angustiadas, desmoralizadas, agrias, confusas, lo que les lleva a recurrir a tomar medicamentos por ejemplo.
O simplemente a pensar que la única solución a su problema es que se termine la crisis de salud.
Pero no perciben que pueden estar sufriendo un ataque demoníaco, que no se cura ni con medicamentos ni con cambios en la crisis de salud.
Un ataque demoníaco es parte de la guerra espiritual que el maligno ha desatado contra ti.
Y la única forma de salir vencedor es combatirla con las armas propias de la batalla espiritual, de lo contrario puede que demores mucho en salir o no salgas nunca.
Aquí te diremos los 10 signos que evidencian si una persona está bajo ataque espiritual.
Y te daremos los antídotos que se deben activar para ganar esa guerra espiritual y expulsar la influencia negativa de tu vida.
Si te sientes con falta de paz y agobiado por estos días, debo decirte que estás sintiendo lo que sienten muchas personas.
Porque estamos ante un ataque demoníaco como nunca antes ha habido, y es global en todo el planeta.
No eres sólo tú quien se siente así.
Estamos bajo un ataque para producir miedo y dudas sobre el futuro respecto a la salud, a la libertad, a la fuente de ingresos e incluso a la posibilidad de conseguir alimentos.
Pero en primer lugar, debes considerar que aunque te pasen cosas físicas, esto es un ataque espiritual.
Y recién en segundo lugar, tiene consecuencias físicas con los confinamientos y las restricciones personales que han puesto en tu vida, y en cuestiones laborales y de ingresos.
El maligno es quien está detrás de todo esto tratando de desestabilizarte para que te caigas.
Debes tener claro que su objetivo es neutralizarte espiritualmente para que te alejes de la única fuente segura de paz y protección.
Por lo tanto debes comprender que la única forma de no ser afectado por este ataque, es mantenerte fuerte espiritualmente, unido firmemente a la Divina Providencia, como las ramas están unidas al árbol que le da vida.
Y que el ataque siempre funciona tratando de producir confusión, debilitamiento emocional, distracción del foco principal de tu vida y miedo
Y lo hace a través de la mentira y el engaño, aún de parte de fuentes que antes te parecían confiables.
¿Y cómo detectar que el demonio te está atacando espiritualmente y no que tienes un problema psicológico o has tenido unos días malos?
Veamos los 10 síntomas característicos que deberías adjudicarlos al ataque espiritual.
Primero, frustración extrema.
Durante un ataque espiritual el enemigo usa una variedad de circunstancias para oprimir tu mente y traerte una gran frustración.
La persona se percibe a sí misma como en un estado de sitio, al borde del precipicio y ansiosa.
Segundo, te sientes inusualmente débil y cansado.
La falta de energía y vitalidad son a menudo el resultado de un ataque prolongado.
Nerviosismo, falta de sueño, batallas sobre tu salud, son sus frutos.
Tercero, falta de paz.
El enemigo te bombardea la mente con pensamientos dispersivos y tentaciones permanentes con el fin de robarte la paz.
La mente se irrita y te sientes agotado.
5 Cuarto, falta de pasión espiritual.
El enemigo trata de robar tu tenacidad para las cosas de Dios.
Quinto, confusión acerca de tu propósito.
Durante un ataque espiritual a menudo hay una gran confusión acerca de tu camino espiritual.
Las malas mociones comienzan trayendo confusión.
Sexto, fuerte impulso para salir de tu propósito
Cada creyente nace con un propósito único.
Y Dios también le dio regalos y gracias únicos, para cumplir con ese plan.
Un ataque te abrumará con pensamientos de renunciar y abandonar el puesto.
Este es uno de los mayores propósitos detrás de los ataques espirituales.
Séptimo, te retrotraes a viejas ataduras.
La persona es empujada a menudo hacia ciclos negativos de los que ya se liberó.
El enemigo quiere esclavizarte una vez más en las mismas ataduras viejas.
Él puede desanimarte convenciéndote que tus pecados no son suficientemente malos, para que dejes de pensar que cometes pecados.
Octavo, te apartas de las relaciones sanas
Cuando las iniquidades antiguas comienzan tentándote, el siguiente signo del ataque espiritual seguramente será alejarte de las relaciones santas.
Noveno, parece que has cambiado tus valores y prioridades.
A veces se trata de un ataque tan masivo que pareciera que no hay ningún ataque sino que sencillamente tú has cambiado.
Hay momentos en que parece que todos los recursos se secan al mismo tiempo.
Los ataques del enemigo son para que pongas tus ojos fuera de Dios y los pongas en el dinero y otros placeres.
Décimo, cuestionas la dirección y el llamado que has sentido claramente
A medida que el enemigo ataca la vida de un creyente, comienza a darle razones para renunciar a la misma cosa a que Dios le llama.
Esta es una de sus herramientas principales.
Él desata la confusión, la vergüenza, la intimidación y una variedad de sentimientos viles para crear una nube de incertidumbre.
Cuando te sucedan varias de estas cosas debes tomar conciencia de que estás bajo ataque.
Y entonces es bueno recordar lo que el Señor le dijo a Santa Faustina Kowalska,
«Hija Mía, quiero instruirte sobre la lucha espiritual.
Nunca confíes en ti misma, sino que abandónate totalmente a Mi voluntad»
Y entonces haz estas cosas cuando tomes conciencia del ataque:
Reprende al atacante aunque no lo veas, pero está ahí, nombra al demonio porque eso te dará poder sobre él.
Vade retro satanás.
Y recurre a San Miguel Arcángel, a la Santísima Virgen y a Nuestro Señor Jesucristo para que expulsen de al lado tuyo a los demonios que están tratando de tentarte y neutralizarte.
Los exorcistas nos dan información muy valiosa sobre cómo expulsar demonios.
Ellos los expulsan con el poder de Jesucristo.
A veces el Arcángel Miguel viene a la batalla y amenaza al demonio con su espada.
Y los demonios le tienen pavor a la Santísima Virgen.
Una vez el Padre Cándido Amantini le hizo una pregunta al demonio que poseía a una persona:
«¿Por qué tienes más miedo cuando invoco a María que cuando imploro al mismo Dios?»
Y el demonio respondió: «Me siento más humillado siendo vencido por una simple criatura que por Dios mismo».
Rompe su poder sobre tí con tu fe en Dios y su promesa de vida eterna en el Cielo y protección en la Tierra.
Rompe el ataque con los 5 «no hagas»
No olvides quien te hizo y lo que ha hecho en tu vida. Dios te ha equipado y podrás vencer a través de Él.
No abandones la hora y el lugar de la oración, los sacramentos, la adoración eucarística y lee la escritura leyendo algún salmo o abriendo la biblia al azar.
No abandones los lugares de poder: tu iglesia, tu familia y tus obras son lugares de poder.
No abandones el poder que te da el grupo.
Es bueno estar cerca de personas que puedan darte un consejo sabio, y de los amigos fieles y sencillos.
No te desconectes de la protección pastoral.
Muchas veces hay gente bajo ataque que se niega a ser ayudada; la confesión, la dirección espiritual y el frecuentar amigos de fe son el antídoto.
Rompe el debilitamiento y la opresión alabando a Dios
Vístete con un manto de alegría en lugar de un espíritu angustiado.
Tararea canciones, las viejas canciones de alabanza, dejando que tu corazón llegue al Señor.
Cuando damos gracias y alabamos a Dios, nunca triunfa el enemigo.
Rompe el círculo vicioso del miedo, con amor.
La Escritura nos dice que el amor perfecto echa fuera el temor.
Dios no nos ha dado un espíritu de temor, sino de poder, amor y una mente disciplinada
No importa lo que satanás te diga, no es la verdad, sino una perversión de la verdad.
Siempre que nos doblegamos a la fuerza del diablo en lugar de la de Dios, la calidad de nuestra vida se reduce; algo en nosotros muere cuando creemos una mentira.
Y también haz estas cosas prácticas:
Evita los lugares y las personas que exudan negatividad, porque son contagiosos.
Apaga los medios de comunicación que te desinforman con mentiras, la TV, las redes sociales.
Usa agua bendita ante el primer síntoma de ataque.
Ante el menor signo ora hasta que te sientas tranquilo, fuerte, y te regrese la calma; jaculatorias como «Jesús en tí confío», «Madre, yo confío en ti», el rosario, la coronilla de la Divina Misericordia y la oración al Arcángel MIguel son muy sanadoras.
Aléjate de las multitudes.
Toma un paseo por el agua, por un campo. Observa la fauna, las flores, la naturaleza.
En resumen, los ataques espirituales son muy comunes en nuestros días.
Pero muchas personas los transitan sin saberlo, pensando que están experimentando un problema psicológico, o una depresión, o que le sucedió un hecho que le ha cambiado la vida.
Y como un problema trae al otro, se enroscan en un círculo vicioso que les impide salir.
Por eso ten presentes los 10 síntomas típicos de ataque espiritual que hemos mencionado.
Si tienes varios de ellos, entonces probablemente estes pasando por un ataque espiritual del demonio.
E inmediatamente que tomes conciencia de que es así activa las recomendaciones que te hemos dado para librarte del ataque.
Bueno hasta aquí lo que queríamos hablar sobre los signos para identificar un ataque espiritual y como combatirlo.
Y me gustaría preguntarte si has percibido un ataque espiritual sobre ti y cómo lo has combatido.
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